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Autor Tema: La Marioneta  (Leído 2466 veces)

Xio.M.I. Desconectado
« en: Mayo 11, 2011, 08:39 pm »

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La Marioneta
« en: Mayo 11, 2011, 08:39 pm »
Buenas noches damas y caballeros~ [Al menos aquí es de noche .-.]
Este es el primer fic que publico. Me da algo de pena ./////.
Primero que nada quiero decirles que lo terminare cueste lo que me cueste ò////ó
Pero les advierto que puede que tarde meses para cada capítulo u_u
Serán unos tres en total... Aunque puede que el segundo se divida en varios más xD
Y el tercero aun no lo se... El fic esta en mi cabeza, terminado... Así que pueden estar tranquilos/as.
Sin más preámbulos les dejo el primer capítulo, espero les guste~ ^^




La Marioneta

Las luces de los reflectores se encendieron y se deslizaron hasta el centro del escenario, justo en ese mismo lugar había una joven recostada, una fina capa de neblina cubría el suelo alrededor de ella y todo lo demás estaba entre penumbras. Parecía estar sin vida, su piel era tan blanca y pura que casi podía verse a través de ella, y a simple vista no tenía una sola imperfección, sus labios pequeños y carnosos eran de un delicado color rojo pálido, las largas y delgadas hebras de su cabello castaño se esparcían por el suelo sin desarmar los tirabuzones y algunos cubrían parte de su pequeño rostro de muñeca, sus grandes ojos aun permanecían cerrados.

En aquel enorme lugar todo era silencio, a pesar de la oscuridad en el escenario en las butacas había algunas siluetas de las que solo se veía el brillo de sus ojos,  permanecían expectantes a la espera de que algo pasara en el escenario. En la parrilla había una gran figura sombría sonriendo con cinismo mostrando su blanca dentadura, movió sus dedos con sutileza y se escucho el sonido de unos hilos invisibles tensarse. Los ojos de la joven se abrieron de repente dejando ver su hermoso color verde intenso pero que no presentaban brillo alguno, no expresaban nada, estaban muertos… Poco a poco la muchacha empezó a incorporarse a medida que la misteriosa figura movía sus dedos y su piel empezaba a cortarse en el lugar donde sujetaban los hilos.


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La alarma de reloj sonó como siempre a las 06:45 A.m., de entre varias frazadas surgió una mano femenina de largos y finos dedos, su piel era pálida, y sus uñas estaban pintadas de un color perlado. Apagó la alarma y la mano volvió a esconderse rápidamente entre las cálidas mantas, algunos cabellos castaños escaparon cuando la joven asomó su mirada para ver la hora, murmuro algo de unos 5 minutos más y se removió en la cama hasta cerrar sus hermosos orbes verdes una vez más. Minutos después, en el cristal de la ventana se sintió un golpeteo suave y constante producido por la punta de un dedo, por más que Nissa intentó hacer como que no lo escuchaba el molesto ruido siguió siendo cada vez más fuerte y cada vez más rápido e incesante. La joven suspiro de manera sonora, y al incorporar su cuerpo las cobijas cayeron al suelo.

-Nissa… Nissa… Nissa.- El golpeteo era acompañado por el repetitivo susurro de su nombre. Si había algo que realmente molestaba a Nissa era tener que levantarse temprano, dio unos dos pasos largos para llegar a la ventana y abrirla de golpe. En la escalera de emergencia del edificio había sentado un muchacho de cabello negro y ojos color ámbar, este vestía una camisa blanca de mangas cortas cuyos bordes eran color azul  oscuro y donde se supone debía llevar una corbata que hiciera juego con está solo estaban los primero botones desprendidos, su pantalón era azul oscuro y zapatillas deportivas. Loke sonrió al ver como su vecina y mejor amiga aun seguía usando esos pijamas con diseños tan infantiles, ente este caso de maripositas, su mirada mostraba mucho cariño al ver como los bucles de la chica caían sobre sus hombros y espalda moviéndose de manera graciosa mientras esta iba de un lado a otro al darse cuenta que había dormido más de 5 minutos e iba llegar tarde a la escuela si no se apuraba.
Nissa estaba dándole la espalda a su compañero a punto de quitarse la ropa cuando noto que él la miraba con mucha atención, con la clara pervertida intención de ver el esbelto cuerpo de la joven, pero antes de que pudiera decir algo la ventana y las cortinas fueron cerradas en su nariz.

-¡Loke espérame abajo!.- Exclamo la muchacha desde adentro de su habitación la cual revolvía en busca de su uniforme escolar.

Pasaron pocos minutos hasta que las puertas del edificio se abrieron dejando pasar a la joven con su impecable uniforme, el cual era una camisa similar a la de Loke solo que ella si llevaba la pequeña corbata como se debía, la falda era corta con finas tablas de azul oscuro, las medias le llegaban debajo de sus rodillas y sus zapatos eran negros. En su hombro derecho colgaba su bolso, el cual acomodaba mientras caminaba y en su mano izquierda llevaba dos cajitas con el almuerzo, uno era para Loke pero nunca se había atrevido a dárselo. Eran amigos desde la primaria, aunque con el tiempo y sin darse cuenta Nissa empezó a sentir algo más que una simple amistad, pero por no querer arruinarla nunca dijo nada ya que desde su punto de vista él solo parecía verla como su amiga, su compañera de aventuras, su profesora de particular cuando él no entendía algo o se desesperaba antes de los exámenes, etc.

Las dos primeras horas de clase pasaron lentamente habían sido bastante aburridas, como siempre Nissa se había quedo dormida en la primera luego que termino con los ejercicios dejados por el profesor y durante la segunda su mente se la paso volando. Cuando sonó el timbre para el recreo, Lisa tuvo que bajar a tierra su amiga de manera abrupta ya que tenían que ir por los libros de Literatura al ser las delegadas, luego de un par de regaños y bromas salieron del aula. A la vuelta Nissa encontró su pupitre todo rayado y escrito con algunas amenazas sobre que se alejara de Loke, y, además, sus útiles habían sido lanzados por la ventana. Fuera del salón un grupito de chicas miro de reojo a Nissa riendo por lo bajo al ver a la joven borrando con algo de esfuerzo lo que había escrito sobre su escritorio y luego como intentaba recuperar sus útiles, ella ni siquiera se quejaba o decía algo al respecto después de todo ya estaba acostumbrada.

-¿Es que no tienen nada mejor que hacer?..- Exclamo en voz alta Sofía bastante molesta por como molestaban a su amiga, fulmino con su mirada al grupito de chicas y estas evitaban su mirada, jamás se hacían cargo de sus acciones. Bufo de una manera poco femenina apoyando sus manos sobre sus caderas acercándose a las chicas. –Critican y hablan a espaldas de otros a sus espaldas, pero a la hora de hablar de frente no tienen el valor suficiente… ¡Pendejas alzadas no tienen los ovarios bien puestos siquiera para mirarme cuando les hablo! ¿He? Saben que pueden hacer, porque no se van a la...- Antes de que alguna grosería pudiera salir de sus labios su boca fue tapada por la delicada mano de Nissa, quien la abrazo por detrás acariciando con su mano libre los cabellos de su amiga tranquilizándola, pronto aquella joven que saltaría hecha toda una fiera sobre el grupo de chicas no era más que un gatito domesticado bajo aquellas suaves caricias.

-Tranquila… No pasa nada, déjalas ir… Tranquila.- Susurro la joven de cabellos castaños a la rubia que contesto solamente con una especie de “Nya”. Nissa no era la clase de persona que se hacía problema por aquella clase de cosas, solo querían alejarla de Loke ya que estaban  locas por él y la verdad era una tontería lo que hacían. Tan solo tenía problemas con ese grupo de chicas que eran de otro salón, con sus demás compañeras no era muy cercana pero no se llevaba mal, Nissa siempre era agradable aunque muy tímida para hacer amistad fácilmente.

Las demás horas pasaron sin muchos problemas, en Literatura Nissa se sintió tan comprometida con la protagonista de la triste historia que termino llorando mientras le tocaba leer en voz alta frente a todos su compañeros, quienes luego intentaron consolarla y animarla, y durante educación física termino totalmente agotada, pero luego de un refrescante ducha ya estaba lista para seguir adelante. Por fin la hora del almuerzo había llegado, su estomago rugía de manera sonora, había demasiadas personas en el comedor así que prefirió salir a comer al patio. Se sentó a la sombra de  un árbol y cerro sus ojos respirando profundamente, era un hermoso día, al abrir sus ojos se encontró con la compañía de Sofía y Lisa quienes miraban casi babeándose el almuerzo de su amiga. Loke no tardo en llegar aunque le costó librarse de su sequito de admiradoras, quienes le habían dado sus almuerzos, se sentó junto al trío de chicas.

-¿Vas a comerte todos?..- Pregunto Lisa al ver como el muchacho apenas podía cargar con todos los recipientes. La joven de cabellos negros esperaba al menos que le convidara con algo, era la delegada del curso una chica muy responsable y estudiosa, además de que con un gran apetito y gusto por la comida.

-Claro, sería muy injusto de mi parte comer unos y otros no… Seguro se esforzaron mucho haciéndolos.- Contesto Loke con una de sus encantadoras sonrisas, era amable, tenía buenas notas no excelentes, pero buenas al fin claro que con un poco de ayuda por parte de Nissa, pero más que nada se destacaba en los deportes y aun cuando tenía un club de fans no parecía estar interesado en ninguna chica en especial. Sin nada más que decir empezó a comer tranquilamente.

-Terminaras descompuesto…- Nissa negó con su cabeza, por suerte había traído algo para darle, de hecho era algo que se había vuelto casi una rutina. Para Loke no paso por desapercibo el hecho de que su amiga trajera comida para dos personas, tras sonrojarse y molestarse cuando le era preguntado si era para él la joven terminaba por negarlo rotundamente y dar excusas como que era para compartir o que ese día tenía mucha hambre. En este caso el almuerzo que había preparado con todo el amor del mundo para el joven fue devorado entre Sofía y Lisa.

El día siguió con normalidad, efectivamente Loke había terminando mal del estomago pero gracias a los cuidados de Nissa termino por mejorar pronto, aunque a la vuelta hacia sus casas está no dejo de regañarlo sobre que era demasiado amable y que debía rechazar la comida que otras preparaban ya que ni siquiera sabía si estas lo hacían bien o ponían algo que pudiera llegarle a hacerle mal. La pura verdad era que se sentía algo celosa que de su amigo recibiera tanta atención y no el hecho de que la comida podría estar en mal estado o con un desagradable sabor.

-Y es por eso que desde rechazar sus almuerzos, ¿No te enseñaron tus padres que no debes aceptar cosas de los extraños? ¿A caso las conoces a todas? ¿Si quiera sabes sus nombres? Entre todas ellas podría haber alguna loca psicópata obsesionada contigo y como tú no le prestas atención te envenenara, porque si no eres de ella no le pertenecerás a nadie más. ¿Entiendes Loke?- Realmente Nissa había hablado todo el camino de vuelta a casa, incluso durante el viaje de media hora en colectivo el tema no había cambiado desde la salida de la escuela. Se tomo un largo respiro, sentía su garganta algo seca luego de tanto hablar. Se bajo del vehículo seguida de su amigo.

-Nissa exageras.- Fue lo único que pudo decir el muchacho, a quien ya le daba vuelta la cabeza de tanto escuchar hablar a la joven. Del tranquilo ambiente de la escuela habían pasado al transitado centro de la ciudad, donde los autos parecían no detenerse ni un segundo y las personas caminaban apuradas como si alguien los corriera. Un gran problema para una persona ligeramente perezosa como Nissa, sino era llevada por delante por alguien muchas veces olvidaba fijarse de color estaba la luz de los semáforos antes de cruzar, aunque había algún que otro loco por ahí que pasaba a toda velocidad aun cuando el rojo intenso indicaba que debían detenerse, como para que no hubieran accidentes si nadie respeta nada.

-Pero…- Se quejo Nissa.

-Pero nada… Si tanto te preocupa mi seguridad podrías tú encárgate de alimentarme.- Loke sonrió con cierta picardía, antes de tomar la mano de la chica y apresurarla a cruzar la calle. El rubor sobre las mejillas femeninas no paso desapercibido antes sus ojos, le sentaba tan bien sobre aquella pálida piel.

-¿Crees que tengo tiempo para hacerte tu almuerzo? ¿¡Quién te crees que soy tu novia… Tu esposa!? Ni en un millón de años…- La joven levanto su voz, entre nerviosa y avergonzada solo pensaba en golpearlo y salir corriendo de ahí, pero de manera abrupta guardo silencio. Noto que sus manos aun seguían juntas y eso que ya habían caminado más de media cuadra luego cruzar la calle, la apretó levemente un segundo y luego la soltó suavemente. –Pensándolo lo hare… ¡Pero no porque tú me los pidas sino porque yo quiero! ¡No! ¡Pensándolo mejor te enseñare a cocinar! Pero mientras tanto are tu almuerzo, si comieras el que preparan en la escuela sería peor que darte veneno…-

-Nissa…- Susurro Loke deteniéndose y mirándola con cariño.

-Me preocupo por ti tonto…- Sus mejillas estaban ligeramente infladas, en parte molestia y en parte se sentía bastante apenada. En ese momento sus ojos verdes se abrieron grandes al ver como el muchacho se inclinaba hacia ella, se quedo paralizada sin saber cómo reaccionar, pero solo un segundo después sus ojos se abrieron aun más al ver lo que estaba detrás de su compañero.

El cartel de la tienda relucía en grande el nombre del local de ropa “Calipso”, el lugar le pertenecía a la madre de Nissa, Charlotte, sus diseños habían empezado a cobrar fama en los últimos años. La mujer que se encontraba en la vidriera poniéndole ropa a un maniquí era la viva imagen de Nissa, solo que unos veinte años mayores y sus ojos en lugar de verdes esmeraldas eran de un color café. Pero eso no era lo que asombraba a la joven, todo el mundo le decía cuan parecida era a su madre y que sus ojos los había sacado de su padre, en realidad si estaba sorprendida por alguien que podrían confundir como su hermana en gemela, bueno… mejor dicho algo.
Charlotte vestía a un maniquí con un hermoso vestido en diferentes tonalidades entre el morado y el violeta, si no fuera por sus articulaciones de madera cualquiera lo confundiría con una persona de verdad. Sus enormes ojos verdes parecían estar mirándote y siguiendo cada uno de tus movimientos, los bucles perfectamente formados caían sobre los hombros de la gran muñeca y se movían con tal naturalidad que parecían reales, sus labios pequeños eran de un rosa pálido y el color de su piel era pálida, había que tocarla para asegurarse que era de madera. El maniquí estaba hecho de manera tan precisa, cada mínima parte de su cuerpo se había hecho para parecerse a su contra parte real.

Nissa evito el beso que iba dirigido hacia su frente dejando totalmente extrañado a su compañero, ella entro al local de su madre y sus gritos eran apenas amortiguados por el cristal de la vidriera.

-¿¡Cómo se te ocurre poner esto aquí!? ¿¡Estás loca!? ¡Lo verá todo el mundo!- La joven parecía totalmente sacada. Como si a aquel objeto alguien le hubiera echado una maldición, despreciaba a ese objeto con toda su alma.

-Pero hija, este maniquí fue lo último que nos dejo tu padre… Deberías estar orgullosa de él.- La mujer que justo estaba deslizo finalmente el vestido hasta que este quedo calzado perfectamente sobre el cuerpo de madera como si hubiera sido hecho a medida para este, se puso de pie y se interpuso entre él y la chica.

-¡Papa murió por su obsesión por esta cosa! Si no fuera por esto…él aun estaría con nosotros.- Su voz se suavizo en su última frase, casi como si un nudo se formara en su garganta. Bajo su mirada y en aquel momento Loke entro al lugar.

-¡Wow! Es igualita a ti Nissa…- Exclamo el muchacho observando del maniquí desde todos los ángulos posibles. –Excepto por… Son un poco más grandes.- Su mirada se detuvo en el busto del maniquí alzando sus cejas.

-Mi esposo lo hizo cuando Nissa tenía 11 años, imaginándola como sería dentro de unos 6 años más.- La madre de Nissa le dedico una cariñosa mirada al maniquí y luego la volvió con amabilidad hacia Loke. –Tanto tiempo sin verte Loke, ¿Te gustaría ir a cenar esta noche a casa?-

-¡Me encantaría!- Exclamo animado.

Mientras tanto Nissa aprovecho la plática entre ambos para intentar cargar la gran muñeca, pero al ser pesa prefirió por arrastrarla de un brazo. Iba pasando por entre unos percheros con ropa, hasta el brazo del cual jalaba se salió por el hombro y la muñeca cayó de manera pesada. La cabeza del maniquí rodo hasta los pies de Nissa quien sintió un escalofrío al encontrarse con su mirada.

-Ese brazo siempre se sale.- Murmuro negando con su cabeza Charlotte.

-¡Tu maldito pervertido vete a hacer tus deberes! ¡Tú tienes trabajo que hacer! ¡Y tu, más te vale que dejes eso doblado como estaba!- El primer grito fue dirigido claramente hacia el Loke quien prefirió no provocar más a su amiga y huyo del lugar, el segundo hacia su madre se fue a cobrarle a un par de clientas que esperaban en la caja y el tercero hacia una clienta que estaba viendo unas blusas quien temerosa prefirió salir del lugar silenciosamente. La joven coloco la cabeza en su lugar y tomo el brazo debajo de su hombro, para luego sujetar el maniquí por sus hombros y volvió a tirar de él hasta dejarlo en el depósito.

Una vez calmada Nissa estuvo ayudando por el resto de la tarde en el local de su madre, fue un día bastante concurrido teniendo en cuenta que estaban con la liquidación de verano “hasta agotar el stock”. Charlotte había tenido que ir a hacer unos trámites por lo que su hija debía quedarse a cerrar el lugar, ya era de noche pero su departamento estaba justo enfrente. Estaba llevando una pesada caja al depósito cuando sus ojos volvieron a toparse con los del maniquí.

-Estúpida muñeca.- Murmuro dejando la caja en el suelo. Le dio una patada siendo ella quien termino adolorida y saltando en su pie sano. Una vez el dolor paso resoplo y se inclino hacia la muñeca. –Incluso ese vestido me quedaría mejor a mí.- Bajo el cierre del vestido y luego lo deslizo hacia arriba teniendo que levantar el único brazo que le quedaba en su lugar a su clon de madera para luego sacarlo sin ninguna dificultad. Se probó la prenda sobre sí misma, sin quitarse su ropa pero el vestido termino por caer al hasta sus caderas al no ajustarse al su busto. Se ruborizo quitándose la prenda y arrojándola a un rincón del lugar.

-Ya es tarde.- Dijo mirando la hora en su celular, se apresuro a salir del lugar no sin antes darle una última mirada a la gran muñeca y tras asegurarse de que todo estaba cerrado salió del lugar cerrando la última puerta, la de el frente.

-¡Nissa!- Desde el otro lado de la calle podía verse al joven de cabellos oscuros agitando sus manos en el aire para llamar la atención de su amiga. Como había dicho el iría a cenar esta noche a la casa de su compañera, aunque siempre solía esperarla fuera cuando ella se quedaba hasta tarde trabajando.

La chica sonrió ampliamente y lo saludo con la mano en que sostenía las llaves que sonaron de manera tintineante al ser agitadas. Sus pies empezaron a moverse por sí solos bajando la vereda y empezando a cruzar la amplia calle, aquellos ojos color ámbar tan brillantes y alegres eran tan cautivadores. El enojo que sentía horas atrás se le había olvidado por completo, empezó a correr para encontrarse con Loke, entonces sus ojos fueron cegados por los potentes faros de un auto que se aproximaba hacia ella a toda velocidad. Nissa escucho que su amigo le gritaba algo, pero sus palabras fueron ahogadas con el sonido dela bocina del automóvil.

-¡¡¡Nissa cuidado!!!- Grito Loke con todas sus fuerzas, sintiendo el chirriar de los frenos y como su corazón se detuvo por unos segundos que parecieron horas.

Entonces…



Kel|Thuzad Desconectado
« Respuesta #1 en: Mayo 18, 2011, 11:28 pm »

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Re: La Marioneta
« Respuesta #1 en: Mayo 18, 2011, 11:28 pm »
Vaya; no sabía que era el primer fic que publicabas O.o juraría haber pensado que escribias muy seguido Lol xD no sé porque .. quizá por lo de los fics grupales asdasdfasf Sabes, tu fic pareciera una experiencia religiosa para mi xDD hace como 3 semanas atras leí una historia con el mismo titulo pero diferente tema; por alguna extraña razón la temática de "marionetas" me atrae demasiado .o. Bueno, acerca del fic; me veo con la necesidad de resaltar lo mucho que me agrado el comienzo. Aquel que esta antes de los palitos .. la apariencia de la joven, la figura sombría sonriendo, el escenario, etc.  Ya creo que despues comienza la historia en si. Me encanta la actitud de Nissa,  timidez mezclada con una suave amabilidad aunque claro, sobrela  ultima parte creo que, en parte, tiene derecho a exaltarse .o. digo, a veces hay momentos que suelen cambiar nuestra actitud por otra totalmente opuesta. Disfrute leyendo la parte en la que Nissa regaña a Loke; yo creo que  he vivido esa escena pero en viceversa e_e omj, bueno, ahora olvidaras la ultima oración que escribi o.ó xD! El argumento comienza a cobrar vida y me gusta la forma en lo cual lo hace: Personajes muy bien definidos, muchas icognitas para ser reveladas, comedia (wiii esta parte me gusta mas :'D) y buena redacción. Esperando la conti, uuh Dx carro feo u-ú espero que no llegué a atropellar a Nissa Uu

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