Hola muy buenas.
Esta historia, que aunque corta me parece muy pura, la escribí un día pasando el rato con un buen amigo. Me agradó, y me gustaría que opinarais al respecto.
Pareja: Ninguna.
Personajes: De creación propia
Categoría: Historia original
Genero: Infantil, realista.
Clasificación: Todas las edades
Advertencias: Sólo disfrutadlo (:
- ¡Guaaaau!¡Mami, mami, mira esa estrella, es super grandota! – Rosie señalaba el cielo con el dedo índice mientras miraba a su mamá con los ojos cristalinos, empañados por la emoción de ver un cielo tan negro y tantas estrellas juntas por vez primera.
- Y mira las demás, ¿a que son lindas, cariño? – le contestó a la pequeña, acariciándole la cabeza y sonriendo. Miraba a su hija observar el firmamento con tanta ilusión, y volvía a sentirse una niña. – Ven, vamos. – le ordenó tirando de su delicada manita mientras comenzaba a caminar, y Rosie la siguió casi corriendo mientras su vestidito se movía al correr el viento.
Comenzó a caminar moviendo los pliegues de su falda mientras miraba las estrellas, parándose de cuando en cuando con la boca entreabierta a mirar cómo parpadeaban ligeramente, pareciendo que por momentos desaparecían, pero luego volvían a acercarse a ella.
- Rosie, corre. – le dijo su madre al ver que se distanciaban porque la niña se quedaba parada a cada rato.
- Ya voy mami, sólo intento encontrar algo. – contestó la pequeña, sentándose en el suelo.
Su madre al ver que la niña se iba a ensuciar el vestido, volvió en el camino para llegar hasta su hija.
-¿Qué haces? Ya es muy tarde. Te dije que saldríamos a mirar las estrellas si volvíamos pronto.
- ¿La luna tiene miedo, mamá? – preguntó mientras hacía dibujitos en la tierra con un palo.
-¿Qué? – respondió su madre, sin entender por qué su hija le preguntaba tal cosa.
- La luna no ha salido, mami. ¿Tiene miedo? ¿Hay demasiadas estrellas y cree que no cabrá en el cielo? – dijo la criatura, volviendo los ojos hacia su madre, de nuevo con mirada cristalina.
La mujer no sabía qué decir. ¿Cómo explicarle a su hija el cuarto creciente, el cuarto menguante, la luna llena?
- Lo que pasa es que tenía frio, hijita. A veces a lo largo del mes hay días muy frios y esos días no sale. – respondió finalmente, cogiéndola de la mano.
- Entonces, ¿volverá mañana? – preguntó la pequeña mientras intentaba levantarse y se limpiaba con la mano por la cual su madre no la sujetaba la tierra del vestido.
- Tal vez si, tal vez no.
- … Oh.
------------
Saludos.