Capitulo 12
Nos encontrábamos fuera de la pequeña casa, kakashi junto a todo el personal que se encontraba ahí para presentarme. Todos firmes, serios, con las vistas vacías, sin emociones, básicos y sencillos, de grandes estaturas, musculaturas, y portes. Imaginaba sus habilidades y me estremecía de pensar que tan fuertes eran, sentía un pequeño temor. Los mire a todos, sin escuchar lo que decía el peliblanco, mi alrededor era algo simple, sin color, el aire era tan frío y acido que me incomodaba, de un momento a otro los ojos de kakashi me miraron y con ellos, mi mente bajo de golpe a mi cuerpo, y escuche solo esto.
-Mi esposa…-Continuo dándoles ordenes, y en un rato ya todos estaba de vuelta a sus afición, parpadee varias veces hasta caer en cuneta que iba caminando detrás de el tomada de la mano, como un juguete que es arrastrado por un niño cual caprichoso es.
Explicaba cada movimiento, truco, posiciones, patadas, para el todo tenia una explicación lógica, un motivo de ser, una razón, y un sentido, nada quedaba por fuera. Era muy estricto, hábil, dedicado, su concentración era su excelencia, no aceptaba distracciones, fijaba su objetivo y en el atacaba, sin mostrar dolor, sarcasmo o rastros de ironías, era increíble verlo hacer tantas piruetas peligrosas y la facilidad que tenia en su practica.
-Vamos sakura, una vez mas.-Dijo algo irritado, pero suave.
-Estoy cansada.-Dije con la respiración un poco cortada.
-Eres flexible y ágil, si puedes hacerlo… Vamos.-Su presión hacia de mi una alumna malhumorada.
-De que me vale tener eso si no tengo ni experiencia, ni la practica necesario.-Dije intentando saltar una vez mas.
-Se que eres experta en gimnasia aeróbica.-Dijo con las manos atrás, caminado de un lado a otro.
Me puse en posición y una vez lista salte, sin esperarme que ya me saldría mal. Salte, estire, cerré y gire, luego de ese movimiento no pude aterrizar y vi. como me iba a l suelo, esperando el golpe apreté fuertemente los ojos y cubrí mi carra con mis brazos . Pero nunca me lastime, abrí mis ojos y estaba en sus brazos, y el en el suelo. Nos miramos por un momento hasta que nos levantamos, la falta de descanso y el duro entrenamiento para ser la primera vez hizo de mi un agotamiento básico. Y a de vuelta al carro, el silencio se apodero de nosotros, mientras el manejaba yo estaba perdida en mis pensamientos, viendo por la ventana tanta pobreza y tanto dolor que había en ese ciudad. Kakashi corto el aire tan silencioso y lastimo mi aura de tranquilidad.
-Para ser tu primera vez , estuviste excelente...-Dijo mirándome, sin encontrar respuesta, ni mis ojos.-De 15 hiciste 13 esta bien, no todos hacen eso en 1 día.-Siguió hablando pero n tenia ánimos y me baje del auto dejándolo con la palabra en la boca. Lo espere en la puerta de la casa, me agarre de la pared cuando un leve mareo se apodero de mi, sentí mis piernas flaquear, mi estomago revolverse, y mi cabeza estallar, gemí por el dolor. Mi instinto me decía que algo no andaba bien, pero pensé que seria tonterías mías, escuche la voz de kakashi y sentí sus manos en mi cintura, un escalofríos navego por mi cuerpo, la presión que ejercía para no caerme me hizo agarralo por los hombros, pero las sensaciones de mal seguían en mi, me comencé a retorcerme una punzada en mi abdomen que se repetía una y otra vez, logre escuchar la puerta y ver la luz de la casa, varias voces y no recuerdo mas nada.
Cuando abrí los ojos me asuste, estaba en el espacio, parpadee varias, era muy bello mi mente estaba fuera de este universo, se me ocurrió mover los ojos y me di cuenta de que el techo era azul marino intenso con interpretadas estrellas de un blanco perlado, pequeños puntos de clores, las paredes blancas como las nubes, volví la mirada al hermoso techo, lo mire por un rato, pero la luz de una ventana que estaba con una cortina que movió y le vio otros tonos a las estrellas de colores, ya no eran verdes, amarillos, naranjas, ahora eran púrpuras, morados, azules, grises, mi fascinación por eso era tanta que no dejaba de admirar el techo de la desconocida habitación, la voz que sonó al fondo de la habitación me saco de el hechizo de los colores.
-Te gusta ¿No es cierto?.-Era el, lo busque con la mirada y estaba parado al lado de la ventana, el fue quien movió la cortina para que la luz hiciera el efecto del techo, estaba mirando hacia el suelo, algo preocupado, camino y se sentó a mi lado.-Esta es mi recamara, y ahora será tuya también….
-No es necesario me gusta aquella.-Dije algo cortante.
-¿Qué fue lo que paso?.-Pude sentir un tono de preocupación, y algo de desesperación.
-No lo se…-Dije parpadeando lentamente y luego mirándolo a el.-…Cuando baje del auto todo estaba bien, pero cuando me detuve me marie, las puntadas en m abdomen…
-¡Espera!, ¿Puntadas en el abdomen?.-Dijo algo sorprendido.
-Si, ¿por qué?.-Dije algo anonadada por su reacción inesperada.
-Hay muchas causas de las cuales solos pueden ser 2..-Dijo pensando.-..Un tipo de gastritis que puede ser por una mala alimentación, o emocional….o quizás pueda ser ……-Callo y abrió los ojos tanto que me sorprendí y le grite.
-¡¡DIME!!.-Me altere por tanto misterio.
-Un embarazo.-Culmino y seguía con su expresión, pero yo no dude de mi; no estaba embarazada, dure algún tiempo sin relaciones, y mi alimentación es excelente, mis ejercicio son parte de mi rutina normal.
-No estoy embarazada…
-¿Segura?.-Me interrumpe y yo el contesto algo irritada.
-Mas que segura, quizás pueda ser algo emocional, mis sentimientos están algo desorientados y mis emociones terriblemente pesadas.-Dije y el se relajo.
-En mi entrenamiento me enseñaron algo sobre la cruz roja, tanto practica como teoría..-Dijo algo serio y sin dudas.-..Así que si me dejas examinar un momento tu abdomen es posible que tengas cólicos.-Dijo mirando hacia otro lado, me di cuenta de un pequeño sonrojo que tenia, era casi invisible en el, pero lo note.
-Ok, pero que sea rápido.-Dije como una orden.
La sabana esta a la altura de mi senos, me mire y tenia una camisa blanca larga, supuse que era de el, el tomo suave la sabana por un lado y la fue deslizando hacia abajo hasta dejarla en mi muslos, mis ojos lo miraba examinado cada acción de el. Desabotono cada botón, con paciencia como si se deleitara bien mi cuerpo, me miraba y sabia que lo estaba observando, evaluando todos sus cautelosos movimientos, mi sostén rojo quedo a la vista, lo miro y siguió, hasta abrir completamente los botones de la camisa dejando mis cacheteros a las vista rojos igual que la prenda de arriba, abrío completamente la prenda dejándola a los lados, el viento un poco frío choco contra mi plano y suave abdomen, sus rudas y congeladas manos tocaron mi piel y me estremecí por un momento, cerré mis ojos y suspire, volvía verlo por la sensacion.
-Voy hacer un poco de presión, dime donde te duele, ¿Ok?.-Dijo y el apoyo un poco en varia parte de mi abdomen, pero no me dolía nada.- ¿Te duele algo?.-Dijo percatándose de que no le decía nada. Negué con la cabeza, dejo de hacerlo y comenzó a acariciarme el abdomen.- Que bello abdomen tienes, cerezo….