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Peligrosa Adicción /Capitulo 2/

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PennyDraco:
Despues de meditarlo se me antojó subir una historia, espero sea de su agrado  :=D:

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Autora: Penny D.K.S...Esta historia es exclusiva de mi propiedad
Dedicado:A mi querido Bull Fritz
Titulo: Peligrosa Adiccion









Peligrosa Adiccion



Prefacio

Había tenido un sueño…

Una vez, ella volvió aparecer, cada tiempo lo hacia mas no daba señal de su existencia. El silencio era su mayor poder y por ello nadie sabía si existía.

Ella lo soñó, ella lo vio. Uno de ellos iniciaría el peligroso encuentro de armar El círculo del Poder que se estuvo guardando para la eternidad. La divina mujer sabía quienes eran aquellos, sabía que por ella se iniciaría todo y eso podía evitarlo.

Pandora se sumió en el sacrificio de desaparecer, no quería que por ella se iniciara el enfrentamiento de dos dioses, aquellos que eran sus dos caminos, sus dos placeres y sus dos amores.
«Terminaré la maldición por el resto de la eternidad» se había dicho y ante los testigos ordenó sellarla en el tiempo y el poder de los milenios…

Hubiera sido lo mejor, hubiera sido perfecto si su alma fuese maligna mas representaba lo contrario y ahora el anima reclamaba la oportunidad de volver siendo el punto de renacer todo lo temeroso por Pandora.

Iniciar por segunda vez El circulo del Poder…


Bull Fritz:
Buen Prologo, Muchas gracias por dedicarmelo y espero qeu pongas en el primer capitulo, y pandora siendo buena? interesante, muy interesante.

Dorentyna:
Hola mi estimada Penny.
Al fin llegó el momento de que publiques algo, estaba esperándolo por cierto.
Para comenzar, la presentación estuvo buena,el prefacio da entender que será una historia llena de misterio, amor, intrigas y cosas sobrenaturales...
¡Eso me gusta mi niña, eso me gusta!

Espero cuanto antes el primer capitulo, no te retrases.
Te quiero mucho :=D:

Mk Terryus:
Al fin decidiste poner una historia mi damita.
El prefacio me pareció conciso, parece que nos traerás sorpresas y espero que sea así o sino vuelves hacerla....jajaj...mentira, solo estoy bromeando hija, sabes que apoyo lo que haces y Dorentyna también...
Me avisas cuando postees el primer capitulo.
Cuídate muchísimo

PennyDraco:

Autora: Penny D.K.S...Esta historia es exclusiva de mi propiedad
Dedicado: A mi querido Bull Fritz
Titulo: Peligrosa Adiccio


Tener poder no era lo único que desarrollaba, tener poder no solo era en las palabras, tener poder no solo era en la fuerza física, tener poder era…
¿Qué era tener poder?
Quizás se había inquirido muchas veces y teniendo la misma respuesta: Ganar a los demás.
Tal vez era lógico, o, tal vez era lo más absurdo, pero debía de admitir que el respeto se lo había ganado a base de fuerza, había ganado ser admirado por ser un hombre calculador, indiferente y muy fuerte.

Nada podía detenerlo, ni siquiera Klaus, el joven que tenia a nivel. Bastó con dos golpes concisos en el abdomen para mandarlo al hospital, probablemente por unas largas semanas o, quizás, meses.

Volvió a mirar a su contrincante, obvio que terminó como lo esperaba, pidiendo piedad y misericordia. Se burló ¿acaso existía eso en él? Para nada, el amor era odio en él, la pasión era humillar, el sueño era ser perfecto y cada cándido sentimiento-para él- era aquello que la Iglesia condenaba a pecado.

Bull sonrió, tomó del cuello al hombre para torcerlo sin un gesto de duda. Uno de sus deleites era aquello, torturar a los demás, aquellos que se atrevían a mirarlo y retarlo, bueno, sus dones lo hacían mejor que todos aunque no lo usaba con frecuencia, solo cuando la circunstancias lo requería.

—209 en esta semana—sonrió el joven ganador—Todos sin valor….Maldita sea—bufó.
Su molestia llegaba rápidamente y su desquite solo lo llevó a despedazar el cuerpo de aquel alcohólico y meterlo en una de las cubetas de basura. Si, aquel sitio era su nuevo hogar para aquel cadáver. Otra vez, esa sonrisa volvió a sus finos labios, su desarrollado sentido auditivo captó las sirenas, excelente, ahora la policía lo buscaba. El último atentado fue tan solo un juego contra un insignificante hombre, claro, para él lo era mas para los ciudadanos resultaba ser un dios, quizás porque era terriblemente hermoso o quizás por la sabiduría que se mandaba al poder gobernar una ciudad tan movediza como Príamo, lo que sea que fuese, había atentado contra el gobernador y aquello le resultó la persecución.
Pero, pensándolo bien, quizás el problema original sea que asesinó a un cuarteto de socios de la empresa más conocido de los EE.UU y que uno de ellos era el hermano del gobernador. Cual fuera el caso solo era una diversión para Bull. Siempre se salía con la suya, nadie podía atraparlo y a eso se ganó el titulo de:

—¿Otra vez huyendo Ares?— esa irónica pregunta lo detuvo.

Bull dejó de saltar por los techos al ver la quieta sombra que estaba frente a él. Tan solo bufó al volver a ver, eso ya lo hartaba, cada momento aparecía aquel hombre para decirle las mismas cosas.

—No te enojes—volvió hablar el hombre—Tus emociones resaltan mucho.

—Desaparece, no tengo tiempo—contestó Bull que se hizo un espacio para seguir su trayecto.

—Esta vez lo tendrás—el hombre lo bloqueó, el joven solo retrocedió al ver que intentaba tocarlo—Mira Ares, sé tus respuestas y las miles de veces que te lo he dicho pero esta vez es diferente.

—No serviré a Hades por cuanto me pague.

—El señor Hades lo sabe—sonrió el hombre mientras se despojaba de su capa negra—Esta vez me manda a decirte su última propuesta.

El joven se relajó, la oscura mirada del hombre decía la verdad, de algo valía sus dones. El hombre solo avanzó dos pasos para descubrir lo que traía en sus brazos. El resplandor de aquella caja captó el interés de Bull, el oro era tan esquicito con aquellas formas que se dibujaban en la caja concisa de valor, pero, el hombre cubrió tal belleza.

—Veo que llama tu atención—habló el hombre graciosamente—No te culpo, esta caja es muy valiosa y custodia un interesante secreto.

—Ve al grano ¿Qué tanto interés hay esa caja y porque me la muestras?—indagó el joven—
No estoy para coleccionar juguetes de niñas.

—Esta bien…—el hombre avanzó un paso más—…Esta caja está sellada como lo verás, dentro de ella hay algo que es de familia, mi señor Hades lo quiere pero no se puede abrir

—Que vaya donde un cerrajero—se burló el joven que llevó una de sus fuertes manos hacia sus cabellos oscuros.

—Estás muy gracioso Ares—la mirada del hombre conllevó a cambiar el entorno—Esta caja custodia un secreto, es de familia y la única persona que puede abrirla es una de la orden del dueño de esta reliquia.

—Por favor…—la burla del joven era más preponderante—…a mi no me interesa los problemas de esa semejanza. Ustedes pueden ir y buscar a su dueño, además, si no es de Hades ¿para qué demonios la posee? Es un total imbécil.

—Lo que haya aquí es problema de mi señor—el hombre colocó la caja en el suelo—Hay un heredero de esta magnifica caja, el que puede abrirla y exponer el secreto poderoso que existe y por el cual mi señor quiere. Tu trabajo era simple, buscar al heredero y hacer que lo abra.

—¿Estas bromeando?

—Te recompensaremos bien

—Si, claro, seguro que una enorme perdida de tiempo.

—De hecho…—el hombre lo observó, mostró esa misteriosa mirada—….tú ganarías mucho—Bull prestó interés—Esa persona es…por decirlo…especial. Puede ayudarte a desarrollar mucho más tus dones, podrías hasta obtener el séptimo sentido y ser un dios, así como nosotros—cogió la caja—Si encuentras a esa persona te harás un hombre mucho más fuerte de lo que eres. El señor Hades te daría mujeres, dinero, una vida de dios en este mundo.

El joven lo meditó. Siempre había buscado el poder, era un completo ambicioso y solo pensaba en sus beneficios y, por ende, siempre buscaba llegar a la perfección, desarrollar su don, aquel que controlaba la naturaleza de la tierra y hasta el poder de la mente. Zarkos, el hombre que le habló, tenia razón, podía llegar al séptimo sentido, ser como un dios, bueno, según su árbol genealógico, procedía de un dios. Ser conocido como Ares le favorecía mucho entre los grandes miembros de familias aristocráticas ya que en este siglo nadie conocía mucho de él.  Bull lo volvió a pensar ¿podría conseguir la perfección si aceptaba la propuesta? ¿sería un dios? Quizás si o quizás no, dependía mucho de su destreza y habilidad además había viajado por los cuatro puntos de la Tierra sin hallar alguien que sea poderoso como él, bueno, un humano normal, los únicos que fueron, apenas, eran hijos y lideres de familias de linaje y sangre azul.

—Vamos Bull…—la voz de Zarkos devolvió la atención al joven—…no pierdes nada. Mi señor Hades te tiene un afecto especial que te daría a su hija como esposa. Sabes que Miena es la mujer más bella que hallas podido ver.

—¿Desde cuando busca Hades que contraiga matrimonio?—indagó con ironía—Miena es terriblemente hermosa, en eso no puedo contradecir, pero yo no siento interés en amarrar mi vida. Lo mío es ser nómada, vivir mi vida, Miena solo sería un buen pasatiempo, saciarme con su radiante cuerpo me seria fascinante. ¿No lo has pensado también?

—Tampoco lo niego—respondió Zarkos—Miena es una diosa, lo sabes, no por algo mi señor Hades es su padre.

—Si, eso también es un problema—soltó una risa despiadada el joven—No quiero tener como familia a un tipo como Hades, tampoco cazarme, eso solo lo hacen los pobres ilusos desesperados y que no tienen un fin en sus patéticas vidas…—se llevó una de sus manos a sus cabellos—…como para enfrentar a esta vida, además, no necesito cazarme para acostarme con una mujer, tengo muchas para saciarme, digamos que las tengo contadas para cada día—la sonrisa se dibujó ampliamente en los labios de Bull—Si hablamos de dinero…aclaro que no tengo necesidad de pedirle a alguien, yo tomo lo que quiero cuando quiero y sin importar las circunstancias.

—¿El poder?

—La perfección es lo que busco.

—Significa que aceptas el trabajo

—No he aceptado Zarkos—la mirada de Bull concisó el tiempo—Tengo asuntos que arreglar—se abrió camino.

Bull tomó su destino incierto hacia adelante dejando a Zarkos sin una respuesta. El joven saltó por los techos, la propuesta lo había interesado, no podía negarlo, él quería poder absoluto, ser poderoso, más que todos esos aristócratas a quien había conocido en su último viaje a Irlanda. Sin embargo, el querer aceptar la propuesta, podía haberlo condenado a ser esclavo de Hades por el resto de su insignificante vida…El joven sonrió nuevamente por su propia estupidez, siguió saltando por los techos hasta llegar a un callejón, por ahora solo quería relajarse así que la diversión lo aguardaba.

Un club nocturno significaba sus mayores momentos de relajación,

El alcohol, las drogas y el sexo corrían como “pan caliente” cada noche, Bull no la desperdiciaría y con esa audacia caminó entre los clientes para acercarse a pedir un trago, un wisky era una solución algo pacifica para entrarle a la diversión.

—¿Otra vez por aquí Bull?—el barman preguntó—Siempre trayendo esa cara.

—Es la única que tengo—respondió con frustración

—¿Complicaciones con las peleas?

—Nada de eso. Solo cosas personales—dio un último trago suave a su bebida

—Supongo que buscarás una diversión para pasar esta noche—la irónica expresión del hombre confirmó que lo tenia preparado—Es una chica de 19 años, es hermosa, acaba de llegar a la ciudad. Se llama Amaya ¿quieres verla?

—Espero que sea realmente complaciente—el joven se puso de pie y siguió al hombre.

Caminó por los pasillos, a la parte trasera del local siendo solo de autorización del personal pero, como él era un amigo del dueño, podía ir y tomar cualquier cosa que se le antojara, en este caso a cualquier mujer.
El hombre se detuvo frente a una habitación permitiendo a Bull que ingresara, el joven solo sonrió e ingresó. Frente a él, una hermosa mujer de cabellera azulada lo esperaba, con un traje algo sensual que podía despertar el instinto sexual de cualquier hombre y en este caso a Bull.

—Te estaba esperando Bull—la chica se le acercó, posó sus rojizos labios en la mejilla del joven—Me ordenaron en satisfacerte, no pensé que eres realmente atractivo.

—Cualidades hereditarias—se alabó con vanidad—¿Empezamos?

Amaya sonrió antes de besar pasionalmente al joven, él tan solo la rodeó con sus fuertes brazos para apegarla contra su pecho. Ella aprovechó en desvestirlo con tal habilidad que Bull calificó como experta, bueno, aquella mujer era una especialista como le había comentado Jian, el dueño del bar, desde luego, a Bull no le gustaba que una mujer tenga la oportunidad de ganarle así que despojó las diminutas prendas que traía cubriendo la mujer.

El clímax empezaba a tomar control en el ambiente, el fuerte joven acarició cada parte de Amaya marcando cada parte en ella para tildar de su propiedad, ella solo suspiraba deseosa por cada roce que él le hacia, la excitaba, la hacia sentir única y Bull estaba para otorgar el punto máximo del placer a cada mujer quien la tomaba para llevarla a la cama así que Amaya no se iría sin su recuerdo impuesta por él.

Los besos eran salvajes por parte de los dos, las caricias y el sexo prolongado deleitaba placenteramente a los dos, Bull podría decir que era una de las mujeres que deseaba después de un buen tiempo; los gemidos placenteros de Amaya aumentaban el ego del joven, calificaba como deseo cada roce y cada envestida que otorgaba.
Los labios de la mujer recorrieron el duro pectoral de Bull con saciante furor y con embellecida caricia, la última embestida confirmó que él había sido el mejor de la noche, que él había sido el primer hombre que ella pudo considerar como un buen cliente.

—Eres increíble—entre jadeos le dijo, él solo controlaba la respiración mientras ella se acomodaba en su desnudo pecho—Espero volver a repetir esto—él solo sonrió y cubrió su cuerpo y el de ella con las  finas sábanas lilas.




La mañana había sido melancólica, a él le gustaba que sea así, un ambiente perfecto para continuar su camino. La noche había sido satisfactoria, no podía negarlo aunque sabia que faltaba algo pero no sabia que era, seguro licor o más sexo prolongado, no lo sabia y tampoco tenia el tiempo para averiguarlo, solo se dedicó a terminar de vestirse y ver el cuerpo desnudo de su chica en turno, ella seguía en un profundo sueño así que le dio la oportunidad de comer algo antes de que despierte.

El lugar estaba en silencio, era de esperarse, seguro que hasta las últimas consecuencias quedaron todos. Se limitó a buscar algo en la cocina, para su suerte, leche y cereales almacenaban, se sirvió un poco de ello para luego sentarse y comer.
Ahora tenía que planificar lo que haría hoy, no había nada de interesante y a veces le aburría, no había aun reto mayor digno de su poder y eso ya era molesto. ¿Qué haría si ahora ya no existían retos en este mundo? Estaría jodido, no valdría nada de lo que hacia pues todo lo que hacia era por alcanzar perfección…pero… ¿y si ya la había alcanzado?, no, era absurdo, Zarkos le dijo que había algo más y que eso lo haría perfecto.

—Me pregunto que es lo que harás—la voz de la mujer sacó de los injuriosas pensamientos

—¿Cómo amaneciste baby?—ella se acercó para besarlo—Parece que estás decepcionado ¿acaso no te complací?

—Estuviste bien—respondió

—¿Entonces que pasa?

—Problemas personales

Bull se puso de pie al terminar de desayunar. La mujer lo observó y una misteriosa sonrisa se dibujó en sus tentadores labios.

—Ese problema llega por no hallar la perfección—aquello no fue una pregunta

Él solo volteó para verla a los azulados ojos ¿acaso sabia algo?

—¿Por qué te asombras querido?—Amaya sonrió abiertamente—Sé lo que piensas, sé lo de Zarkos.

—¿Lo conoces?

—Es el sirviente de Hades—ella dio una palmada a su pecho—Sabia que él te llamaría.

—¿Quién eres?

—Digamos que Amaya es mi nombre en este mundo pero una vez fui Afrodita o Venus, como desees llamarme

—Hmp…que lista eres mujer—Bull sonrió con molestia—Sabías muy bien como soy

—Por algo fuiste el pretendiente de mi antecesora…. —ella se sentó delicadamente en una de las sillas—…sin embargo tengo que divertirme en buscar a los otros.

—Acostándote con todos los herederos del Olimpo

—No querido, solo tú fuiste como siempre lo fue, pero ya no hablemos de eso—se acarició el lacio cabello—Vengo a decirte una cosa, aunque salí ganando—Bull la miró detenidamente, al menos, el cuerpo lo tenia a disposición de despertar el placer—Sé que Hades te dijo algo sobre un asunto.

—Esa estupidez del heredero y la caja.

—Si, pero no voy a eso…—ella le indicó que se sentara—Mi deseo es que seas un dios por lo cual quiero que aceptes la oferta de Hades, sé que muchos de nuestros hermanos no quiere tener noticias de Hades pero de ti si y llega el día en que nos reunamos para ver cuanto hemos desarrollado nuestra vida tanto humana como divina. Tú eres quien está en la lista de Poseidón.

—Ni me lo recuerdes

—Él cree que conseguiste la perfección

—Ya la tengo

—Error, eres perfecto humanamente pero tu don solo es inútil. Posees la habilidad de dominar el elemento tierra porque Athena es tu madrina en tu forma humana, pero siendo tú un adicto a las peleas podrías perfeccionarla.

Bull le sonó muy interesante que le preguntó muchas cosas como el que hacer para conseguirla y como ser más fuerte. Afrodita sonrió complacida a tal interés y seductoramente complacía responder las preguntas de su amado Bull.

—Solo un camino querido…—él la sentó en sus piernas mientras que ella jugueteaba con sus cabellos—…Acepta la propuesta de Hades, no te preocupes que mientras me tengas a tu lado y Athena te proteja entonces será todo perfecto… ¿Qué me dices?

—Eres realmente astuta…y sabes lo que quiero.

—Perfección, eso quieres y a eso irás a buscar.

—Entonces que sea así. Completaré la perfección—él la besó, acarició las delicadas piernas de la mujer y el excitante cuerpo de ella lo motivó a tener un juego por la mañana…     



Gracias Bull por leer esta historia, bueno, va dirigido para ti y debes de leer todo lo que se vendrá. Oh, claro, Dorentyna y Mk Terryus siempre son ustedes los uqe me dice que debo hacer esto jajja, por algo son mis padres, bueno, soy la adoptada de su nueva familia  :=p:, espero tambien de ustedes que sigan por aqui.

Mis mas cordiales saludos

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