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[+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
Dresti:
Historia: Seducción. ¿el día o la noche?
Autora: yo, Dresti, y nadie más xD
Género: Romance
Clasificación: +18
Advertencia: Lemon y puede que más adelante algo de violencia, asi k si eres sensible no leas xD
Publicaciones: MundoSasuSaku, imperio-shippuden y anteriormente Fanfic.es(hasta k borraron mi cuenta)
Resumen: Sasuke Uchiha es el hijo del gran acaudalado de Konoha, es arrogante, frío y mujeriego, cada semana se le conoce una nueva 'novia', Sakura Haruno es una chica impopular, la empollona de clase, no viste atractivo y ningún chico se fija en ella, la historia empieza cuando Ino le ofrece trabajar a Sakura en su discoteca, esta como anda mal de dinero acepta, lo que no se espera es que tendrá que hacerlo atendiendo la barra y con un atuendo al que no está acostumbrada y fingiendo ser alguien que no es, ¿pero que pasa si empieza a gustarle su nueva vida? ¿cómo llevará ser la inocente Sakura Haruno de día y ser la explosiva Kristen Drave de noche? y todo es más dificil cuando su primer cliente es nada más y nada menos que un Sasuke Uchiha dispuesto a todo con tal de acostarse con ella.
Hiii! bueno aki traslado mi fic :) sera una lata volver a subirlo todo pero hago cualkier cosa x mis lectores(o casi todo xD) en fin tratare de subir los capis lo + pronto posible, el k kiera segir leyendo x donde va el fic realmente k entre en mi foro k es donde pongo primero las contis arteanime.foroactivo.com
1.
Él nunca se había dado a conocer como hombre de una sola mujer, siempre le había gustado tener a todas a sus pies pero no estar atado a ninguna, ¿él estar de novio con alguien? ja, no estaba dispuesto a perder su libertad.
Era arrogante y trataba con muy poco respeto a los demás, sobre todo a aquellos que consideraba que no merecían su atención.
Apenas si tenía 18 años y ya se había acostado con las chicas de media ciudad provocando así la ira de su padre, uno de los grandes acaudalados de la ciudad.
-¿Nunca asentarás la cabeza? me dejas en muy mal lugar delante de los demás con tu fama de mujeriego y juerguista.
Y él nunca le hacía caso, total, ¿qué le importaba lo que su padre pudiese decirle? él era dueño de su vida y nadie le decía lo que tenía o no tenía que hacer.
Apenas si prestó atención a la regañina de su padre.
Y entonces, un mensaje en el móvil.
esta noche se inaugura una nueva discoteca, ¿te unes?
Sonrió de medio lado y se fue hacia su cuarto dejando a su padre con la palabra en la boca.
Ella nunca había sido popular ni mucho menos una persona que se metiese en líos.
No llamaba la atención y más bien la gente solía reírse de ella y de su aspecto.
No tenía por costumbre vestir muy llamativa, siempre llevaba ropa holgada, sus gafas dejaban mucho que desear(eran de esas de culo de baso) y el pelo rosa lo llevaba recogido en un moño.
Cualquiera diría que tenía 18 años.
Era de la típica a la que todo el mundo ve en el instituto y la tacha de ''empollona'' y no les faltaría razón, pues de las 24 horas del día 30 las pasaba estudiando.
Por eso no entendía como se había dejado engatusar por su amiga Ino y meterse en semejante embrollo, aunque ella también se había dejado enrredar sin perdir explicaciones.
Ino era todo lo contrario a ella, una chica rubia de ojos azules muy guapa y coqueta, allí por donde iba llamaba la atención de todos los hombres, uno de ellos su actual novio, Sai.
Vivían juntas desde hacía un año y a pesar de lo poco que tenían en común ambas se llevaban muy bien y se contaban todas las cosas.
Hacía unos cuantos meses a Ino se le había ocurrido la brillante idea que ahora dejaba a Sakura en problemas.
-Sai y yo vamos a abrir una discoteca-anunció un día después de llegar de clase a la noche.
-¿Y de dónde sacaréis el dinero?-preguntó la pelirosa.
-Bueno, el padre de Sai nos lo dejará.
-¿Y qué quieres que haga yo? porque si me lo cuentas con ese tono de voz es que algo quieres que haga.
La rubia sonrió inocentemente.
-Solo quiero que nos ayudes, te pagaremos-dijo-no te puedes negar, tú misma has dicho que necesitas dinero urgentemente.
Sakura suspiró, eso era cierto, su economía no andaba muy allá.
-¿Qué queréis que haga?
-Mmm, nada importante ya te avisaré, gracias por aceptar.
Pero para nada se había pensado que Ino se atrevería a meterla como camarera y menos con aquel uniforme.
El uniforme consistía en un top azul elétrico y una minidalda del mismo color, con unas botas negras de tacón de aguja.
¿Cómo iba ella a vestirse así? y lo más extraño ¿cómo había aceptado aquello cuando Ino se lo contó todo el día anterior?
Pues muy simple, por no herir a su amiga y por el sueldo que se llevaría cada mes.
y hablando del rey de roma, en ese momento Ino llegó al apartamento.
-¿Qué haces todavía sin vestir?-le dijo su amiga-la apertura será dentro de dos horas y necesitas arreglarte.
-No me lleva dos horas vestirme Ino-dijo la pelirosa.
Ino se llevo una mano a la cara.
-Vamos a ver querida, tendrás que maquillarte y arreglarte el pelo, ah, y nada de esa actitud tímida y distante tuya ¿eh? tendrás que ser alguien diferente.
-¿Alguien diferente?-preguntó la chica con cierto temor.
-Si, quiero que saques a la Sakura explosiva que llevas dentro.
La pelirosa puso cara de espanto.
-Por favor Sakura, esta noche es muy importante, además a la apertura va a venir el hijo del mayor acaudalado de la ciudad y necesito que todo esté como deba estar.
Sakura miró de nuevo su uniforme y suspiró, en menudo papel se había metido.
-Mi reputación de niña impopular quedará tirada por el suelo, ¿qué dirán las grandes empresas cuando vean en mi curriculum que trabaje de cabaretera.
-Camarera-corrigió Ino-y no te preocupes ya había pensado en eso, te cambiarás de nombre.
Sakura se la quedó mirando.
-Por el día serás la buena e inocente Haruno Sakura y por la noche serás la explosiva Kristen Drave.
-Te odiaré toda mi vida por esto-dijo la pelirosa.
Ino sonrió.
-Lo sé, pero no te viene nada mal un ca,bio de aieres, por Dios Sakura tienes 18 años y llevas la vida de una monja de 50, tienes que salir con gente de tu edad y conocer chicos.
Las dos se quedaron en silencio.
-A ver doña jefa, ¿y como quieres que me arregle?
-De eso ya me encargo yo.
Naruto y él iban en el despampanante descapotable rojo que se había comprado hace poco.
-Oye teme, y dime ¿es verdad eso de que tu padre está enfadado por tus salidas?
-Hmp, a mi ese que diga lo que quiera.
El rubio sonrió.
-¿Y a quién te has traído hoy? ¿A Karin, a Temari, a Tenten...?
-A ninguna de esas odiosas, son unas perras que no hacen más que molestarme, cuando las quiera ya las llamaré.
-Así que hoy vamos de cacería ¿eh? ¿quién caerá esta vez en tus redes?
-Hmp, ya hemos llegado.
La entrada de la discoteca estaba abarrotada de gente, la apertura de la discoteca Daikiri había dado mucho de que hablar y la verdad es que tenía muy buena pinta, los dos se colocaron en la cola para entrar.
El guarda les dio la entrada y ambos entraron adentro.
El lugar estaba abarrotado de gente y la música sonaba a todo volumen.
Caminaron un poco y se dirigieron a la barra.
-Mira quién hay ahí Sasuke-dijo Naruto.
En frente de ellas había dos chicas que estaban bien buenas, una rubia y otra pelirosa.
La rubia le estaba explicando algo a la otra, que parecía estar muy nerviosa.
Sasuke conocía a la rubia, según tenía entendido ella y el novio eran los dueños de la discoteca, pero quién realmente llamaba su atención era la pelirosa, nunca la había visto y con solo mirar las curvas de su cuerpo el calor se le acumulaba, sobre todo en cierta zona.
Sonrió, ya había encontrado a su próxima presa.
-Y ves, un mojito se sirve así.
Ino y ella habían llegado una hora antes de la apertura para que la rubia le explicase como tenía que servir, ya que Sakura en la vida lo había hecho.
Asentió, si había entendido bien, sabría defenderse en la barra, el problema era como tratar a los clientes.
-Si ellos te hablan les sigues la conversación y ya está-repitió Ino por enésima vez-y ahora te dejo que mira como está esto lleno de gente, suerte Sakura.
La pelirosa se quedó sola en la barra.
Suspiró y se giró, quedando en frente a las botellas de las bebidas.
Aquello no estaba hecho para ella, no señor, aquel ambiente, aquella música, la gente, y sobre todo la ropa y el maquillaje.
Volvió a echarse un vistazo, el uniforme solo tapaba lo justo y necesario e Ino la había maquillado dejándola irreconocible, sobre todo por el largo pelo rosa que solía llevar recogido en un moño y que ahora caía en cascada por toda su espalda hasta rozarle el trasero.
-Hola-dijo alguien a sus espaldas.
La pelirosa se giró, su primer cliente, y casi se queda de pidra cuando sus ojos verdes chocaron con aquellos negros.
Aquel sin duda era el chico más guapo que había visto en toda su vida.
Alto, moreno y de tez blanca, con una media sonrisa altanera y una mirada traviesa pero mezclada con frialdad.
Hubiese reaccionado normal sino fuese porque aquel físico de infarto y aquella mirada que la deboraba.
Se sonrojó y trato de hablar pero solo consiguió balbucear.
Él sonrió divertido, como si acabase de empezar un juego.
2.
Sintió como la miarada del chico la quemaba.
-Ho-hola-balbuceó, sonrojada.
Apesar de la semi oscuridad de la discoteca el chico lo notó y sonrió de medio lado.
Un ardor irreconocible para Sakura le quemó el cuerpo.
El pelinegro se la comía con la mirada y ella cada vez estaba más caliente, dios mío, ¿cómo conseguía ese tío ponerla así? si ni siquiera lo conocía.
Ella, Sakura Haruno, una persona con una vida monótona y aburrida en una situación así el primer día de trabajo, aunque claro está, en su trabajo tampoco era para esperarse menos y más con aquel uniforme.
-¿Qué te pongo?-se decidió a preguntar.
Él apartó la vista del cuerpo de la chica y la clavó en sus ojos.
Sakura casi se siente estallar cuando el pelinegro le susurró su pedido al oído, rozando los labios con el lóbulo de su oreja.
-Bacardí limón.
Las manos le sudaban y temblaban y él al notarlo sonrió.
Tenía que tranquilizarse o quedaría en el mayor de los ridículos.
Se giró y fue a por la botella para servir la bebida.
¿Cómo había logrado un completo desconocido ponerla tan caliente? es más aún notaba su mirada clavada en su trasero, dios mío, es que era tan sexy que imágenes y deseos que nunca antes había tenido ahora inundaban su cabeza.
Volvió a la barra y se concentró en servir la bebida sin mirarlo ni un momento.
-¿Y cómo te llamas?-preguntó él con su seductora voz.
-Sa...etto Kristen Drave-dijo.
Estaba tan nerviosa que casi largaba su verdadero nombre.
El ojinegro ladeó la cabeza, sin dejar su continuó escrutinio mientras ella se afanaba por mirar la botella.
-¿Y cuantos años tienes Kris?
-18.
Para su pesar el vaso casi estaba lleno a reventar así que sin levantar la vista le entregó la bebida.
El chico cogió el vaso y sus manos se rozaron.
El calor parecía querer abrasar a Sakura.
-¿Y cuál es tu nombre?-preguntó ella intentando sonar indiferente.
-Sasuke Uchiha, también tengo 18.
El chico se llevó la bebida a la boca de una forma tan sexy que a Sakura casi se le escapa un sonido de placer.
-¿Quieres un trago?-preguntó él.
Ella no solía beber, pero en esos momentos de calentón, sentía que nada más podía ayudarla.
Cogió el vaso y se bebió un buen trago, a decir verdad aquello no sabía tan mal.
-¿Tienes algo que hacer después de salir del trabajo?
aiaiai, aquello estaba tomando un tono del que ella no sabía si podría seguir, le había prometido a Ino que seguiría la conversación de los clientes pero aquello estaba llegando a un extremo muy fuerte.
-N-no-contestó.
Entonces para sorpresa de ella Sasuke se levantó, puso las manos sobre la barra y se inclinó hacia ella con una mirada que mataba de lo lujuriosa que era.
-¿Vendrías conmigo?-preguntó a unos dos centímetros de la boca de la chica.
''Ay Dios ahora que hago'' se preguntó la pelirosa''es que está tan bueno...no irá...no irá''
No acabó, los labios de Sasuke se movían a un ritmo frenético sobre los de ella.
Abrió los ojos, impactada, su mente le gritaba que se partase, solo lo conocía de aquella noche y aquello no estaba siendo correcto, pero el diablo de su cabeza le instaba a corresponder a aquella llamada al deseo y por una vez accedió.
Nunca había besado a nadie por eso se le hizo tan complicado responder al exigente beso del chico.
El pelinegro le mordisqueó el labio y ella abrió la boca dejando así paso a la irrefrenable lengua de Sasuke.
Concentrada ya en el beso y en las nuevas sensaciones que estaba experimentando Sakura se pegó todo lo que pudo al cuerpo del chico(tenían la barra de por medio).
Un gemido se escapó de su boca cuando una mano de Sasuke se posó sobre su trasero y se lo apretó fuerte.
Dios se iba a morir de deseo, estaba comportándose como una fulana y le estaba dando igual.
Las manos de Sasuke eran como fuego sobre su piel y apenas si se despegaban para tomar un poco de aire antes de volver a fusionarse.
-Ejem-dijo alguien al lado de Sasuke.
Sakura y él se separaron, un chico rubio los miraba con una sonrisa pervertida.
Solo entonces Sakura fue consciente de la escena que ambos presentaban.
Sasuke tenía las manos en el trasero de ella y las de ella estaba amarradas a la camisa de él.
Se puso roja como un tomate y se apartó rápidamente de Sasuke.
-Siento interrumpir, si queréis me voy y vuelvo más tarde no quiero estrpearos la velada-dijo el rubio.
Sakura se puso aún más roja, ¿qué había hecho? eso no era propio de ella, tenía que alejarse de allí o moriría de la vergüenza.
-Eh no es igual-dijo al ver su salvación, otro cliente-debo seguir atendiendo, ¿tú querías algo?
El rubio puso cara pensativa.
-Lo mismo que le has puesto al teme-dijo con tono pícaro y en doble sentido.
Sakura se puso roja como un tomate.
Sin saber porqué el comentario que hizo su amigo no le hizo gracia.
Clavó su vista en Kristen que se había puesto como un tomate.
-Era broma-dijo Naruto-con que me pongas la misma bebida llega, por cierto me llamo Naruto ¿y tú?
-Kristen Drave-contestó Sasuke con tono afilado.
Naruo sonrió, Sasuke era demasiado territorial con sus presas y con esta sobre todo.
Kristen le tendió el vaso de Barcardí y luego se fue como alma que lleva al diablo al otro lado de la barra.
-Tú no pierdes el tiempo ¿eh?-dijo el rubio dando un sorbo a u bebeida.
Sasuke hizo lo mismo con la suya.
-La tenía casi en el bote, ¿no podías haber llegado en otro momento dobe? realmente eres una molestia-dijo el moreno ácidamente.
-Bueno, siempre podrás llamarla para quedar más tarde.
Sasuke no contestó.
-Un momento, ¿no le has pedido el número? ¿quién eres y que has hecho con Sasuke Uchiha?
-Estaba ''pensando'' en otras cosas como para preguntarle el número de teléfono.
El pelinegro hablaba con Naruto pero aún así tenía la vista clavada en el movimiento de las caderas de Kristen cada vez que esta se movía, de solo imaginar lo que sería hacerla suya y hacerle gemir su nombre, la tela del pantalón le oprimía el miembro erecto con fuerza.
-Oye teme, en mi presencia no te pongas libidinoso eh?-dijo el rubio al notar el ''estado'' de Sasuke.
El pelinegro apartó la vista de la chica, pero aún así esta parecía llamarlo co gritos silenciosos, obligándole a clavar la mirada una y otra vez en aquellas deliciosas curvas que hacía un rato había acariciado.
Cerró los ojos y se relajó, hasta que consiguió doblegar su deseo.
La chica rubia que había estado hablando con Kristen se les acercó con un teléfono en la mano.
-Eres Sasuke Uchiha ¿no?-preguntó estudiándolo con la mirada.
-Hmp, si.
-Es tu padre-dijo tendiéndole el teléfono.
Sasuke contestó sin mucha ansia.
-¿Dónde estás?-preguntó Fugaku-¿en una discoteca verdad? nunca cambias.
-No te interesa.
-Esto se va a terminar Sasuke, mañana mismo empezarás en la Universidad de Konoha.
-¡¿Qué?!
-Lo que oyes, o estudias y empiezas a hacerte responsable o te mando interno a un monasterio y dile a Naruto que su padre está aquí y que la misma advertencia va para él.
Sasuke colgó, furioso.
Tiró el teléfono de un golpe al suelo.
-Oye que me ha costado dinero-dijo la rubia-desde luego, serás guapo pero un estúpido mal educado.
Ino se marchó pero Sasuke no le prestó atención.
-¿Qué pasó?-preguntó Naruto.
-Que nos han jodido la vida-dijo Sasuke levántandose de su sitio y dirigiéndose a la salida.
Naruto lo siguió.
Hacía una hora que la discoteca había cerrado y ella e Ino volvía a casa andando.
-¿Y qué tal tu primer día? ¿has sacado a la chica explosiva que llevas dentro?-le preguntó la rubia.
Sakura no respondió, estaba roja como un tomate.
-Bueno...no me hizo falta actuar-contestó.
-Por cierto, ¿sabes que me encontré con el hijo del acaudalado de Konoha? ese chico del que te hablé, arg es un impresentable, aunque está bien bueno.
Sakura apenas prestaba atención.
-Pues eso, su padre lo llamó para echarle la regañina, parece que el nene se pasa todo el día de juerga y no da un palo al agua, pero parece que a Sasuke ya le acaba lo bueno.
Sakura se paró en seco al escuchar aquel nombre.
-¿Has dicho Sasuke?
-Si, ¿por?-dijo su amiga extrañada.
-Por nada, por nada.
Ino no podía estar refiriéndose al mismo Sasuke que ella pensaba, no por Dios, había hecho el ridículo delante del chico más guapo y rico de toda Konoha.
-Por cierto llamaron de la Universidad de Konoha-dijo Ino-empezamos mañana, estarás contenta, así podrás apartarte al menos por el día de la según tú, estúpida idea de hacerte pasar por Kristen Drave.
Sakura solo sonrió, le alegraba que la hubiesen cogido en la Universidad, pero había otra cosa que la inquietaba, ser Kristen Drave aquella noche no había sido tan malo como esperaba.
Se llevó una mano a los labios y cerró los ojos, abochornada, se había jurado dar su primer beso a su verdadero amor, y no darlo como cualquier zorra al primero que se le pusiese a tiro, no debía dejarse corromper, aunque debía de reconocer que teniendo delante a Sasuke Uchiha era difícil no dejarse llevar por su parte mñas enterrada y que ahora parecía salir aflote, la chica descarada y explosiva que guardaba bajo llave en el fondo de su interior.
3.
-Me parece muy fuerte-dijo Ino mientras cenabamos en casa.
Acababa de contarle mi aventurilla con Sasuke el día anterior y mi amiga estaba que no se le creía, normal casi que ni yo misma lo hacía.
-Y encima te llama fea esta mañana, si supiera quien eres...-dijo.
Yo ya le veía las intenciones.
-Ino, por tu bien espero que no digas nada.
-Tranquila, prometo que estaré bien calladita-dijo levantando una mano.
Las dos acabamos de cenar hablando de otras cosas.
-Por cierto, he hecho unas cuantas compras para ti-dijo arrastrándome hasta la habitación.
Me quedé de piedra cuando encima de mi cama vi cinco enormes bolsas de tiendas de ropa.
-Te hará falta para ir a trabajar-dijo la rubia.
-Pero el uniforme...
Mi amiga puso cara de culpabilidad.
-Me inventé lo del uniforme para que aceptaras ponerte otro tipo de ropa más moderna-dijo.
La taladré con la mirada, no, la fulminé.
-Es bueno saber que no tengo motivos para vestirme como tú.
-Oh, si que los tienes-dijo ella con una sonrisa-¿qué dirá Sasuke si se entera de quien eres?
Ups, no me acordaba de ese detalle.
-Esta bien-refunfuñé.
-Otra cosa-dijo mi amiga.
-Ahora no me vengas con que me has comprado más cosas-dije.
-No, no es eso, yo hoy tengo que estar antes para organizar unas cosas con Sai, el pobre ya se encarga de casi todo y de vez en cuando tengo que ayudar-dijo-así que hoy tendrás que ir tú sola, ¿te acuerdas del camino?
-Si-dije en un suspiro.
-Entonces, nos vemos dentro de hora y media-dijo ella despidiéndose.
Ino siempre igual, no me cuenta las cosas hasta el último momento.
Miro la cama y empiezo a sacar la ropa, no me sorprendo, sé de sobre como viste Ino y lo que me encuentro es como si fuese para ella.
Mini faldas, camisetas de tirantes, de manga corta, de palabra de honor, pantalones, shorts....y también tres pares de zapatos y unas cuantas joyas.
Intento pensar como ella para saber que es lo más adecuado para ponerme.
Opto por un short rosa claro y una camiseta negra con letras rosas en las que pone ''taste me''(saboreame), típico en Ino.
De zapatos cojo unas francesitas negras, me miro en el espejo.
Quito las pinzas que sujetan mi pelo en un moño y lo dejo suelto, estoy irreconocible, y lo más sorprendente es que me gusto.
Me peino bien, me pongo unos pendientes, cojo la caja de maquollaje que mi amiga me ha dejado, no estoy segura de que hacer pero intento hacerlo como Ino me dijo.
El resultado no ha sido malo, me puse la raya en los ojos y una sombra rosa claro, y gloss, si creo que se llama así.
Ya estoy lista, cojo una chaqueta del mismo color que el short, el bolso que me ha dejado Ino ayer y me marcho.
He acabado de arreglarme.
Me he puesto unos vaqueros y una camisa blanca de manga corta, me peino(o por lo menos lo intento ya que mi pelo es muy rebelde) cojo mis cosas y salgo de mi cuarto.
-¿A donde vas?-preguntó mi padre al verme pasar por delante de su despacho.
-Hmp, que yo sepa las salidas nocturnas no están prohibidas-dije.
-Va a ver a una chica-dijo Itachi apareciendo detrás mío-se llama Kristen.
Lo fulminé con la mirada, es culpa mía fiarme de mi hermano aún sabiendo que lo larga todo.
Mi padre cerró los ojos.
-¿Algún día sentarás la cabeza?-preguntó en voz baja.
-Hmp, me voy.
Me alejé de mi padre y mi hermano.
Salí a la cálida noche y entonces una sonrisa se formó en mi rostro mientras comenzaba a andar.
Hoy iba yo solo y por lo tantao nadie me interrumpiría, iba a pasar un muy buen rato con Kris.
Justo para sorpresa mía, cuando estaba llegando a la discoteca dicisé una arga cabellera rosa.
Kristen caminaba delante mío, con sus dulces y sensuales movimientos.
Me acerqué a ella y le puse una mano en el hombro.
-Buenas noches.
Ella me miró y sonrió.
-Buenas noche Sasuke-contestó con su cantarina voz, algo nerviosa, creo que por mi cercanía.
Lo que ella no sabía es que yo pretendía estar mucho más cerca.
Me gustaba ponerla nerviosa.
-¿Me has echado de menos?-le susurré al oído.
-No hemos visto ayer y...conocido-dijo alejándose un poco.
Al parecer no lo voy a tener tan fácil, me gusta, los retos difíciles son los interesantes.
Caminamos juntos, ella mirando al frente y yo con la vista clavada en ella.
-¿Y Naruto?-preguntó.
Me molesté, ¿por qué se interesaba por Naruto?
-Hmp, en su casa, castigado, ¿a caso querías verlo?
Ella alzó una ceja.
-No, pero ambos parecéis lo que se dice, ''amigos que siempre salen juntos de fiesta''
-Bueno, si me das a elegir yo prefiero con creces que me acompañes tú si quieres-dijo mientras le daba un mordisquito en la oreja.
La escuché suspirar, pero me miró decidida.
-Para quieto por favor.
-¿Te pongo nerviosa?-pregunté.
-No es eso-contestó atropelladamente.
Llegamos a la discoteca y yo me fui por el lado de los clientes y ella por el de los empleados.
Entré y esperé paciente a que apareciese por la barra.
No tardó en aparecer, esos shorts rosas y esa camiseta negra y menuda camiseta ''taste me'' decía, la hacían verse más hot de lo que ya era.
-¿Quieres algo?-me preguntó.
-A ti-contesté.
Creo que la hice sonrojar pero supo mantener el control, bien eso sería por poco tiempo, ya me encargaría yo de eso.
-Hablo en serio-dijo.
-Un cubata estaría bien-dije sin apartar la vista de ella.
Tenía todo lo que cualquier hombre pudiese desear, unas piernas largas y torneadas, un trasero perfecto y una delantera...que ya la quisiesen para si algunos equipos de fútbol, pero esa noche solo yo gozaría de ella.
No sé porque me pongo tan nerviosa al estar cerca de él, será por la forma en que me mira.
De todas formas no puedo evitar sentirme un poco enfadada por su actitud conmigo a la mañana, Uchiha es el típico que se las lleva a todas de calle, y no me extraña, pero yo no quiero caer, solo seré su amiga.
Pero cuando me dice cosas como la de ahora me desarma.
Le doy lo que me ha pedido(el cubata ¿eh?) y me voy a servir a la demás gente, hoy la discoteca está muy llena y tengo que ser rápida, algo difícil siendo el segundo día que llevo en esto.
-Te hecho una mano-me dijo él.
Lo miré boquiabierta, ¿cómo había llegado hasta ahí?
-¿Cómo has entrado?-pregunté.
El señaló el hueco que había por uno de los lados de la barra.
Empezó a ayudarme sin que yo pudiese decir nada.
-Así acabarás antes-dijo.
¿Pensaba esperarme hasta que acabase de trabajar? sería muy tarde.
-No me importa hacerlo-dijo con una sospechosa sonrisa como si supiese lo que acababa de pensar.
Entre los dos atendimos a toda la multitud, de vez en cuando nos cruzábamos y él se rozaba conmigo o me miraba y eso ya bastaba para hacerme suspirar.
Estaba tan tentador sirviendo copas y más como iba vestido, me mordí el labio inderior.
Reaccioné, no podía pensar esas cosas, no, tenía que centrarme pero era completamente imposible.
-Ya hemos acabado-dijo unas cuantas horas después.
Estaba demasiado cansada, esta noche el trabajo había sido duro, menos mal que mañana era domingo.
-¿Vamos a dar una vuelta?-me preguntó con su grave voz.
Cada membrana de mi cuerpo tembló.
-Es muy tarde-dije.
-Mañana es Sábado, anímate, no quiero volver a casa y me gustaría...conocerte mejor-dijo mirándome de arriba a abajo.
Me derretí, esa forma en que me miraba me hacía delirar.
Acabé aceptando y los dos salimos juntos.
-¿Estudias?-le pregunté para romper el hielo, y debo confesar que tambien para saber más de ´rl, aunque conocía la respuesta a la pregunta.
-Hoy empecé la Universidad obligado-dijo con su tono frío.
-¿Obligado?-eso era nuevo para mi.
-Mi padre dice que me paso toda la vida de juerga con Naruto y que debo preocuparme más por mi futuro y bla bla bla.
-Tal vez tenga razón-dije, sabiendo que la tenía.
-Hmp, pero él sabe que a mi nadie me dice lo que tengo que hacer.
-¿Y no tienes novia?
Sonrió de medio lado.
-¿Importa?
-No me gustaría ser el juguete del mujeriego de la ciudad-dije, y eso es cierto aunque en ese momento creo que no me importaría.
-No eres fácil y eso me interesa-dijo él.
Entramos en un bar.
-¿Qué quieres?-me preguntó.
-Nada.
Lo que menos me hacía falta era emborracharme con Sasuke.
-Dos tequilas-pidió.
-¿Tequila?-dije-¿estás loco? yo nunca bebo.
-Mira que bien, siempre hay una primera vez para todo.
El camarero nos sirvió y Sasuke se lo bebió todo de un trago.
En fin, no hay mal que por bien no venga.
Agarré mi vaso y me lo bebí todo, aquello sabía muy fuerte.
Y después de aquel vinieron más y en seguida empecé a notar los efectos.
En cambio el seguía tan sereno, o por lo menos lo aparentaba.
-Eres malo Sasuke-balbuceé.
-¿Por qué?
-Me has emborrachado-dije riéndome.
-Lo has hecho tú sola-contestó él también con una risa.
Vaya, parece que si le hizo efecto.
-¿Nos vamos?-preguntó.
No me creía capaz de aguantar más tiempo así y si seguía bebiendo no quería ni maginar lo que podría llegar a hacer o decir.
Sasuke lo pagó todo y los dos salimos.
Él me guiaba por la calle, me di cuenta de que no íbamos hacia la ciudad sino a las aueras.
-¿A dónde vamos?-pregunté.
Él se giró y no sé en que momento me acorraló contra la pared, no tardó ni un segundo en atrapar mis labios en un feroz beso.
Yo entre que estaba borracha y que ya no podía sostener lo que sentía me dejé llevar y le respondí con la misma intensidad.
Que bien besaba el condenado y lo caliente que me estaba poniendo, ahora mi razón quedó enterrada y solo me dejaba llevar por el mismo instinto animal que él.
Nos separamos, y entramos en un pequeño hostal, alquiló cuarto y subimos.
Sonreí, ahí la tenía, tumbada en la cama debajo mío.
Los dos estabamos borrachos, ella más que yo, pero no era el alcohol el que nos incitaba a hacer esto.
La volví a besar con furia introduciendo mi lengua en su boca y protagonizando con la de ella una infernal danza.
Dejé sus labios y me concentré en su bonito y seductor cuello.
Mordí, besé, lamí, hice de todo.
-Ahh-gimió ella.
Bendito el que la crease y me permitiese tenerla así.
Con mis manos acaricié todo ese cuerpo perfecto.
Gimió fuerte cuando le pellizqué uno de los senos por encima de la ropa.
-Sa-sasuke...espera...-murmuró empujándome un poco.
-¿Qué pasa?-pregunté ansioso.
-Yo...-dijo ella con un sonrojo-es que yo...
No me costó mucho entender y me llevé una gran sorpresa, una chica como ella y vorgen, era increíble.
La miré a los ojos pero ella aprtó la vista avergonzada.
-Que más da-dije volviéndola a besar.
El echo de que yo sería el primero lo hacía todo más excitante
El alcohol y mis caricias hicieron que no volviese a interrumpirme.
Sus manos se movían ritmicamente por mi espalda y empezaron lenta y dudosamente a inspeccionar mi cuerpo mientras yo la seguía besando en el cuello.
Le saqué la camiseta que ya me estaba estorbando y la dejé en sujetador, se veía demasiado tentadora.
Ella hizo lo mismo con mi camisa.
-Eres tan sexy...Sasuke.
La forma en que pronunció mi nombre me hizo enloquecer.
Le saqué el sujetador y comencé a lamer y succionar con desesperación uno de sus senos mientras que mi mano atendía al otro de una forma igualmente placentera.
-Ahh-gimió.
Eso es pequeña Kristen, disfruta.
Sus manos masajeaban mi cabeza y mis hombros mientras soltaba dulces gemidos.
Bajé mis manos hacia el cierre del short y se lo quité.
Ella siguiendo lo que yo hacía dirigió sus temblorosas manos a mi pantalón y lo desabrochó.
Con su mano rozó sin querer mi ya animado amigo, tuve que morderme el labio para no gemir.
Kristen me atrajo hacia si y volvimos a besarnos, rocé nuestros miembros aun cubiertos por la ropa y acariciándole los senos con las manos haciendo que ella arquease la espalda y me besase con más violencia.
Si ella era así en su primera vez, como sería cuando tuviese más experiencia.
Eso me descolocó un poco, por lo general yo no era de esos que se acostaban con una mujer varias veces, pero había algo en Kristen que me hacía tener más y más ganas de ella.
-¿Lista para un poco de sexo oral?-le susurré al oído.
-¿Q-que?-dijo-no no Sasuke por favor.
Sus suplicas no sirvieron de nada, le quité las bragas undiéndo mi cabeza en su zona íntima y estimulándola con mi lengua.
-Ahh Sasuke...para...por favor.
-Si quieres que pare-dije mirándola-deja de gemir así, me incitas.
Volví a mi trabajo haciéndola gemir, noté que en poco rato se correría, y en efecto poco después me encontré relamiendo los restos de su primer orgasmo, provocado por mi.
Ahora sus manos me agarraban la cabeza y me suplicaba que no parase.
Esta vez introducí un dedo en su cavidad, haciéndola gemir más fuerta cada vez que lo movía dentro de ella, luego fueron dos y más tarde tres, y estos no tardarían en ser sustituídos por mi miembro que ya deseaba fundirse en aquella cavidad.
Busqué a tientas mis pantalones y saqué un condón, me quité el boxer y me lo puse.
Kristen me observaba muy atenta.
-No quiero que me metas eso por ahí-dijo algo asustada-no cge.
Una carcajada se escapó de mi boca al oír aquella referencia a mi miembro.
-Cogerá-le susurré mientras me posicionaba en su entrada.
Sabía que iba a dolerle y ella también por eso me agarraba con tanta fuerza.
Se veía tan linda con los ojos cerrados, la fui penetrando poco a poco sin perderme un detalle de cada expresión que ponía, era la primera vez que lo hacía, nunca había sentido interés pero ahora si, ella fruncía el ceño y apretaba los labios debía dolerle mucho, decidí acabar con aquello y la penetré de una estocada fuerte.
Ella abrió la boca y tomó una bocanada de aire, nos quedamos quietos.
-La metiste toda de golpe-dijo con molestia-casi me matas de dolor.
Si claro, dijo eso pero ahora era ella con su movimiento de caderas la que me pedía que continuase y así lo hice.
Estar dentro de ella era tan placentero que me volví a dejar llevar por mi instinto animal.
No sé en que momento comencé a gemir yo también, pero es que aquello era delicioso, sentir sus paredes rondeándome y su trabiesa lengua jugando con mi cuello y mis hombros...
Alcanzamos un ritmo frenético en el que ambos gemíamos fuerte, ella iba a llegar pronto a su segundo orgasmo y yo no tardaría en seguirla.
-Sasuke-gimió arqueando la espalda.
-Ahh-me vine yo también.
Suerte del condón porque sino fijo que la dejaba preñada.
Me salí de ella y ambos quedamos boca arriba en la cama.
-Estoy muerta-dijo.
Sonreí, satisfecho de haber conseguido lo que quería.
Se levantó de la cama.
-¿Qué haces? ni sueñes que te dejaré marchar-le dije.
-Tengo frío y todo me da vueltas, no creas que llegaré muy lejos-dijo-además no es tan mala idea quedarse contigo.
Los dos nos pusimos nuestra ropa interior y nos metimos a dormir en la cama.
A la mañana siguiente...
4.
El sonido de mi móvil sonando me despierta.
-Mmm, que dolor-digo en medio de la oscuridad.
Me duele todo el cuerpo, en concreto la cabeza y mi zona más íntima.
No sé donde estoy, prendo la luz para encontrar el móvil y contesto.
-¿Diga?
-¡Hasta que al fin me contestas!-gritó Ino al otro lado.
Hago un gesto de dolor.
-Ino baja la voz por favor.
-¿Dónode estás Sakura?
Buena pregunta, ¿dónde estoy?
Me revuelvo en la cama en busca de una explicación y la encuentro justo a mi lado.
Me quedo sin palabras, Sasuke duerme placidamente en ropa interior a mi lado y solo entonces me doy cuenta de que yo también estoy en ropa interior.
De repente me acuerdo de todo y mi cara se pone más roja que una ensalada de tomate.
Ayer en la noche hice el amor con Sasuke.
-¿Me quieres contestar?-insistió Ino.
-Ino, ya hablaremos luego, chao-y le colgué.
Me llevé una mano a la frente y cerré los ojos, todo volvió a cobrar orden.
Habíamos tomado unos cuantos tequilas y habíamos acabado aquí.
Volví a mirar a Sasuke y una sonrisa se escapó de mis labios, no estaba segura de haberme enmorado pero estaba claro que entre él y yo existía por lo menos una gran atracción fisica que nos hacía perder la razón.
Le pase la mano por el suave pelo negro y él empezó a removerse.
Abrió sus bonitos ojos y se quedó mirándome, luego sonrió de medio lado, yo sabía que aquel había sido su objetivo, acostarse conmigo, era consciente de que me había utilizado, pero en cierto modo yo también lo utilicé a él.
Lo utilicé para liberar la carga que venía enterrando todos estos años, la parte de mi a la que le gusta ser ''mala''
Dos idiotas utilizándose mutuamente.
-Te ves bien en ropa interior-dijo-pero me gustas más sin ella.
Sonreí como nunca lo había hecho, de manera seductora.
Muchas cosas debían haber cambiado esa noche porque ni yo misma me conocía.
La distancia entre nosotros ya era mínima y acabamos comiéndonos la boca el uno a otro de forma desnfrenada como si aquella noche no hubiese existido.
Volvió a sonar el móvil, esta vez el de él.
-Mierda...-mumuró.
Como fuese Naruto o alguien de mi familia el que me molestase en ese momento me los tragaría vivos.
Pues bien no era ninguno de ellos, sino más bien Karin, una zorra a la cual no me doy sacado de encima.
-¿No contestas?-me pregunta Kris.
-No es importante-digo.
-Karin-dice al ver el nombre en la pantalla-me dijiste que no tenías novia.
Me mira con el ceño fruncido, no sé porque pero me molesta que crea que le he mentido.
-Yo no tengo novia, soy un alma libre-la miré bien observando su reacción.
Alguna que otra vez me había ganado un buen numerito después de acostarme con una y decirle eso.
-Me he dado cuenta, sabes tu fama te precede-dijo.
Arqueé una ceja, el móvil seguía sonando, Karin era incansable.
-¿Tantas esperanzas le has dado para qué no te deje en paz?-me preguntó.
-Está harta de saber lo que hay pero no le importa, ella sigue.
Me saca el móvil de la mano y dice.
-Bueno yo puedo ayudarte.
La observo contestar.
-¿Quién es?
-¿Quién eres tú? ¿dónde está mi Sasukito?-se escucha karin al otro lado.
-¿Para qué quieres hablar con mi novio?
Sonreía de medio lado, en esos momentos la cara de Karin debía de ser impagable, y debo reconocerlo me gusto cuando dijo que yo era su novio.
Maldición, debo quitarme esas cosas de la cabeza, yo no soy de esos.
-¡¿Novio?! Sasukito solo es mío.
-Bueno, pues para tu información te diré que eres la mayor cornuda del país-dijo Kris-y por otro lado felicidades, tu novio es muy bueno en la cama.
Acto seguido le colgó.
-No creo que tenga más ganas de llamar-dijo devolviéndome el móvil.
Estoy empezando a preocuparme por lo que empiezo a sentir, no es bueno amarrarse a una mujer Kristen no será la excepción.
Me levanto de la cama y me visto, bajo la atenta mirada de ella, y luego parecía inocente.
-¿No te duele la cabeza?-me preguntó mientras ella también se vestía.
-Hmp, no-contesté recuperando mi tono habitual, la verdad es que si me duele.
Ella lo notó pero hizo como si nada.
-Pues yo en cuanto llegue a casa me voy a tomar una aspirina.
Los dos salieron juntosdel hostal, el día parecía que sería tan soleado como el anterior.
Llegaba la hora de despedirse.
La verdad ninguno sabía que decir.
Sakura no se sentía ya tan segura como lo había estado en el cuarto, realmente se había enfadado un poquito al ver que Karin llamaba a Sasuke pero ella misma se daba cuenta que era inútil dejarse enamorar por un picaflores como Sasuke, sería su amiga pero nada más.
-Quiero que sepas que yo no soy como Karin-dijo-sé muy bien lo que significa esto y no voy a reclamar nada, los dos teníamos...ganas de...pasarlo bien y nada más, pero también quiero que sepas que esto no volverá a suceder, no quiero enamorarme de ti porque sé que tú nunca te atarías nadie y por eso es mejor que solo seamos amigos.
Sasuke se quedó algo sorprendido, la verdad no se había esperado aquello para nada y quizá eso hiciese que sintiese un poco más de atracción por ella.
-Hmp, me da igual.
Sakura sonrió, no porque estuviese contenta sino para dejar a entender que los dos tenían un auerdo, no pasarían de los limites de la amistad, aunque sería muy difícil aguantar a la tentación.
-Entonces...adiós-dijo la pelirosa empezando a andar.
-Oye pelirosa-dijo él frío-me debes una copa.
Estaba de espaldas al pelinegro por lo que él no pudo ver su sonrisa, ella alzó la mano a modo de despedida y después se alejó por la calle.
Creo que me he anticipado en todo lo que dije.
Eso de que no me molestaba nada de lo pasado esa noche.
En verdad no me arrepiento y no le reprocho nada a Sasuke, él ya ha dejado más que claro que no quería una relación y yo me acosté con él igual por lo cual no hay nada que discutir.
Pero en verdad ahora que pienso bien, en el fonde de mi corazón me hubiese gustado que esa escena se repitiese una y mil veces, Sasuke es muy sexy.
Entonces entró en otra parte de mi reflexión que me preocupa aún más.
¡¿Cómo puede dejarme llevar de esa manera?! ¡Sakura Haruno nunca habría hecho algo así!
Y no es que me arrepienta, precisamente ese es el tema, que no me arrepiento.
Pero en fin ahora ya es tarde para lamentarse, no puedo negar que había una parte de mi que ansiaba ser así como fui con Sasuke.
Ahora había provado el veneno y ya me había vuelto adicta.
Me encontré a Ino esperándome en la puerta de casa, puso vara de espato, a saber que cara tenía.
-Es largo de explicar-dije antes de que me preguntase-primero déjame tomar una aspirina antes de que me estalle la cabeza.
Después de que me tomase la aspirina nos sentamos a la mesa.
-Empieza-dijo mi amiga.
Yo no sabía como empezar, me daba vergüenza contarle eso a Ino(Inner: que chic más bipolar, primero es una atrevida que le echa los perros a la zorra(karin) y ahora vuelve con su timidez).
-A ver, después de trabajar me fui a tomar un tequila por ahí-dije.
-¿Con?
No contesté.
-¿Con?-insistió.
-Con Sasuke-suspiré.
Mi amiga abrió los ojos y la boca sin dejar de mirarme.
-Nos emborrachamos y entre una cosa y otra...acabamos en un hostal.
-Acostándoos-dijo mi amiga.
-Si, ala venga ya puedes echare el sermón.
Pero Ino no me echó ningún sermón.
-Bueno, yo no soy quien para decirte con quien te echas un polvo, aunque sea el bragueta floja ese.
Solté una carcajada.
-¿Y qué, como fue?-me pregunto con una sonrisita-a ver no pido detalles ¿eh?
-Ardiente-contesté de una.
-Osea que volverás a repetirlo-dijo ella.
-No, bueno al menos con él no.
Ino me miró extrañada.
-No quiero enamorarme de un tipo tan liberal como él, me haría daño, llegamos a un acuerdo y hemos quedado como amigos.
-Lo verás todos los días en clase, es más te recuerdo que él se ríe de Sakura.
Me había olvidado de ese detalle.
-No sabes mentir Sakura-dijo Ino con toda la razón del mundo-¿qué harás cuando Sasuke se encuentre a Sakura en la universidad?
-Ni hablarle-contesté-me muero como él se entere de que soy Kristen.
En ese momento alguien abrió la puerta de la calle.
-Bue...¡ala!
Sai acababa de entrar y ahora me miraba con ojos desorbitados.
-Sabía que Ino había hecho un buen trabajo pero ni en sueños me había imaginado esto-dijo-Sakura eres realmente linda.
-Gracias-dije algo sonrojada.
-¿Debo ponerme celosa?-dijo mi amiga.
Sai e acercó a ella y la besó.
-Tú eres mi chica favorita.
-Ino, me voy a cambiar-dije dispuesta a dejarles su rato a solas.
-Ni se te ocurra vestirte como tú y yo sabemos, este fin de semana será solo de Kristen.
-Oye, que necesito ser yo durante un rato.
-Creo que no habías sido tú misma tanto como está noche-dijo ella con una sonrisa.
Me puse como un tomate.
-¿Me he perdido algo?-dijo Sai.
-Nada, cariño, nada, que Sakura está aprendiendo a divertirse.
Greenie:
Me encanto!
Tiene una Trama, que Wauu, como diria Deidara-sempai "una trama explosiva" jajaj
Espero con ansias la conti!
un Beso
Sakuramin20:
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!
vas a poner de nuevo todas tus historias o solo estas dos?
quiero volver a leer el chico de la habitación de alado, todas tus historias son muy buenas pero esa me trae michos bellos recuerdos *-*
Espero que si, mientras volvere a leer tus historias una vez mas
Nos vemos
Sakuramin20 :P
Dresti:
Konnichi wa mina-san!! aki vengo con mi humilde aportacion super rapidin k tengo prisa :Den fin km dije kien haya leido ya stos caps y kiera segir el hilo de la historia por donde lo deje en la anterior pagina k entre en mi foro: arteanime.foroactivo.com y depaso echa un vistazo al foro ;D en fin k ya os dejo leer, nos vemooos 8)
5.
Ino y yo caminábamos por la calle de camino a la Universidad.
-Aún no me has contado que es lo que estuvisteis hablando ayer a la noche tú y Sasuke-dijo mi amiga mirándome con ojos de pervertida.
-Ai Ino ya te dije que quedamos como amigos-dije yo-solo estuvimos hablando de cosas banales.
-¿Cosas banales?-dijo con cara de repugna-¿te acuestas con un tío y solo hablas con él de cosas banales?
-Pues si, aunque no lo creas Sasuke es una persona con problemas como el resto del mundo.
-¿Te estuvo contando sus problemas?-`reguntó mi amiga aún más sorprendida.
-Bueno, yo no lo diría así, pero si, estuvimos hablando sobre él.
LA NOCHE ANTERIOR
Era domingo por la noche pero aún así yo tenía que ir a trabajar a la Daikiri, la discoteca.
Sai e Ino estaban sentados en unas banquetas. descansando un poco de su actividad de dueños y charlando un rato conmigo mientras yo les servía algo para beber.
-Deberías vestir así todos los días-insistió Ino por enésima vez-mira el éxito que tienes con los hombres.
Me puse roja de solo recordar lo que había pasado en los pocas noches que llevaba existiendo como Kristen.
-No me lo recuerdes Ino-le dije entre dientes-sabes que esto lo hago porque necesito el dinero, yo soy muy feliz con mi vida normal.
-Bueno, que yo sepa con Sasuke no te has acostado con Sasuke por dinero, sino por placer, reconoce que está vida te gusta más de lo que pensabas.
-¿Qué se ha acostado con quién?-preguntó Sai sorprendido mientras me miraba.
-Ino eres una bocazas-dijo toda colorada.
-¿Y qué más, seguro que él ya se lo ha contado a medio barrio, los hombres son así-dijo mi amiga.
-Gracias por la àrte que me toca-se quejó Sai.
Ino no le hizo caso.
-Me da igual-dije disimulando el bochorno que sentía-él dirá que se acostó con Kristen Drave, mi vida no se verá perjudicada.
Ino miraba hacia la entrada y sonrió.
-Como tú digas, pero ahora te toca lidiar con ''tu amigo'', viene hacia aquí.
Era cierto, Sasuke y Naruto se acercaban a la barra.
Debo reconocer que el corazón se me aceleró de una manera que nunca antes lo había hecho.
-Te dejamos sola, tenemos mucho trabajo-dijo mi amiga llevándose a rastras a su novio.
Poco después Naruto y Sasuke llegaron junto a mi.
-Buenas noches, Kris-chan, ponme algo ligero ¿si?
Le saludé con una sonrisa y pensé un poco tratando de adivinar que era ''algo ligero'' para Naruto, después de decidir le serví la bebida.
En ningún momento miré a Sasuke, aunque mis ojos luchaban contra mi mente mirándolo de reojo.
Estaba súper guapo, con una camiseta de manga corta ajustada y de color rojo y unos vaqueros negros con una cadenita, se me escapó un suspiro que quedó ahogado en la alta música.
-¿Tú que vas a querer Sasuke?-pregunté al fin.
No debía tener vergüenza, al fin y al cabo nadie sabe,excepto Ino y Sai, quien soy yo en realidad, así que técnicamente no hay ningún problema.
Me miró con esos ojazos negros y sonrió de medio lado.
-Hmp, me da igual.
Acabé por servirle lo mismo que a Naruto.
-¿Y qué tal la noche Kris-chan?-me preguntó el rubio.
-Pues bien, no hay tanto trabajo como estos días anteriores-respondí.
-Si, ya me dijo que el teme que el viernes había estado ayudándote en la barra y que después os fuistéis juntos.
Menos mal que estábamos semiaoscuras, sino verían el notable sonrojo en mis mejillas, ¿qué más le habría contado Sasuke?
Notaba la mirada del pelinegro clavada en mi, esperando mi reacción mientras tomaba un trago, entonces contesté algo que pensé que nunca diría en mi vida.
-Si, la verdad es que fue un buen polvo.
Naruto escupió el trago que se había bebido y Sasuke sonrió de medio lado, algo sorprendido, normal yo misma lo estaba.
-¿Así que vosotros dos...?-dijo Naruto señalándonos.
¿Qué no lo sabía? ahora si que había metido la pata hasta el fondo.
Debo reconocer que me sorprendió lo que dijo, nunca ninguna chica había soltado un comentario así sobre mi y después quedarse tan ancha, no paso lo mismo con Naruto que casi se ahoga con su bebida.
No pude evitar sonreír de medio lado, que dijese aquello hacía crecer mi ego enormemente, aunque yo ya sé que soy bueno en la cama, todas me lo dicen.
-Si-le contesté secamente a mi amigo.
-Pero hemos quedado como amigos-aclaró ella.
-A ver si lo entiendo-dijo el dobe-¿folláis y después quedáis como amigos? ¿me estoy perdiendo un capítulo intermedio o es que los dos os habéis vuelto locos?
-Pues si quedamos como amigos-repitió Kristen.
Habíamos quedado como amigos pero a mi no me importaría repetir de vez en cuando la noche del viernes, debía reconocer que había una gran atracción sexual entre los dos y su cuerpo parecía estar llamándome constantemente, y el hecho de saber que solo era mía lo hacía todo más excitante.
-Además no veo porque no podemos ser amigos-continuó-solo fue una noche sin importancia.
-Y yo que pensaba que era el pirado pero vosotros...os dejos solos con vuestras historias y me voy a ver si encuentro alguna novia por ahí.
Naruto nos dejó solos.
-¿Y qué tal el día?-me preguntó ella tras un rato de silencio.
-Hmp, en casa.
-Vaya parece que no lo hayas pasado muy bien.
-Creo que ya sabes que hago yo para pasarmelo bien-dijo con una media sonrisa acercándome peligrosamente a su cara.
-Si, pero esa no es una respuesta válida-contestó ella con una sonrisita.
-Mi padre me ha vuelto a echar el sermón, o me vuelvo un chico responsable o me convierto en monje.
-Vaya, pues ya puedes empezar a estudiar, sería una pena que te encerrasen en un convento-dijo.
Me reí, esta chica no es como las demás, es fácil hablar con ella.
-Si, pero soy un desastre en los estudios.
-Pues búscate a alguien bueno que te de clases particulares, así tendrás ayuda.
Me quedé pensativo, tenía razón.
EN EL PRESENTE...
-Pues suerte con vuestra amistad-dijo mi amiga no muy convencida-¿y te hizo caso cuando le dijiste lo de las clases particulares?
-Creo que si, no sé.
Habíamos llegado a la puerta de la Universidad y para mi sorpresa Naruto nos estaba esperando.
-Hola chicas, te estaba esperando Sakura-chan-dijo.
Me quedé sorprendida.
-¿A mi? ¿por qué?
-Verás...el teme y yo te agradeceríamos que...
-Os diese clases particulares-dijo Ino empezando a partirse de la risa.
Me puse roja como un tomate.
-Cl-claro.
-Genial, pues lo mejor es que empecemos la semana que viene ya te diremos de los horarios, gracias Sakura-chan-dijo dándome un fuerte abrazo.
Después se ,archó, dejándome clavada en el sitio roja como un tomate y a Ino que aún seguía riéndose.
-No tiene gracia-le dije.
-Si, si que la tiene-contestó-te ha salido el tiro por la culata, querías que Sakura no tuvoiese relación con Sasuke pero con tu brillante comentario sobre las clases particulares te ha fallado el plan.
-Pues que gran amiga tú, que te alegras de las desgracias mías-me quejé.
-Vamos Sakura, será divertido verte intentando no cometer ningún error para que no te descubran, Oh si, yo quiero estar presente, me apunto a esas clases.
-No me lo hagas más difícil Ino, tú y tus comentarios haréis que me ponga nerviosa.
-Perdona, si quieres me llevo a Naruto conmigo y os dejo a solas a Sasuke y a ti-dijo en tono de molestia fingida-para que habléis de ''cosas banales''.
Le di con el maletín en el brazo y me coloqué bien mi gorra que se me había movido a causa del abrazo.
Tenía que procurar que mi pelo no se viese o sino quedaría al descubierto.
-Es digícil acostumbrarse a ver a Sakura cuando has visto a Kristen-dijo mi amiga, de nuevo criticando mi forma de vestir.
No le hice caso y entre a la Universidad sin esperarla.
Estaba apoyado en la puerta de clase cuando Naruto llegó junto a mi corriendo.
-Ya he conseguido a alguien que nos de clases, a la mejor.
Resoplé.
-Hmp, ¿y quién es?
-Sakura-chan.
Volví a resoplar.
-¿La fea? ¿no encontraste a alguien mejor?
-Pues si no te gusta hubieses buscado tú, además es la que mejores notas saca y para que lo sepas es muy buena persona.
-Hmp.
-Le dije que ya hablaríamos con ella sobre los horarios y deja ya de poner esa cara, hay mujeres que aunque no sean bonitas son buenas, deberías aprender a fijarte en eso también.
Lo miré de arriba a abajo, él no era el más indicado para hablar de esos temas, no por nada siempre iba picando de flor en flor.
-¿Te has hecho filósofo dobe?
Iba a contestarme pero en ese momento llegó Kakashi-sensei y el resto de alumnos, entre ellos Sakura que mantenía la cabeza gacha.
-Pero que gran milagro, Uchiha y Uzumaki los primeros en llegar, me alegra que os toméis las clases tan en serio.
-Kakashi-sensei no juegue con nosotros-dijo Naruto-mire que nos jugamos la existencia en este mundo.
-Entrar en el convento de los agustinos tampoco es el fin del mundo.
Naruto y yo lo miramos significativamente.
-Desde luego, los mayores y sus ideas anticuadas, no sabéis nada de la diversión-dijo mi amigo.
-Tal vez no, pero si sé hacer unos partes tan bonitos como el que te voy a hacer ahora, felicidades Naruto, si sigues así pronto estarás pelando patas para el caldo en un convento.
Kakashi-sensei y el resto de alumnos entraron en clase.
-Que vida más injusta la del estudiante joven-dijo mi amigo con cascadas en los ojos.
Suspiré y entré en clase, dejándolo solo con su retaíla filosófica.
6.
Caminaba por la calle de camino a la discoteca, esa noche como tantas otras de aquellas dos semanas tuve que ir sola, ya que Ino tenía que llegar antes para solucionar ciertos asuntos con los subministradores de bebidas y más cosas.
Iba pensando en el asunto de las clases particulares, por cuestiones familiares ni Naruto ni Sasuke podían empezar así que decidimos que lo dejaríamos para más adelante, lo que supuso un gran respiro para mi.
La verdad es que no me gusta caminar de noche sola por la calle, no soy miedosa pero si soy consciente de que esta es una de las zonas nocturnas más conflictivas y no quiero tener problemas.
Ya estoy empezando a ponerme paranoica, me ha parecido ver la figura de una persona en una de las columnas que acabo de dejar atrás, me giro, pero no hay nadie.
-Tranquila Sakura-murmure.
Seguí caminando pero la sensación de sentirme observada continuaba, ahora hasta me parecía escuchar el sonido de pasos siguiéndome.
Empecé a caminar más rápido y ahora si que noté que alguien venía detrás mío, me giré disimuladamente y vi que dos chicos me seguían, uno de pelo rojo y otro de pelo largo y castaño.
Me asusté, estaba completamente segura de que me seguían.
Pronto me alcanzaron y se pusieron por delante mío.
-Buenas noches precios-dijo el pelirojo-¿qué haces sola a estas horas de la noche?
-Alguien podría hacerte daño-dijo el otro.
Tragué grueso pues cada vez se acercaban más a mi y pronto me tuvieron acorralada contra la pared.
En mi cara se reflejó el miedo que estaba pasando y ellos sonrieron.
-¿Estás asustada gatita?-dijo el pelicastaño pasándome una mano por la cintura, yo me removí-solo queremos pasarla bien y nada más, mamacita.
-Esa ropa que llevas te sienta muy bien-me dijo el otro.
Llevaba puesta una mini vaquera y un jersey de manga larga de color azul y con escote en forma de ''V''.
-No me toques-le dije.
-Vamos, no te hagas la estrecha, ya verás que la pasaremos bien-me dijo el pelirojo.
Sabía que no iban a dejarme, empecé a llorar.
-Dejadme.
-No mamacita te quedarás con nosotros.
-¡Ayuda!-empecé a gritar.
El pelirojo que tapó la boa y se arrimó más a mi con intención de quitarme el jersey.
-Si le ponéis un solo dedo encima mañana vuestras tripas estarán colgando del tendido eléctrico-dijo una voz.
Ellos se movieron y yo pude ver a mi salvador.
Sasuke estaba apoyado en una de las columnas, fumando un cigarrillo y fulminándolos con la mirada.
-¿Y tú quién eres?-dijo el del pelo largo.
-El que te matará como le toques un solo pelo-respondió glacial-Kristen, ven aquí.
Yo salí corriendo como alama que lleva el diablo hacia él y tan asustada como estaba me abracé a él, Sasuke me rodeó la cintura con el brazo y eso me hizo sentirme más segura.
-Nadie te dijo que pudieras dejarnos sin un buen rato con la chica-dijo el pelirojo-cuando me entere de quien eres te las verás conmigo, nadie estorba en mis planes.
-Hmp, estaré encantado de romperte esa cara de muñeco que tienes como vuelvas a aparecer delante de mis narices.
La cosa se estaba poniendo serie, eran dos contra uno, y Sasuke llevaba las de perder.
-Sasuke, vámonos por favor-le pedí-por favor vámonos ya, no quiero seguir aquí.
El pelinegro empezó a caminar sin quitar la vista de aquellos dos.
-Nos veremos pronto mamacita-gritó el pelirojo desde lejos.
Al estar libre de presión toda la angustia que había sentido y el miedo fueron expulsados en lágrimas.
-¿Te han hecho algo?-preguntó él.
-No, gracias por defenderme Sasuke.
-Hmp, si te vuelven a hacer algo les parto las piernas.
Una calided invadió mi corazón, me ponía feliz que Sasuke se preocupase por mi pero no estaba dispuesta a dejar que le pasase algo.
-Dejaré de venir por aquí y ya está-dije.
Él no contestó, entonces me di cuenta de como íbamos, yo arrimada contra su pecho y el con su brazo rodeándome la cintura. Me puse roja como un tomate, pero no dije nada, me sentía tan bien arrimada a él, Sasuke desprendía un calor reconfortante y olía muy bien.
-¿En serio quieres ir a trabajar? no parece que estés en condiciones.
Era cierto, las piernas me temblaban como nunca y sino fuese por él sería incapaz de mantenerme de pie.
-Le pediré a Ino la noche libre-dije sacando mi móvil del bolsillo de la falda.
-¿Si?
-Ino soy S...Kristen, verás es que no me encuentro bien, unos tipos me han salido en la calle y no me dejaban en paz.
-¿Te han hecho algo?-me preguntó mi amiga.
-No, por suerte Sasuke me salvó.
-¿Sasuke? ¿pero seguro que estáis bien?
-Si, no te importa que vaya para casa ¿verdad?
-Claro que no, tómate la noche libre pero ten cuidado por favor.
-Gracias Ino.
Colgué el teléfono y me separé de Sasuke.
-Buen ahora me vuelvo para casa, gracias Sasuke.
-Te acompaño.
-N-no hace falta-dije sonrojada.
-Esos tíos podían volver a hacerte algo.
Lo pensé mejor y acabé aceptando, no me apetecía más miedo por esa noche.
En todo el trayecto hacia casa caminamos en silencio, yo de vez en cuando lo miraba de reojo, se veía tan lindo, nada en comparación con el Sasuke de la Universidad, bueno después de todo yo no soy la única que tiene derecho a tener doble vida.
-Ya hemos llegado-dije-gracias por acompañarme Sasuke.
-¿Puedo subir?
Noto que la pregunta la ha puesto nerviosa, o será impresión mía, normal que estuviese nerviosa después de lo que acababa de pasar.
Apreté los puños solo de recordar como esos miserables la tocaban y de imaginar lo que le llegarían a hacer si yo no llego a tiempo.
No había tenido un buen día, la enésima bronca de mi padre, las bromas pesadas de mi hermano y el lote de deberes de la Universidad, nunca me hubiese imaginado que de camino a la Daikiri me encontrase con esa escena.
Me puse muy furioso, y sigo estándolo, nunca me he sentido así por una mujer, sentir tanta necesidad de protegerla.
-Como quieras-me contestó bajito.
Abrió la puerta del portal y entramos en el ascensor, ella sigue temblando y yo le pasé mi chaqueta, aunque presiento que no temblaba por el frío.
Entramos en el piso, no era muy grande pero si acogedor.
-Aquí vivo con Ino y con Sai, cuando viene a estar con ella-me dijo.
No sé por qué, pero la idea de ver a un hombre conviviendo con ella me deshacía.
-Hmp.
Fue al frigorífico y sacó una cerveza para mi y un zumo para ella.
-¿No eres de por aquí verdad?-le pregunté-tu nombre es extranjero.
-Mi padre es inglés pero yo soy japonesa-contestó.
Asentí.
-¿Quieres algo de comer?-me preguntó.
-No.
La observé moverse de un lado a otro en la cocina.
En cierto modo comprendía a aquellos dos, Kristen está bien buena, pero algo hace que no la vea como la primera vez, ahora es como sila viese con otro tipo de belleza, una belleza más pura.
Ella me miró y se sonrojó.
-No me mires tan fijamente-me dijo.
-¿Por qué no?
-Pues...porque me da...vergüenza que me miren tan fijamente-contestó.
-No acostumbro a apartar la vista de lo que me gusta.
Estábamos cerca, demasiado cerca, el uno del otro.
No podía más, necesitaba tanto sentirla que no me lo pensé dos veces y la besé.
Ella dudó un momento pero poco después me correspondió y permitió la entrada de mi lengua en su boca.
Empezamos suave pero luego la danza entre nuestras lenguas se hizo frenética, cada una luchaba por ganarse el control pero ninguna lo conseguía.
La agarré por la cintura y la alcé, ella me rodeó las caderas con sus piernas y se apegó más fuerte a mi.
-¿Dónde está la habitación?-le pregunté.
-Al...fondo a la...derecha-contestó.
Volvimos a fundirnos en un intenso beso y así la fui llevando hasta la habitación, esa noche no la dejaré escapar.
Llegaron a la habitación unidos en un infernal beso.
Era como si no hubiesen comido y en ese momento ante sus ojos se hayase el vocado más exquisito.
Sakura jalaba con fuerza los cabellos del azabache mientras este apretaba con fuerza su trasero.
Un momento de cordura atravesó la nublada mente de la pelirosa, se separó y lo miró.
-Esto no es lo acordado-dijo.
-¿A caso importa?-preguntó él fastidiado.
La pelirosa lo miró fijamente, tan sexy, tan provocador...por su puesto que no importaba, por lo menos no en aquel momento.
Cayeron con brutalidad sobre la cama, quedadon Sakura sentada sobre el abdomen del pelinegro.
-¿Qué voy a hacer contigo Sasuke-kun?-dijo ella sensual mientras paseaba sus manos por el pecho del chico-yo no quiero caer en este juego pero tú me obligas, si no fueses tan...perfecto.
Él sonrió de medio lado.
-A lo primero te contestaré que hagas lo que quieras y a lo segundo...ya lo sabía.
-Engreído-sonrió ella de forma lujuriosa.
Volvieron a besarse con furia.
Ella lo sabía.
Él lo sabía.
Puede que aquello los lastimase.
Ella por vrlo en un futuro con otras.
Él al no saber con quien se acostaba.
Puede que solo fuese un juego.
Pero a los dos les gustaba jugar.
Sin importar el resultado.
La pelirosa empezó a desabrochar la camisa del pelinegro y luego se la quitó.
-¿A donde se quedó la niña buena y asustada?-dijo el pelinegro divertido al ver la mirada voraz de Kristen.
-La deje guardadita en el armario-le susurró al oído antes de darle un mordisquito.
Sasuke jadeó, no sabía que le pasaba con aquella mujer, nunca en su vida se había dejado dominar en el sexo pero en ese momento estaba dispuesto a dejar que Kristen hiciese con él lo que le diese la gana, nunca se había sentido tan deseoso de hacer gemir y llegar a la locura a una mujer.
Sakura paseaba su lengua por toda la extensión del cuello del azabache mientras una de sus manos estaba enredada con la del pelinegro y la otra recorría toda la anatomía del chico, él con su mano libre hacía exactamente lo mismo.
-Esta vez seré yo la que te enseñe algunas cosas-dijo la chica-puede que sea inexperta pero conseguiré que me supliquesa.
Su lengua traviesa empezó a jugar con los pezones de Sasuke mientras este no dejaba de acariciarla por todas partes y mantenía la boca cerrada intentando controlar tantas sensaciones que en ese momento lo inadían, sobre todo en cierto sitio.
Lo que menos comprendía era como se dejaba hacer todas esas cosas pero se sentía incapaz de detener a Kristen.
La pelirosa permitió que el chico le quitase la camiseta, se sentían tan bien las manos de Sasuke recorriéndola entera...
Volvió a apoderarse de los labios del pelinegro mientras que desabrochaba el pantalón y hundía una mano dentro del boxer, tomando el miembro erecto del chico entre sus dedos.
Sasuke cerró los ojos pero ni un sonido salió de su baoca, eso no podía seguir así, guiada por su instinto la chica empezó a mover la mano de arriba a abajo en un movimiento lento y torturador, conseguiría que Sasuke pidiese más.
El pelinegro estaba al límite de su aguante, Kristen le rodeaba el miembro de tal manera que si seguía así estallaría pero lo peor vino cuando ella dejó su boca y comenzó a bajar hasta llegar a la altura de su miembro.
Sabía lo que iba a hacer.
La lengua de la chica se posó en la punta del pene delineando cada parte de esta, provocando en Sasuke olas de placer y escalofríos.
-¿Te gusta Sasuke-kun?-dijo ella dando un mordisquito en aquella zona.
Al ver que el azabache no contestaba decidió jugar un poco.
-Bueno entonces paro-dijo.
Sasuke, que ya en esos momentos estaba abandonado completamente a ella solo acertó a suplicar.
-No, no lo hagas...-susurró.
La pelirosa sonrió, al haber conseguido aquello que deseaba.
Con la punta de los dientes recorrió toda la estensión de la hombría de Sasuke, que ahora ya era incapaz de contener las oleadas de placer, se estaba humillando, si, pero Kristen era la culpable por darle tanto placer.
Se estremeció cuando la lengua de la chica jugueteó con sus testículos, ¿y ella decía que era inexperta? no se la imaginaba cuando tuviese experiencia, en la vida había tenido tan buen sexo.
No aguantaba más y se lo hizo saber a la chica.
-Kristen, métela ya, Dios.
Ella sonrió, cogió un condón colocándoselo en la boca y luego se metió todo lo que alcanzó de la erección de Sasuke al tiempo que se lo colocaba.
-Umm-gruñó él.
La ojijade succionaba y lamía toda la extensión mientras que con movimientos ascendentes y descendentes simulaba el acto de penetración.
Sasuke llevó sus manos al pelo de la pelirosa profundizando más el actó.
Toda su excitación llegó al límite acabando en la boca de la pelirosa.
La chica se incorporó y observó a Sasuke que tomaba aire a bocanadas.
-Te dije que te haría suplicar-dijo divertida.
Para nada duró su podición, Sasuke la jaló fuerte y se colocó encima de ella, le quitó toda la ropa y él se liberó por completo de la suya.
Su rodilla se abrió pasó entre las piernas de Sakura y empezó a frotar la intimidad de la chica mientras con sus manos aprisionaba sus senos y con la boca la besaba ferozmente.
-Sasuke-gimió cuando sintió la lengua del pelinegro sobre uno de sus pezones.
-El que juega con fuego se quema Kris-dijo el rozando con su aliento el erecto pezón de la chica.
Siguió con su actividad hasta que se cansó, empezó a bajar por su barriga, ella también tendría un poco de tortura.
-¡Ah, Sasuke!-gimió esta más fuerte cuando la lengua del chico rozó su clítoris.
Dsifrutaba dándole tanto placer, intrudujo su lengua todo lo que pudo en aquella exquisita cavidad y saboreó todo y más de lo que la chica tenía para entregarle.
La ojijade estaba por llegar al orgasmo cuando él se detuvo y alzó la miarada para verla.
-¿Por qué te detienes?-dijo insatisfecha.
-Tú serás mala, pero yo soy maléfico.
Volvió a besarla y sin previo aviso la penetró de una fuerte estocada.
Los ojos de Sakura se abrieron de par en par al igual que su boca que buscaba insistente el aire que Sasuke le robaba con cada embestida.
-Más...rápido-suplicó.
El pelinegro aceptó la orden sin miramientos y la embistió más rápido aún.
-No pares...no pares, por favor.
-Esa no es mi intención-dijo él agitado con una media sonrisa.
Aquello estaba llegando a un extremo irrefrenable, ninguno de los dos se controlaba, estaban abandonados a su propio deseo, hasta que empezaron a notar el familiar cosquilleo.
Pronto llegarían.
La estocadas se hicieron más profundas y certeras y el grito de Sakura al llegar al orgasmo retumbó por toda la habitación.
-Ahhh-gimió él acabando.
Se quedaron quietos, mirándose a los ojos.
-Mentería si te dijese que no me importa que mañana estés con otra-dijo la chica-pero soy consciente de lo que conyeba esto, tú siempre me lo has advertido y yo también soy culpable si me dejo llevar, no pretendo atarte Sasuke, pero esta noche quédate por favor.
Él se quedó mudo ante la sinceridad abrumadora de aquellas palabras, a pesar de estar utilizándola ella aceptaba la situación como estaba. Claro que se quedaría.
Se salió de ella y se tumbó a su lado.
-No puedo prometerte nada Kristen, yo soy como soy.
-Lo sé, de hecho creo que no estoy enamorada de ti, pero si algún día eso pasase esto se acaba, no es necesario que nadie sufra solo por un juego., pero quédate por favor.
-Quiero que sepas que eras la primera con la que...-le daba un poco de corte decir aquello-repetí.
Observó la reacción de Sakura, esta se echó a reír.
-Vaya, es bueno saberlo-dijo sonrojada.
-Y tengo ganas de volver a hacerlo-susurró.
La chica se quedó pensativa.
-La vía de la amistad no funciona-dijo ella-porque aunque quiera negarlo yo también deseo que se repita, ¿entonces como se le llama a esto?
-Amigos con derecho a roce.
-Nunca pensé que llegaría a estar así.
-¿Así cómo?
-Así con una persona, va en contra de mis pensamientos estar con alguien solo por sexo, es como si yo...fuese una puta.
-Si fueses una puta hubiese dejado que aquellos tipos te hiciesen de todo-dijo él con algo de rencor recordando la escena-pero no lo hiciste y según me has dicho, yo soy el primero que llega a estos extremos contigo, ¿es eso ser una puta?
Ella sonrió y le dio un beso.
-Bueno amigo con derecho a roce, tenemos que dormir que ya es bastante tarde.
Los dos recogieron su ropa interior y se la pusieron.
Sasuke apretó el cuerpo de la chica contra él y ella los tapó con las sábanas, mañana sería un nuevo día.
A la mañana siguiente...
7.
Ino abrió la puerta de casa silenciosamente, eran las 8 de la mañana y había tenido que pasar toda la noche arreglando unos asuntos de la discoteca y no había tenido tiempo ni siquiera para preguntarme que tal estaba, como me aclaró más adelante.
Al girarse, las llaves se le cayeron al suelo, y no era para menos ante tal escenita que tenía delante de sus ojos.
Sasuke Uchiha estaba sentado en su sofá viendo en la tele, sin camiseta (bueno, eso en realidad no le molestó) y con una lata de cerveza en la mano.
El pelinegro la miró con su típica mueca fría y luego volvió a clavar la vista en la tele.
-Sasuke el desayuno ya...está hecho-dije yo entrando en la sala en bragas y top.
Me puse roja como un tomate al ver a Ino clavada en la puerta mirándonos a los dos alternativamente.
-Ah, hola Ino-dije nerviosa.
Ino prestó toda su atención en mi.
-Bueno veo que no era necesario que me preocupase tanto-dijo-al parecer tuviste a alguien que te cuidase.
Yo me ponía carmesí por momentos.
-Em si bueno.
Sasuke se levantó como si nada del sofá y se fue andando hasta la cocina.
Ino se arrimó de inmediato a mi.
-¿pero tú estás loca?-me dijo en susurros-¿y si se llega a enterar de quién eres en realidad?
Agaché la cabeza, había estado ''demasiado ocupada'' como para pensar en eso.
-¿Y yo que sabía que las cosas iban a terminar así?
-Por Dios Sakura, dijiste que solo erais amigos-continuó en susurros.
-De hecho solo somos amigos.
Ino se llevó una mano a la cabeza y negó.
-Y yo que te tenía por alguien con cabeza y juicio, vamos a ver los amigos no se acuestan.
Ante eso yo no supe que contestar.
Ino aspiró varias veces hasta recuperar la calma.
-Tienes que decirle que se vaya.
-Pero...
-Sakura tenemos que ir a la Universidad, tienes que ir a la Universidad-especificó.
Era cierto, teníamos que ir a la Universidad y yo no podía salir vestida de Kristen.
Suspiré y eché a andar hacia la cocina donde mi Dios de la belleza desayunaba tranquilamente.
-Tendrás que irte Sasuke, sino llegaré tarde a la Universidad.
Él clavó su vista en la mía sin dejar de comer.
Era una escena tan dulce que me entraron unas ganas enormes de ir a abrazarlo pero me contuve.
-Te llevo yo-contestó.
-De eso nada, tú también tienes que ir a la tuya, o tu padre te mandará al monasterio-contesté rápidamente.
Se lo pensó mejor y acabó asintiendo.
Terminó su desayuno y se levantó, yo estaba apoyada en la puerta y al llegar junto a mi me agarró de la mano y me llevó hasta el cuarto.
Yo lo seguí con curiosidad.
Cuando entramos el cerró la puerta y se quedó mirándome.
Enseguida leí en sus ojos las intenciones que tenía, me puse colorada, si lo sé es extraño después de haberme acostado dos veces con él, pero lo hice.
-Sasuke no tenemos tiempo y además Ino anda por la casa.
Él puso una mueca molesta que me hizo mucha gracia.
Recogí su ropa del suelo y se la tiré para que acabase de vestirse.
-¿Tú no te vistes?-me preguntó al ver que solo me dedicaba a mirarlo.
-Em...no, ya lo haré cuando desayune.
Cuando acabó de arreglarse lo acompañé hasta la puerta.
-Bueno, ya nos veremos-le dije.
Él me miraba fijamente.
Y en un acto rapidísimo me dio un corto beso en los labios.
-Hasta esta noche-dijo con una media sonrisa y dándose la vuelta.
Cerré la puerta y me quedé apoyada en ella, solté un suspiro.
-¿Ya se fue?-preguntó Ino.
Asentí sin borrar la sonrisa que me había aparecido en la cara.
-Acabarás sufriendo Sakura, te conozco y sé que no eres de las de solo un lío.
-Pues ya ves que si.
-Ya, por eso sonríes como una tonta.
-Si hubieses vivido lo que yo esta noche me entenderías.
-¿Qué parte? ¿la de que casi te violan? no creo que eso me hiciese mucha gracia.
Arrugué el gesto al recordar aquel momento.
-Y ahora apúrate o llegaremos tarde.
(Sasuke)
Naruto y yo ya estábamos dentro de clase cuando Ino apareció con Sakura.
-Ahora es el momento de hablar con ella teme-dijo Naruto-tenemos que decidir sobre las clases particulares.
Gruñí, tener clases particulares con Sakura no era precisamente algo de mi agrado, sería mejor si fuesen con Kristen.
Sonreí de medio lado al recordar lo bien que me lo había pasado aquella noche, esa chica era una auténtica caja de sorpresas.
Seguí a Naruto hasta donde se sentaban Ino y Sakura.
Las dos estaban hablando cuando llegamos junto a ellas.
-Perdón chicas, él teme y yo queremos hablar contigo Sakura-chan.
Ella apartó la vista de Ino y nos miró a los dos.
Aquellos ojos verdes...se parecían mucho a los de Kristen.
-Claro, ¿q-que queréis?
Y esa voz suave, me era tan familiar pero no conseguía identificarla.
-Pues decirte que ya desde mañana podemos empezar las clases particulares-dijo Naruto-¿te parece bien en casa del teme a las 5 de la tarde?
Ella se puso roja como un tomate, como toda chica que le decían de ir a mi casa, no era nada nuevo para mi.
Asintió.
-Teme dale tu dirección.
Escribí la dirección en una papel y se la di, nuestros dedos se rozaron y una especie de calambre atravesó mi corazón.
¿Qué me pasaba? debían ser los efectos secundarios de una noche de locura porque yo en mi vida reaccionaría así por alguien como Sakura.
Ella pareció pensar lo mismo y cogió el papel y lo guardó de inmediato.
-Bueno pues allí te esperamos-dijo Naruto-girándose-¡hola Hinata-chan!
Los ojos de mi amigo estaban fijos en la chica que se sentaba a mi lado, Hinata, al parecer Naruto había encontrado algo en ella que le gustaba, pero ella solo tenía ojos para mi.
Le deseaba suerte al dobe, yo no tenía ganas en ese momento de andar de picaflor, y eso era muy extraño en mi, pero por ahora tenía a una mujer que valía por cinco a la hora de pasármelo bien con ella.
-Sasuke.
Ino me llamaba.
-Tengo un recado para ti de parte de Kristen.
Sakura a su lado se encogió y agachó la cabeza, todas se entristecían cuando hablaban de otra chica con la que hubiese estado delante de ellas.
-Hmp.
-Dice que está noche no es necesario que la vayas a buscar, dice que ya irá en taxi.
Me quedé extrañado.
-Hmp.
Algo habría pasado, ¿por qué Kristen no quería que la fuese a buscar?
8.
La pelirosa temblaba de nervios.
Estaba apostada delante de la casa de Sasuke, justo el día señalado, a la hora señalada.
Era curioso, a pesar de ir vestida como Sakura, hubiera dado todo lo que fuese por ser Kristen en ese momento, ya que tratar con el pelinegro se le hacía más fácil de esa forma.
Pero no podía ser, ahora tenía que ser Sakura, ''la fea y empollona profesora de clases particulares'', y tendría que hacer todo lo posible para que Sasuke no la descubriese.
Bueno, por suerte, Naruto también estaría presente, lo que le hacía las cosas más llevaderas.
Suspiró, era hora de enfrentarse a la realidad.
Se miró en el espejo retrovisor de un coche cercano y se aseguró de que su pelo quedase totalmente tapado por el gorro y de que su ropa estuviese lo suficientemente holgada.
Tras eso se dirigió a la puerta y pulsó el botón del timbre.
-¿Qué se le ofrece señorita?-preguntó la sirvienta que abrió la puerta.
-Em... soy Sakura, vengo a darle clases a Sasuke y a Naruto.
-¡Ah, si! el señorito Sasuke me lo dijo ayer-dijo la mujer sonriendo y cediéndole el paso-ahora mismo le guiaré hasta donde ellos le esperan.
La pelirosa siguió a la mujer mientras trataba de regularizar su respiración y nervios.
Un solo fallo, uno solo, y su doble vida quedaría al descubierto y sería el hazmerreír de todos, en especial de Sasuke.
La sirvienta se paró delante de una puerta cerrada por la cual se escuchaba el ruído de disparos, obviamente de un videojuego.
-La señorita Sakura ha llegado-anunció la mujer.
Naruto y Sasuke estaban sentados delante de la televisión jugando con la play station.
Mientras que Naruto le sonrió abiertamente, Sasuke la miró de forma indiferente.
Tenía una extraña marca violácea en el cuello, en seguida supo lo que, mejor dicho ''quien'' se la había causado.
Se sonrojó y como acto reflejo agachó la cabeza.
-Entonces será mejor que empecemos-dijo el rubio levantándose-ya puedes irte Mair.
Al parecer Naruto tenía mucha confianza, se comportaba como si estuviese en su propia casa.
Mair se marchó, dejándolos a los tres solos.
Sakura estaba cada vez más nerviosa, allí en medio de los dos, sentía la incesante mirada indiferente de Sasuke sobre ella, como si la considerase un mero insecto, y seguro que eso era lo que pensaba.
-¿Dónde vamos a dar clase?-medio susurró.
-En esa mesa-contestó el rubio, señalando una mesa situada al fondo de todo.
Dejó sus cosas allí y los tres se sentaron, ella en medio de los dos.
Sentía la mirada de Sasuke clavada en ella, solo rezaba porque no sospechase nada.
La miraba y la miraba y cada vez estaba más seguro de que algo en ella le resultaba familiar.
-¿P-por dónde empezamos?-preguntó ella nerviosa.
-Por... matemáticas aplicadas-sugirió el rubio, ajeno a todo-ambos somos un desastre.
-Hmp.
Aquello resultaba demasiado incómodo, ¿en que mal momento había aceptado darles clases particulares?
-De acuerdo, es mejor que os explique lo más elemental, supongo que sabéis hacer logaritmos-dijo mirándolos.
Sasuke miraba al suelo con mueca de indiferencia y Naruto la miraba con una sonrisa, avergonzado.
-¿Eso es una ecuación de segundo grado?
A la pelirosa se le cayó una gotita al estilo anime, un poco incómoda se giró hacia Sasuke.
-¿Tú... sabes Sasuke...?-preguntó-¿kun?-añadió al final.
El pelinegro odiaba reconocerlo pero si alguna vez había logrado hacer un logaritmo correctamente era porque estaba hasta arriba de alcohol.
Sakura no pudo evitar preguntarse mentalmente como aquellos dos habían conseguido acabar el instituto, pero no tardó en comprender, ambos eran hijos de personajes importantes de Konoha, seguro que eso había influido en sus notas.
-Tendremos que empezar por ecuaciones-dijo en un suspiro-bien id sacando los libros.
-Am... Si los libros... ya has oído Sasuke-teme los libros-dijo el rubio.
-Tenías que traerlos tú dobe-dijo el ojinegro.
Sakura empezaba a comprender el cariz de la situación.
-¿Y cómo los voy a traer si aún no los he comprado?
Perfecto, así que ninguna de ellos tenía libro.
Por lo poco que lo conocía Sakura sabía que Naruto en verdad se le había olvidado, pero a Sasuke lo conocía bastante como para saber que no los tenía a propósito.
-Deberías saber ya de antemano que yo no iba a traerlos, te recuerdo que la estúpida idea de las clases fue tuya-dijo altivamente el chico-y hubiera sido más ameno si se lo hubieses pedido a cualquier otra que no a la sabionda de clase.
Aquello fue un verdadero golpe bajo para Sakura, miró al pelinegro y solo vio desprecio en su mirada.
¿Por qué? ¿qué había hecho ella? ¿a caso Sasuke era realmente así?
-¡Cállate, teme!-gritó el rubio-Sakura-chan se ha ofrecido a darnos clase y gratis, deberías ser más agradecido.
-No pasa nada Naruto-kun-dijo ella al ver que se avecinaba una pelea-si eso piensa pues que sea así, eso no influirá en el estudio y bueno será mejor que empecemos la clase.
Sabía que la había herido, lo notaba en su cara por mucho que ella tratase de mostrarse neutral, por alguna razón se sintió un poco mal al verla así, pero pronto esa sensación desapareció de su cabeza.
La verdad es que estaba molesto porque tanto Sakura como Naruto eran un impedimento para ir a buscar a Kristen.
Ayer a la noche la había ido a esperar a casa pero ella ya no estaba, y cuando llegó a la discoteca la chica estaba tan ocupada que no le había prestado ni la más mínima atención.
No aguantaba más, sacó el móvil y le mandó un mensaje.
-Sasuke-kun...estoy explicando no es momento de...
-Mira, yo hago lo que quiero ¿ok?
La chica estaba empezando a cansarse, aunque no se sentía lo suficientemente valiente como para plantarle cara.
En ese momento su móvil empezó a sonar, tenía un nuevo mensaje.
-¿No contestas?-preguntó Naruto.
-Estamos en clase, ya miraré luego.
-Bah, Sakura-chan a nosotros no nos importa, bueno creo que el teme ya te lo ha demostrado.
Asintió y sacó el móvil, enrojeció completamente al ver el mensaje de Sasuke.
''Esta noche te iré a buscar, necesito pasarla bien contigo''
Su corazón se aceleró sobre manera, ¿que debía hacer?
Alguien llamó a la puerta, Sasuke dio permiso y Mair entró.
-Tiene una llamada de teléfono señorito.
-¿Quién es?
-La señorita Olsson.
La cara de Sasuke se arrugó en una mueca de pesadez.
-No pienso contestar-dijo-cuélgale.
Sakura observaba todo sin comprender.
-Yonehara Olsson, es hija de un importante empresario de Estados Unidos, hace apenas un mes vio una foto de Sasuke-teme y se encaprichó con él y de algún modo consiguió que su padre convenciese a Fugaku para que se casasen, ahora ella es la prometida de Sasuke.
La pelirosa se quedó de piedra, sintió como su espacio se reducía y después se expandía en padacitos por toda la estancia.
-¿Sakura-chan estás bien?
-Lo siento, hoy no podremos continuar la clase, acabo de acordarme que tengo que ir a arreglar unas cosas para mi madre que necesita urgentemente, mañana recuperamos el tiempo.
Y salió de la casa a todo correr, alejándose por la calle mientras secaba las incontables lágrimas que caían por su rostro.
Empezó a llover, empapándola de arriba a bajo, en situaciones normales se habría resguardado por temor a coger una pulmonía pero ahora eso no le importaba, solo quería alejarse lo máximo posible de Sasuke Uchiha.
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-Ya está aquí-dijo Ino entrando en la habitación de la pelirosa-es la cuarta vez que timbra.
Sakura estaba tirada boca abajo en su cama con los ojos llenos de lágrimas clavados en un punto fijo de la ventana.
-Te dije que esto acabaría así Sakura-dijo Ino desde la puerta-te avisé acerca de Sasuke pero no quisiste escucharme...
-Si yo lo sabía Ino, pero... ¿comprometido? está comprometido con una persona y aún así...
-Lo sé amiga, debes sentirte fatal.
El timbre sonó por quinta vez.
-Dile que ya me he marchado o que me encuentro mal y me quedo en casa-susurró-no quiero verlo.
-Sabes que estará en la discoteca, y le darás clases particulares todos los días, tendrás que enfrentarlo.
La pelirosa lo sabía, hundió la cara en la almohada para ahogar un nuevo sollozo.
-Por favor Ino, ahorna no quiero verlo.
-Bueno, está bien pero por lo menos vete a comer algo.
No tenía estómago, al parecer se había resfriado a causa de la lluvia y se sentía mal físicamente.
Ino la fue a tocar para levantarla.
-Sakura estás ardiendo-dijo preocupada-¿Sakura?
La pelirosa no contestó, se había desmayado.
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Sasuke pegó un puñetazo en la pared, ¿qué coño le pasaba a Kristen que no contestaba?
Volvió a llamar por enésima vez y esta vez le contestó Ino.
-¿Si?
-Dile a Kristen que baje.
-Kristen está enferma y hoy no irá a trabajar-le contestó con voz glaciar.
-¿Qué le pasa?
A Sasuke le pareció escuchar un murmullo parecido a: ''tú sabrás''
-Se encuentra un poco mal, nada más, márchate.
Y dicho eso le colgó.
El pelinegro maldijo, ese día nada le salía bien.
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Días después...
La flamante limusina aparcó delante de la mansión de los Uchiha.
El conductor se bajó y fue de inmediato a abrir la puerta trasera del vehículo.
De ella bajó una linda chica de largo cabello negro y ojos azules, vestida con un corto vestido lisa de color crema y un pequeño bolso blanco.
Odiaba aquella situación más que cualquier cosa.
Ella, Yoko Olsson, teniendo que sustituir a su hermana gemela en la primera cita con su prometido, aquello era el colmo.
¿Pero qué podía esperar?, Yonehara siempre había sido igual, se encaprichaba con un chico y por miedo e inseguridad siempre era ella la que se hacía pasar por Yonehara en su primera cita.
A parte que conocía de sobras a Sasuke Uchiha aunque dudaba que él se acordase de ella.
Hacía apenas un año se habían conocido en una fiesta y se estuvieron dando el lote casi todo el rato, después ella lo había pillado morreándose con otra a la salida.
Era un tipo totalmente superficial que le importaba un comino dañar los sentimientos de las mujeres con las que estaba.
Además, ella ya tenía novio y sinceramente Gaara no se había tomado nada bien que ella anduviese haciendo aquello, era un chico bastante celoso y autoritario.
Mismamente de camino a Konoha la había llamado 3 veces.
-Buenos días señorita Yonehara-saludó Mair al abrir la puerta-el señorito Sasuke está en su cuarto preparándose, bajará ahora mismo.
-Que bien-rezongó ella-lo esperaré con ansias en el salón.
-¿Quiere tomar algo?
-No, no es necesario, muchas gracias.
Como siempre nadie había notado la diferencia entre ella y su hermana, eran idénticas, aunque solo físicamente, su hermana era lo que se podía llamar una barbie hueca rematada, la típica niña rica, mientras que ella procuraba vivir con total normalidad, como cualquier otra chica de su edad, odiaba las cursilerías de los ricachones y procuraba mantenerse alejada de las cenas y comidas que organizaba su padre, hasta su novio era un chico corriente de barrio.
Poco después la puerta del salón se abrió y por ella apareció Sasuke.
Seguía igual que siempre, esa cara y esa actitud arrogantemente fría, aquella pose de ''chico way'' y esa mirada descarada.
Hubiera caído en sus redes de no ser por que lo conocía perfectamente.
-Hola Yoko-saludó él-¿no era Yonehara la que se quería casar conmigo?
La chica se quedó de piedra.
-No Sasuke-kun te equivocas yo...
El chico bufó molesto.
-Eres Yoko, me acuerdo perfectamente de ti, además solo una chica que ha estado conmigo y luego se llevó una decepción me miraría de esa forma altiva con la que lo hiciste cuando entré.
La chica se quedó sin palabras, ¿cómo lo sabía? él ni siquiera conocía a Yonehara y lo más extraño de todo era que se acordase de ella.
-He hablado con Yonehara por teléfono y casi me ha contado toda su vida, es de estas chicas que si me ve si me tira encima, tú no lo has hecho.
La chica abrió la boca de par en par pero luego la volvió a cerrar, menudo creído que era ese tío.
-Además, la foto que me mandó de ella me sonaba de algo y cuando me dijo que tenía una hermana gemela que se llamaba Yoko todo me cuadró y me acordé de ti, y en fin aquí estás Yoko.
-Impresionante-dijo ella con tono aburrido-¿el señor Uchiha quiere una medalla por tan brillante deducción?
-Hmp, con que te largues me basta, tu presencia es una molestia.
-Vaya, pues siento decirte que me quedaré aquí por una semana y tendrás que fingir que estás con Yonehara, créeme si te digo que esto resultará mucho peor para mi que para ti.
Sasuke maldijo por lo bajo, eso no podía ser verdad, si eso era cierto no tendría tanto tiempo para conseguir que Kristen le prestase atención.
Le había estado mandando mensajes durante esos tres días pero ella no le contestaba y tampoco había ido a trabajar.
No quería reconocerlo, pero realmente estaba preocupado, ¿y si realmente estaba muy enferma?
Se sacudió la cabeza, aquello no le importaba, Kristen solo había sido una más, tendía que dejar de pensar en ella y punto.
-Que pesadez-dijo.
-Yonehara deberá compensarme esto con creces-rezongó la pelinegra.
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-¿Quieres hacerme caso cuando te hablo Sakura?-dijo Ino.
Ambas estaban en el supermercado comprando.
Ino la había convencido para salir a la calle y lo que más, de salir vestida de Kristen.
La rubia le había pedido algo pero ella se encontraba en una nube, pensando en Sasuke, como venía haciendo desde hacía tres días.
El catarro se le había curado pronto y ni siquiera sabía de donde había sacado la fuerza para presentarse a las clases particulares los dos días anteriores.
Él parecía despreocupado, tranquilo y sereno, mientras ella tenía que hacer un gran esfuerzo para no derrumbarse y que él descubriese que Sakura era Kristen.
Estaba completamente segura de que no estaba enamorada de Sasuke, ella nunca se enamoraría de alguien así, pero el hecho de que fuese una persona que era capaz de engañar a su prometida, de engañarla a ella que supuestamente era su amiga, con derecho a roce, pero amiga, le dolía muchísimo.
Se había sentido usada y humillada hasta tal punto que optó por dejar todo lo que era Kristen atrás, pero Ino se lo impidió, diciéndole que la vida seguía y no merecía la pena dejarla por un tipo como ese.
-¿Otra vez pensando en él?-dijo Ino-¿qué más tengo que hacer para que te olvides ya de ese idiota?
Tan distraídas iban andando que se chocaron contra alguien que venía de frente.
-Oh, lo siento-se disculpó Ino.
-No pasa nada-dijo la chica.
Se habían chocado contra una chica peliazul y un chico de pelo castaño y largo.
-Pero si eres Hinata, la que va en nues...digo en mi clase-dijo Ino.
-Si, y tú eres Ino.
-Ella es mi amiga Kristen-dijo la rubia.
Pero Sakura no prestaba la mayor atención
Sus ojos estaban clavados en los perla del chico que mostraba una pequeña sonrisa.
Aquel era uno de los que habían intentado aprovecharse de ella.
Las piernas empezaron a temblarle y un sudor fría le recorrió la espalda.
-Kristen, está es mi compañera Hinata, reacciona Sakura-dijo esto último en un susurro.
La chica despertó del trance y fingió una sonrisa.
-Un gusto conocerte Hinata.
La chica sonrió.
-Este es mi primo Neji-dijo presentándolo.
-Encantada, soy Ino.
El chico saludó con la mano a la rubia.
-Un placer conocerte, Kristen-dijo con una risita burlona.
-Si, claro-dijo ella sin tenderle la mano.
-Sentimos lo del carro, no nos íbamos fijando.
-Ah, no pasa nada-dijo la peliazul-no nos lastimó.
Sakura sentía la mirada de Neji abrasando por todo su cuerpo, ella se obligó a mantener la suya clavada en Ino y Hinata.
-Bueno, tenemos que irnos ya-dijo Hinata-nos vemos en la Universidad.
-Adiós-dijo Ino.
Poco después volvía a estar solas.
-Fue uno de los que me atacó-dijo la pelirosa sin más ni más-él.
-¿Neji?
Asintió.
-¿Estás segura?
-Es algo que en mi vida olvidaré, además estaba todo el rato mirándome.
-Si quieres avisamos a la policía...
-No, ya tengo demasiados problemas, déjalo estar, ahora volvamos a casa.
-De acuerdo.
Hinoshi Hazuno:
Estuvo super, perdon, ya me habia leido el cap uno pero no soy mucho de los comentarios, bueno en cuanto al cap. estuvo muy bien eres de las mejores escritoras, ni yo tengo esa habilidad de narracion mira k tengo varios fics, bueno no aki pero en otras paginas n_n''' wow me encanta, haber k día me das una ayudadita jajaja, Inner: Aun k no pueda decir lo mismo de tu firma, yo soy del 85% Yo: Callate!!! deja de insultar a la gente ¬¬ aun k no estes de acuerdo guarda tus opiniones, a ella no le gusta y punto, perdón por la intervencion de esta molestia n_nU, ok bye bye
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