Rincón del Artista > Expresión escrita
°|Paranoid DolL_|°
Snade:
Cap. 1
Iba de un lado a otro, tocando la pared de cada extremo de la habitación, para auto convencerse que había llegado al límite de la misma. No podría traspasarla, aunque quisiera y lo intentara miles de veces… o tal vez sí, ¿quién sabe?
Mientras tanto, aquellos seres de ojos de plásticos pegados en tela, rellenos de viejo algodón y quietos como estatuas de mármol, la observaban como si nada apoyados contra el respaldo de algarrobo del lecho que pertenecía a su dueña.
Era cosa de todos los días. Además la habían visto así (y en aumento) desde que cayeron en sus brazos.
Arriba de la cama, haciendo acto de presencia, solo se oía las respiraciones. Una de ellas humana, y agitada.
-¡Tu! Comienza a hablar ahora – ordenó con una gran sonrisa macabra dibujada en su rostro, mientras paraba en seco su maniaca caminata habitacional, adoptando una postura firme que estaba acompañado con un tenso y tembloroso brazo que señalaba un oso de peluche blanco.
El muñeco no respondió.
La sonrisa de la muchacha desapareció en un insignificante instante: Procuraba, absurdamente, que el muñeco obedeciera.
-Clash, Clash, Clash, Clashito, Disturbio… como quieras llamarte – Su tono de ultratumba dejaba expuestas sus intensas emociones ocultas bajo aquel semblante oscuro – Desde que mis sobrinos arrancaron aquel moño ridículo de tonalidad salmón, si, ese tuyo, me evades – Acercó su rostro exageradamente hacia el de Clash, el oso polar blanco, haciendo resaltar un ojo - ¿No es cierto? – detrás suyo, sacó un lazo que alguna vez decoró el cuello del oso. Se lo mostró burlonamente – Pues aquí lo tienes. Y espero que después de esta, me hables…
Se alejó un poco. Pero, inmediatamente, tomó a Clash de la cabeza; envolvió el cuello del muñeco con el lazo y comenzó a estrangularlo fuertemente.
Oyó pequeñas risas.
Se volteó bruscamente.
-Qué raro, Plaplishka, incitando a reírse de las desgracias ajenas. Principalmente del castigo de Clash.
Antes que Paplishka pudiera articular siquiera una palabra, se escuchó abajo como la madre de la chica había llegado del trabajo.
El ruido de la puerta cerrarse la despertó de su trance.
-¡¡Ya he llegado, Gazlene!!
Sacudió la cabeza.
-¡Ya voy! – exclamó, saliendo a toda prisa de la habitación, apagando la luz y dejando a Clash tirado en el suelo con el lazo fuertemente amarrado ahí.
La densa presencia se había ido, como la humanidad de Gazlene.
Más locura para las vacaciones. Admítanlo, les encanta.
Hablando en serio, los capítulos no son muy largos. Ni siquiera superarán las quince páginas de Word, pero no por eso significa que deje de ser interesante.
Quería que el primer capítulo fuese más… demencial, pero parece que esa esencia mía se ha quedado atrás en el pasado.
¿Les gustó? ¿Comentarios? ¿Dudas? ¿Sugerencias?
~*tsukikuroi*~:
Eeeee...
Es algo confuso... :O_o:
No lo entiendo... :shifty:
Me Gusta !! :ohnoes:
RELIVE.:
ME ENCANTO !!! AL FIN PODRE CONOCER MAS A ESE ADORABLE SER (LL
AMO A PLAPLISHKA INDIRECTAMENTE !! / se lo come .. haa plaplishka..
muy bien probablemente eso ultimo haya sonado bastante extraño ehm*
solo tengo una cosa mas por decir
NEX NEX!! NEX NEX!! NEX NEX!! NEX NEX!! NEX NEX!! NEX NEX!!
Snade:
CAP 2.
A los cinco minutos de bajar, comenzó a escucharse un par de gritos que provenían de una acalorada discusión. Vale aclarar que aquella disputa tenía origen de un tema absolutamente estúpido para cualquier persona que se podría denominar “normal”.
Siempre era la misma estupidez: Gazlene llegaba de un día agobiante de escuela, luego subía pesadamente esos escalones de madera alfombrados de tonalidad verde para, finalmente, terminar encerrándose por completo en esa cueva de habitación a la que llamaba cariñosamente “REFUGIO CONTRA LA SOCIEDAD”. Un hermoso nombre, según ella.
Su madre no pensaba lo mismo. Es más, incluso la criticaba por ello: que se la pasaba todo el día sin hacer nada, desperdiciando tiempo de su vida en su pequeño mundo supuestamente autista; que se encerraba demasiado… cuando su hija, en parte, hacía eso para no tener que oír alguna de sus innumerables quejas.
Parecía ser que la depresión grave que le causó su entorno, la hacía querer salir corriendo cada dos por tres para cerrar la puerta que separaba lo real… de lo real.
Esa era su realidad. Triste y desalentadora.
Más aun para una joven adolescente con predisposición genética a sufrir trastornos y enfermedades mentales.
Eso era un panorama perturbador.
¿Qué era real? ¿Qué cosas buenas estaban por ahí ocultas en el día a día? ¿Acaso existían cosas así?
Acostumbrada a la crueldad. Deshumanizada pero a la vez con el ego hipersensible. Una mezcla explosiva.
Pero ahí estaban ellos. Si, esos peluches que se le cruzaron en el camino… que por otra parte la ayudaron a ser más sociable.
Inseparables.
El griterío continuó aun cuando la chica de cabellera rizada larga cerró de golpe la puerta de su cuarto.
Cerró los ojos, respiró profundo, y a los segundos ya no oía mas nada. El ruido cesó.
Pero las risas continuaban. Estúpido Paplishka.
-Mátala – sugirió.
Es confuso porque… prácticamente casi no tiene sentido. El chiste es buscárselo.
Otro adicto a la demencia… ejem.
No le encontré nada extraño, por lo menos. Pero si… es para comérselo. Ese maldito oso.
RELIVE.:
Me gusta bastante como describes la personalidad de gazlene me encanta
siento una gran empatía por ella y adoración por el oso hahah me gustaría
estar ahí, abrazado a paplishka alentándola a jugar un poco, por cierto que
edad tiene gazlene en el momento del relato ?
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