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El Lobo Alado.
Wolframe:
Capítulo 14
--Expreso Avalon, 6:00 a.m. —
“Es una verdadera fortuna” pensó Stefan mientras veía el amanecer por la ventana del vagón, el joven de larga chaqueta de cuero negra con tan solo un guantelete y una hombrera como protección, se hallaba hasta hace poco haciendo lista del equipo que llevaba consigo, “es mejor estar listo” pensaba el, quien se sentía algo inquieto pero al mismo tiempo emocionado por el trabajo que había recibido…Cazar a un misterioso hombre de nombre Braham. Según Vardamir, poco es lo que se sabe con certeza de aquel personaje, salvo que es increíblemente hábil y astuto, se sabe que tiene un equipo a su mando, pero más allá de eso, ignoraban el alcance de aquel misterioso hombre. Lo que sabían con seguridad era que siempre daba el nombre del lugar al que atacaría, aquello era evidentemente un desafío, pero no se está seguro a quien está dirigido.
Meses anteriores ataco uno de los fuertes las provincias norteñas del reino, la mayoría de los guardias fueron asesinados, pero toda la estructura fue conservada ilesa, no manchas de pólvora ni siquiera las marcas de las hojas rasgando el muro, nada más que el escarlata color de la sangre tiñendo casi artísticamente el suelo. Luego, pocas semanas atrás, reaparecieron, solo que esta vez no sería soldados quienes darían su ultimo respiro sino toda una casta…mujeres, hombres, ancianos, niños todos ellos masacrados de la misma forma “distinguida” que caracterizaba a ese grupo…más Stefan ignoraba la finalidad de tan macabros actos, cosa que solo lo intrigaba más.
-Aun me parece increíble que me dejaran venir…- Comenta Norah mientras bostezaba.
-Si te soy honesto a mí también, y más aún que fuera Lucia quien insistiera en que fueras a tu primer trabajo conmigo- Comenta Stefan, quien recuerda aun con asombro la tarde anterior.
Stefan había puesto como condición llevarse a Norah consigo, no tanto para cumplir su palabra (lo cual ya de por si era prioridad), sino para crear una buena razón por la cual no asistir a Vardamir quien entendería si el joven se resistiera a ir por causa de una promesa, ya que en Kalestia era bien sabido que una promesa de los Brennus significaba un hecho, aun tratándose de alguien tan resentido por su ascendencia como lo es Stefan; Pero mayor fue su sorpresa al ver que no tanto Kaidan, sino Lucia diera concientimiento a tal petición. Al preguntarle a su mentora, esta se limita a responder “…porque sé que cuidaras bien de ella…” pero no entendía el significado oculto de esa frase.
-De hecho, eso último no me extraña tanto, Mama me ha visto entrenar, y ella sabe lo mucho que he mejorado, además ¿Quién sabe? ¿Tal vez me haya vuelto mejor que tú? Jeje-
-Seeeh claro, en fin…Lo único que te puedo asegurar es que Xalis no tuvo problema dado a que aún no te has hecho un nombre reconocible, por lo que durante la misión deberemos de limitarnos a solo dar nuestros primer nombre… aunque debo preguntarte, ¿exactamente que puedes hacer?- pregunta curioso, el kalestino quien ignoraba por completo la naturaleza del entrenamiento a cual se había estado sometiendo Norah los últimos 2 años.
-Oh cierto, generalmente llego cansada antes de poder comentarte al respecto, se me entreno en el uso de bombas, pistola, cuchillo y combate mano a mano- dice despreocupada, cuando de pronto Stefan se levanta sorprendido.
-¿¡Dijiste que?!-
-Sí, ¿no sabías? Kimbly es un hábil pistolero y pirómano, me enseño a crear mis propias balas y todo- decía Norah con un tono afable que pareciera estar hablando de juguetes o adornos.
El joven mentiría si dijera que sabía respecto a las “especialidades” del viejo camarada de su padre, aun así le parecía MUY preocupante que una niña de 16 supiera técnicas de combate ten letales a….aunque claro él era un joven con conocimientos de pelea con arma blanca y un par de hechizos ofensivos… de pronto recordó que no estaba en posición de reclamar nada, por lo que se limitó a guardar la compostura. Cuando esto se dijo, Xalis recién entra al vagón con su típica mirada confiada la cual le resultaba tan irritante a Stefan, y con su sonrisa bien puesta les informa que al llegar a Avalon sus armas seria decomisadas, y en el caso de Stefan le exigirían que utilice algún tipo de catalizador para suprimir su energía mágica. Esto molesto un poco al dueto hasta que cayeron en cuenta de que la situación en Albion debía de estar en verdad mal si comenzaba a regular la entrada y salida de armas en la capital, ciudad en donde trabajan los mejores herreros del reino, aun así Vardamir culmina tranquilo diciendo que, dado a la naturaleza de su visita, ellos podrían portar solo una.
-Hmmm, supongo que me quedare con mi cuchillo- Responde de mala gana Norah.
-¿ah sí? Por un momento pensé que traerías tu pistola-
-Naaah, es demasiado ruidosa, además que usar eso en un lugar ten lleno como Avalon va a ser muy difícil no darle a alguien por error…-
-Es un buen punto, en ese caso, tú me entregarías tu pistola y Stefan me dará su espada-
-Espera un momento- replica el joven – ¿Dijiste que puedo traer un arma propia no? Yo solo traigo mi espada no creo que sea problema-
-De hecho si-le responde Xalis sin pensarlo-ya que en caso de que se te olvide, tú entras dentro de la categoría de hechicero-
-¡¿QUE?!- Pregunta indignado - ¿pero de que hablas? Yo apenas se 2 hechizo remotamente ofensivos, y uno de ilusión el cual no manejo del todo bien, ¿Cómo eso me hace un arcano?-
-Aun así, es necesario. Además, no se quejen, ya para cuando lleguemos allí querrán tomar un merecido descanso- Dice de forma misteriosa, mientras tras una mueca trataba de contener la risa, y Stefan sabía desde niño que cuando Xalis hacia eso representaba algo realmente malo para él.
--Expreso Avalon, Vagones Delux, 5:50 a.m. —
Tres vagones más adelantes del que habitaban Stefan y Norah, Vardamir se hallaba sentado en lo que era conocido popularmente como “vagón restaurant”, en él varias personas de alta clase comían a gustos mientras conversaban respecto a sus extravagantes vidas; estas personas en su mayoría eran mercantes exitosos o nobles nacidos en cunas de oro, ninguno de ellos capaces de percibir el peligro que acechaba últimamente a los de su “jerarquía”, y eso no dejaba de exasperar al Nordico, quien silenciaba sus pensamientos con el aroma y sabor de su recién servido Té de manzanilla, era un hecho de que Vardamir estaba acostumbrado a lidia con gente a si, y por eso mismo era que no podía estar cerca de personas así sin exasperarse, ya que sabía lo que debían de estar pensando en sus simples mentes, llenas de vanidad y soberbia. Por suerte para Xalis, la dama con la que se encontraría era muy diferente a ellos, esta era una vieja “amiga” de Almis, a la cual le tenía mucha estima pese a que esta no podía evitar sentirse repelida por él, aunque tal cosa no era raro, ya de por si el viejo Lord era bastante cínico, perfeccionista y de malgenio, pero esto no era impedimento para que este creara ciertas “amistades” interesantes con la cuales tenía el placer de intercambiar palabras, ya que estas, como Almis, eran personas muy singulares.
Finalmente el reloj marco las 6, y tras fijar su vista a la puerta que tenía más adelante, noto a un per de figuras conversando, una de ellas alta y corpulenta la cual parecía estar hablando seriamente con la pequeña pero erguida figura a su lado, finalmente la alta parece guardar silencio y se retira a paso pesado, mientras que la otra habría el portón y se disponía a entrar, aquella era una mujer no podía ser menor de los 40 años, pero aun así su cabello oscuro no lucia canoso, las arrugas se encontraban cuidadosamente tapadas por el disimulado maquillado que exaltaba su perfilado rostro, su apariencia en general era bastante humilde para el rango que ocupaba, no más que un sorbió vestido azul oscuro, con detalles dorados al torso, su pelo ondulado recogido en cola de caballo y ojos café que parecían poder atravesar el alma de la persona frente suyo; tales características eran unas muy distinguibles de la hermana mayor del rey, Lady Gwyndolin, la cual podría no ser la pariente preferida de su alteza, pero era si lugar a duda la mujer más respetada y valorada de todo el reino, pese a su humildad, se caracterizaba por un carácter severo y una rectitud casi carismática, tal dama ya era de por si blanco de muchos atentados, y dado a la naturaleza de los ataques de Braham, existían altos riesgo de que se transformara en su siguiente víctima.
-Mis disculpas, Sir Vardamir, pero mis guardias no me dejaban hacer más de dos movimientos sin alarmarse, tuve que decirles que aguardaran afuera-Dice con tono cansado, y tras tomar asiento, los meseros apresuradamente –En fin, se me fue informada que un oficial de la Vanguard de Kalestia quería hablar conmigo respecto a algo, pero no pensé que se trataría del joven agente de Brennus, entonces dime Sir Vardamir, ¿Qué trae a un oficial Kalestino a la vieja Albion?-
Y sin perder tiempo, Vardamir empieza a relatar todo lo referente a las actividades de Braham, sus ataques al fuerte y la masacre a la casta noble, todo con lujo y detalle, así como también le informo respecto a la intervención de los Vanguards en el reino. Gwyn no respondió enseguida, pero tras un par de minutos finalmente dijo.
-Ya veo, con que así son las cosas- Decía con voz pesada la dama– ¿Y? ¿Desde cuándo están al tanto de la existencia de este hombre?-
-Según los informes, desde hace un años y medio, pero sus actividades hasta hace unos meses eran más pasivas, pero como puede ver sus últimos actos han sido más rústicos pero impecables- Dice el Nordico con un extraño pero serio tono formal, muy diferente del que tiene con Stefan o Norah.
-Así que ha esto hemos caído, llegar a depender de naciones terceras para lidiar con nuestros criminales…penoso en verdad, aunque se franco, honestamente ¿qué espera ganar Almis de todo esto?-
-… ¿Disculpe mi lady?, realmente ignoro a lo que se quiere referir- dice calmado Vardamir al tiempo que tomaba un sorbo de su Te de manzanilla, pero tras ver de reojo a la dama nota esta le seguía observando cuidadosamente, como si pudiera leer sus intenciones.
-Vamos, ¿honestamente quieres que creas que Kalestina este contribuyendo por un mundo más seguro? Por favor. Y aunque ese fuera el caso, mandarían no a uno, sino a toda una legión de sus afamados Vanguard, todos uniformados con un logo enorme de su escudo, y entonando su himno por todo nuestro territorio. La otra posibilidad, es hacer que quedemos debiéndoles a ustedes algo, pero tal medida es demasiado inteligente y manipuladora para el troglodita de su rey…pero no lo seria para la sombra quien lo protege…así que, ¿Qué trama Almis Brennus con todo esto?-
Vardamir, dio una pausa a su bebida, y de inmediato observo a su compañera, era evidente de que se hallaba convencida de que tenía la razón, y tristemente la tenía, Almis le había advertido de lo aguda que era Gwyn, pero ya era inútil seguir con la treta. Fue entonces cuando cae en cuenta de algo, y es que en el vagón comedor ya no había nadie, hecho extraño, debido a la naturaleza ruidosa de los nobles al salir o entrar a un lugar, pero el verdadero problema era que ni siquiera los meceros se veían alrededor, y teniendo en cuenta la naturaleza de la pasajera, era raro.
-Mis disculpas, pero ¿se fijó de casualidad en que momento el vagón se vacío tanto?-
La dama no responde de inmediato, y tras una breve pausa contesta
-No……no, de hecho no me fije, aunque no me extraña considerando la hora aun así, creo recomendable seguir con esta charla más tarde, ¿tienes los preparativos listos?-
-De hecho, ¿Por qué no me acompaña? No creo que sus guardias estén en condiciones de atenderla-
La dama titubeo por momento, pero el silencio absoluto opacó sus dudas y acepto la propuesta de Xalis…el juego había empezado.
--Vagón 3, Expreso Avalon , 6:05 a.m.—
Vardamir nota la expresión nerviosa del mercenario y entonces sonríe complacido de ver que su joven amigo no ha perdido aquella incisiva pero acertada suspicacia por la cual lo conocía, y sin perder instante abre la puerta del vagón por la cual cruzaría la dama de manera decidida.
-Norah, Stefan, les presento a Lady Gwyndolin Xixirì Anglim-
-¡¿Anglim?! ¡Como la de la familia real!- Dice Stefan exaltado-….Vardamir… ¿De qué se trata esto?- pregunta nervioso el joven, mientras se preparaba psicológicamente para lo que estuviera pasando. Más ninguna respuesta fue necesaria, ya que al siguiente instante el tren entero se estremeció y una cortina de humo tapo la ventanilla del vagón.
-Vaya, comenzaron temprano- Decía Vardamir mientras desenvainaba su arma –En fin, es tiempo de movernos-
-Así, que el siguiente ataque era…-
-Yeap….Como les dije, querrán descansar al legar a la capital- comenta Xalis con una sonrisa traviesa en su rostro, Stefan quisiera exasperarse pero se limitó a realizar un pesado suspiro mientras se cuestionaba a si mismo si el aceptar este trabajo de Vardamir fue una buena idea después de todo.
-Fin del capitulo-
Nekros:
Jojojojojo Noah y su forma de expresarse tan despreocupada
un nombre que usaste me hizo sentir más ''familiarizada'' con la historia
(motivos personales lol)
Vardamir es genial,me encanta que sea tan observador
Creo que por la prisa se te fueron unos pquitos errores de ortografía D:
pero son cosas que puedes editar .D
Wolframe:
Yaaaaaay llegamos a las mil visitas!!! muchas gracias por el apoyo :=D: :=D:
El siguiente capitulo saldra este domingo o lunes sin falta alguna, espero que sigamonos divirtiendo y como siempre que mi historia les entretenga...
Wolframe:
Capítulo 15
--Expreso Avalon, 6:10 a.m. —
Mientras que Stefan y compañía se organizaban, una misteriosa cortina de humo arropaba lentamente el tren, al punto en el que los pasajeros no eran capases de ver atravesó de la ventana, haciendo que muchos comenzaran a sentirse nervioso, y tenían razón de estarlo, ya que el humo venia del tender del tren, en donde acandiladas llamas consumían el carbón de reserva del ferrocarril, detrás de las flamas, 4 figuras comenzaban a idear su siguiente movida.
-¡¿Pero qué están haciendo?!- Pregunta alarmado el conductor -¡¿Se han vuelto locos?! ¿No saben que con eso ustedes—
- …si, lo sabemos- Dice una de las cuatro figuras, esta era una mujer de cabello oscuro, era muy joven, traía un traje gris que se extendía hasta sus rodillas en donde rosaba con la caña de sus largas botas café, sus brazos descubiertos dejaba ver su lisa y clara piel, la cual se podría contemplar hasta sus manos cubierta por guantes pardos, una cola de caballo sujetaba su largo pelo liso y dos fundas sujetaban sus dos extrañas armas –Pero eso no es de su incumbencia, ¿Hay alguna razón por la cual les estamos dejando con vida, Druz?-
La joven chica se dirigía a su colega y superior, el cual era un misterioso hombre que llevaba un extraño manto negro que cubría todo su torso, su piel café se denotaba pese a la badana que cubría su boca resaltando sus ojos oscuros y café, una extraña espada se distinguía de su equipamiento, similar a un sable solo que la hoja era poco más recta y larga. Este hombre contemplaba la candela, complacido y se vuelve a su subordinada, y con una lisa pero clara voz le responde.
-Es preferible no correr riesgos, si algo sale mal ellos pueden arreglarlo. Por ahora Sheila centrémonos en lo que nos compete. Ok escuchen bien, nuestro objetivo es claro, debemos ser rápidos, Sheila y Viriato entraran y la buscaran desde el siguiente vagón, yo me dirigiré hasta el último vagón para cortar cualquier escape, o en su defecto para poder acorralarla más rápido, Lug tú te quedaras y ejecutara el plan B si algo sale mal…tenemos 9 minutos ¿no es así anciano?- Dice Druso a el viejo y amordazado chofer.
-O menos—
-Bien ya lo oyeron, pónganse en marcha, deberían de encontrarse a algunos reclutas entre la multitud, sabrán quienes son, por cierto, según una fuente tal vez se consigan a algunos mercenarios entre ellos, si eso es así liquídenlos y rápido…-
Y sin más preámbulo, el grupo se pone en marcha, Druso inmediatamente se monta en el techo del vagón que estaba detrás del tender, he inmediatamente, con el humo cubriéndolo se abre paso hasta el final del ferrocarril, mientras que su equipo se dirigía a buscar, vagón por vagón, a la vieja Lady Gwyn.
--Vagón 5, 6:10 a.m. —
Stefan estaba exasperado, y el hecho de que no se pudiera ver el exterior le daba mala espina pero no podía hacer nada al respecto por los momentos, debía centrarse en el problema actual, trato de mantener la calma, si esto era plan Braham, y de ser como lo describen, debía de haber un truco en todo esto, además no podía ser un atentado con bombas ya que el tren ni vibro para cuando el humo apareció…debía ser otra cosa, pero ignoraba su propósito, por ahora lo único que podía hacer era moverse de allí.
-Muy bien, supongo que por los momentos deberemos de centrarnos en proteger a Lady Gywn, y quedarnos aquí no ayudara en nada a esto…-
-¿A qué te refieres?- Pregunta curioso Vardamir.
-Es evidente que el humo es causado por los agresores, eso quiere decir que el ataque vendrá desde adelante, lo mejor será hacerles frente mientras Gywn se dirige a los furgones…-
-¿Qué diferencia habría de estar aquí o de esta allá?- Pregunta confundida la dama.
- En que si fallamos, a Norah le será más fácil defenderla, con un solo frente por el cual puedan entrar, ella solo tendría que abrir fuego- Decía el joven, pero a volverse hacia su hermana noto que esta miraba el exterior con preocupación, sentimiento que no era común viniendo de ella -¿Sucede algo Norah?-
-…Probablemente no sea nada…en fin, aun así, si lo que tú dices es cierto y ellos vienes por el frente ¿no sería mejor que yo fuera también? Digo, podrán ser buenos con sus espadas, pero en un lugar tan estrecho no tendrán tanta movilidad-
-Cierto, pero ellos tampoco, por lo que, lo más que tendríamos que esperar es uno que otro con una pistola, y solo tendrían un tiro, después de eso serán nuestro. Además hay una posibilidad de que tal vez hallan cómplices entre los pasajeros, en tal es necesario que alguien con esa ventaja la escolte…- Norah acepta nada convencida la orden, y de inmediato desenfunda su larga y extraña arma, esta era una revolver, arma que teóricamente debía de ser de uso militar, detalle que no paso por alto para la vieja dama, mas no puso queja y de inmediato se ponen en marcha.
Stefan y Vardamir hicieron lo mismo, el ultimo a paso veloz, teniendo la esperanza de que algunos de los guardias estén con vida. Los primeros 3 vagones no parecían estar percatados de lo que ocurría, dado a la falta de movimientos dentro de las cabinas (probablemente por la hora, debían de estar dormidos), pero tras llegar al vagón-restaurant se detuvieron en seco.
-¿Oyes algo?- pregunta susurrando Vardamir, y de inmediato ambos comienzan a oír pasos aproximándose hacia su ubicación. Ambos se ponen en guardia, cada uno en un borde de la puerta que los conectaba con el otro vagón, aguardando a que los hostiles la cruzaran. Los pasos se volvían cada vez más fuertes, paro había algo más que llamaba la atención de Stefan, y es que los pasos sonaban “dispersos”, el joven no se sabía explicar tal fenómeno hasta que se hizo obvio la respuesta, un golpe fuerte sonó en el techo, y seguido a esto, ligeras pisadas se oían recorrer todo lo largo del vagón-restaurant; Stefan fijo la vista al techado y siguió el sonido hasta que este cesó, para que luego se comenzara a oír nuevamente a lo lejano. “Alguien…estaba corriendo en el techo y no pueden ser lo guardias, sus armaduras no les permiten tal agilidad… ¡Eso quiere decir que…!” pero antes de que pudiera terminar a idea, se percata de un terrible olor en el aire, y lo que es más, que el mismo se sentía denso de repente…No hizo falta pregunta, ya que al volverse ve a Vardamir a escasos metros suyo, quien lo embiste contra el suelo de forma brisca pero eficaz, y mientras que el joven caía, logro observar una enorme ráfaga de fuego que rozaba la espalda de Xalis.
-Estate alerta, Stefan, eso pudo haberte matado…- Dice Vardamir quien trataba de ponerse en pie junto con Stefan, ambos se volvieron y observaron un enorme agujero carbonizado en donde antes estaba la puerta, allí yacía un extraño hombre, este traía no más que un largo manto negro que cubría su fuerte torso descubierto, el cual se hallaba colmado de manchas blancas, señales de quemaduras; en cada brazo traía un brazalete de plata, en ambos una piedra escarlata decorando el centro; su rostro era tosco pero imponente. Era calvo y con una abundante barba negra, su mirada oscura y con ojos tan negros como su capa, daban a Viriato, un aura intimidante y lúgubre.
-Vaya, ¿ahora tenemos que lidiar con un pyromancer? Este trabajo se pone mejor cada instante- Dijo sarcástico el joven, quien sabía que un hechicero de fuego era LO ULTIMO que necesitaban, considerando el espacio tan angosto del lugar. Sin mediar palabra, el alto hombre se agacha y tras suyo aparece una femenina figura juvenil, Sheila salta al frente y con sus dos extrañas y curvas espadas se dispone a hacer frente a ambos simultáneamente.
Stefan no se queda atrás y sale en su desafío, la joven comienza a lanzar varios ataque ligeros pero rápidos de forma consecutiva, el kalestino bloquea y desvía con éxito sin dar un paso atrás, inmediatamente ambos quedan cuerpo a cuerpo, y entonces es que Stefan logra detallar las armas que tenían frente suyo, eran hojas gemelas, totalmente curvas a excepción de la parte que conectaba con la pequeña guarnición; Stefan reconocía esas armas, había leído de ellas, eran Khopesh, armas las cuales no eran de Albion, ni de ningún país cercano “¿De dónde vienen estas personas?” se preguntaba intrigado. Vardamir aprovecho esto y se adelantó contra el mago, quien se propone enfrentar al nórdico con sus propias manos, este desenvaina su sable lanzando un corte al costado de Viriato, quien en vez de retroceder, se adelanta hasta el punto de quedar a menos de un paso del rubio, y con una mano sostenía el brazo armado del nórdico, mientras que con la otra agarraba su uniforme, Xalis no tuvo tiempo de saber de qué se trataba eso hasta que sintió todo su cuerpo en el aire, había sido derribado con un movimiento de desequilibrio hacia atrás, y aterrizando con su espalda, el nórdico comenzaba a toser dolorosamente, este momento no fue desaprovechado por Viriato ya que de inmediato su mano se prendió en llamas y se dispuso a hacer arder el rostro de su oponente, quien tratando de recomponerse, aprovecha su mano libre y alcanzando un puñal que tenía guardado en su cinturón, bloquea el ataque cortando la palma de su agresor quien se retira adolorido, Vardamir se levanta posando su mano en el pecho, tratando de regular su respiración. Mientras eso Stefan seguía haciendo frente a Sheila, quien parecía no afectarle o estrecho del pasillo, esto era gracias a las curvas hojas de sus armas, las cuales pese a no ser pequeñas, su longitud se veía disminuida por su forma, mientras que el Kalestino por su parte comenzaba a pensar que tal vez pelear con una espada bastarda en un tren, no era una buena idea después de todo.
--2 do furgón, 6:15 a.m. —
Pese al tiempo que estaba comprando sus amigos, a Norah se le había sido difícil transportar a Gywn al furgón del tren dado a que en cada vagón, había uno o dos hombres armados quienes mantenían a la gente en línea y en silencio, fue fácil lidiar con ellos, entre otras razones porque eran una cuerda de fracasados sin adiestramiento previo, pero si hubo algo que le llamo la atención a Norah es que alguno portaban rifles (versiones primitivas pero rifles al fin), armas que teóricamente eran de uso militar (Ella también llevaba un arma así pero eso era porque Kimbly se la diseño él mismo) y también recuerda haber oído a Stefan comentar que en su anterior trabajo observo civiles con esas armas. Aun así este detalle decidió dejarlo pasar dado a las circunstancias, y se dedicó a asegurar el furgón el cual se hallaba vacío.
-Bueno, al menos aquí no hay nada, ahora mi lady busque un lugar para refugiarse en caso de que algo más pase…- dice Norah quien revisaba el lugar, impresionada por lo espacioso, aunque era de esperar dado a la poca cantidad de pasajeros que abordan a estas horas.
-No hará falta, linda, si sigues peleando como hace un rato puede que no sea necesario. Y llámame Gywn, en verdad detesto que se me refieran por títulos- Dice despreocupada la dama, provocándole gracia a Norah, quien jamás había oído de un noble que no le gustara que lo llamaran como tal. De pronto Norah se detiene bruscamente al oír un fuerte golpe y se fija en el techo y oye pisadas viniendo de allí, “¿¡Acaso alguien está en el techo?!” se decía impactada de que alguien se le ocurriera la demencia de correr en el techo de un tren en movimiento y en plena cortina de humo, inmediatamente se pone en guardia y apunta su revolver a la puerta que las conectaba con el resto del tren. Un silencio opaca el lugar y el suspenso tensaba los sentidos de Norah quien se mantenía a firme, poco fue lo que pudo hacer cuando de pronto, desde la puerta tras suyo, se oye un fuerte golpe, Norah se voltea con el revolver en mira pero antes de poder distinguir nada una fuerza desvía el cañón, quedando ella totalmente expuesta, una vez allí, distinguió al atacante, un hombre cubierto con un prenda desde la cintura hasta la boca, sosteniendo una rara espada oriental, se preparaba a perforar su pecho; ella no pensó en nada más, y en acto reflejo, se lanza de espalda contra el piso evadiendo el estoque, Druso no pierde detalla y decide continuar el asalto con un corte vertical contra el suelo, la joven posa sus pies en el torso del oponente, y rodando, lo patea contra el muro. La joven Skye se levanta rápidamente, al igual que Druso, quien se lanza al ataque otra vez, mientras que ella se preparaba para recibirlo. Norah sabía que ese iba a ser su primer encuentro con la muerte, mas esto no la perturbaba, se sentía confiada y preparada, y con una gran sonrisa en su rostro se dispone a comenzar la primera de muchas peleas como esa…
Fin del capitulo
Wolframe:
Muy buenas, me roporto para informales que el siguiente cap saldra el priximo sabado o domingo, espero que sigan disfrutando y como siempre, estoy abierto a sugerencia y comentarios
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