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Música Oscura 音楽 暗闇

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Nekros:
1. Kurayami— ¡Felicidades! Es una linda y sana niña.  ¿Cuál será el nombre para su registro?-preguntó la enfermera.

La joven pareja se miró simultáneamente y sonrieron.

— Kurayami —  dijo el hombre cabello castaño oscuro.

— ¿Están seguros? Es un nombre un tanto extraño para una niña en esta época.

— Sí, estamos seguros— respondió con alegría  la joven y bella mujer.

—Bueno, entonces llenen esto por favor.


''Nombre: 音楽  暗闇.
 Sexo: Femenino.
 Fecha de nacimiento: 26 de setiembre de 199x a las veintidós horas.
 Tipo de sangre: AB+.
 … ''


Todo era muy feliz en ese entonces. Mi mamá trabajaba como chef en uno de los restaurantes más famosos y exclusivos  del país. Mi papá era ingeniero, se especializaba en diseño arquitectónico. Yo era una sana y regordeta bebé de ocho meses.

Todo fue así por un tiempo, hasta que las cosas comenzaron a cambiar.

El restaurante donde trabajaba mamá quebró, fue despedida por recorte de personal  y papá tuvo que dejar su trabajo ya que las empresas extranjeras se adueñaron de la compañía en que trabaja y revocaron varios contratos. La vida era muy dura, pero ellos siguieron adelante, siempre con esa sonrisa característica.

A los seis años y medio entré a la primaria. A decir verdad estaba muy ansiosa, más por que nos harían un tipo de examen diagnóstico de distintas materias. Recuerdo que llevaba una mochila de osito que era mi favorita (incluso la usé en el kínder).

Mis padres me acompañaron hasta la entrada de la escuela.

— ¡Mucha suerte cariño! — mi  mamá me abrazó y me besuqueó toda.

—Diviértete mucho. Y no estés nerviosa linda, ya verás que ese examen no es nada— me alentó mi papá.

Se despidieron de mí con un ademán. Con sus palabras me sentí más animada. Ellos siempre me daban seguridad para hacer las cosas.

Entré a mi salón y me senté en un lugar vacío frente a la pizarra. La maestra entró minutos después y nos dio la bienvenida, luego de eso el examen.

Venían sencillas preguntas de todas las materias básicas, lecturas que decían algo parecido a: '' El ratón quiere queso. El ratón encontró al gato en vez del queso'', cosas que pueden parecer tontas, pero que en ese entonces eran un reto para uno. Me acuerdo que al mirar a mis lados muchos niños estaban frustrados o a punto de llorar por que no entendían nada. Yo al menos sabía leer.

Un rato después terminé. Lo había llenado todo a como pude, pero no sabía si las respuestas estaban correctas. Estaba nerviosa por saber el resultado.

Salí a recreo y me senté en una banquita. Los niños me miraban extraño, los escuchaba decir cosas como ''sus ojos me dan miedo'' o ''está muy pálida, seguro tiene frío''. Yo solo los ignoraba. Era una niña seria y no era buena haciendo amigos.

Esa misma tarde mis padres me fueron a recoger. Yo los saludé alegre.

—¿Cómo te fue en tu primer día?— preguntó papá.

—Bien. Me divertí mucho— contesté yo.

— ¿Hiciste amiguitos?— preguntó esta vez mi mamá.

—No…— bajé la cabeza.

—No te preocupes, ya verás que pronto tendrás muchos amigos— me animó ella.

—Tan solo estás empezando, es tu primer día. De a poco vas a conseguir muchos amiguitos, o poquitos pero buenos— mencionó papá con una sonrisa. Ahh, ellos siempre me hacían sentir bien y con ánimos.

Al llegar a la casa mamá preparó rápido la comida. Debían ir a trabajar. Cada uno tenía dos trabajos. Ella trabajaba de mesera en una cafetería de paso y en la noche atendiendo un bar. Él trabajaba de cajero en un supermercado y en la noche junto a mi mamá en el bar. Por suerte conocían al dueño, ya que este era amigo de mi padre. Se habían conocido en la universidad, y los dos por razones del destino terminaron haciendo cosas distintas a lo que estudiaron.

Se despidieron de mí y yo como niña buena comí y me fui a dormir temprano. Era lo menos que podía hacer por todo lo que sacrificaban para que pudiera estudiar.

Al día siguiente me desperté temprano para ir a la escuela. Ya estaba listo el desayuno. Yo aún estaba algo adormilada, pero me despertó el timbre del teléfono de la casa. Lo que no sabíamos era que esa llamada cambiaría muchas cosas en nuestras vidas...
¡Halow!
Esta historia es de mi UTAU o fanmade (o lo que sea) Kurami. Quizás los que saben quién es se preguntaran por qué decidí comenzar su historia desde su nacimiento. Hay varias razones para eso:

1.Por que quería xD

2..Esta historia la tenía planeada para ponerla en isaun lugar aún en construcción jeje, pero alguien (user de acá :3) quiere hacer una historia con varios personajes de por aquí, entre esos Kurami.

3. Creo que todos tienen un concepto erróneo de como es ella. Talvez creen que es tonta y una loca felizonga marimacha (?) pero NOOOO. Y con esta historia podrán comprender la razón de ser (yo  siempre le doy una razón a cada parte de como son todos mis personajes).

Y nada más .D Espero les guste y sigan leyendo. Pronto les traeré la siguiente parte  :aww:

Widget:
Esta interesante tu historia quiero saber que le cambió la vida a tu utualoid.

XD
Tengo una duda:
Si es kurami porq aquí se llama kurayami? XD

Bueno solo quiero conti, y creo que tendré que ir haciendo lo mismo con mis personajes.

Snade:
A mi no me parece que Kurami sea una tonta felizonga marimacha (?)
Fue un comienzo interesante. Quiero saber más.

Nekros:
2. ¿Sádica? ¿Genio?
— Buenos días. Hablamos con la familia Ongaku? — preguntó un hombre al otro lado del teléfono.

— Eeh...sí— respondió mamá, quién fue la que contestó el teléfono.

— Hablamos de la escuela a la que asiste su hija. Necesitamos darle una importante noticia sobre ella.

— S...sí. Gracias— ella estaba pensativa.

—La esperaremos junto a la niña en la sala de profesores a la hora de entrada de su hija— dijo por último el señor.

Mamá tuvo que hablar con el jefe de su trabajo, igual papá. Les dieron el permiso y los dos me acompañaron hasta la escuela. La verdad ninguno de los tres sabíamos la verdadera razón por la que íbamos.

Una vez allá entramos a la sala de profesores y estaban varios profesores, el subdirector y la directora. Mis padres estaban nerviosos puesto que nos sabía que les dirían sobre mi o sobre la matrícula o algo similar. Yo estaba como si nada.

— Buenos días señores. Los mandé a reunir con nosotros ya que al revisar la prueba diagnóstica de su hija logramos determinar que su razonamiento, llamemos inteligencia, es bastante alta para la edad que tiene— comentó el subdirector. Mis padres no lo podían creer, aún no lo asimilaban.

— Pero dado a que es una prueba normal no podemos detectar exactamente si esto sea cierto o no. Uno de nuestros profesores se especializa en un tipo de pruebas donde podemos saber con exactitud si su hija es superdotada o tan solo es buena con estas cosas— la palabra ''superdotada '' cambió la expresión de mis padres. Ya no solo era que respondí con mucho razonamiento las preguntas, sino que era algo más allá de eso.

— Aunque es su decisión si hacerlo o no— volvió a hablar la directora. Mis padres no dijeron nada en todo ese rato. Solo agradecieron que les informaran y se retiraron junto a mí de la escuela.

Como a mitad del camino mi papá me miró y me sonrió.

— ¡No era de esperar menos de una hija mía!— soltó con una risita rompiendo el silencio.

— Pero qué va, si nosotros siempre hemos sabido que nuestra Kura-chan es muy inteligente—dijo tiernamente mi mamá.

— ¿Y eso va a cambiar las cosas...? — pregunté yo con la cabeza gacha, más por el silencio de hace rato.

— ¡Claro que no! Nuestro silencio fue por que fue raro que nos dijeran eso, tal vez mamá y yo estábamos pensando en tu futuro y en que siempre mostraste desde el día en que naciste ser una niña muy perspicaz— me alzó sonriente— Ahora solo es algo más en tu vida, ¡Esa es nuestra Kura! — dio vueltas conmigo. Todo lo que él me decía me hacía feliz.

Llegamos a casa y ellos tuvieron que irse al trabajo. Dejaron la comida lista y la casa ordenada. Yo me puse a hacer dibujos en un cuaderno. Me encantaba dibujar y pintar todo lo que hacía, aunque fuera solo con grafito de un lápiz de escribir.

Esa misma noche mis padres llegaron un poco temprano. Debían madrugar y pensar en lo de ese día.

Yo estaba en mi cama cuando escuché a papá entrar.

— Hola papá— saludé yo.

— Kura...deberías estar durmiendo— tenía mis calcetas limpias (habían lavado ropa).

— No tengo sueño— le dije mirándolo con ayuda de la luz que entraba de la sala.

— ¿Quieres que te cuente un cuento?

— No...Los miércoles son los días que me cuentas cuentos, no los martes— le reclamé yo.

— Está bien está bien— se asomó por la puerta y la cerró un poco— Voy a enseñarte algo divertido, pero no le digas a mamá. Prométemelo.

—Bueno— le sonreí yo. Nos sentamos en el suelo y el sacó una baraja de póker.

— Voy a enseñarte a jugar algo que te puede llevar a la victoria o a la ruina: Póker— comenzó a explicarme las reglas del juego y todo tipo de jugadas en una noche. Estuvimos en eso como una hora y media. Al rato se escuchaba mi mamá preguntando donde estaba.

— Bueno nena, ya tengo que irme— se levantó— ¿Tomarás el examen? — ellos no me obligarían a hacer aquella prueba si yo no quería. Yo hice silencio.

—...Sí. No me gusta quedarme con tontas dudas— le respondí y me acosté en la cama.

— Por eso dicen que eres tan inteligente— me besó la frente y me arropó— Buenas noches, descansa. — al decir eso el salió del cuarto. Me quedé pensando durante toda la noche.

Y fue miércoles, el día de la verdad.

Mis padres y yo estuvimos en la escuela desde las siete de la mañana. Al parecer ya habían pedido permiso en sus trabajos por que no los llamaron en ningún momento.

Entró el profesor que se especializaba en esas pruebas y me llevó a un salón aparte de mis padres. Me dio una prueba escrita con preguntas extrañas y cosas que no recuerdo. Yo respondí y rellené todo a lo que daba mi lógica de niña.

Unas horas después terminé la prueba. Estaba mentalmente agotada, así que me dejaron regresar a mi casa junto a mis padres.

No pasaron muchos días cuando llamaron a la casa para darles el resultado de la prueba...al parecer entraba dentro de las personas con  ''superdotación intelectual alta'' (Más de 145 de CI). Mis padres se quedaron boquiabiertos al lado del teléfono. Estaban perplejos.

Agradecieron a la directora y me contaron la noticia. A mi me daba igual realmente, pero todo comenzó a cambiar cuando comenzamos a ver materia en la escuela (recuerden que todo esto pasó en mis primeros días de clase). Todo me parecía sencillo y realmente monótono y aburrido. Al tiempo ya no encajaba en el grupo, así que por decisión de la directora me pasaron a tercero de primaria.

Desde que me pasaron a ese grupo todos me veían extraño, se preguntaban que hacía ahí. 
Habían unas niñas que me molestaban en especial, el nombre de una de ellas era Minako. Era una niña muy linda, y sus padres eran ricos. A ella y sus pequeñas amiguitas les encantaba molestarme, no solo por ser menor, si no por mi condición económica, mi rostro, entre otras cosas.

Me la soporte por un tiempo, aguanté todo lo que me decía por un tiempo, pero aquel día se le pasó la mano y estallé...

— Miren quién está ahí, la pobre monstruo— dijo entre risas. Yo solo la miré y entrecerré un poco uno de mis ojos.

— Sabes, en mi casa nos hacen falta sirvientas para que limpien el baño, podrías decirle a tu mamá. De por si solo para eso sirven los pobres, todos son incompetentes e ignorantes. Es mejor que ayuden a las buenas familias en vez de estar llenando a otros con su mu... — antes de que terminara de decir alguna otra palabra le di un fuerte empujón, haciéndola caer en el suelo

— ¡¿Qué te pasa, salvaje?! ¡¿Cuál es tu problema?! ¡Incivilizada!— gritó enojada desde el suelo, se levantó y me agarró del pelo.

— ¡¿Cuál es el tuyo?! — le grité yo y le metí un rodillazo en el estómago. Acto seguido le estampé el puño en la cara, dejando sonar un fuerte crujido. Ella se quejó hiperventilada.

— No sé que te crees, niñita, tan solo eres una mocosa inútil e indefensa. Siquiera sabes que significan la mitad de las cosas que dices. — luego la agarré del cabello fuertemente y con esa misma fuerza la tiré al suelo golpeando ahí su cabeza varias veces. Ella ya no se movía. Al soltarla le arranqué un gran, mechón de cabello y la pateé al costado de su cuerpo para darle vuelta y que quedara viendo hacia arriba. Todos los que se habían acercado a ver la pelea y sus amigas se espantaron. Unos salieron corriendo, de fijo a acusarme con la directora y los profesores, los demás solo se quedaron viendo aterrados. Yo la agarré del cuello de la camisa y la levanté un poco.

— Cuida lo que digas y a quién se lo digas, por que te podría ir muy mal... —recuerdo haberle dicho sin sentimiento alguno. La solté y su cabeza se golpeó un poco. Me separé un paso de ella, volví mi rostro y soplé aquel mechón de cabello que le había arrancada, bajé la mirada, la miré de reojo y le regalé un lindo escupitajo.

Al pasar por los pasillos todos los niños se alejaban, como abriéndome paso, pero era por el miedo, el miedo de ver como una niñita que debería estar en primero dejó a otra niña ensangrentada.

Unos minutos después estábamos cinco personas en la sala de la directora: papá, mamá, los padres de la niña y yo. Una ambulancia ya se la había llevado.

—Señores, tendremos que suspender a su hija por esa conducta inapropiada. La suspensión será de dos semanas.

— ¡¿Dos semanas?!  ¡Esta niña casi mata a nuestra hija y usted la suspende dos semanas! — se quejó la madre de Minako.

— Discúlpela, por favor. Ella nunca había echo algo así. Por favor, discúlpela— mis mi madre les hizo una reverencia avergonzada.

— ¡Pide perdón a los señores!— me dijo mi padre molesto.

— Yo les pediré perdón a ellos, pero que les sirva de lección para que su hija piense las cosas antes de abrir la boca, porque la próxima puede que no corra la misma suerte y descanse para siempre antes de que llegue alguna ambulancia— dije mirándolos a los ojos. Mis padres y los señores se quedaron estupefactos.

Yo salí de ahí antes de que me dijeran nada, me fui corriendo.

—¡Kurayami! — resonó la voz de mi mamá en el pasillo, pero yo ya estaba lejos.

Corrí lo más lejos que pude. Llegué a un parque que era propiedad de una familia adinerada (oh, sí, más ricos). Me cayó una gota de agua del cielo. Iba a llover, pero no me importaba, solo quería estar sola, cuando escuché aquellas voces...

— ¡Voy a enseñarles quién es el mejor bateador del mundo!

—Como sea, enano.

—Como digas,  Senri.
Saqué un poco de tiempo para hacer este capítulo...creo que me extendí mucho jaja

xD No lo digo por ustedes, Snade. Más que todo por los pocos a los que les he enseñado la voz
de ella y otros ahí.

¿Porqué es Kurami y aquí Kurayami? Lo sabrán después xDD (falta mucho jajaja)

Yo quiero ver historia de Shoune y Shaine, házla o-ó

Gracias por leer

Widget:
:D así q Kurayami es súper dotada eh? 77 me siento celosa. Pero quien de la guerra de los vocaloids es normal? XD

Bueno volviendo, esa hija de ricos (por no decir perra) hasta yo le caigo encima aunque me hubiese gustado como la historia cambiaría si la muchacha hubiese muero de verdad

N.n no se quien es senri pero solo se que quiero conocerlo y saber que pasa

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