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¿Nosotros? ¡Vaya Broma! sasuxsaku
Incógnita:
¡Oh mi Dios!
Para empezar, la idea y la trama que lleva este FF me parece muy buena, ya que como dices, no parece un SasuSaku.
Me sorprendió que Sakura abrazara a Sasuke de esa forma. Ese abrazo, y lo que leyó Sakura en el diario de Hinata, fue lo que más me emocionó de el capítulo 4.
También me grada el que los capítulos no sean cortos, solo espero pronto traigas conti'.
SeleSakura:
CAP 5 SONRISAS Y DISGUSTOS.
La lluvia con sol…
La mañana del jueves amaneció nublada, con aquel aire frío que colocaba las narices húmedas y rojas, la piel de gallina, y los labios pálidos y secos. Apenas el sol logro salir, y el cielo con sus matices de gris, y escasos rayos de luz lograban llegar a la tierra aun húmeda de las lluvias de la noche anterior. Había aproximadamente 12 º, eran las 8 am y el equipo de Futbol femenino se preparaba para el arduo entrenamiento de dos horas al que cada lunes, y jueves en las mañanas se sometían: un equilibrio entre responsabilidad y pasión, deberes y resistencia.
Hacia frío, y aquellas 11 muchachas tenían que aparentar que no tenían. Sus cuerpos se movían ágiles bajo camisas manga largas de un blanco inmaculado cómodas para bajas temperaturas. El short de un negro llegaba hasta la mitad de la rodilla, y las medias gruesas sobre protectores se encargaban de abrigar las piernas gruesas, delgadas o atléticas de las chicas.
Tácticas, estilos, fuerza, resistencia, posiciones, patadas, defensas y mas se pulían bajo el silbido de Gai-sensei.
Sakura, era la capitana del equipo y la delantera más oportunista de Tokio. Desde los 8 años había demostrado su gusto por el futbol destacando en las primeras pruebas de primaria. En secundaria gano el puesto a la mejor delantera del distrito Konoha, y ahora en preparatoria se dedicaba de pies a cabeza a convertirse en la eminencia de su ciudad, y porque no del país. Pero era una vaga cuestión de orgullo y metas, aquello no era mas que la mejor forma que tenia para desahogarse, mantener un cuerpo firme, resistencia, y estrechar lazos de amistad, aunque claro, bajo lo estrictamente profesional de aquel duro deporte. Sakura había demostrado ser una gran capitana, delantera y compañera y un gran apoyo para las chicas.
- ¡Vamos, vamos!. ¡Tenten, no te quedes atrás!.- también, un agudo dolor de cabeza. - ¡¿Qué pasa?!, ¡Vamos!, ¡Temari! –
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Cuando el entrenamiento termina, el pudor queda en el patio, los vestidores de mujeres se llenan de quejidos, risas y chicas semi desnudas paseando entre vapor, uniformes, jabones, estantes y duchas calientes.
Ino no hacia deporte, era alérgica al sudor, a la tierra y a cualquier cosa que necesite trabajo físico que aconteciera amanecer medio muerta al día siguiente. Pero no era extraño verle sentada en uno de esos angostos pasillos observando minuciosamente las figuras de las chicas, hasta que una húmeda, limpia y desnuda Sakura se incorporaba.
- Aun no puedo creer que te le hayas lanzado encima a Sasuke-kun – Dijo Ino risueña como un niño mirando triunfante su travesura. Lo bueno de aquellos baños era que, no importaba cuan alto contaras un secreto, el vapor parecía cubrirlo y disolverlo. Así que no importaba mucho si habías cometido un asesinato y estuvieras confesando, el ensimismamiento de cada chica en su cuerpo o propias conversaciones era tal, que nadie se interesaría en tu vida privada, claro si te das el lujo de tener una. He ahí el encanto de los baños.
Ino, pudo adivinar detrás de esa tersa y pecosa espalda la mueca de asco de Sakura antes de que se girara con el ceño fruncido y el labio inferior levemente pronunciado, luego de ensartar el top. Ino estiro el brazo donde descansaba su camisa de botones, Sakura tomo la camisa, humedeció sus labios y dijo:
- Repito, no me lance encima de Sasuke. De veras estaba asustada, fue algo como… - Imposible de explicar, y buscando la palabra "adecuada", el silencio que provoco fue suficiente para un silbido pícaro cortesía de Ino, Sakura cruzo sus brazos y giro los ojos: irritada. ¡Era imposible comentar con aquella mente tan mal pensada!. - ¡Ino!, basta, Como te dije, estaba demasiado nerviosa como para poder coordinar bien mis… acciones. – Finalizo Sakura, con las manos en las caderas, que se pronunciaban con dos huesos en cada extremo, productos de su fina delgadez.
- Aja, sobre todo después de lo que sucedió en la mañana de ayer…-
- ¡Ino! – Mascullo Sakura, lanzando la blusa sucia del entrenamiento al rostro de su mejor amiga. La rubia reía encantada.
-Ok, Ok…¿Entonces, que hizo Sasuke-kun?- Dijo Ino, deshaciéndose rápidamente de la sudadera, y unas cuantas lagrimillas.
Sakura termino de abotonar la camisa, y frunció el seño. – Eso fue lo extraño…-
Y el recuerdo broto como los cerezos abriéndose en primavera:
-¡Oh por Dios Sasuke!. Nunca pensé decir esto, pero… ¡Menos mal que estas aquí! –
Por unos largos e incómodos segundos, Sakura permaneció estrechada contra Sasuke. Unos incómodos minutos en los que el cuerpo de Sasuke parecía haber perdido la fragancia en base a alcohol que tanto asco provocaba en Sakura, en donde la curva de su espalda y cadera se ajustaba perfectamente al abdomen de Sakura y sus pechos, unos minutos en los que su cuerpo se volvió inmóvil, como el de un robot al que un balde de agua fría le hubiese caído. Largos minutos aunque escasos, en que el corazón de Sakura latía contra la espalda de Sasuke, y sus brazos se estrechaban en sus pectorales, firmes y duros…
- ¿Sasuke, estas bien?- La pregunta, en si absurda salio de los labios de Sakura con al sinceridad con que se apartaba de Sasuke para distinguir entre la oscuridad el brillo que emanaba sus ojos, un poco mas claros de lo normal, que absortos la observaron como si un velo cubriera el rostro de Sakura. Quien no sabia que aterraba mas, si el exterior o la mirada de Sasuke en aquel momento. ¿Lo había asustado, acaso?.
-No te atrevas a tocarme de nuevo.- Soltó Sasuke luego de humedecer sus labios, con la déspota mirada que solía erizar la nuca de Sakura. –No te hare mía, si es tu deseo…- Sasuke hundió las manos en los bolsillos de su pantalón negro antes de empezar a andar.
Sakura se quedo ahí, estática. En medio del pasillo entre los ventanales y la puerta del baño de damas, observando como la figura de Sasuke se volvía un cuadro claro-oscuro…
-¡Y Sakura, no pienses que te estaba buscando!, ¡Apurare, tenemos mucho que hacer!. -
Sakura frunció su ceño, había algo, algo…
Espera un momento… "No te hare mía, si es tu deseo"…
- ¡Sasuke Uchiha! ¿Qué clase de mujer querría pasar una noche contigo?- Espeto, enojada, mientras un cómodo sentimiento le atravesaba cada célula de su cuerpo, en comparación a las posibles ultimas dos horas. No lo admitiría nunca pero, discutiendo o no, se sentía cómoda con Sasuke.
Sorpresivamente y bajo un: "Tsk, serás torpe, ¿No puedes arreglar esto tu sola?, dependes de mi Sakura". Sasuke dedico sus fuerzas – y paciencia - a colaborar con Sakura.
- No te pedí ayuda. – Gruño Sakura, fulminando a Sasuke con la mirada, esperando de un momento a otro que este lanzara la libreta que tenia en sus manos hacia ella. Sakura apretó la cartera llena de maquillajes ajena, preparada para el ataque.
Pero afortunadamente no termino en una guerra de objetos, no. Juntos lograron terminar el lugar y dejarlo tal cual como estaba antes, averiguar la vida personal de muchas personas, reírse de unos cuantos absurdos de cada cosa que veían y comentar con énfasis de la vida personal de sus compañeros:
-¿Neji-senpai y Tenten-senpai?, No inventes Sasuke.-
- No invento nada, Los encontraron muy juntos detrás del Gimnasio, según… Tenten tenía las bragas abajo.-
-¡No puedo creerlo!, Creía que Tenten-senpai se traía algo con Lee-san. -
- Err, Bueno, escuche en los baños que Lee…-
-¿No?, Im-po-si-ble.-
-Si, siempre desviaba mucho la mirada…¿Decepción amorosa Sakura?-
- No, ¡Yuuk!. Pero si sorprendida. ¿No te enteraste que…-
Ino y Sakura caminaban por los pasillos hacia la clase de Artes Plásticas, cuando Sakura termino de relatar con énfasis y comillas la noche anterior.
- ¿De veras Tenten y Neji?- Soltó Ino, bromeando.- Vaya, quien diría. Sasuke-kun tiene buena lengua aparte para besar…-
Sakura rodó los ojos. El camino de las duchas hasta el salón de artes plásticas era relativamente largo, pero había una linda vista de las canchas de Tenis y el campus. Claro, si el sol se dignaba a salir y calentar de una buena vez aquel helado día. Pero ese día, cotidianamente gris y frío, y contra todo gusto personal de una chica adolescente y medianamente normal, a Sakura se le hacia atractivo y especialmente calido ese día.
Era gris si, pero era un gris especial, agradable a la vista: ni muy oscuro ni muy brillante. El sol se filtraba entre las nubes pomposas como una franja dorada trasparente que tocaba la tierra con la gracia de las zapatillas de una bailarina; Como el trazo recto y firme pero delicado que noto -en un momento de lucidez, en aquella extraña situación- del perfil de Sasuke. Contra luz, la frialdad de sus ojos se congelaba y brillaban como un metal pulido, un gris pálido, agradable a la vista. Como el de aquel día.
- Sakura, no se tú. Pero me alegra verte feliz de nuevo…Así sea por Sasuke-kun-
¿Feliz?. La palabra atravesó el pecho de Sakura con la incertidumbre y el hormigueo en las palmas de sus manos. -No se de que hablas. ¿Por Sasuke? – Respondió Sakura, como si los ojos de Ino se hubiesen convertido en la lámpara sofocante del cuarto de interrogación. – No estoy feliz, solo… Distraída. Y no estoy pensando en Sasuke.- Dijo como si tratase de convencerse a si misma, mas que a la inquisitiva rubia. Puesto que solo había sido una terrible coincidencia.
- Te atrape Sa-ku-ra.- Ino sonrío con la comisura de su labio izquierdo más elevado que el derecho, con sus cejas doradas alzadas y los ojos de un azul brillante: Temible. Sakura frunció el ceño, o eso quiso hacer. -¿En que estabas pensando?, o ¿debo preguntar en quien?-
-¡Pues en Naruto-kun, Ino-chan!- Los ojos de Ino se abrieron y su rostro se contrajo con un sabor acido en los labios. La cruel respuesta no salia de los labios de Sakura, que ahora ceñuda y rabiosa observaba al final del pasillo. Sasuke se acercaba con el seguro paso con que lo haría un felino a punto de atacar. Al llegar a las chicas se aparto dos pasos de Sakura.- Espero que no vuelvas a saltarme encima con tu desesperada necesidad de sexo, Sakura. Ya te he dicho que no. –
Sakura se encogió furiosa en su lugar, sin embargo más orgullosa – o terca – que Sasuke, mantuvo la mirada antes de alzar sus de hombros con una risilla cínica. - ¿Disculpa, en donde?. Prefiero abrazarme a un cactus desnuda en medio del desierto, que si quiera tocarte…-
-¿En serio?, Se me hacen raras tus fantasías sexuales, ¡Pero que se puede esperar de una chica con cabello rosado!.-
- Pues mas cuyo hombre podría dar alimento a una familia entera con los zapatos que carga.-
Odio, resentimiento, rabia… ¡y aquél sentimiento de estar haciendo un mal impar sumando a Ino!.
- Estas envidiosa Sakura. – Espeto Sasuke, bufando.
- Quisieras tú. Sasuke. – Contraataco Sakura, elevando el mentón.
Involuntarios gestos que les iba acercando. Demasiada tensión sexual para el gusto de Ino, y poco tiempo.
-¡S-Sakura, llegaremos tarde!.- Gruño la rubia, tomando a la pelirosa antes de que se lanzara a golpes contra Sasuke.
-¡Eso es Ino-chan, desaparece a este engendro de mi vista!- Grito Sasuke, sin despegar su odiosa mirada de Sakura.
-¡AARGH!!, ¡Te ODIO SASUKE UCHIHA!-
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Shizune-sensei, Era una mujer baja y delgada, agradable y bondadosa, y con un ojo critico para el arte y las relaciones. Tenia una voz suave y delicada, y sus ojos de un negro profundo eran clementes, las puertas de un alma sencilla que no tenia que esconder.
Su clase no era la mas divertida de todas, pero si una de las preferidas por los alumnos. La gran aula permitía divagar, observar por las ventanas, y desahogarse con un lienzo en mano y pintura en otra.
A Sakura, muy poco interés le causaba la pintura, nada que pueda mostrar el alma verdadera de un hombre. Diferente a la música o la danza. Pero si le importaba aquella nota en su expediente intacta de: A +.
Sin embargo…
Ese desgraciado de Uchiha Sasuke, ¡Ya vera!.
Desgraciado.
Miserable.
Infeliz.
El ligero crujir del pincel en sus manos, le hizo sentir vagamente mejor. Exhaló, en lo que Shizune-sensei dio las indicaciones de cuidado y limpiezas, que daba al comienzo todas las clases de los jueves.
-… Sakura-san, quiero que se quede unos minutos después de clase. – Claro que eso no lo decía todas las clases de los jueves.
Todos los presentes miraron desconcertados a la joven de la última fila a la derecha. Pero no había nadie mas desconcertado que ella, entonces miro el pincel en sus manos. Oh- oh.
La clase pasó más rápida de lo que habría querido Sakura. Relativamente rápida para lo que ella hubiese querido saber en que problema estaba involucrada de nuevo, y lo suficientemente lenta, como para que la ansiedad hiciera estragos en ella. ¿De que se hablo en clases?, ni idea.
Antes de salir Ino le dedico una mirada de advertencia, de esas que se hacían cada vez que alguna tenía que visitar la dirección. El problema es que Sakura tenía la certeza de que las ultimas 24 horas, su comportamiento no había rebasado el límite de lo inaceptable, a penas tenia 4 horas y medias en el instituto.
Piensa, Sakura.
-Sakura-san, puedes acercarte. – El aula había quedado completamente sola, la frustración de Sakura se empezaba a condesar en gotas de sudor en su frente. Sakura se acerco hasta el escritorio de un blanco pastel de Shizune, quien con una dulce sonrisa le esperaba.
Demonios, debe ser muy grave.
- Sasuke-kun y tú…-
Sakura fruncio el ceño involuntariamente, y de los labios de Shizune no salio palabra alguna que entrara a los oídos de Sakura.
¡Aja!, El Infeliz de Sasuke, seguro, apuesto un riñón a que el me involucro en esto. El culpable de todos mis males. No me sorprende, no tiene vida propia.
-… Por ende, te hago entrega de las entradas del curso, después de presenciar su… "Encuentro" antes de entrar a clase, he confiado en tu madurez para que seas capaz de entregarle la entrada. Sakura-chan, confío en ti. –
Sakura había perdido la mitad de su riñón en lo que Shizune entrego dos sobres blancos en sus manos. La mitad porque, Sasuke era la mitad de culpable que ella en el asunto siguiente. Había quedado sin palabras, regocijándose en un ego elevado, ¡Había preferido hablar con ella que con Sasuke!. Sakura se mordió el labio inferior, una precaución para que evitara saltar y dañar el tuteo con Shizune-sensei.
Cuando Shizune, observo el brillo en el iris de su alumna, escondió su sonrisa rascando su mejilla disimuladamente. Era cierto lo que había comentado Kakashi-dono aquella vez en la reunión:
"La mejor forma de manipular a un alumno por su bien o por el nuestro; es alabarlo. "
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A la hora de la salida Sakura se percato del creciente peso de la tarjeta en sus manos. Pesaba mucho, mucho para su aversión a Sasuke.
Era un fin de semana, su fin de semana con Sasuke Uchiha. Ni en sus peores pesadillas lo habría soñado, si quiera imaginado. Era espeluznante.
Sakura se había acomodado en los bancos debajo del techo de la entrada a las aulas, un lugar donde grado coincide en salida y entrada a diferentes horas. Ese jueves tan particular había salido mas temprano, y bajo su chaqueta se percataba del creciente calor que del ambiente empezaba a emanar. El cielo estaba mas claro, casi, casi podría adivinar el azul claro detrás de las brumosas nubes grises, y eso…
Eso lo había extrañado. Entonces y bajo la visión del sol, una llovizna para su asombro empezó a caer. Que espectacular visión.
-¿Lluvia y Sol?, Vaya…- Silbo, conteniendo la sensación de correr bajo esa combinación tan hermosa. Pero antes de decirse, sus ojos distinguieron entre tanta belleza la cabellera peliroja de Karin, desentonando el jardín y la entrada principal con su artificial vinotinto. Pero no estaba sola…
-¿Sasuke?.- De sus labios una mezcla de confusión y sorpresa se dejo salir con un susurro casi imperceptible. Cabellera negra, corte ridículo, piel nívea, ojos negros, sonrisa altanera, metro ochenta y tantos… Si Sasuke, ahí afuera, con Karin… ¡Tocándose!.
- ¡Yuk!, no se cual de los dos ha caído mas bajo…- Sakura tomo su bolso, observando la pareja, el sobre en sus manos se deslizo sutilmente asegurándolo entre sus dedos, en su estomago una extraña sensación, -que supuso seria un ataque de asco, producto de la visión – de vacío y estreñimiento le hizo vacilar en su primer paso bajo la lluvia. Analizo por un momento los movimientos bruscos de la mano de Sasuke en las nalgas de Karin. El sobre se arrugo en sus manos.
Sasuke había tenido incontables novias, y una intacta fama de Casanova. Pero, jamás, en su vida, había visto una muestra ajena de sus… ¿Acciones Conquistadoras?. Era, era…
Sus piernas avanzaron bajo la lluvia con paso constante y rápido. Sus ojos con el sol cambiaron a un verde mas claro y sutil que se escondía bajo espesas pestañas, mientras avanzaba.
Quiso aclararse la garganta cuando estuvo a menos de dos metros. La llovizna calida empapaba sus mejillas, y sintió calor mucho calor. Pero ningún modesto sonido carraspeo sus cuerdas vocales.
-Espero interrumpir algo. Esto es asqueroso. – Dijo Sakura en un tono burlesco, su mirada se clavo en el rostro de Sasuke. Por unos momentos, deseo ser cíclope, y atravesarlo con rayos. Sasuke sonrío, elevando levemente la comisura de su labio derecho. Sus manos estaban incrustadas en las nalgas de Karin. Sakura bufo.
-¡Saku…!- Antes de que la voz nasal de Karin aturdiera el ambiente, Sasuke se adelanto, colocando el pulgar en los labios gruesos de la peliroja, que sonrojada dio un brinco en su lugar. Sakura rodó sus ojos, ¿Qué clase de mujer se permitiría tocar así, por Sasuke Uchiha?. La mirada de Sasuke: irónica como siempre se cruzo con Sakura, mientras en dos pasos alejaba a Karin y se aproximaba a Sakura.
- Interrumpes, Sakura. No tengo tiempo para que tu frente refleje mi rostro mientras beso a mí… chica. – Karin suspiro más atrás.
- Mira, cuan avergonzada estoy. – Contesto Sakura, insípida y sarcástica. Sasuke humedeció sus labios rojos por la fricción, Sakura entrecerró sus ojos.
-¿Qué quieres?- Pregunto Sasuke.
Sakura frunció el ceño: Quería golpearlo, humillarlo, y luego desaparecerlo de su vista. Pero, aquello era tan imposible como el color chillón del cabello de Karin.
- Curso. Fin de Semana. – Y con esas 4 palabras, mojada y con un sentimiento de satisfacción entrego el sobre arrugado a Sasuke, quien desconfiado lo tomo. – A mi tampoco se me hace gracia pasar el fin de semana contigo Sasuke, pero, como sabemos esto es tu culpa. – Sakura hecho un vistazo hacia atrás, y sonrió ante el rostro desconcertado de Karin. – Y parece que a tu chica, tampoco se le hace grandioso. -
Es la gracia del señor.
Una nube cubrió los últimos rayos de luz dorados, de nuevo el color gris se apodero de la Ciudad de Tokyo y el distrito Konoha.
AQUI SE ACABA EL CAPITULO Y VEREMOS COMO LES IRA A SASUKE Y A SAKURA EN EL DICHOSO CURSO
INCOGNITA!!::: MUCHAS GRACIAS POR DEJAR TU COMENTARIO Y LO SE LO DE HINATA ES MUY FUERTE Y PARECE AUN LE AFECTA A SAKURA SABER DE ELLOS Y SIN MAS DEJO CONTINUACION SALUDOS!!
Andrea Luna:
Me ha encantado de verdad!! Soy nueva leyendo y tu fic y encerio que que buena historia un mega saludo y ojala puedas leer el mio, apenas lo empece y me encantaría una critica constructiva y porque no? destructiva también :=D: Jájajaa espero la continuación..
Incógnita:
Por favor! ¡ya trae la conti'!
Esto cada vez se pone mas genial y ya no aguanto las ganas de saber que más pasará.
Greenie:
Holaaaaaaa!
Ameeeeeee tu fic!*-* muero por leer la continuación!
Espero y sea pronto, por fa apenas leas esto nooo tardes, estare pendiente.
:) un abrazo y en serio ame el fic!
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