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Cicatrices del pasado. (drama, romance) Capitulo VIII
PennyDraco:
Hola, perdón por no comentar ><
Cada capitulo como que...espera...¿como te lo explico?...
Combinación de las circunstancias y de los estilos literarios como que te llenan o te caen en el momento preciso que necesitas para olvidarte de las cosas. Bueno, yo saco cosas que me servin de los capitulos que leo y estoy, de cierta forma, agradecida por esto aunque nadie ha pasada para leer esto (ya mis problemas me acosan).
Ya estoy memorizando e identificando a cada personaje.
En fin, espero continúes con el capitulo siguiente.
Nos vemos
Jaspe:
Hola damas y caballeros lamento la tardanza :-_-: aqui les dejo el capitulo V espero que les guste :=D: y bueno gracias por comentar.
PennyDraco: Gracias por leer el fic la verdad yo me inspiro de la vida de cosas que suceden o de una linda lectura, te estoy muy agradecida de verdad :=D:
Capitulo V
-¿Quién era? - se preguntaba al recordar aquel desconocido que se introdujo sin autorización en sus sueños - Aunque es tan lindo sentir que le importas alguien de nuevo - menciono levantándose de aquella cómoda litera y se dirigía hacia el balcón observando como aquella noche se le había escapado en aquel desconcertante sueño.
≈○≈
Ambos dormían en el carro ya que había decidido acortar el viaje al reino, era solo un día de camino incluida la noche, el joven observaba el techo de madera del carruaje sin mucha emoción, recordando aquel dulce sueño algo le decía que el regresar a su magnifico hogar será único y mas si se encontraba aquella niña de ojos negros tan vacios como el firmamento. No deseaba dejarla sola en ese camino, sacudió su cabeza –“tal vez es un juego de mi imaginación”- pensó cerrando los ojos deseando que esa dulce ninfa lo tortura todas las noches de su vida.
Kira simplemente dormía y en su rostro se formaba una sonrisa de perversión.
----------------------------------------------SUEÑO--------------------------------------------------
Se encontraba en aquella habitación con una suave bata de seda cubriendo su desnudes total, aquel hombre la observaba.
-me soltara de las cadenas para demostrarle que es un verdadero hombre - le menciono de una forma seductora; nunca en su vida había observado aun chico así de dispuesto a jugar tan bruscamente con ella, todos eran unos niños de mami. - Si me libera tendremos mas diversión - menciono con una sonrisa tratando de convencer a la joven con aquella vestimenta blanca y el podía observa como las botas negras realzaban ante todo.
Observo sin ningún pudor el cuerpo femenino que se encontraba frente a el, era una joven de muy atractivas y tentadoras caderas, su mente vago hacia el inicio de sus senos firmes y atrayentes, como deseaba darse el gusto de escudriñar aquellos atractivos atributos con su boca ya que en ese lugar prohibido se encontraba oculta la llave que lo libraría de esa condena y como disfrutaría buscándola.
-Es un joven travieso pero le confieso que le temo, ya que mi cuerpo es virginal - le menciono la joven subiendo a la cama y colocándole sobre el desnudo pecho masculino una de sus atrayentes y negras botas - Sea un Caballero - le dijo al colocarle una hermosa y fina espada acariciando su blanquecino cuello.
El ante tanta adrenalina y la sorpresa de descubrir algo nuevo sonrió seductoramente, como lo excitaba sentir el peligro y mas si era por una hermosa creatura como esa hada – Intente prohibirle a una rosa florecer; Intente prohibirle a la luna encantar; Intente prohibirle a un hombre apasionado desear su cuerpo si usted lo provoca – ella lo observo sorprendida y mas cuando el logro que ella perdiera el equilibrio y callera sobre su majestuoso cuerpo masculino, se mordió lentamente el labio inferior al notar que el no se había realizado ningún rasguño en su pulcra anatomía. – Suélteme y le demostrare que un artista puede amar de una forma mas haya de la pasión de uno de los dioses del Olimpo – sonrió al tenerla tan cerca de su piel y sentir sus sentidos hechizados, por aquella maliciosa y tentadora fragancia que su suave piel desprendía, se trataba de un aroma único de rosas negras, un delicioso olor que te incita o te advierte que algo es prohibido. – He aquí me tiene bella creatura a sus pies, deseando como un mendigo acariciar su piel; añorando como un niño descubrir sus mas oscuros secretos de mujer – eso era todavía mas sorprendente desde cuando los hombre utilizaban como arma el arte para convencer a las jóvenes damiselas de entregar lo único de valor moral que poseen.
-Lo siento gentil caballero, pero usted es un peligro para la humanidad – le menciono colocando la filosa arma de metal nuevamente en su cuello pero esta vez de forma definitiva.
-Si he de ser un peligro para usted y su orgullo, máteme… pero no con aquel frio objeto que fue creado por el odio del hombre – menciono acercando lentamente su rostro sin impórtale nada – sino con esos rosados labios que fueron creados por el amor de un ser divino, para lograr que un día yo cayera de nuevo en las redes de una ninfa – era una locura total, no lograba controlar aquellos ojos verdes llenos de deseo y a la vez demostraban pureza única y sin igual.
-“Podría confiar de nuevo en un iluso sin corazón, solo por aquellas palabras dulces”- su mente trabajaba mas rápido que su cuerpo ya que cuando intento reaccionar aquel joven ya tenia sus labios entrelazados con los de ella; no supo como pero la beso.
-Mi encantadora Dama usted ilusa no, usted posee la inteligencia y la audacia de uno de los mas peligrosos cazadores que el mundo haya creado. - le menciono al instante de separar sus rosados labios de aquellos carmesís.
-----------------------------------------------Fin del sueño------------------------------------------
El se removió entre aquellas finas sabanas de seda, su piel se encontraba ardiendo de deseo, cada poro de su cuerpo palpitaba por aquella mítica creatura que su subconsciente había creado, dio un suspiro y observo alguien en su habitación observándolo con una mirada fría y entre sus níveas manos una espada; su mirada se ilusiono como la de un niño que encuentra lo que mas añora en navidad.
-Julián al fin logras despertarte flojo - menciono aquella voz que el conocía de memoria y en esos momentos le resultaba molesta a sus sensibles oídos – apresúrate que tengo que despejar mi mente con algo – le menciono mientras le lanzaba a la cama una fina y elegante espada, se sorprendió al verla no podía creer que aquel mango poseía incrustaciones de cristal – solo hay siete en este mundo y todas son de Takashi Kanai – la observo salir de su habitación, si la observara alguien ajeno a la situación pensaría que en realidad es un chico de la aristocracia.
Se levanto con desgano, aun no amanecía y ella le había hecho levantar, como odiaba ese mal habito de dormir desnudo que poseía, pero bueno cuando estuviera junto a una mujer que llenara todo lo que el desea y que no necesitara a otra; se daría un genuino gusto desasiéndose de sus delicadas y costosas prendas femeninas.
-¿Por qué debemos levantarnos con espadas? - le pregunto sin animo al salir de la habitación únicamente portando un pantalón negro y dejando su pecho al descubierto, no comprendía por que de la nada se le ocurrió obligarlo a caminar hacia el jardín de la majestuosa construcción. La observo caminar de una forma decidida una mujer igual de atrevida que su prima necesitaba el para poder demostrarse al fin cual era el sexo que dominaba, como artista sabia que la belleza de una mujer la hacia deseable a los ojos de cualquiera; pero mas deseable era un mujer prohibida y virginal; pero como hombre no deseaba que ninguna lo lograra enamorar.
Ella lo observo mientras lo guiaba hasta el jardín donde por primera vez sus blanquecinas y débiles manos tocaron una espada, sonrió al recordar que era un lujo las incrustaciones de cristal pero nada era peor que tener un duelo sosteniendo un mago con ellas acariciando su piel.
-ya te lo dije tonto, deseo liberar mis frustraciones - menciono abriendo una puerta con una llave de oro puro al ver aquello el se sorprendió, su prima era una vanidosa total y no poseía limites – pasa – le menciono al abrir la pesada puerta de metal, lo que sus verdes ojos observaron lo sorprendió mas, era un majestuoso jardín como los que describía aquel joven vagabundo que un día encontró en su camino, mojado y sonriéndole al mundo mientras le regalaba unos sencillos versos a las damas.
-La luz matinal de los rayos del rey sol – menciono Julián al observar como aun aquel astro no lograba reinar el firmamento y ver los pequeños rayos encantar como pequeñas estrellas cada planta del jardín – son en aquel prohibido lugar, custodiado por una doncella, lograba hacer que todo se volviera el limite de lo sobrenatural, aquel lugar donde habitan hadas, ninfas y todo tipo de creaturas en dulce armonía.
Ella lo observo no podía creer que su primo conociera a su artista encantado, dio un suspiro y se coloco en guardia – listo Julián Misay; no tendré piedad con usted – el se sorprendió al observarla, no iba a pelear con una mujer, eran débiles, delicadas y ella era una Misay. Se coloco en posición fuerte y firme como la de un caballero elegante y presumido, de un solo movimiento logro hacer que aquella delicada espada volara de las manos del joven sorprendido.
(Narra Julián)
No se que paso, pero cuando intente colocar la espada en la posición de defensa para bloquear aquel ataque algo me interrumpió, observo la palma de mi mano ya que siento un delicado liquido espeso – “Sangre” – pienso en voz alta y la observo, creo que por un instante pensé que ella correría a detener aquel flujo de liquido carmesí que manchaba mi nívea piel; pero se quedo ahí observándome sin mover un solo musculo, aquella mirada fría y arrogante no era la de una Misay - ¿Qué te paso? – le menciono sin mucho interés.
Enfunda con tal elegancia aquella peligrosa espada de doble filo y se sienta en el verde pasto – Usted mejor que nadie lo sabe – menciono sin mucho apuro y observo con delicadeza y sutileza una bella rosa negra florecer.
Di un suspiro rendido, ya nunca será la misma desde ese día y todo por mi culpa – lo siento… me suplicaste ayuda y no te la otorgue – menciono en un susurro ahogado de melancolía, observo mi mano con nostalgia – “Como puedo pensar que me ayude cuando mi cuerpo esta herido, si yo no lo hice cuando ella me necesitaba” – pensé en silencio, ya no hablaba hasta cansarse como antes, esa sonrisa ya no era dulce y sin malicia y su mente no era tan negra como la noche. Puede ser una injusta broma del destino pero extraño a mi dulce prima, aquella chica que creía en las creaturas sobrenaturales, aquella niña que con una mirada lograba darte ánimo.
Ella me observo con una sonrisa y extendió su blanquecina mano – Un placer conocerle, mi nombre es Asumí Kanai – ese acto me sorprendió y no tenia que ser un genio para darme cuenta que la pequeña niña fiel a las reglas de la aristocracia había muerto por culpa de las heridas que el ser que tanto decía amarla le propino en su delicado cuerpo; sin contar con el rechazo de la mujer que le dio la vida y la puñalada de una daga de hielo en su pequeño e inexperto corazón… Nunca más regresara la niña dulce del pasado.
Continuara...[/b]
Jaspe:
Hola damas y caballeros espero me disculpen por el retrazo aqui les dejo el capitulo VI espero les guste...
CAPITULO VI
Ella me observo con una sonrisa y extendió su blanquecina mano – Un placer conocerle, mi nombre es Asumí Kanai – ese acto me sorprendió y no tenia que ser un genio para darme cuenta que la pequeña niña fiel a las reglas de la aristocracia había muerto por culpa de las heridas que el ser que tanto decía amarla le propino en su delicado cuerpo; sin contar con el rechazo de la mujer que le dio la vida y la puñalada de una daga de hielo en su pequeño e inexperto corazón… Nunca más regresara la niña dulce del pasado.
≈○≈
Caminaba bajo aquella lluvia, aun le dolían las heridas por causa de aquel liquido cristalino que caía tan delicadamente del cielo, no sentía rencor al ser majestuoso que creo la lluvia, era una pequeña bendición para las personas heridas, era una forma de llorar sin que su cuerpo se despojara de aquellas saladas gotas.
-Inseguridad pequeña señorita - le menciono una voz masculina desde una pequeña silla que se encontraba en muy mala posición ya que el caballero estaba totalmente empapado. Ella se ruborizo era un hombre joven y apuesto, aun en la oscuridad de la noche aquella belleza masculina no paso desapercibida, se coloco la mano en el pecho tratando de contener de una forma fallida el acelerado latido de su pequeño corazón.
No pudo contestar aquella dulce presencia la hacia sentirse en un sueño, el demostraba que le importaba lo que ella sintiera, aunque no lo creía ya que los hombres no poseen corazón.
-Discúlpeme soy un descortés, es que mi mente no pensó al ver tanta belleza natural y oculta junta – menciono dándole una reverencia a la empapada joven – mi nombre es Takashi un placer – menciono dándole un suave beso en la blanca y suave mano a la chica.
-Un honor conocerle joven – menciono ella con elegancia y un poco de torpeza ya que era la primera vez que un hombre la trataba como un ser humano – mi nombre es Misaky Hará – menciono tomando su falda y realizando una reverencia ante el joven.
El sonrió de una forma cautivadora y llena de ternura – Misa, es un hermoso nombre pero me debo de retirar - menciono el acercándose al cuerpo femenino – pero cuando nos volvamos a encontrar le demostrare que una hermosa mujer como usted tiene derecho amar – le rodeo el cuerpo con sus manos cosa que logro liberar de los labios femeninos un gemino de dolor – lo siento – se separo de la joven y observo al cielo – no pierda la fe, por que en este reino parece ser que todas las niñas buenas pierden las ilusión y las ganas de vivir – finalizo caminando y dándole unas monedas de oro – por favor tome un carruaje y vaya hasta su hogar – camino y ella sin saber el por que volteo a verlo, sintió por primera vez la pasión de un hombre, sus mejillas se ruborizaron y su cuerpo, como deseaba que esos labios masculinos que se encontraban unidos a los suyos fueran los primeros en descubrir sus secretos y los últimos.
-No se vaya - susurro apenas el joven le dio un poco de oportunidad, ella por inercia tomo entre sus manos la capucha y se aferro a ella con la necesidad de un mendigo.
El sonrió – discúlpeme bella creatura pero me tengo que ir, pero si el destino desea que usted y yo estemos juntos – menciono tomando aquellas suaves manos y obsequiándoles un beso a cada una – una lluvia como esta nos volverá a unir y ese día no la dejare escapar de mi vida – finalizo caminado con una sonrisa en sus labios.
-¿Por qué se va de mi vida?- menciono con un poco de fuerza Misaky y corrió abrazar al joven desconocido, que había logrado darle más felicidad y cariño en esos minutos que su familia en todos los años que llevaba con vida.
-bella dama, he sufrido por amor - menciono desasiéndose de lo único que lo mantenía unido a esa hada – por eso me retiro – dijo al colocarse de rodillas ante ella y besarle sus blancas manos – no pierda las esperanzas y si un día nos volvemos a ver, entrégueme este anillo que un día le devolvió la esperanza, la libertad y la ilusión de seguir con la vida a una joven artista- le coloco aquel anillo de plata, con incrustaciones de zafiro formando una hermosa orquídea – nunca cambie, por favor y no deje que los demás pisoteen su orgullo de mujer – se coloco de pie y tomo su mentón y unió en un delicado beso esos labios rosados con los suyos – por que una mujer es la creatura mas valiosa de este majestuoso universo y vale mas que el oro.
Fue lo ultimo que menciono y se retiro del lugar, su mirada triste lo busco entre la oscuridad pero no lo encontró, la misma lluvia que lo trajo a su vida se lo llevo con ella, observo el anillo y le deposito un beso mientras cerraba los ojos fuertes al observar la primera estrella de la noche, deseando que un día se vuelva a encontrarse con el único que logro hacer que su olvidado corazón palpitara de emoción.
≈○≈
No comprendía como sucedió, pero su prima estaba mas frustrada de lo habitual, primero había sido la llegada del regente de el reino del cristal y luego la llegada de su pasado.
-Asumí, regresa aquí – menciono con desespero al verla de nuevo en aquel semental negro como la noche, dio un suspiro al observarla alejarse a una velocidad sorprendente.
-No se preocupe va a una reunión con el rey – menciono la anciana nana con una sonrisa despreocupada y bebiendo una taza de café – Además ella no dejara solo a mi señor – eso si lo frustro, siempre que hablaba con esa mujer terminaba con un fuerte dolor de cabeza, no entendía por que pero siempre hablaba como si Takashi y Asumí se trataban de dos personas diferentes.
Recordó lo que sucedió hace cinco días y la razón por la que su prima y el se encontraban mas distanciados que de costumbre.
-----------------------------------------Flash Back---------------------------------------------------
Se encontraba recién acabando de entrenar ese día, su prima nunca se lastimaba con esas espadas al principio pensó que era solo la costumbre, pero resulto que no era solo la costumbre sino que esas espadas fueron creadas para la familia Kanai.
-Te rindes Misay – menciono de una forma burlona y orgullosa, no entendía pero detestaba cuando la dominaba el orgullo Kanai, sus manos ya no podían mas y para golpear mas su orgullo su “queridísima” prima se encontraba vestida como una verdadera señorita de sociedad.
-Mi niña… - se escucho la suave voz de la nana con una sonrisa en sus labios – solicitan la presencia de su hermano en la biblioteca – finalizo la anciana mujer realizando una reverencia.
Julián observo a su prima asustado y sorprendido la habían descubierto, por su mente se paso la imagen de la ejecución de la joven, no permitiría que le hicieran nada y la ayudaría a escapar si era necesario.
-Bueno nana gracias – menciono la joven tranquilamente y se dirigió rumbo a la biblioteca; el la siguió para saber de que se trataba, no es que fuera chismoso sino era por seguridad.
Al introducirse en la biblioteca observaron a dos jóvenes de pie observando la habitación, al sentir la presencia introducirse de los jóvenes ambos voltearon a verles de una forma fría y sin expresión dignos niños buenos de la aristocracia, eso le dio algo de asco a la joven de cabellera plateada, nunca mas caería con un iluso noble, prefería mil veces un pescador de la playa.
-Conde Kanai, me presento mi nombre es Kira Kuren y este joven que me acompaña es el rey del cristal Yurem Kamiya – menciono aquel joven de cabellera violeta y ojos negros, que logro llamar la atención de la única chica del salón; lentamente observaron como el pelinegro le extendía la mano al castaño-rojizo que se sorprendió con tal acto.
-Disculpe, es un placer conocerles pero lamento la confusión, mi nombre es Julián Misay, soy amigo de Takashi – menciono con los iris verdes muy colocados en el joven de cabellera violeta que se iniciaba a sentirse incomodo – solo se encuentra la pequeña hermana de apenas 20 años – al instante la joven les sonrió de una forma orgullosa, no tenia planeado llevarse bien con nadie de la realeza.
-Mi hermano no se encuentra- menciono sorprendiendo a los jóvenes recién llegados – así que les exijo que se retiren – finalizo marchándose sin ninguna educación, lo ultimo que necesitaba era tener frente a ella un par de niñatos buenos del protocolo, eran unos inútiles.
Julián suspiro cansinamente y con una sonrisa los guio a la entrada del hermoso castillo – Por favor deben retirarse ya que a Takashi no le agrada que su hermana se enfade – menciono abriendo la puerta principal para que ambos caballeros se retiraran de los dominios Kanai el único lugar donde el protocolo estaba vetado, pero antes de que Kira se retirara le susurro en el oído – Eres la mujer mas linda – lo que sorprendió al joven logrando que tragara grueso – y si eres hombre lo siento – finalizo cerrando la puerta de la mansión y al instante escucho las pequeñas y tranquilas risas de su prima desde los escalones.
-Vaya joven Misay, no creo que el protocolo permita que usted desee llevarse a la cama a un hombre – menciono burlesca la joven mientras se retiraba a sus aposentos dando pequeños bostezos, si que necesitaba una siestecita.
Continuara...
PennyDraco:
Hola ante todo, enserio, me disculpo por no haber posteado antes la continuacion y es que ando de viaje pero me tome los minutos para leer lo que me falta.
No puedo negar que sigues mejorando y eso me deja satisfecha, pero hay tantas partes en que si me rei aunque la que si fue buena es donde Misay se le ocurre decir esas cosas de que es "linda" jajjaa bueno, donde entendí >< pues fue mucho jajajaja.
Bueno pues, espero la continuación.
Te cuidas.
Bye
Jaspe:
bueno gracias por esperar... disculpen por la tardanza aqui tienen el capitulo VII espero les guste...
Penny Drako: gracias por comentar y no te preocupes yo entiendo que a veces sucede... bueno que bueno que te gusto.
Capitulo VII
Julián suspiro cansinamente y con una sonrisa los guio a la entrada del hermoso castillo – Por favor deben retirarse ya que a Takashi no le agrada que su hermana se enfade – menciono abriendo la puerta principal para que ambos caballeros se retiraran de los dominios Kanai el único lugar donde el protocolo estaba vetado, pero antes de que Kira se retirara le susurro en el oído – Eres la mujer mas linda – lo que sorprendió al joven logrando que tragara grueso – y si eres hombre lo siento – finalizo cerrando la puerta de la mansión y al instante escucho las pequeñas y tranquilas risas de su prima desde los escalones.
-Vaya joven Misay, no creo que el protocolo permita que usted desee llevarse a la cama a un hombre – menciono burlesca la joven mientras se retiraba a sus aposentos dando pequeños bostezos, si que necesitaba una siestecita.
≈○≈
Ese supuesto joven llamado Julián la aterraba, el hecho de que el se diera cuenta de su plan, su piel perdió rápidamente el color ante aquel ataque, si era un ataque que podía en duda su “masculinidad” ¿Qué haría si se enteraran? ¿Cómo le callaría la boca? Por primera vez sentía miedo de lo que le pudiera pasar; aunque con eso se dio cuenta que había hombres inteligentes en ese mundo dignos de una buena batalla, se ruborizo al recordar al joven atrevido de sus sueños.
-Kira, tanto le sorprendió la joven Kanai – menciono Yurem con una sonrisa de desaprobación, a el le había molestado la altanería de aquella joven y lo que mas le molestaba es que con ese pequeño monstruo con cara de ángel y mente de asesino lo deseaban ver casado por el resto de sus días.
Lo único que debía hacer era recuperar con dinero lo perdido por los ancianos del consejo, que en vez de un bien al reino le hicieron un mal a su vida íntima.
-Hay que prepararnos su majestad para la fiesta del reino – menciono Kira con un semblante mas tranquilo – Además asistirán muchos nobles entre ellos la prestigiada familia Hará – finalizo de informarle a su jefe lo único que debería saber.
≈○≈
El se reía al verla con aquel semblante serio, sabía que odiaba las fiestas y aun así la obligaban a ir; la noche se encontraba hermosa y se suponía que Takashi era el que dominaba el día y Asumí la regente de las noches insensibles y solitarias.
Aquella fiesta era un completo dolor de cabeza pero el semblante del joven cambio al ver al nuevo dueño de los sueños de su primo, una sonrisa traviesa se dibujo en su rostro y camino rumbo aquel joven con una elegancia única de una serpiente.
-Buenas noches – menciono logrando llamar la atención del joven de nombre Kira y sin perder tiempo menciono – me permite hablar con usted en privado joven Kuren – finalizo a lo que sin entender el peli violeta siguió sin mucho ánimo al joven de plateada melena.
Caminaron rumbo a uno de los jardines mas alejados del palacio, entre tanta nobleza junta y tanta mirada deseosa de las jóvenes solteras.
-¿Qué desea joven? – le pregunto sin perder tiempo al observarlo cayado ver la hermosa luna – Dígame que desea – finalizo y al instante salió sin autorización su lado femenino logro dominar la princesa seductora del reino de la rosa.
Al observar aquello sonrió de una forma única y orgullosa – Vaya señorita si usted no habla, yo no lo hare – menciono el joven sorprendiéndola, la piel de Kira palideció había caído en una vil trampa de aquel joven extraño que por cierto se parecía un poco en facciones con la señorita Asumí Kanai.
-A que se refiere mi señor – menciono de todas las formas masculinamente posibles reparar su error pero ya era demasiado tarde.
(Narra Kenji)
Esta velada es un desastre y es demasiado aburrido, observo sin animo alguno como mi primo se divierte observando a las jóvenes doncellas de la sociedad del este asqueroso reino, ya no soporto mas y camino sin rumbo, sin darme cuenta me encuentro en el jardín mas alejado del castillo, escuchando lo que esos dos caballeros dicen.
-Usted mejor que nadie lo sabe joven – menciono el peli plateado que me parece familiar, me encuentro molesto ya que el inútil de Julián me había informado que su molesta prima murió de hambre y de frio, no podía esa tarada sobrevivir y sacarme de la miseria en la que mi padre nos dejo – o mejor dicho jovencita, si los miembros del consejo se enteran estará en problemas – dijo firme el tonto que me resulta familiar, eso quiere decir que ese engendro esta rompiendo las sagradas reglas del protocolo que nos rige.
-Usted lo sabe – menciono en un susurro que logre escuchar sonreí me encantaría saber quien es en realidad aquella bazofia de la sociedad – pero como se dio cuenta – menciono sin mucho animo y con la mirada colocada en el frio suelo. Aquel joven sonrió y le dijo en el oído algo que no puede escuchar pero que sorprendió a la joven – usted es también una… – menciono a lo que la cayo colocando sus blancas manos en sus labios rojos y tentadores.
-Nadie debe de enterarse – menciono observando a todos lados y yo ya me hacia la idea que la tonta Misay era la que se había disfrazado de chico aristócrata pero me la pagaría, lentamente saque de mi bolsillo una cuchilla iba a asesinar aquella creatura, me le acerque lentamente y sin importarme nada le clave la filosa hoja de metal al peli plateado que se interpuso en mi camino. – Kenji Hará – menciono sin mucha fuerza a lo que sonreí, ya que era la palabra de esas dos mujerzuelas en contra de la de un caballero distinguido de la sociedad.
(Fin de la narración)
Camino de lo mas orgulloso aquel rubio y sin perder tiempo se coloco aquel antifaz que ocultaba su personalidad, como le agradecía al iluso rey la idea de la fiesta, casi al instante el joven Kuren corrió hacia la única persona que le podría ayudar y la encontró junto a su peor pesadilla aquel Misay y su amigo el rey.
-Heis ayúdeme por favor – menciono insertico nunca en su vida había sido testigo de un acto de valentía y cobardía por parte de un supuesto caballero de la sociedad.
-¿Qué sucede Kira? – menciono el joven de cabellera castaña y ojos de una tonalidad azulada, su piel era nívea como la nieve, portaba un traje azul marino y uno antifaz negro al igual que sus compañeros.
-E…s K…a…nai – menciono tartamudeando y con lagrimas en los ojos sorprendiendo a los presentes, que sin perder tiempo se alarmaron pero todo chismorreó fue silenciado al ver al joven caminar con una sonrisa orgullosa sorprendiendo al joven de cabellera violeta; se acerco muy lentamente como su lastimado cuerpo le permitía, no podía darse el lujo de iniciar habladurías.
-Heis necesito hablar con usted y Julián en privado si me permite por favor – menciono sin mostrar aquel dolor en sus facciones un dolor que le carcomía el alma y mas por que el responsable que antes lastimo su corazón, volvió acabar con lo poco que le quedaba, ambos sin perder tiempo caminaron al despacho del castillo y al encontrarse ya sin la mirada filosa y hasta curiosa de los invitados se desplomo escupiendo sangre por la boca.
(Narra Yurem)
Todo se encontraba de maravilla hasta que Kira se introdujo y como si fuera una mujer asustada menciono que Takashi se encontraba en problemas, pero al instante apareció el susodicho con porte orgullo, pero aun estoy en duda ya que el doctor se dirigió rumbo al despacho, según lo que me informo Heis el joven Kanai se encontraba herido, ahora la cuestionante era ¿Como se había lastimado? Y mi único testigo era Kira que no lo había observado después de lo sucedido en el lugar.
Camine sin rumbo pero algo me atraía hasta el segundo piso del castillo que se encontraba desolado sin perder tiempo me introduje en la quinta habitación y me sorprendió el hecho de encontrar a una joven de larga y lacia melena plateada inconsciente, se abrieron las puertas y se introdujo en la habitación mi amigo y compañero Heis mas que preocupado.
-Yurem que haces aquí-...
CONTINUARA...
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