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Querido profesor [Terminado]

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Ellie:

Gracias Maruko y Marisela por sus comentarios. Mañana edito y actualizo el fic sin falta.
Saludos :)

PopCorn:
Ouh, hermanita~
Veo que tienes la parte hereditaria de la familia .D
¡Me gustaron los capítulos! * -* No se porque dice "inocente alumna", que la historia demuestra lo contrario.. Jojo~
Me gusta como trata a Kakashi (* y éste, como le responde, aunque según él tenga que guardar la cordura. Lo que me sorprendió, es como no perdió tiempo al estar debajo del escritorio xD Y habiendo una persona adentro del aula!
Espero la continuación (*

Eres una grandiosa escritora.

PennyDraco:
Hola, soy nueva por aca y gracias a PopCorn que me dio el aviso de una escritora dedicada al personaje de Ino Yamanaka (obvio que es una de mis chicas preferidas).
Dejame primeramente felicitarte por el trabajo impecable que le has dado a tu historia, tiene una buena estructura, detallada imaginacion y originalidad, respeto por las normas de la ortografia.
Ahora, vuelvo con la historia, me dejas con la imaginacion con respecto al asunto de una estudiante y su maestro (desearia que eso me suceda con un joven ><). Las cosas que una debe hacer para tener una buena calificaion y llevar el momento "adolescente" frente a su maestro (por cierto, Kakashi Hatake es un sexy  hombre) algo "educado" con ese libro que se lee, ademas, Ino es una chica guapisima que más de uno quisiera estar bajo sus pies....
Ah, claro, me has dejado mal, ¿como dejar una buena historias asi? No quiero presionar pero me gustaria saber lo que pasará...

Me es un gusto pasar por aqui y ver que hay escritoras(os) con talento...
Nos vemos Ellie

Ellie:

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Advertencias: Insinuación sexual. Lime.

—Bla bla —Diálogo.
—Bla bla —Pensamientos.

Querido profesor
Capítulo III/III
Ino no había tenido clases de historia, ya que sólo le tocaba esa asignatura 2 veces por semana, los días lunes y miércoles respectivamente. Y ese día -viernes- ya deseaba poder ver a Kakashi.

Tenía que reconocerlo, el jueguito había adquirido cierto significado jugoso que le encantaba. Quizá por lo peligroso de la situación, o tal vez simplemente porque Kakashi era, en definitiva, un hombre muy atractivo para sus ojos. (Y los de cualquiera)

Así que la meta tenía un sentido que de igual manera le gustaba. Era sincera con ella misma, por lo que con claridad sabía a qué se estaba exponiendo.

Dejando la presión que tenía con los dientes sobre su labio inferior, alzó la mirada, clavándola en un espejo frente a ella.

Estaba en los baños de mujeres, dejando escapar los minutos para que terminaran las clases que Kakashi estaba impartiendo en una sección menor a la de ella.

Por supuesto, estaba decidida a jugársela por completo ese día, sobre todo porque el día lunes tenía el examen. Por tanto, debía hacer uso de todos sus recursos para poder obtener una buena calificación.

Además no hallaba la hora para tentar a su maestro, porque vaya le encantaba de sobremanera seducirlo.

Sonriendo casi maligna, soltó una risilla infantil antes de voltearse y salir del tocador.

Ya era tiempo de actuar...

...
Cuando Kakashi terminó la clase, de inmediato cogió unos cuantos libros que tenía en la mesa, casi por reflejo. Quería irse cuanto antes, pues había quedado con algunos colegas ir a beberse un trago.

La semana había sido agotadora y demasiado inquietante para su gusto. Claro que lo inquietante tenía una causa que bien conocía, definida por todos sus sentidos; Ino Yamanaka.

Desde hace dos días atrás que no podía siquiera dormir tranquilo, puesto que cuando cerraba los ojos, no podía hacer más que imaginarse a su rubia alumna deleitándolo con un magnífico sexo oral.

Y otras cosas más que su mente pervertida le exigía soñar.

No podía sacársela de la cabeza, y no es que no le gustara. El problema era que le encanta y muchísimo. Obviamente porque lo tabú era siempre tentador. Más aún para un hombre de su edad -31- que ansiaba oportunidades con jovencitas y/o adolescentes.

Sabía que debía frenar el caos, porque si no lo hacía, las consecuencias podrían ser carísimas. Era un delito lo que había sucedido, además que si se atrevía a ponerle un dedo encima a ella y lo descubrían, no había manera de que alguien lo liberara de la cárcel. Sí, lo acusarían de pedofilia o abuso de menores si lo hacía. He ahí su miedo.

Miedo que era bastante difícil de controlar, dado que no quería más que hacer de él a Ino Yamanaka.

—Ino…

Sacudiendo la cabeza para poder despejarse aunque fuera unos escasos segundos de la rubia, caminó por la sala y salió de ésta casi apresurado.

Necesitaba un trago con urgencia.

Sin embargo, cuando iba por el pasillo, una figura deslumbrante lo obligó a detener el paso.

Frente a él estaba Ino, su desesperada fascinación indebida.

—Hola, Kakashi sensei.

—Ino… — habló con monotonía, aparentando lo que en realidad le provocaba su alumna; deseo.

—Necesito hablar con usted ahora y en privado — dijo saboreándose los labios con lentitud. Tenía que hacer caer en sus redes a su profesor a como diera lugar.

—No puedo, tengo cosas que hacer — fue tajante, y quizá algo gruñón, mas es lo que debía hacer. No podía darse el lujo de perder el control.

—Uhm… ¿Cosas? — Ino se mordió el labio inferior con coquetería. —También podríamos hacer cosas ahora, Kakashi sensei.

Oh, maldita sea… cuando la rubia lo llamaba Kakashi sensei, le obstaculizaba la razón para poder pensar con claridad. Lo que empeoraba cuando ella le decía dobles intenciones.

—Mierda… — aclarándose la garganta, la miró a los ojos. —No puedo, Srta. Yamanaka.

—No será por mucho tiempo, se lo prometo.

Justo cuando Kakashi iba a abrir la boca para negar nuevamente lo que tenía en mente la platinada, ella lo agarró de un brazo y lo obligó a ingresar a un cuarto que estaba a un lado de ellos.

¿Cómo es que no notó que estaban hablando al lado del cuarto del personal de aseo?

Oh…

—Entonces… — con suavidad, Ino soltó a Kakashi para cerrar la puerta con llave. —Ahora que estamos en un lugar privado, creo que sería conveniente que…

—Abra esa puerta, Srta. Yamanaka. —No supo de dónde obtuvo el valor para interrumpirla.

—Recuerdo haberle dicho, Kakashi-sensei, que dejáramos las formalidades de lado, ¿no?

Lo recordaba, sí, pero tenía que ser valiente y no caer en el juego.

—No sé de qué habla, Yamanaka.

—Uhm… — acercándose a Kakashi a pasos lentos, dejó caer un bolso que llevaba en el hombro, provocando un sonido sordo en contra del piso. —Yo le puedo ayudar a recordar…

En un hábil movimiento, Ino le arrebató los libros que llevaba en los antebrazos, para dejarlos en un estante que contenía útiles de limpieza.

—Yamanaka…

—Kakashi-sensei… — sonrió sádica, volviéndose hacia él. —¿De verdad quiere salir de aquí?

—Es lo que quiero.

—Está bien, hágalo, pero tendrá que buscar usted la llave — enarcando una ceja lujuriosa, la pequeña llave que tenía, la condujo hacia el interior de su corpiño, en donde la escondió entre sus pechos. —Es libre de hacerlo, sensei…

Casi quedándose sin aliento, frunció el entrecejo cuando asimiló que todo se estaba saliendo de contraste. No podía tocar a su alumna, no podía porque… ¡Por Kami, ella tan sólo tenía 16 años! ¡Era una menor de edad!

—Y-Yo…

—Hágalo, Kakashi-sensei. Me estoy impacientando… — susurró avanzando hacia él, y deteniéndose cuando la distancia fue nula.

—Yamanaka… — aunque quiso que en su tono de voz se manifestara una amenaza real, no fue convincente, en absoluto.

—Vamos, hágalo… — como él no hizo nada más que quedarse inmóvil y mirarle el escote que tenía a la vista, cogió una mano de él la condujo hacia sus pechos. Justo cuando estaba a punto de hacer contacto, él la alejó de golpe.

—Ya déjese de juegos, Srta. Yamanaka, esto ya no es divertido.

Frunciendo los labios, descontenta, se apegó más a él.

—Para mí tampoco está siendo divertido ahora, Kakashi sensei. No si ni siquiera se atreve a tocarme.

¿Qué…?

Con la boca seca, Kakashi evitó mirar el escote de la rubia, mas no pudo hacerlo por mucho tiempo, era realmente imposible.

Kami… quería tocarla, es lo único que quería, pero la ética lo estaba torturando. ¡Ahhh!

No pudo aguantarlo por más segundos. Las hormonas tomaron el control y le exigieron saciar el hambre que sentía por la platinada.

Agarrándola por los hombros, la azotó por la espalda en contra de una de las paredes de aquel reducido lugar.

—Así me gusta… — susurró Ino mirándolo a los ojos (al único que él tenía visible), le había encantado la iniciativa.

Sin una efímera gota de respeto por la ética, Kakashi alzó el muslo de la rubia para encajarlo en su cadera, para poder así establecer un perfecto contacto entre su entrepierna y la de ella.

A continuación, ascendió como si tuviera llamas en las manos, por la tersa piel del muslo al desnudo de su alumna, deleitándose por el tacto.

Era un hecho, las alumnas con faldas pequeñas tenían mayor facilidad para ese tipo de actos indecorosos. Le gustaba.

Mientras tanto, con su otra mano, subía por la cintura de Ino, estancándose en la prominencia femenina que a él le encantaba...

Ino, entrecerró los ojos cuando él le masajeó el pecho derecho. Acción que causó que de sus cuerdas vocales emergiera un involuntario gemido de satisfacción.

Kami…

Kakashi sí que sabía cómo tocarla.

Con la temperatura subiéndole como nunca antes, la respiración poco a poco comenzó a volverse irregular, lo cual no era para menos, pues con las caricias lascivas que le estaba dando su profesor…

Era mucho mejor de lo que imaginaba.

Sonriendo seductora, abrió los párpados para contemplar a su sensei que la miraba con cierto brillo especial en los ojos.

Juraría que ese brillo tenía un significado que bien sabía.

Lujuria…

Iba a decir algo al respecto, mas no pudo porque él en un arrebato inesperado, se sacó la bufanda característica que llevaba para dar a conocer su rostro.

Se quedó sin habla unos segundos…

Estática.

Perpleja.



Con razón lo ocultaba, se trataba de una verdadero Adonis.

Kami, Kami, Kami, era hermoso. Más de seguro y si anduviera al descubierto, no podría sacarse a las miles de mujeres que se le abalanzarían encima.

La nariz recta, la mandíbula de forma cuadrada, lo hacían parecer un hombre increíblemente varonil. Como aquellos dioses que lo único que reflejaban era virilidad.

¡Ah, maldita sea! Ya quería saborear esos labios finos que se fruncían ante ella.

Tenía suerte, sí que la tenía…

No aguantando más tener sus labios frente a ella sin poder degustarlos, agarró la solapa de la camisa de él y lo azotó en contra de su cuerpo para besarlo.

No hubo resistencia, lo que fue mucho mejor.

Apenas sus bocas chocaron, fue capaz de sentir cómo la piel se le erizaba en una ola que le recorrió todo el cuerpo.

Era sublime, suave, dulce, tentador.

Abriendo la boca para darle acceso a su maestro para que introdujera la lengua, cerró los ojos.

Cada movimiento, lento, pero deseoso a la vez, la excitó. No sólo por los roces intrépidos entre sus lenguas, ni el sabor de sus bocas, sino que, además, el masaje sobre su pecho aún no cesaba. Y en ese momento, se habían intensificado las sensaciones.

Incluso podía sentir un riquísimo cosquilleo húmedo entre las piernas. Delicioso… probablemente ya hasta tenía una mancha pervertida en su ropa interior.

—Kakashi… — susurró en contra de su boca al momento que le rodeaba con ambos brazos el cuello.

Sin embargo, los susurros incoherentes que vinieron después de ése, se transformaron en jadeos pesados y continuos.

—Ahh… — se quejó disfrutando de las caricias.

Por otra parte, Kakashi tenía que reconocer que lo que estaba sintiendo por su alumna en ese momento, era algo más allá de un simple deseo sexual. Era casi una necesidad desquiciada.

—Sensei…

Mierda, con aquellos sugestivos quejidos, iba a terminar demente.

En un ataque de lujuria, le agarró el labio inferior a Ino con los dientes para tironearlo con avidez. Claramente, eso demostraba la urgencia que tenía y sentía por ella en esos momentos.

—Ino… — escapó de sus labios cuando dejó la opresión con sus dientes, acto seguido, contactó su boca con el mentón de ella para descender por su cuello hacia el horizonte de sus juveniles pechos.

Con hambre carnal, rajó la ceñida blusa de su alumna con la mano libre para dejar al descubierto un sensual y coqueto corpiño de color blanco que ella llevaba.

—¡Ah…!

Cuando la escuchó, toda pequeñísima partícula de sentido común, se le evaporó.

A esas alturas ya nada importaba.

...

Reinó el silencio. Lástima que éstos no fueran el fuerte de Ino, por tanto,  la platinada decidió irrumpir la nada del post sexo.

—Así que… — mordiéndose el labio inferior, miró a los ojos a Kakashi. —¿Aceptas mi trato, no?

Kakashi arqueó una ceja, mas pronto preguntó de vuelta. —¿Qué trato?

—No te hagas — frunció los labios con inocencia — Icha Icha Paradise, a cambio de las calificaciones.

Respirando largo y tendido, negó en silencio antes de contestar.

—¿Por qué elegir la manera más fácil?

—¿Es un regaño acaso, sensei?

—No, es sólo que creo que es muy inmaduro de tu parte.

Ino plasmó una mueca de indignación en su rostro.

—Querer lograr mis objetivos por un camino más satisfactorio me hace una persona inmadura, ¿verdad?

—Sí.

—Entiendo… — sonrió de medio lado, maligna. —Aún así caíste en mis redes. Lo cual consigna el trato.

—No subiré tus calificaciones, Yamanaka.

—¿No a cambio del Icha Icha?

Pensándolo bien, no era mala idea. Y sí, él era fan de ese libro pervertido, pero… ¡Kami! ¿Qué tenía que hacer?

—Además, a cambio de ese libro, puedo complacerte con lo quieras, y repetir una y mil veces lo que acabamos de hacer.

Tentado, como jamás en su vida, había una sola respuesta que tenía que decir para finalizar el trato.

Era fácil, en cierto sentido, mas en otro –pedagógico y moral- era todo lo contrario.

—Podría estar entre tus piernas todos los días — canturreó para tratar de convencerlo.

—Está bien… — Definitivamente era un propecto masculino, ¿cómo negarse ante tal oferta?

Y al final, había caído rendido en la perdición con nombre y apellido; Ino Yamanaka. Aún así, no por eso todo sería desastroso, pues si sabía jugar bien con la rubia, nada podría salir mal.

Continuará...
Obvien mi post anterior xD Aunque claro, ¿cuándo es mañana? D:!
Sé que les debo muuuuchas disculpas, mas muchas cosas que han sucedido me han limitado el tiempo. Y eso... ú.u
Ojalá les guste el capítulo, que fue editado para no publicar el lemon, ya que en esta sección está prohibido, razón por la cual contuvo lime e insinuación sexual explícita.
Para quienes quieran leer el lemon, sólo hagan click aquí

Saludos y gracias a todos por sus comentarios.
Buena suerte, besitos :)


PennyDraco:
Hola...
Ay bendito dios, este capitulo estuvo candente  :oooooh:
me dejas sonrojada con tal explicación breve, es que me pareció perfecto, fabuloso.
Ino si que sabe como jugársela pero ay un poco de cierto en sus actos inmorales: cuando uno tiene el deseo de conseguir lo que quiero con desesperación, la bandeja está servida y la lujuria es el bocado principal...
Ah, Kakashi tan sexy no pudo resistirse y bien que deseaba que pasara aquello.

Bueno Ellie, buen capitulo, espero que lo que sigue me sonroje más.
Cuídate

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