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El Frasco de los deseos
Dimencio:
Ok, muchos siglos después tengo piedad por esta amiga mía. Espero te agrade Widget n.n
6. El castillo de piedra.
Lograron colarse hasta el frente de la multitud, cabe destacar que tardaron un largo, largo rato en lograr tal hazaña; todos querían ver y degustarse del concurso, y entonces contemplaron todo lo que ocurría en el centro de la plaza. Alrededor de diecinueve personas estaban paradas enfrente de parrillas y fogones improvisados, todas estaban concentradas en preparar el platillo más delicioso para el paladar de la bella mujer que se encontraba en el centro de una gran mesa de roble. Liane la reconoció al instante como la doncella con la que había chocado.
-La de rojo es la señorita Vanika Conchita. –Dijo Sari apuntando a la bella mujer. –Se dice que en su castillo de piedra hay escondido un gran tesoro, seguro enterró un cuerpo.
Un hombre iba pasando entre la multitud, se le veía algo estresado y fatigado; era un chef para ser mas preciso y se dirigía a toda prisa hacia el centro de la mesa. El sujeto dirigió breves palabras a la gourmet Vanika, ésta, en respuesta, primero arrugó un poco el entrecejo, pero después asintió con una pequeña sonrisa. Nuevamente, el chef se retiró por donde había llegado.
-¿Qué crees que le habrá dicho? –Preguntó Liane con curiosidad poco después de que el chef se perdiera de nuevo entre la gente.
No obtuvo una respuesta, no de parte de la pequeña castaña. Un par de niños, mujer y varón, la tomaron por los hombros de manera suave y, sin que ella pusiera resistencia debido a la sorpresa, la llevaron frente a la gourmet.
-Perdona a mis sirvientes, pero tenía tantas ganas de ver que prepararías que me desilusioné por no verte en medio de los concursantes, creí que había renunciado antes de siquiera concursar.
-¿Perdone? –Nuevamente Liane quedó confundida ante las palabras de la doncella.
-Como sea, pedí que te prepararan un fogón y algunos ingredientes; estoy segura de que ganarás esta contienda.
-¿Cómo sabe eso? –Preguntó.
-Una linda estrella me lo dijo. –La doncella le guiñó un ojo juguetonamente. –Ahora, no pierdas tiempo que el tiempo límite va por la mitad.
Se alejó de ella tras eso. Lily estaba confundida… bueno, más de lo que ya estaba anteriormente, pero la vaga idea de que Meikai tuvo algo que ver con la doncella unía ligeramente las cosas. Aún así ya se había metido en un lío, y en uno gordo para ser realistas sin siquiera saber como se había implicado en él; si bien ella se encargaba de vez en cuando de la cocina cuando trabajaba para Leslie, en sí, no sabía preparar muchas cosas, consiente también de que lo que preparaba era prácticamente incomible. Sonrió de medio lado, recordando una vez en que trató de quitar las “vísceras de perro” del menú, irónicamente era lo mejor que podía preparar para los comensales y borrachos que llegaban a parar en aquella taberna.
Suspiró con desgano. Sari fue hacia ella, burlando a algunos supervisores del evento; la niña si que era escurridiza por lo que pudo ver.
-No sabía que habías entrado a la competencia. –Comentó sonriente.
-Yo tampoco. –Respondió la muchacha rubia.
Miró los ingredientes que tenía, o eso se suponía que eran. Más bien, pareciera que le habían entregado sobras u otras cosas que fueron sacadas de la basura, ¡¿Cómo rayos podría cocinar con eso?!
No tendría tiempo para pensar o siquiera desear hacer magia con los “alimentos”, Teto Cetera ya la había divisado entre los demás concursantes y se acercaba amenazante hacia ella, detrás le seguía Kinky con una cara de disgusto sosteniendo a Juna en sus brazos. Menos mal los supervisores les impidieron el paso a ellos.
Miró al gran reloj que estaba en el norte de la ciudad, eran cerca de las cuatro de la tarde y según el vago recuerdo que tenía del cartel que miró en Asmodean, el evento se realizaría desde las tres y treinta hasta las cuatro y cuarto. Suspiró, estaba metida en un lío y, para colmo, ahora estaba obligada a terminar y salir de él.
Podría hacer su “especialidad” ya mencionada, tenía todo lo necesario e incluso a una diminuta asistente.
-¿Quieres ganar? –Preguntó Liane.
-¡Claro que si! –Gritó Sari empezando a hurgar entre las cosas que tenía, como si tuviera idea de que iba a cocinar la muchacha rubia.
Y manos a la obra. Liane cortaba, picaba, lavaba, pelaba y hacía de más a un buen ritmo, el suficiente como para terminar todo a tiempo, y Sari resultó ser una buena compinche para ello; seguramente se debía a que probablemente ayudara a hacer esos chocolates que comentaba junto con su padre.
Terminaron resbalando los tres segundos restantes del tiempo límite. Los chefs y demás concursantes presentaron sus exquisitos platillos frente a la gourmet Vanika Conchita uno a uno, todos enumerados, la única que no encajaba en ese desfile de dulces y deliciosos manjares era Liane, pues… nada que ver realmente. Los sirvientes de la doncella tomaron, entre los dos, el plato de Lily a la vez que sonreían con complicidad y lo mostraron en el lugar que correspondía a su ama y señora.
La doncella comió y comió, todos estaban nerviosos ante el veredicto que daría, y es que trabajar para ella mas el premio del concurso era sencillamente una gran ganga para todo aquel se que hiciera llamar chef o cocinero; sería como darle de comer a la reina en persona y que le pagaran el doble por ese servicio.
Liane regresó a la multitud, lista para ser reprendida por Teto; poco le importaban las burlas de los demás competidores y de los que fueron a ver del concurso, pues la capitana se veía realmente molesta. Unas campanadas marcaron las cinco en punto, hora para la cual ya se había terminado el banquete y la doncella daría a conocer su opinión. Frente a todo berrinche, mayormente dado por Sari, Teto permitió que se quedaran a comer, después de todo Kinky no tenía mucho que ofrecer y, además, porque era gratis.
Vanika se levantó de su asiento y aplaudió sordamente entre la multitud expectante. Sus sirvientes se pararon enfrente de ella, cada uno tenía un papel en sus manos, y después hablaron:
-De un paso el concursante ganador, esa persona es…
-El número 20. –Dijeron ambos.
Todos buscaron con la mirada al vencedor, pero pronto los ojos se clavaron en Liane. Nadie salía de su asombro, el rostro de varios mostraba cierta repulsión hacia su persona y uno que otro barullo y maldijo por lo bajo. Teto estaba por escupir algo de vino que había bebido, Sari sonrió alegre y Kinky solo desvió la mirada al resto. Claro que los concursantes quedaron inconformes por el veredicto de la gourmet e hicieron público su descontento.
-¡El concurso estaba arreglado! –Exclamó uno.
-¡Es imposible que esa niñata haya preparado algo decente con tales ingredientes! –Gritó otro. Esos y otras mas personas, tanto concursantes como espectadores, comenzaron a rodear a Liane y su grupo.
-¡La presentación de su platillo fue espeluznante, no puedo creer que lo que hizo sea comestible siquiera!
Kinky tomó la mano de Sari y la apegó a sí mismo para protegerla al igual que a la pequeña Juna, que a pesar del griterío que se formaba a su alrededor no estaba asustada; Liane miraba a todos lados con un poco de miedo, más Teto conservaba la calma. Si alguien se atrevía a tocar aunque sea un cabello de la rubia, sencillamente, perdería la cabeza. Pero alguien se adelantó a defender a la ganadora del concurso.
-¡Esa niña está ahora bajo mi protección! –La doncella Vanika se puso de pie al dejar escapar tales palabras de su boca. Su faz se encontraba pintada en una sonrisa, pero una que daba algo de miedo y escozor. –Si algo le llega a pasar, pues, todos los aquí presentes responderán por ella. Entonces, ¿alguna objeción? –Nadie dijo nada. –Bueno, en ese caso, ¡celebremos con el postre!
Vanika chocó palmas un par de veces y al instante varias personas llevaron cargando en sus, manos de manera elegante, varios pasteles, pastelillos y demás cosas dulces. Los señores se veían elegantes por sus ropajes, pero algo toscos en apariencia, en cualquier caso, nadie prestó mucha atención a ellos y mejor se dispusieron a seguir comiendo. El furor en contra de Liane desapareció tan rápido como apenas sus agresores le dieron una pequeña mordida a los dulces.
Los sirvientes de la gourmet, los niños, le sirvieron algo acomodado en una charola de plata, pero curioso fue que resaltaba fácilmente sobre el platillo eran varias hebras de color azul que cubrían gran parte del plato, donde también estaban acomodadas unas costillas y filetes.
Después de que todo se acabó y no quedaron más que huesos y algunas manchas de salsa sobre las telas que cubrían las mesas, la gente empezó a regresar a sus hogares, no antes de felicitar y aclamar a la gran doncella. Ella mandó a sus sirvientes a traer a Liane a su presencia, la miró de pies a cabeza y le sonrió con gracia. La muchacha estaba un poco nerviosa por la forma en la cual Vanika paseaba sus ojos en la figura de ella. Teto las miraba desde una distancia prudente, en tanto Kinky y Sari esperaban a que la gourmet dijera algo.
-No creías ganar, ¿cierto? –Lily negó con la cabeza. –Debo decir que fue algo extraño lo que preparaste, sin embargo, lo encontré delicioso.
-¿De verdad?
-Sublime. Ninguno de los otros concursantes pudo llevar mi paladar a tales alturas. –Liane pensó que, seguramente, Vanika estaba enferma de algo, porque solo los borrachos o gente de la prisión mental de Asmodean atinaban a comerse eso que preparaba.
Los pequeños sirvientes de Vanika tomaron a Lily de las manos, revisándolas minuseosamente y sonrieron.
-¡Ella es perfecta, señora mía! –Dijo uno.
-¡No solo sabrá prepararle sus alimentos, estoy segura de que también podrá entretenerla! ¡Tiene los dedos mas finos que he visto, seguro debe tocar excelente el piano, mi señora! –Completó la otra.
-Uh, pues si que esa niña cumplió con lo prometido. –Vanika sonrió completamente complacía.
-¿Qué niña? –Se atrevió a preguntar Liane, retirando sus manos de las de los pequeños.
-Una estrella, solo eso.
Vanika hizo un gesto a Teto con la cabeza, dándole a entender de que ella también podría ir con ellos. Kinky, Sari y Juna los siguieron detrás de la comandante, creyendo que en la invitación ellos estaban incluidos.
Caminaron por largo rato, cambiando la ciudad y sus enormes edificios por casas más modestas y pequeñas en forma gradual hasta que por fin se toparon con un sendero cubierto por un pequeño bosquecillo. Los sirvientes entraron primero, tratando de apartar un poco la maleza crecida del alcance de los bellos y finos ropajes de su ama, Vanika los siguió de cerca, seguida de Liane, Teto, Kinky y sus hermanitas. Siguieron el sendero por diez minutos más hasta que se toparon con un claro, en el cual, al centro, se encontraba construido un enorme castillo hecho exclusivamente de piedras de mármol.
Los sirvientes de Vanika le abrieron las enormes puertas de roble de la entrada y permitieron que su ama y señora entrara primero, pero ésta, antes de adentrarse completamente al interior de la exquisita construcción, se dio media vuelta y sonrió a sus invitados.
-¿Qué les parece si cenamos algo?
-.-.-.-.-FIN DEL CAPITULO CINCO-.-.-.-.-
Widget:
Por favor te pido de rodillas que no te demores la conti! Quiero seguir leyendo!! Ahora, tengo serias dudas de que si Meiko es de los malos o de los buenos!
Y como se que no me daras spoilers es mejor q subas conti.
Esta muy interesante la verdad ;w;
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