Rincón del Artista > Fanfics
[+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
Sakuramin20:
ayyy.. pero que bueno que es este fic, adoro leerlo, estare esperando el siguiente capitulo
Nos vemos
Sakuramin20 :P
Dresti:
Holaa, aki traigo la conti^^ ya sabeis si kereis leer x donde va entrad en la direccion k di en el primer mensaje(y asi no teneis k preguntarme x el msn xD)
9.
-Esto es increíble-bufó la rubia sentada en una de las banquetas de la barra.
Después de tres días sin verle el pelo por la discoteca, razón que viene explicada por la ausencia de contacto con Kristen, el muy imbécil se atrevía a aparecer por allí con su prometida.
-No se puede ser más gilipollas-continuó.
Sakura se dedicaba a frotar los vasos vacíos con un trapo y así quitar las marcas de bebida que quedaban al fondo.
Su vista estaba clavada en la pareja, que iban agarrados de la mano, increíblemente ese hecho no le dolía, porque aunque Ino se empeñase en decir que estaba enamorada de él, Sakura podía demostrar que no era cierto.
De hecho ella misma se sorprendía al darse cuenta de ello, sentía algo por Sasuke pero estaba completamente segura de que no era amor.
Por lo cual su cara no mostró más que un rayo de desprecio en los ojos.
Le había quedado perfectamente claro que ella y Sasuke no tenían nada, es más había sido ella la que lo había recalcado, pero aún así no soportaba aquella humillación, el hecho de que él estuviese jugando a dos bandas y no se lo hubiese dicho siendo, supuestamente, ella su amiga.
-Sakura o te tranquilizas o tendré que mandarte la factura de los vasos.
La pelirosa apenas se había dado cuenta de que apretaba con una fuerza descomunal el vaso que tenía en las manos, aspiró y lo dejó encima de la mesa.
-¿Es que tengo que verlo a todas horas?-gruñó.
Ya era suficiente tener que fingir por la tarde en las clases particulares.
Así era su vida ahora, hasta con su verdadera identidad tenía que fingir, en mala hora había aceptado el trabajo de Ino, pero no, aquello no se iba a quedar así, por algún motivo que no alcanzaba a comprender cuando estaba en el papel de Kristen se sentía mucho más segura y estaba decidida a no dejar que ese estúpido se riese más de ella.
-Eso es algo en lo que tú te has empecinado-contestó su amiga-nadie te obliga a que sigas dándole clase.
-No, ¿y qué le digo? verás Sasuke no quiero seguir dándote clases porque con mi otra identidad descubrí que eres un capullo-dijo con ironía.
La rubia esbozo una sonrisa, aunque su amiga se negase a ello, haberse encontrado con el papel de Kristen la había ayudado en muchos aspectos, como por ejemplo aprender a valorarse, ahora hasta la veía más de Kristen que de Sakura...
-¿Y me dirás que es lo que tienes pensado hacer?
Sakura no contestó, en ese momento Sasuke había girado la cara y la miraba fijamente, una media sonrisa se esbozó en su rostro.
La pelirosa hizo un esfuerzo por imitarlo.
-Viene hacia aquí, yo me voy-dijo Ino.
El pelinegro se acercaba solo, dejando a su prometida esperando en una de las butacas que había en frente a la tarima.
Sakura sintió verdadera lástima y frustración por ella, la había conocido la tarde del día en que llegó, Yonehara Olsson era una chica muy amable y simpática, a parte de tener un físico espectacular, sin duda lo único que a Sasuke le importa de las mujeres.
Se sonrojó nada más pensar que siguiendo esos términos se había acercado a ella porque le parecía guapa.
No tuvo tiempo de pensar más.
-Hasta que al fin apareces-dijo el pelinegro sentándose delante de ella.
Por su parte Sakura se dedicó a trastear con los objetos de la barra, sin mirarle a los ojos y fingiendo que estaba ocupada.
-¿Por qué no has contestado a mis mensajes?
-Bueno, no me dijiste que te contestase-dijo ella intentando sonar lo más normal posible.
Escuchó como el ojinegro bufaba, claramente insatisfecho con la respuesta.
-¿Qué tal la enfermedad esa que tenías?
-Bien, ya estoy curada-contestó.
A pesar de sus esfuerzos Sasuke acabó notando que algo le pasaba.
-¿Te pasa algo?
-No.
-Estás muy rara.
La chica dejó lo que estaba haciendo y clavó la vista en los ojos curiosos de él.
-¿Por qué?
Algo en el tono de ella lo dejó descolocado.
-Hmp, estás rara.
La pelirosa no contestó.
-En fin, ¿está noche salimos por ahí? ahora estoy haciendo de niñera pero en cuanto me deshaga de esa-dijo señalando a Yonehara con el dedo-paso a buscarte.
El grado de estupefacción de Sakura estaba llegando al punto de convertirse en ira.
Le estaban dando ganas de agarrarlo por el cuello de la camisa y zarandearlo de un lado a otro y por último destartalo contra la pared.
No le había bastado con su jueguecito que ahora quería seguir tratándola como a una cualquiera y por encima riéndose también de Yonehara, en fin machitos como aquel necesitaban de una buena lección.
-Lo siento pero ya estoy ocupada, esta mañana llegó un amigo mío de América y tenemos intención de pasarla bien por ahí...muy bien-añadió con tono misterioso al final.
Una molesta punzada recorrió el interior de Sasuke, ¿a caso Kristen se estaba viendo con otro? la idea resultaba molesta, pero como él era un tipo con recursos no tenía de que preocuparse, ella que hiciese lo que le diese la gana, ya volvería a caer.
La pelirosa sonrió en su fuero interno al ver la reacción de él, sabía que diciéndole que lo sustituía por otro heriría profundamente el ego del chico, pero eso era lo que quería.
-Hmp, cuidado con las habladurías.
-Creo que tú más que nadie sabes que poco me importa eso-dijo la chica-solo es mentalidad machista.
El pelinegro arqueó una ceja.
-De igual modo que un chico, tú por ejemplo, se lía a todas las del barrio y todo el mundo piensa que es un fenómeno, una mujer como yo debería denominarse fenómena, aún así creo haber dicho que solo la pasaré bien con él, no seas mal pensado-contestó llanamente-se trata de lógica aplastante.
Y tan aplastante, el pelinegro se había quedado sin argumentos para contestar.
-Hmp.
Sakura sonrió de medio lado, al estilo de él.
-Aunque si quieres, tú amiga, tú, yo y mi amigo podríamos salir juntos, luego la noche decidirá donde acabaremos, como...y con quien.
Dicho esto se fue al otro lado de la barra, dejando a Sasuke más sorprendido que otra cosa.
Era la primera vez que una mujer lo rechazaba por otro y aún encima proponía que él conociese a ese ''otro'' y se fueran a tomar juntos unas copas tan tranquilamente.
-Se te nota tenso-dijo Yoko apareciendo detrás de él-¿quién es esa chica con la que hablabas?
-Kristen ¿te importa? ¿a caso tienes miedo de que engañe a tu hermana?
-De eso estoy segura y ya se lo advertí, no me ha hecho caso pues genial, ella misma sufrirá las consecuencias-contestó-solo preguntaba porque me suena de algo.
-Su padre es americano, tal vez la hayas visto por allí.
Pero Yoko estaba segura de que no la conocía de EE.UU
-No, no la he visto en Los Ángeles, pero me suena mucho, diría que se parece a la chica esa que va a tu casa.
-¿A Sakura?-preguntó el pelinegro-no seas absurda y conéctate las neuronas, no hay más que mirarla para darte cuenta de que Sakura a su lado es un trol.
Yoko lo miró con puro asco.
-Algún día alguien te pondrá en tu sitio y espero estar delante para verlo.
-Si, como sea, ese novio tuyo se tarda un montón, ya tengo ganas de perderte de vista.
-Tranquilo que acaba de entrar con su amigo.
Sasuke se giró con desgana hacia la puerta, quería ver la cara de idiota de ese tío, pero lo que vio lo dejó sumamente helado.
El novio de Yoko y su amigo no eran otros que los que habían atacado a Kristen.
Yoko se lanzó a los brazos del pelirojo, así que se llamaba Gaara, entonces el otro era Neji, Yoko le había hablado de ellos.
-Chicos, este es Sasuke, el prometido de mi hermana-presentó con desgana.
Ninguno de los tres dijo nada.
Detrás de Sasuke se escuchó el ruido de cristal rompiéndose.
Al girarse vio a Kristen, con el miedo y la sorpresa reflejados en su cara.
-Bien Yonehara-dijo Sasuke-ya te puedes largar con tu novio y el otro, adiós.
-Id vosotros-dijo Neji-yo me quedaré, a lo mejor encuentro a alguien con quien pasar el rato.
Los otros de se fueron.
La situación se había vuelto muy tensa, Sakura miraba a Neji, Sasuke la miraba a ella y el ojiperla se dedicaba a alternar la mirada.
No lo aguantó más y se fue al otro lado de la barra, pero aún así vio como el castaño se levantaba y la seguía.
-Tranquila, muñeca-dijo al pasar por su lado-esta noche no quiero problemas, ya tendremos otro día para conversar y demás, ahora ya sé donde encontrarte.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de la chica, aún así no se movió, no quería verle la cara.
Sasuke también se había levantado y estaba detrás de Neji.
-Lárgate de aquí-dijo.
Neji lo miró con una sonrisa y luego se fue.
-Kristen...
-Vete Sasuke-dijo ella en un tono glacial dándole la espalda.
-Pero...
-Vete-repitió.
-Hmp.
El pelinegro se giró enfadado, en serio que no la entendía.
Pero claro, no podía hacerlo porque fue incapaz de ver las lágrimas que rodaban por la cara de la pelirosa.
Lágrimas, porque su corazón le decía una cosa y su mente otra, y muy a su pesar sabiendo que la única verdad era la que decía su mente.
Mentirse a uno mismo era la peor humillación que podía sufrir, incluso más de la que había sentido cuando Sasuke la había usado.
10.
Sakura e Ino estaban sentadas en las escaleras de la entrada de la Universidad, las clases habían terminado y estaban esperando por Sai, que había quedado en ir a buscarlas.
-Hola-dijo alguien a su lado.
Hinata se sentó al lado de ella y clavó su vista al frente.
-¿Tambiéb esperas a alguien?-preguntó Ino.
La chica asintió.
-A mi primo Neji, viene a buscarme.
La sola mención del nombre hizo que Sakura se estremeciese de arriba a abajo.
Ino, que ya conocía la historia, no hizo más que incomodarse.
-Me...han dicho que le das clase a Sasuke-kun-dijo Hinata un poco sonrojada mirando a Sakura.
-Si-respondió secamente.
-T envidio-soltó de golpe.
-¿A ti te gusta?-preguntó Ino
Hinata se sonrojó aún más.
-No...es eso.
-No merece la pena-intervino Sakura-es un prepotente al que solo le importa el aspecto físico de la gente.
-Yo no creo que sea así-murmuró la peliazul-yo creo que debajo de esa fachada que lleva hay alguien sensible.
Una risa irónica escapó de los labios de la pelirosa.
-No te dejas engañar por el envoltorio-dijo-a Sasuke no le importan los sentimientos.
Hinata la miró impresionada, el rencor que destilaba la voz de Sakura era como veneno.
-Parece que no os lleváis muy bien.
-No soy el tipo de persona que le gusta a Sasuke-contestó la ojijade-y yo no soporto a la gente que humilla a los demás por ser feos, no te dejes engañar.
-¡Sakura-chan!-la voz de Naruto sonó como la pólvora en medio del campus.
La mencionada se giró, para su buena suerte, Naruto venía solo.
El chico se paró en seco cuando vio a Hinata y bajó la cabeza, cohibido.
-Hola Hinata-saludó suave.
La chica contestó con la mano.
-¿Pasa algo Naruto?-preguntó Sakura.
-Es que hoy no podré ir a clase-dijo-tengo que ir a un evento con mi padre y me llevará la tarde entera.
La cara de la ojijade demudó por completo, aquello solo significaba una cosa, estaría sola con Sasuke.
-¿Estás bien Sakura-chan?-preguntó el rubio pasándole la mano por delante de la cara.
-Si, no pasa nada-contestó-entonces nos vemos mañana.
-Si, bueno pues ya me voy, adiós chicas, adiós Hinata.
A pesar de que Naruto se había ido, Sakura continuó de pie, sin moverse un pelo.
La bocina de un coche sonó detrás de ella, al girarse vio que Sai ya había llegado.
Ino se lanzó a los brazos de su novio y le dio un fogoso beso.
Sakura la envidiaba, Ino tenía suerte de tener a alguien que no la engañaba.
-Si quieres esperamos a que llegue tu primo, para que no te quedes sola-se ofreció la pelirosa a pesar de que la idea de ver a Neji la aterraba.
-No hace falta, él siempre hace lo mismo, iros tranquilos.
La pelirosa se encogió de hombros y se subió al coche con Ino y Sai.
En el momento que el coche arrancó se sacó el gorro de la cabeza.
Llevaba el pelo recogido en dos moños y sujeto con una decena de orquillas para que no se le viese nada debajo del gorro.
Se quitó las gomas y las orquillas y dejó que el pelo rosa le cubriese todos los hombros y la cara.
-¿Estás bien?-preguntó Ino.
-¿Cómo voy a estar bien?-susurró-esta tarde tendré que enfrentarme a solas con él, estando Naruto es soportable pero...
-Si no recuerdo mal, ayer a la noche le plantaste cara-dijo Ino.
''Y después me puse a llorar como una idiota'' pensó.
-Es diferente, Kristen puede encararlo pero Sakura...
-Sois la misma persona-intervino Sai-si una puede, la otra también.
''Pero con Kristen es fácil mentir, Kristen siempre miente'' pensó.
-Si no vas le darás motivos para que desprecie a Sakura, para que te desprecie-dijo Ino-tú dijiste que no dejarías que eso pasase.
Era verdad, ella lo había prometido.
No tenía por qué escapar de él.
---------------------------------------------------------------------------------------
-¡¿Qué?!-dijo el pelinegro con el teléfono pegado a la oreja-¿y por qué le digiste que viniese? pues no, no quiero estar solo con ella, ya tengo suficiente con Yoko.
Naruto, por la otra línea, empezó a soltarle royos de que tenía que ser más amable.
-Si bueno, disfruta de tú reunión-dijo con ironía.
Al colgar el teléfono soltó un bufido.
Naruto no iría a las clases esa tarde, por consiguiente estaría a solas con el estorbo de Sakura.
Miró el reloj, para su suerte Yoko no llegaba hasta dentro de una hora, y Sakura lo haría media hora después.
-Buenos días hermanito-saludó Itachi, entrando por la puerta principal.
-Hmp.
-¿Y Yonehara?
-A saber.
-No sé Sasuke, es tu prometida, deberías tratarla mejor-dijo con una sonrisa burlona.
-Vete a la mierda.
-¿Otra vez peleando?-dijo Fugaku apareciendo por el vestíbulo-¿cuándo aprenderéis a comportaros según las normas?
-Tal vez cuando dejen de existir-musitó Iyachi, antes de desaparecer escaleras arriba.
-¿Y tú qué?-añadió Fugaku mirando a su hijo pequeño.
-¿Qué de qué?
-¿Dónde estás Yonehara?
-No lo sé-contestó con molestia.
-¿No lo sabes?-exclamó su padre-¿es tu futura mujer y no sabes donde está?
-No le tengo un localizador puesto-murmuró.
-Debes aprender a decirle que no puede salir sin decírtelo a ti antes.
Ya empezaba otra vez, Fugaku y sus charlas.
-A las mujeres si les das una mano te cogen el brazo entero, te cogen todo el dinero y luego se largan con otro a la primera de cambio.
Sasuke hacía esfuerzos por no prestar atención al pesado de su padre.
-Sino mira a la zorra de tu madre, después de engañarme me dejó por ese estúpido de su amante.
Sasuke tenía los puños apretados con firmeza.
-Aprende eso hijo, las mujeres son venenosas, no dejes que te dominen.
Dicho eso, su padre se marchó, dejándolo solo.
-¡Arg!-rugió dándole una patada a la pared.
Su padre tenía razón, todas las mujeres eran iguales, unas rameras que solo servían para engatusar y engañar a los hombres, sino que se lo dijesen a él.
Su madre se había largado con mitad del dinero de su padre y con un chaval poco mayor que Itachi, de eso hacía ya 5 años y desde esas no la había vuelto a ver.
La odiaba con toda su alma.
-¿Se encuentra bien señorito?-preguntó Mair al verlo en ese estado-¿quiere que...?
-¡No quiero nada!-gritó mirándola iracundo-¡si quisiera algo ya te lo habría pedido!
Mair bajó la cabeza abochornada.
-Lo siento señorito-se disculpó mientras se retiraba.
Enfurecido consigo mismo subió las escaleras y se encerró en su cuarto.
Minutos más tarde Yoko abrió la puerta.
-Me he encontrado a Mair llorando en la cocina cuando he llegado, no me ha querido decir que le pasaba pero creo que me hago una idea-dijo seria.
-Es la sirvienta, que se limite a servir-respondió.
Yoko alzó las cejas.
-Me preocupa que mi hermana acabe con un tipo como tú-dijo.
-¿Qué tiene de malo?
-¿No te das cuenta? eres egocéntrico, egoísta, materialista, prepotente y machista-contestó.
-¿Y qué?
-''¿Y qué?'' cualquier mujer que esté contigo acaba sufriendo, Sasuke.
-Hmp, si que te dolió que te dejase.
-Me utilizaste y no quiero que hagas lo mismo con mi hermana, ¿cuando aprenderás? las mujeres servimos para más cosas, no solo para...
-Tal vez es que estás celosa, cuando quieras repetimos-dijo.
Yoko le cruzó la cara de una cachetada.
-Yo no soy ninguna ramera tuya, a mí me respetas imbécil-luego lo miró con altanería-si tan poco valemos, ¿por qué los hombres siempre acabáis rogando que volvamos con vosotros? solo sois un puñado de idiotas.
Sasuke no supo que contestar, con esa ya iban dos mujeres que lo dejaban sin palabras.
-Potándote así no conseguirás que tu madre vuelva-dijo ella antes de irse.
-------------------------------------------------------------------------------
Sakura estaba parada en frente del espejo de su cuarto.
Llevaba puesto unos pantalones vaqueros y una fina camiseta blanca de manga larga.
Se había maquillado un poco y llevaba el pelo suelto.
Su mirada era de determinación.
Ese mismo día se acabaría todo, le diría a Sasuke la verdad y así le borraría esa sonrisa de imbécil que tenía.
Iba a decirle cuatro cosas y a enseñarle que enfadar a una mujer, en concreto a ella misma, no era nada bueno.
Cogió su bolso y salió del cuarto.
Poco después salió a la calle.
-------------------------------------------------------------------------------------
Naruto estaba apoyado en una de las ventanas con cara de soberano aburrimiento.
Todo el salón de su casa estaba lleno de gente importante de la ciudad, bien trajeados y presumiendo de sus lujos.
Se echó un vistazo de nuevo, el traje negro que le había dejado su padre le quedaba grande y el exceso de gomina en la cabeza daba el mismo efecto que si una vaca le hubiese chupado todo el cabello.
Odiaba todo aquel tipo de reuniones en las que no se hablaba de otra cosa que no fuese dinero y más dinero.
-Que aburrimiento-susurró.
Miró a su padre, que hablaba animadamente con un señor algo serio y estirado.
Luego su padre se giró y lo apuntó con el dedo mientras sonreía, luego el otro señor también lo miró.
-¡Naruto ven aquí!-lo llamó su padre.
El rubio caminó hacia allí bufando y arrastrando los pies.
-Naruto, este es el señor Hiashi, dueño de la cadena de hoteles más importante de Japón.
-Un gusto, señor-dijo con la mayor amabilidad que pudo.
Hiashi lo miró de arriba a abajo pero ninguna expresión cruzó su rostro.
-Yo también he traído a mi hija conmigo-dijo-me gutaría que la conocieses.
''Genial'' pensó el rubio, ahora le tocaría aguantar a una de esas niñas ricas y pijas.
-¡Hinata!-exclamó Hiashi.
El corazón del rubio se paró por un momento, ¿había dicho Hinata?
Sus ojos se abrieron de par en par cuando delante de él apareció la peliazul con un vestido gris perla largo que hacía juego con sus ojos.
-Naruto-kun-dijo la chica, también sorprendida de verlo.
-¿Os conocéis?-preguntó Minato.
-Vamos en la misma clase-respondió el rubio sin apartar la vista de la chica.
Un rubor cubrió las mejillas de Hinata que agachó la cabeza.
-Entonces sobran las presentaciones-dijo Minato con una sonrisa demasiado radiante.
Naruto comprendió, aquello no era un encuentro casual, aquellos dos se traían algo entre manos y al ver las miradas ansiosas que ambos les dirigían a él y a Hinata comprendió lo que pasaba.
Miró a Hinata para ver como reaccionaba, pero la ojiperla parecía no enterarse de nada.
-¿Vienes un momento Hinata?-preguntó.
Ella asintió y lo siguió hasta la ventana.
-¿Qué quieres Naruto-kun?
-Esos dos-dijo señalando a sus padres-quieren que nos casemos.
Los ojos de Hinata se abrieron aún más.
-¿Casarnos?
-Conozco esa mirada que tiene mi padre y solo significa una cosa-dijo el rubio.
-Ah...
La chica parecía abatida y Naruto no pudo evitar sentir algo de molestia, Hinata había empezado a gustarle, era una chica tranquila y que no llamaba la atención, justo lo contrario a él.
Pero él sabía que no era correspondido, como siempre, la chica que le gustaba solo tenía ojos para su amigo Sasuke.
-Ya pensaremos algo para que nos dejen-dijo.
Hinata lo miró y luego asintió.
------------------------------------------------------------------------------------
Llamaron al timbre justo en el mismo momento en el que el bajaba las escaleras para exigirle a Yoko que le pidiese perdón.
Soltó un bufido, al parecer hoy todo el mundo quería molestar.
Abrió la puerta y allí se quedó clavado como un tonto.
-Hola Sasuke ¿puedo pasar?
La chica lo miraba completamente seria.
-¿Kristen?
11.
-¿Qué haces aquí?-preguntó el pelinegro extrañado.
-Bueno...verás, es que yo...
La determinación que había sentido momentos antes había quedado reducida a cenizas.
-¿Tú qué?-preguntó el ojinegro con impaciencia.
¿Qué demonios hacía la pelirosa allí a esas horas? es más, ¿cómo sabía donde vivía?
Las manos de la pelirosa temblaban de tal manera que sentía que el bolso que llevaba se le caería al suelo.
-Yo...
El móvil de la pelirosa empezó a sonar estrepitosamente de forma que ella casi se cae al suelo del susto.
Contestó al teléfono bajo la mirada atenta de Sasuke que se recargó en el marco de la puerta.
-¿Si?
-¿Ya se lo has contado?-preguntó Ino emocionada detrás de la línea.
-En eso estaba-dijo mientras miraba al chico de reojo-pero no sé que hacer, estoy cagada de miedo.
-Lo suponía-dijo la rubia-siempre pasa lo mismo.
-Bueno, ¿y qué hubieses hecho tú si estuvieses en mi lugar?
Su amiga no contestó.
-La verdad es que creo que ni siquiera hubiese ido a su casa-dijo al final-pero bueno, debes tener fuerza para decírselo, es hora de que deje de reirse de ti ¿no?
Ino tenía razón, había que decir la verdad, y lo haría en ese mismo instante.
-De acuerdo, ahora mismo se lo diré-dijo antes de colgar.
Guardó el móvil en el bolso y tomó aire antes de girarse hacia Sasuke.
-¿Me dirás ya lo que quieres?-preguntó el pelinegro.
-Si, tengo que decirte algo muy importante, verás yo...
-¡Sasuke-kun!
Un coche se había parado en frente de la casa y de él bajó Yonehara.
Se lanzó a los brazos del plinegro y le estampó un beso en todos los morros.
Tanto la pelirosa como él se qudaron sin palabras.
-Por fin nos vemos, amor-dijo la chica.
Ante aquella escena Sakura no pudo más que sentir como su corazón se rompía en mil pedazos.
-¿Qué haces tú aquí?-preguntó el pelinegro, apartándosela de un manotazo.
Era obvio que aquella era la verdadera Yonehara ya que Yoko ni borracha se hubiese comportado así.
-¿Me extrañaste amor? ¿y quién es esa?-preguntó mirando a Sakura con desdén.
¿Qué quién era? pero si estaba cansada de saberlo, ¿qué le pasaba a esa tía? la pelirosa agachó la cabeza, había sido una estúpidez ir hasta allí, cualquier intento de llamar la atención de Sasuke sería en vano, y nunca llegaría a compararse con Yonehara.
-Hmp, no es nadie-contestó con indiferencia.
-Yo...ya me voy...-dijo dándose la vuelta y echándose a correr.
Se alejó de aquel lugar lo más rápido que pudo, sin mirar atrás, no quería volver a verle, aquel último comentario le había hecho realmente daño, sobre todo en la forma n que lo había dicho.
Ella no era nada, nunca lo sería y era una ilusa por haber pensado lo contrario.
Siempre sería igual, ella no sería nada más que la chica empollona a la que nadie quiere.
Las lágrimas rodaron por su cara como puñales, si aquello era amor, aquel sentimiento que todos defendían como lo más hermoso que existía en el mundo, o bien aquello era mentira o era de que todos eran unos embusteros, ya que lo único que ella sentía era un inmenso dolor que amenzaba con partirla en pequeños pedacitos.
Sasuke era vil y cruel con todas las mujeres, para él no existían ni amigas ni novias, solo objetos para satisfacer su deseo sexual, toda aquella galantería barata no había sido más que una artimaña, ella no le importaba.
Él mismo lo había dicho: ella no era nadie.
-------
Kristen se había marchado a todo correr sin que él tuviese tiempo de saber que había ido a decirle.
Ahora la verdadera Yonehara lo arrastraba hacia el interior de la casa.
-¿Verdad qué no te esperabas que llegase tan pronto? decidí no llamar para darte una sorpresa amor-dijo mientras se agarraba al brazo del chico.
-¿Yonehara?
Yoko salió del salón comedor con los ojos abiertos como platos pero en seguida fue a abrazar a su hermana.
Era sorprendete lo identicas y a la vez distintas que eran las dos, una: una niña mimada que solo se interesaba en sus capichos de niña rica, y la otra: una persona definible como normal.
-No sabía que venías-dijo.
-Lo sé, es que quería darle una sorpresa a Sasuke-kun y que se pusiese contento.
Yoko miró a Sasuke, estaba segura de que el pelinegro sentía de todo menos alegría.
-¿No viene hoy la chica esa, Sakura?-le preguntó.
-¿Sakura? ¿era la chica que estaba en la puerta?
-¿Quién estaba en la puerta?-preguntó Yoko.
-Una chica pelirosa-contestó su hermana con desdén.
-¿Kristen la camarera?-dijo mirando a Sasuke.
Este no contestó, es más parecía ausente.
-¿De que habláis?
-No es que una amiga de Sasuke que es pelirosa trabaja en la Daikiri, una discoteca-contestó Yoko.
Su hermana gemela arrugó la cara, en una expresión de celos.
''No te queda nada'' pensó Yoko.
-¿A dónde vas?-preguntó al ver que Sasuke salía a la calle.
-Tengo algo que hacer-contestó él.
-¿Y qué hago si viene Sakura?
-Hmp, lo que te de la gana.
-¡Sasuke-kun yo quiero ir contigo!-exclamó Yonehara.
-Tú te quedas aquí, eres un estorbo-dijo él antes de irse.
-Jo-dijo haciendo un puchero-bueno iré subiendo mi equipaje.
Mientras Yonehara fue a atender sus maletas Yoko se quedó pensativa.
¿Sasuke le había dado su dirección a una chica? aquello era muy raro y él mismo parecía sorprendido por el tema.
Luego había algo que le hacía pensar que ella había visto a Kristen en otro lugar.
Miró el reloj, pasaba de la hora acordada y Sakura todavía no llegaba.
Entonces algo pasó por su cabeza, la pelirosa siempre era muy puntual.
Una idea descabellada pasó por su cabeza.
La chica simpre vestía muy extraño y llevaba el pelo oculto en un gorra, pero una vez ella había visto un mechón de pelo de color rosa, y luego estaban aquellos ojos jade y esa forma de tratar a Sasuke, como si tuviesen algún tipo de relación profunda.
Fue hacia el listín teléfonico y buscó el teléfono de la pelirosa, era un fijo.
Según tenía entendido Sakura vivía en un apartamento con una amiga suya, Naruto para esos temas era muy entendido.
Bien, pondría a prueba sus sospechas.
Marcó el teléfono y al segundo toque contestó una voz desconocida, seguramente la amiga de Sakura.
-¿Eres Kristen?-preguntó.
-No, soy su amiga Ino, Kristen ha salido y no volverá hasta dentro de unas horas, ¿le quieres dejar un recado?
La voz de Ino sonaba extrañada.
-No, gracias, ya la llamaré más tarde.
Yoko colgó y una sonrisa cruzó sus labios.
Según aquello, Sakura y Kristen eran la misma persona.
¿Pero quién era la verdadera? ¿y con qué objetivo mantenía aquella doble identidad?
--------
Ojalá que esa noche él no apareciese por allí, sería incapaz de mirarlo a los ojos y mucho menos de mantener cualquier tipo de conversación con él.
Lo detestaba, pero más se detestaba a si misma por haber llegado a enamorarse de él aún sabiendo como era y lo único que buscaba.
Pero ahora otra cosa la preocupaba de igual manera, cuando había llegado a casa Ino le dijo que alguien había llamado preguntando por Kristen y eso la extrañaba ya que no le había dado su número a nadie.
-¿Ya estás mejor?-preguntó su amiga acercándose a ella.
-Hago lo que puedo-contestó.
-Sé que ahora no sirve de nada, pero te avisé de que algo así sucedería, ¿cómo pudiste volver a caer? todos los Uchiha son igual de machistas, bueno excepto Itachi, dicen que él por lo menos le tiene algo de consideración a las mujeres, como vivirá la señora Uchiha.
-No vive con ellos-dijo Sakura-Naruto dice que se divorció del señor Uchiha.
-No me extraña-murmuró la rubia-genial, mira quién viene por ahí.
Sakura se giró pensando que sería Sasuke pero se sorprendió al ver que era la misma Yonehara la que se dirigía hacia ella.
-Buenas noches Kristen, ¿o prefieres que te llame Sakura?-dijo la pelinegra.
La ojijade abrió los ojos de par en par, ¿cómo la había descubierto?
12.
¿Cómo es que Yonehara se había enterado de verdadera personalidad?
-Veo que te has sorprendido-dijo la pelinegra-la verdad es que no ha sido fácil resolver el misterio peo en fin tu pelo ha ayudado mucho, la próxima vez escóndelo mejor debajo de la gorra.
Sakura no sabía que decir, se había quedado muda.
-Solo quiero saber por qué haces esto, en realidad me importa bien poco que tengas una doble vida, en eso puede que nos parezcamos en algo.
La pelirosa la miró extrañada.
-Yo no soy Yonehara, soy su hermana gemela Yoko, la que acaba de llergar hoy es la verdadera Yonehara, así que como ves yo también soy una mentirosa-dijo Yoko.
La ojijade no salía de su asombro.
-Yo...no sé que decirte-dijo al fin.
-No tengo nada en contra tuya así que no tengas miedo en contarme, quizás pueda ayudarte.
Sakura lo meditó un momento, tal vez no pasaría nada si le contaba la verdad, Yoko parecía mucho más madura que su hermana.
-Está bein, te contaré, pero por favor no digas nada, y mucho menos a...
-Sasuke, vale no contaré nada, tranquila-dijo.
Sakura vio el los ojos azules de la chica que podía fiarse de ella.
-Yo nunca quise empezar todo esto-dijo-necesitaba un trabajo y mi amiga Ino me ofreció uno aquí en la discoteca y como comprenderás para trabajar aquí una no puede venir con la ropa que llevo cuando soy Sakura.
-Si, me he dado cuenta-dijo Yoko asintiendo.
-Bueno pues la primera noche que vine a trabajar lo conocí a él-continuó-y nos besamos.
Yoko no se sorprendió, aquello era muy propio de Sasuke.
-Nos hicimos amigos pero a la de poco tiempo acabamos...-la pelirosa se sonrojó a más no poder.
-Si, me imagino-cortó la otra-no me digas más, después de eso dejó de hablarte.
-No, en realidad seguimos siendo amigos-dijo Sakura-un día dos chicos intentaron pasarse conmigo y él me defendió y acabamos acostándonos otra vez.
Vaya, eso si que sorprendió a Yoko, Sasuke Uchiha nunca repetía.
-Entonces me enteré de que estaba prometido con otra y me di cuenta de que él me gustaba de verdad, quise separarme de él, pero era muy difícil cuando él me mandaba mensajes a todas horas y venía a buscarme a casa para preguntarme que me pasaba.
Yoko cada vez se sorprendía más, ¿Sasuke preocupado por lo que una mujer pensase de él?
-Hoy justamente fui a su casa para contarle la verdad, pero...bueno ya sabes con lo que me encontré y me fui corriendo.
La pelinegra asintió.
-Lleva todo el rato mandándome mensajes, para preguntarme que qué me pasa y que era lo que le quería decir-dijo enseñándole el móvil.
Yoko se quedó estupefacta, en apenas 5 horas el pelinegro le había mandado 17 mensajes.
-Fue a buscarte-dijo de repente.
La pelirosa la miró extrañada.
-Después de que te fueses nos dejó a mi hermana y amí solas y salió, ahora estoy segura de que fue a buscarte.
Pero si era verdad lo que ella misma estaba diciendo, entonces a que la llevaba todo aquello, solo cabía una posibilidad, pero le parecía tan extraña y surrealista que apenas cuajaba en su mente, ¿sería que Sasuke sentía algo más que atracción sexual por Kristen?
-Lo siento mucho-se disculpó la pelirosa-tu hermana se va a casar con él y yo te estoy contando esto.
Por la cara de Sakura empezaron a rodar unas pocas lágrimas que la chica secó rápidamente.
Se notaba que quería mucho a Sasuke y que aquella situación le dolía tremendamente.
¿Qué debía hacer ella? le gustaría ayudar a Sakura, ¿pero no significaba eso traicionar a su hermana?
Sopesó las oportunidades, la verdad es que no creía que Yonehara estuviese enamorada del pelinegro, seguro que eso era verdad, siempre que se encaprichaba con algo no paraba hasta tenerlo y luego dejaba de hacerle caso.
Al final se decidió.
-Yo te ayudaré.
Sakura la miró con ojos como platos.
-Pero tu hermana...
-Mi hermana no quiere a Sasuke, tú si, así que te ayudaré.
La pelirosa no supo que decir.
-Creo que le gustas.
-Te equivocas, a él solo le gusta Kristen, si llega a saber quien soy...
-¿Y Kristen y Sakura no son la misma persona? lo único que cambia es el envoltorio ¿no?-dijo al pelimegra-bueno, a ver si lo entiendo, tú lo que quieres es que Sasuke quiera a Sakura.
La ojijade asintió.
-Pues entonces no hay ningún problema.
Sakura creía que realmente había bastantes problemas.
-No le caigo bien.
-Por que no te esfuerzas en caerle bien, tienes que poner todo de tu parte para enseñarle a Sasuke que el físico no es lo único que importa.
-Eso es imposible.
-Te voy a decir una cosa Sakura, creo que Sasuke tiene un problema con su forma de ser, su madre los dejó cuando eran unos niños para irse con otro hombre y él no lo ha superado y creo que ese es el motivo por el que nunca quiere estar en serio con ninguna chica, porque en el fondo tiene miedo a que le vuelvan a hacer daño.
¿Su madre los había dejado? ella no sabía eso.
-Si realmente le quieres, lucha por él y hazle ver que no todas las mujeres son como su madre, que tú no le traicionarás.
Las palabras de Yoko calaron hondo en su corazón.
-¿Y qué puedo hacer?
-Lo primero de todo, es de vital importancia que no se entere de que Sakura y Kristen son la misma persona, eso fastidiaría la estrategia y segundo tienes que conseguir que Sakura y él hablen.
La pelirosa se puso roja como un tomate.
-Puedes hacerlo, yo te ayudaré-dijo guiñándole un ojo.
La puerta de la discoteca se abrió y por ella entró la persona menos apta en ese momento, Sakura palideció.
-Es él.
Yoko se giró para ver como Sasuke se dirigía hacia ellas.
-No sabes que soy Yoko, para ti sigo siendo Yonehara, ¿ok?
Asintió.
-¿Qué haces tú aquí?-preguntó Sasuke al llegar junto a ellas.
-Vaya manera de saludar tu prometida-dijo la pelinegra.
-Si bueno, lárgate que quiero hablar con Kristen.
-No tenemos nada de que hablar-dijo la pelirosa secamente.
El pelinegro alzó las cejas.
-Vienes a mi casa a decirme que quieres contarme algo, ¿y ahora me dices que no tenemos nada de lo que hablar?
-Eso he dicho, no hay nada que yo tenga que hablar contigo.
Yoko contemplaba la escena divertida, Sasuke estaba furioso y los cambios de actitud de Sakura eran brutales, podría tener futuro como actriz.
-Estoy hasta los mismísimos-murmuró el pelinegro afiladamente-¿se puede saber que coño te pasa?
-Mejor dime que coño te pasa a ti-dijo la pelirosa.
-A mi no me pasa nada.
-¡Es que realmente eres imbécil!-le gritó descargando toda la ira acumulada a lo largo de la tarde-¿qué coño te crees que soy yo? ¿una muñeca?
Sasuke se quedó sin palabras.
-¿Pero qué dices?
-¡Estás prometido Sasuke! ¿es qué piensas serle infiel a Yonehara toda tu vida?-dijo señalando a la pelinegra-¡yo no quiero amigos que tienen actitud de ''chulo piscina''!
El pelinegro se quedó a cuadros, ¿lo había llamado chulo piscina?
Yoko tenía que hacer grandes esfuerzos para no troncharse de la risa, la cara de Sasuke era impagable.
-¡Así que hadme el favor de dejarme en paz! yo no voy a participar en un juego de infidelidad, búscate a otra que te siga el juego.
-A ti lo que te pasa es que no aceptas que esté con otras, estás celosa-dijo él con una media sonrisa.
Sakura se giró hecha una furia.
-Lárgate ahora mismo o juro que te arranco los ojos-le espetó-y no te confundas conmigo yo nunca estaría con un tipo como tú que a saber cuantas veces me pondría los cuernos.
-Eso lo dices ahora pero ben que te gustó estar conmigo.
En el rostro de la pelirosa apareció una sonrisa altanera.
-Para mi tú no has sido más que un folla amigo, ¿entendido? has sido un lío pasajero, asúmelo Sasuke tú no eres el único que utiliza a los demás, y ahora lárgate me das asco.
El pelinegro apretó los puños con fuerza y tras lanzarle una mirada envenenada salió de la discoteca.
-Impresionante-dijo Yoko mientras observaba como el chico se iba.
Pero cuando se giró vio que Sakura tenía la cabeza apoyada en la barra y que su cuerpo temblaba ligeramente, estaba llorando.
Yoko sintió pena por ella y le pasó una mano por la espalda.
-Créeme que lo que él te ha dicho no lo siente de verdad-dijo incluso sorprendida de estar dando la cara por él en aquel momento-le has herido su orgullo pero en el fondo estoy segura que él no quería decirte esas cosas en ese tono, Sasuke nunca había estado tan atento con nadie.
La chica no le contestó.
-Pero tú tranquila, pronto todo esto cambiará.
Sakuramin20:
waaaaaaa... que buena que esta!!!!
es mi historia favorita, la que mas me ha gustado de las que has hecho, es impresionante.
Nos vemos
Sakuramin20 :P
Greenie:
Holaaaaaaaa!
Dresti-chan!
simplemente ame todos los capitulos!
este fic es genial
me encanta!
un Beso espero con muchisimas ansias La conti :)
Dresti:
13.
Estaba tirado tal cual largo era su cuerpo en el suelo con los ojos clavados en el techo.
¿Qué demonios le pasaba? él nunca se había sentido así y menos por una mujer.
Las palabras que Kristen le había dicho dos días atrás lo habían dejado completamente desconcertado.
Le había llamado chulo, por suavizarlo, y lo había mandado a paseo.
Pues bien, si eso era lo que ella quería, así sería, e´l nunca se arrastraría tras una mujer, no, nunca lo haría.
Pero a pesar de eso la imagen de la chica volvía a su mente una y otra vez y eso era lo ue lo tenía tremendamente furioso, tenía que olvidarla ya, inmediatamente.
Tenía otros asuntos de los cuales requerían la totalidad de su atención.
Su casa en ese momento era lo más parecido a un manicomio, y si su padre le llega a decir en ese momento que se iba a vivir con los monjes agustinos hubiese aceptado, incluso pagado por irse a vivir allí.
Si Yoko era insoportable, Yonehara pasaba con mucho la barra de persona insufrible.
Reclamaba su atención a todas horas, le hacía ir con ella de compras(más bien su padrele hacía ir de compras con ella) y todas cualquiera cosas que se le ocurriese a la pelinegra hacer en la ciudad.
Yoko seguía en casa por petición de su hermana y porque no sé que asuntos tenía que atender con un amiga.
Itachi se había borrado del mapa y no aparecía por casa ni para comer.
Para colmo no podía quedar con Naruto porque este estaba intentando convencer a Minato y a Hiashi que suspendiesen su compromiso con Hinata a pesar de estar loquito por ella.
Y lo peor de todo, si señores aún había algo peor, era el hecho de que su padre estuviese dos semanas enteras de vacaciones.
Ante tal panorama uno saltaría a los brazos de los tranquilos monjes aunque fuese con los ojos cerrados.
Tal era su situación que hasta estaba contento de que hubiese llegado la hora en la que Sakura vendría a darle clases y más por lo que tenía que decirle con respecto a un asuntito que había sucedido esa misma mañana, por lo menos así tendría una buena escusa para que nadie lo molestase.
Alguien llamó a la puerta y entró.
Se agobió al ver a cierta pelinegra pero soltó un suspiro cuando se dio cuenta de que era Yoko.
-¿Qué haces aquí?-le preguntó.
La chica se puso nerviosa, la verdad es que pensaba que no había nadie, como nadie contestó cuando llamó.
-Eh...nah pues yo...vengo a buscar una cosa que Yonehara se dejó.
Sasuke ni la miró.
La pelinegra se dirigió como una centella hacia la mesita de Sasuke y revolvió disimuladamente.
Sabía que aquello que hacía no estaba bien, pero realmente quería ayudar a Sakura, le había caído muy bien y en esos dos días se habían hecho amigas, a parte que en el fondo quería que Sasuke también dejase de lado esa especie de rencor que sentía hacia las mujeres.
Sonrió triunfal cuando encontró el trozó de papel que le había visto leer tantas noches a Sasuke y que este mantenía escondido.
Lo leería y después juzgaría que haría con él, ya que desconocía el contenido y tampoco quería meter en problmas a Sasuke.
-Ya está, adiós-dijo saliendo del cuarto.
Sasuke no respondió, ¿qué le pasaría a Yoko? estaba nerviosa, bah seguro que eran cosas de mujeres.
----------
Estaba realmente nerviosa, en estado catatónico.
Después de lo pasado la noche que Yoko habló con ella no había vuelto a ver a Sasuke porque oportunamente se había puesto enferma.
Pero ese día a la mañana lo había visto, y vaya si lo había visto.
FLASH BACK
Habían tenido clase de educación física y ahora salía del vestuario aseada y cambiada pero completamente agotada.
La verdad era culpa suya apuntarse a deporte sabiendo que era un auténtico desastre pero aún así podía decir que al menos intentaba de alguna manera mantenerse en forma.
Los dos días anteriores habían sido realmente agotadores e insufribles.
Tanto pensar en Sasuke la había sumido en una especie de pasotismo hacia el resto del mundo.
Solo Ino y Yoko la habían mantenido con el sentido puesto en el mundo, sin dejar que se convirtiese en un alma en pena.
Se miró bien en el espejo.
Llevaba todo el pelo escondido bajo la gorra, las enormes gafas marrones y la ropa holgada.
¿Como podía ser esa misma chica la que servía copas por la noche en una discoteca y un atuendo y actitud totalemente diferentes?
Ya estaba cansada, su doble vida solo le había traído problemas, odiaba a Kristen Drave pero al mismo tiempo sentía que si la perdía era como perder una parte fundamental de sí misma.
En esas estaba cuando vio en el espejo que detrás de ella pasaba cierto pelinegro con el ceño fruncido.
Según Yoko le había dicho esos dos días Sasuke estaba totalmente estresado a causa de la verdadera Yonehara, y realmente se le notaba en la cara.
Llevaba una camiseta deportiva que se le ceñía totalmente al cuerpo y unos pantalones de chándal que le sentaban realmente bien.
El pelo le goteaba de lo mojado que estaba, haciéndole más sexy de lo que ya lo era.
Justo en ese momento el se giró y la pelirosa se sonrojó por completo al saber que él se había dado cuenta de que lo había estado mirando.
Hasta pudo notar la media sonrisa fanfarrona que tanto le caracterizaba.
-¿Me mirabas?-preguntó tras de ella, rozando su aliento con la nuca de la pelirosa.
-N-no, era solo que esta-ba busca-ando a Ino-contestó totalmente nerviosa y con el corazón a mil.
No entendía por qué se ponía así, cuando días atrás le había llamado chulo piscina, pero la verdad es que cuando era Sakura se sentía intimidada por él.
Él la miró con disgusto.
-Si tal vez fueses más guapa...
Aquello molestó sobremanera a la chica, ¿ya estábamos de nuevo con eso?
-Si fuese más guapa me fijaría en chicos guapos-se atrevió a susurrar.
Si lo hubiese mirado habría descubierto la expresión impagable del chico, como si le hubiesen dado un tortazo.
Después Sasuke se marchó sin más.
FIN DEL FLASH BACK
Y ahí volvía a estar, delante de la puerta de aquella enorme casa donde le esperaba un buen rato a solas con Sasuke.
Antes incluso de que llamase la puerta se abrió y una mano la arrastró hacia adentro.
Era Yoko.
-Pensé que no llegabas, Dios que nerviosa estoy.
Y era cierto, temblaba incluso aún más que la misma Sakura.
-Tal vez lo que hago está mal, debería ayudar a mi hermana, pero creo que esto es lo justo, ¿estás preparada?-preguntó atropeyadamente.
La ojijade asintió.
Yoko dio una vuelta alrededor de ella para comprovar que su aspecto era el correcto y que no se le veía ni un triste pelo.
-Bien, perfecto, él te espera arriba, suerte y luego ya me contarás.
Dicho esto la dejó sola.
Sakura subió las escaleras muy lentamente intentando no llegar nunca al piso de arriba, para su desolación llegó antes de lo esperado encontrándose con un hombre de pelo castaño oscuro canoso y con porte altivo.
Sin duda alguna, Fugaku Uchiha, el parecido con Sasuke era sorprendente.
La miró con desprecio, lo cual le hizo sentirse infinitamente pequeña, y luego la escaneó con la mirada quedando muy claro que su estilo de vestir quedaba muy distante de lo que a él le gustaba por la forma en que torció la boca.
-Soy Haruno Sakura-se presentó educadamente tendiéndole la mano-vengo a darle clases a Sasuke.
-Lo sé-contestó friamente-espero que hagas bien tu trabajo y que no intentes nada con mi hijo, estás lejos de ser lo que quiero para él, por cierto yo no le doy la mano a las mujeres.
Con esto la dejó sola en medio del pasillo y con la mano estendida en el aire.
Menudo machista era aquel hombre, solo le había faltado llamarla basura.
Apartó esos pensamientos de su mente y se dirigió hacia el cuarto de Sasuke.
Él la esperaba con la mirada clavada en la ventana, sentando en su cama.
-Pasa-ordenó, a lo cual ella obedeció.
Dejó las cosas sobre la mesa y se quedó quieta de pie.
-Así que según tú yo no soy guapo ¿eh?-dijo retándola con la mirada-siento decirte que eres la única que no opina eso.
La pelirosa se puso roja hasta la punta de los pies.
Sasuke se había levantado y estaba frente a ella.
-¿A caso los guapos son la gente como tú?-dijo burlándose.
La pelirosa cada vez se sentía más abochornada.
-¿A caso debo empezar a decir que eres guapa?
-Nunca he dicho eso-contestó bajito.
-Bien, porque no es cierto, así que limítate a hacer lo que tienes que hacer, dar clase.
La ojijade se sentó en una de las sillas, con la cabeza aún gacha y empezando a sacar los libros.
Su mente le gritaba que se defendiese, pero ni una triste palabra salió de su boca.
Cobarde, como siempre e intimidada por aquel pelinegro.
-¿Ahora te pondrás a llorar o qué? no estoy para numeritos.
La pelirosa apretó el libro con fuerza, aquello ya estaba siendo demasiado.
-No voy a llorar, porque no hay motivos para hacerlo-intentó hablar lo más tranquila posible.
-Mejor así, me ahorras la vergüenza.
Una risita irónica escapó de los labios de la pelirosa.
-Creo que tendré que hacer una lista de las cosas que le molestan al señor-dijo-¿cuál será la peor de todas? ¿tal vez que soy fea? ¿tal vez que soy llorona? ¿tal vez que soy mujer?
Esto último lo soltó mirando al pelinegro con furia.
Aquella fuerza que desprendían los ojos de Sakura lo había hecho enmudecer y un intenso escalofrío lo recorrió de arriba a abajo.
-Pensaba que mi única función aquí era la de enseñar pero como veo que no soy de agrado mejor que coja la puerta y esto se acaba-dijo más relajada-seré fea, llorona y mujer, pero ante todo soy un ser humano al que respetar, así que me voy.
Sasuke no sabía que decir, la chica estaba recogiendo sus cosas pero él seguía meditando en los que le había dicho, por alguna razón aquello le recordaba la escena vivida con Kristen, ¿qué les pasaba últimamente a las mujeres?
-En el mundo la palabra humano, es tanto hombre como mujer-susurró la chica.
Al oír aquellas palabras el corazón de Sasuke se congeló.
FLASH BACK
Tenía nueve años y estaba sentado jugando a ninjas en su cuarto cuando su madre entró.
-¿Que haces Sasuke?
-Jugar a ninjas con los muñecos-contestó.
-¿Y por qué no juegas con esos ninjas de ahí?-dijo su madre al ver el montón de muñecos de ninjas apartados del resto.
-Porque son mujeres-contestó el niño con naturalidad-papá dice que no valen para ser ninjas.
Su madre se sentó a su lado y le acarició el pelo.
-Escúchame Sasuke, independientemente de lo que diga tu padre tú no debes creer en esas cosas.
-¿Por qué no?
-Porque en el mundo la palabra humano, es tanto hombre como mujer-dijo la pelinegra.
FLASH BACK
Antes de que Sakura llegase a salir del cuarto la agarró del jersey.
-No te vayas, no te he despedido-dijo secamente.
-Espero que esto no se vuelva a repetir-dijo ella roja como una remolacha.
-Hmp.
14.
El despertador sonó por tercera vez en la mesita de noche que había justo al lado de la cama de la pelirosa.
-¿Hn?
Se llevó una mano al despeinado cabello y lo retiró lentamente de su cara.
-Buenos días-saludó la persona que menos esperaba, sentada al lado de su cama.
Se incorporó con los ojos abiertos como platos y se sentó, pellizcándose en el brazo para cerciorarse de que aquello era cierto.
Y lo era, Sasuke Uchiha estaba sentado en la silla de su escritorio mirándola fijamente y haciendo rodar una de sus gomas del pelo en el dedo índice.
Primero le entró la confusión, ¿qué hacía él allí? ¿Cómo había entrado? y luego la invadió el pánico, a escasos metros de Sasuke se encontraban las ropas que utilizaba cuando era Sakura y las gafas.
-¿Qué haces aquí?
Su corazón latía desenfrenadamente, ¿se habría dado cuenta ya? miró fijamente al chico pero la cara de Sasuke era tan inexpresiva como siempre.
-Venía a preguntarte que era eso tan importante que ibas a decirme aquel día y por qué demonios me trataste así delante de Yonehara-dijo molesto.
Así que era eso, solo quería reparar su bendito orgullo, suspiró aliviada pero aún así tenía que obrar con cuidado para que no la descubriese.
-¿Y quién te abrió la puerta?
Sasuke sacó una ganzúa del bolsillo.
La chica abrió la boca de par en par, en verdad se había atrevido a hacerlo.
-¿Pero quién crees que eres para entrar así en mi casa y ponerte a fisgonear en mi cuarto mientras duermo?-estalló-no habrás aprovechado para mirarme desnuda ¿no?
Mientras decía eso la pelirosa levantó la sábana para saber si seguía con el pijama puesto.
-No me hace falta entrar a hurtadillas para verte desnuda-dijo el pelinegro-como sabía que no me perdonarías si venía por las buenas he entrado por las malas.
Sakura le lanzó una mirada asesina.
-Creo haber dejado suficientemente claro que yo no soy ninguna mujer de recambio así que por favor lárgate de aquí.
Sasuke sonrió de medio lado y se levantó de la silla, acercándose peligrosamente a ella.
-Mira Kristen, nadie se mete con el orgullo de un Uchiha y sale de rositas-dijo mientras la fulminaba con la mirada-así que ya estás retirando lo que has dicho.
-Ja, ja, me río en tu cara payaso-dijo ella-el único que me debe una disculpa aquí eres tú, por haberme engañado.
Él entrecerró los ojos, ¿es qué aquella mujer tenía que ser tan tozuda? pero él no permitiría que se burlase más de él, no señor.
-Celosa.
La chica alzó las cejas, pobre nenito descerebrado.
-Bragueta floja-dijo acercándose a él.
-Calienta braguetas-dijo también acercándose.
Los dos se fulminaron con la mirada y al final acabaron fundiéndose en un ardiente beso.
Él lo sabía.
Ella lo sabía.
Hicieran lo que hiciesen sus cuerpos siempre se llamaban a gritos, pero Sakura no estaba dispuesta a ceder, quería darle una lección a Sasuke y conseguiría que este se enamorase de quién era ella realmente, Sakura.
Lo separó de una cachetada.
-Largo de mi casa.
Él no se movió, estaba sorprendido era la primera vez que una mujer lo rechazaba de esa manera, ¿cómo se atrevía?
-Fuera de aquí o llamo a la policía Sasuke-amenazó.
El chico se levantó y se dirigió de nuevo al escritorio, cuando su vista se fijó en algo.
-¿Qué es esto?-preguntó caminando en dirección a las ropas.
El corazón de Sakura se congeló y saltó ágilmente de la cama colocándose delante de las ropas.
-¿Qué haces?-le preguntó a Sasuke-dije que te fueras.
-Solo me preguntaba que hacía tú con esto-dijo señalando una pulsera de cuero-es mía, ¿por qué la guardabas?
La pelirosa se puso roja por un tomate, esa pulsera se le había caído a Sasuke cuando habían pasado aquella noche de pasión en ese cuarto y ella se la había quedado como recuerdo de él.
-Nada, es la primera vez que la veo-dijo-y ahora largo.
Él sonrió divertido mientras ella lo empujaba hasta la puerta.
-¿Qué significa esto?-dijo Ino saliendo de su cuarto.
-Este imbécil se ha colado en nuestra casa-dijo Sakura-pero ya le he puesto las cosas claritas, adiós Sasuke, no vuelvas nunca.
Dicho esto le cerró la puerta en las narices y luego se dejó escurrir hasta el suelo.
-Que poquito a faltado-dijo liberando tensiones.
-¿Cómo entró en casa?-preguntó la rubia.
-Abrió con una ganzúa, ese granuja, no sé cómo me pude enamorar de un tipo así...
-Pero lo has hecho-dijo la rubia con una sonrisa burlona-¿y descubrió algo?
-Por suerte no-dijo Sakura.
-Bien, entonces relájate, tenemos que irnos a la Universidad.
--------
-¿Lo dices en serio?-preguntó Yoko con ojos vidriosos de felicidad.
Era muy temprano pero ella y su novio Gaara estaban sentados en el banco de un parque.
-Muy en serio, mañana mismo nos mudamos a este barrio-dijo el pelirojo.
-Entonces podremos vernos más a menudo-dijo la chica con una radiante sonrisa-pero, ¿qué harás con tu carrera?
-Me he apuntado aquí a la Universidad y empezaré hoy mismo, por eso traje la mochila esta.
Ella asintió.
-Entonces coincidirás en la clase de Sasuke y de Naruto.
-Supongo.
Gaara aprovechó que Yoko no lo veía para sonreír malévolamente.
Ese Sasuke Uchiha se lo pagaría caro, nadie le interrumpía cuando se lo iba a pasar bien con una mujer.
Nadie.
---------
Naruto estaba parado delante de la casa de Hinata, ninguno de los dos había conseguido disuadir a sus padres del tema de la boda pero aún así no se daban por vencidos, y hasta entonces debían ir juntos a la Universidad.
-Ohayo, Naruto-saludó Hinata.
El rubio contestó con la mano y ambos pusieron rumbo a la Universidad.
Hacía aquello por ella, porque si por él fuese se casaría con ella las veces que hiciese falta, adoraba a Hinata pero ella solo tenía ojos para Sasuke, como la mayoría, él siempre sería el segundón pero aún así no culpaba por eso a su amigo.
La miró de reojo, a pesar de que todos los días la veía igualmente vestida, con el uniforme, nunca dejaba de admirar lo bonita que era.
Si Dios quería, a lo mejor un día ella se fijaba en él, pero dudaba mucho que aquello llegase a pasar.
Fueron en silencio durante casi todo el trayecto.
-Mi padre sigue sin ceder-dijo de pronto la chica.
-Ya, bueno él mío también-dijo él.
-Siento causar estos problemas-se disculpó.
-No pasa nada Hinata, verás que entre los dos encontramos una solución-dijo él con una sonrisa radiante, lejos de lo que realmente sentía.
Aquello hizo que Hinata se sonrojara y agachase la cabeza, por alguna razón el hecho de haber visto aquella sonrisa que le dirigió el rubio había hecho que algo en ella se estremeciese.
-Confía en mí Hinata.
-Claro-dijo ella.
-------
Una hora después ya se encontraban todos sentados en sus respectivos sitios, en clase.
Sakura no hacía más que dirigir miradas furtivas al pelinegro para ver si encontraba en él algo que denotase que sabía algo, pero Sasuke se comportaba como siempre.
-Atención-dijo Akari-sensei-hoy ha llegado un estudiante nuevo y quiero presentároslo, adelante, puedes pasar.
Todo el mundo fijó la vista en la puerta que se abrió y por ella entró un chico pelirojo, bastante atractivo.
Todo el cuerpo de Sakura se paralizó de terror, no podía ser, no él no podía estar allí.
Aquel pelirojo era uno de los que había intentando abusar de ella.
Por su parte Sasuke también lo miraba fijamente, ¿qué hacía allí ese payaso? creía haberle oído a Yoko que no vivía por allí.
Gaara clavó la vista en él y le lanzó una sonrisa envenenada, él se quedó sin hacer nada, ya tendría tiempo de averiguar qué pasaba allí.
La profesora lo mandó sentar en una de las bancas libres que quedaban adelante y luego siguió hablando.
-Bueno, Sabaku no Gaara es nuevo y espero que lo tratéis bien y en fin ahora que está a punto de acabar la hora os diré que tenéis que hacer.
-Genial, deberes-se escuchó a Naruto desde el fondo.
-Uzumaki, si tiene alguna queja siempre puede quejarse a la directora, con gusto yo le redacto un informe-dijo la profesora.
Naruto se quedó callado.
-Bien, para la semana que viene deben traerme un trabajo completo sobre la segunda Guerra Mundial, y cuando digo completo, me refiero como mínimo a 20 hojas.
La clase prorrumpió en quejas.
-El trabajo será por parejas así que estará repartido, bien ahora digo quién va con quién.
La profesora empezó a nombrar gente, hasta que llegó el turno de él.
-Sasuke Uchiha tú irás con Sakura.
15.
Ahora tenían clase de Educación Física por lo que Sasuke aprovechó el intercambio de clase para solucionar ciertos problemas.
-¿Se puede saber qué es lo que pasa contigo?-le preguntó Naruto-parece como si tuvieses algo en contra del nuevo.
-El nuevo-dijo Sasuke-es el novio de Yoko y uno de los que intento propasarse con Kristen y no sé qué coño ha venido a hacer aquí.
-¿Piensas que quiere hacerte algo?
-Ahora mismo lo averiguaré.
Sasuke echó a andar hacia el pelirojo que caminaba unos metros más adelante.
Lo agarró por el hombro y le obligó a girarse.
-Vaya, pero si es Uchiha, ¿has venido a enseñarme el camino? gracias por ser tan buen compañero pero ya me lo han indicado-dijo divertido.
La mirada de Sasuke se hizo aún más fría.
-Mira imbécil, no sé lo que pretendes viniendo aquí pero ya de antemano te diré que no lo conseguirás.
Gaara sonrió de medio lado.
-Contigo nada, pero tal vez con esa amiga tuya que está tan bien, si, esa pelirosa, con ella sí que puedo divertirme.
La furia se desató en Sasuke y le sacudió un puñetazo.
La sonrisa en la cara de Gaara se borró por completo y dio lugar a una expresión de lo más siniestra.
-No debiste hacer eso-dijo-ahora las pagarás.
Se lanzó a por Sasuke y los dos iniciaron una dura paliza.
---------
-Ino no sé que voy a hacer, las cosas cada vez se complican más, ¿por qué ha tenido que venir ese tipo?
-Tranquila, aquí nadie sabe que eres Kristen y con eso estás a salvo-dijo la rubia.
-¿Y qué con eso? ahora cualquier error sería fatal, si el tipo ese se entera de quién soy estoy perdida-dijo con la voz cargada de miedo.
-Podría ser peor.
Iban de camino hacia el gimnasio cuando vieron a un grupo de gente arremolinados en torno a algo y se escuchaban ruidos de golpes y palabrotas.
Se acercaron a mirar pero la masa de gente no les dejaba ver.
-¿Qué pasa?-preguntó Ino a un chico.
-Uchiha y él nuevo se están peleando, Uzumaki está intentando separarlos pero no sirve de nada, parece que se pelean por una tal Kristen.
El corazón de Sakura se congeló, ¿se peleaban con ella?
Pero luego volvió a la realidad, debía parar aquello, debía pararlo como fuese.
-Sakura, ¿a dónde vas?
La pelirosa no contestó y siguió abriéndose paso entre la gente hasta que estuvo en primera fila.
Sasuke y Gaara estaban agarrados y aprovechaban cada instante para propinarse golpes el uno al otro, Naruto intentaba separarlos en vano.
-¡Basta!-gritó ella poniéndose a la altura de ellos.
Los dos chicos se detuvieron un instante y la miraron.
-No te metas Sakura-le dijo el pelinegro y acto seguido siguieron peleando.
-¡He dicho que basta! parad por favor.
Esta vez Sasuke se la quedó mirando, Sakura lloraba y lo agarraba del brazo con que le iba a pegar a Gaara.
No supo por qué pero se sintió mal al ver las lágrimas de la chica.
-Basta, por favor-volvió a pedir.
El brazo de Sasuke descendió lentamente.
-Hmp.
Pero Gaara no estaba dispuesta a acabar así como así y aprovechó la distracción del chico para darle un fuerte golpe en el estómago.
Sasuke cayó al suelo dolorido.
Gaara iba a por más pero en ese momento Naruto lo sujetó fuerte y le dio un puñetazo que lo tumbó en el suelo.
Sasuke se levantó enfurecido pero notó como algo lo frenaba.
Al bajar la vista se encontró con Sakura con las manos apoyadas en su pecho y los ojos cerrados con fuerza.
-No vayas.
-¿Qué te importa a ti?-preguntó él con desprecio.
-Porque sí-contestó ella-porque no es forma de solucionar nada, tú le golpeas, él te golpea, ¿qué ganáis con eso? solo lográis que a lo mejor uno acabe en el hospital, incluso los dos.
Sasuke se quedó parado, no lo entendía, no entendía por qué ella lo ayudaba después de haberla tratado tan mal, ¿por qué hacía eso?
-Hmp.
Se zafó del agarre de la chica y se marchó hacia la salida del campus.
Naruto soltó a Gaara, que se fue rápido hacia el gimnasio, y luego fue a donde Sakura.
-Has sido muy valiente Sakura-chan, no tenía nada que ver contigo y te has metido.
La pelirosa aún lloraba, ahora en el hombro de Ino.
-Y después de cómo te ha tratado él cuesta entender que lo defiendas, ¿por qué lo has hecho?-preguntó el rubio.
-Porque era injusto-dijo la pelirosa.
Naruto agachó la cabeza.
-Sasuke ha perdido la cabeza, lo mejor es dejar que se relaje y luego hablar con él, ¿vamos a clase?
-nosotras esperamos un poco a que ella se calme-dijo Ino.
Él asintió y se marchó.
-¿Qué he hecho Ino?-sollozó la pelirosa.
-Tú no has hecho nada.
-Sí, lo he hecho todo, se peleaban por Kristen, por mí-farfulló-sino llego a ponerme en medio Sasuke podría haber salido mal herido y todo por defenderme.
Ino la miró apenada, sin saber que decir.
-Creo que Sasuke está enamorado de Kristen-dijo de golpe-eso es en parte bueno ¿no? tú también lo quieres.
-¿Bueno? ¿Qué hay de bueno en eso? Kristen no existe Ino, ¿qué crees que pasaría si Sasuke y Kristen empezasen a salir? ¿Cómo haría yo para mantener mi secreto ante sus ojos? ¡Yo no puedo pretender que él sueñe con una ilusión!
-Pues dile quien eres.
-¿Y eso es una solución? si le digo quien soy no va a querer saber nada de mí-contestó-¡esto no tiene futuro, se va a casar! y yo no quiero ser la otra, no quiero.
-Pues entonces lucha Sakura, lucha para que él se enamoré de ti-dijo-no te des por vencida.
-No lo sé Ino-contestó.
Se sentía mal, muy mal y quería estar sola.
-vete tú a clase, yo necesito estar sola, por favor.
-De acuerdo, pero prométeme que lo pensarás, no tires la toalla.
La pelirosa asintió y luego su amiga se marchó, dejándola sola.
Empezó a caminar sin rumbo hasta que descubrió que sus pies la habían llevado hasta la entrada del campus.
Se sentó en las escaleras y ocultó la cabeza entre las piernas.
-------
Estaba desconcertado, no lograba comprender lo que acababa de pasar, por más vueltas que le daba no lograba comprender por qué Sakura se había entrometido y lo había defendido.
Nunca nadie lo había hecho, tal vez Naruto, pero nadie se había preocupado tanto por lo que le hubiese llegado a pasar.
Se sentía extraño, no sabía que pensar, la actitud de aquella chica lo descolocaba por completo, él se había reído un millón de veces de ella y aún así la pelirosa lo defendía y lloraba por él.
Nadie había llorado por él, ni siquiera su familia.
Escuchó pasos acercándose y se escondió, no quería encontrarse a nadie.
Pero se llevó una gran sorpresa al ver que era Sakura la que apareció y se sentó en las escaleras.
Estuvo varios minutos escuchándola llorar, ¿por qué lo hacía? ¿Por él? sintió como su interior se removía en una extraña sensación.
Empezó a sentirse mal y culpable, algo que lo molestaba.
Tenía que irse de allí, pero las piernas no le respondían y lo llevaron a un sitio completamente diferente, al lado de ella.
Se sentó al lado de la pelirosa en silencio y clavó la vista en el horizonte.
-Oye, ya no llores más, me molestas-dijo en tono algo brusco.
Ella alzó la cabeza y se lo quedó mirando.
-Lo siento, no sabía que estabas aquí, ya me voy ahora.
Pero antes de que ella se levantase él la detuvo.
-¿por qué lo has hecho? nadie te obligó.
-Me pareció injusto.
-Me he reído de ti.
-Lo sé.
Definitivamente no la entendía.
-Hmp, eres extraña.
-No lo sabes tú bien-susurró la pelirosa.
Él sonrió de medio lado.
-Supongo que la tonta fea ha vuelto a hacer el ridículo ¿no?-comentó, más calmada.
Un poco, no necesito que nadie me defienda-dijo él muy serio.
-Ya-contestó apenada.
-Gracias-farfulló en un susurro.
La pelirosa no lo había escuchado así que no le dijo nada.
Sonó el timbre de final de clases y él se levantó.
-Eres muy rara-dijo antes de irse.
Sakura sonrió, había hecho como que no escuchaba.
Conocía a Sasuke y sabía que aquella era su forma de agradecerle el haberlo defendido.
16.
Iba caminando sola de camino a casa, le había dicho a Ino que lo prefería así.
En verdad no sabía qué hacer, ni siquiera como actuar a partir de ahora.
Yoko estaba completamente convencida de que si se esforzaban Sasuke acabaría enamorándose de Sakura pero ella tenía sus dudas.
Además si iban a pasar cosas como las de aquella mañana era mejor abandonar, no quería que nadie se hiciese daño por su culpa.
Maldijo al maldito Gaara, estaba completamente segura de que lo de ir a esa universidad no era ninguna casualidad.
Tendría que hacer algo con respecto a él porque no podía permitir que anduviese todo el rato comportándose de esa manera, era intolerable.
Sintió pasos detrás de ella pero no le dio la más mínima importancia.
En ese momento pasaba por donde las piscinas públicas y se detuvo un momento a contemplarlas.
Desde pequeña había querido aprender a nadar pero su miedo al agua se lo había impedido.
Sus padres habían puesto muchas esperanzas en ella.
Ellos eran buenos deportistas y esperaban que su hija también fuese buena pero lejos de eso era una completa inútil en los deportes, en cualquiera, hasta correr se le daba mal.
Soltó un suspiro resignado.
¿En qué país estarían sus padres entrenando?
Su padre era tenista profesional y su madre era nadadora también profesional.
Viajaban muy a menudo por lo que ella vivía mucho tiempo sola, hasta que se fue a vivir con Ino.
Los pasos que venían tras ella se detuvieron.
-¿Contemplando el paisaje?
La voz que escuchó le heló la sangre y se giró para dar la cara ante Gaara.
-Me preguntaba que eres tú de ese bastardo Uchiha para haberlo defendido, su novia no desde luego, no creo que tenga tan mal gusto.
La pelirosa no contestó, el miedo la paralizaba.
El pelirojo estaba demasiado cerca, ¿qué iría a hacerle?
-Tal vez si estuvieses mejor podríamos pasar un buen rato juntos-dijo-pero alguien como tú no despierta ni el más leve interés en mí.
Sakura siguió sin contestar.
Gaara tenía la vista clavada en frente, sonrió.
-¿Sabes nadar?
Aquello le heló la sangre a la chica, ¿qué pretendía hacerle?
-Bueno, no importa.
Dicho esto la alzó del suelo y la tiró en la piscina más grande.
Sakura sintió como se hundía hasta el fondo.
¡No podía respirar! pataleó, braceó e hizo todo lo posible por alcanzar la superficie.
Cuando lo logro estaba sin fuerzas y en el medio de la piscina, Gaara se había ido.
Estaba sola y se iba a ahogar.
-¡Socorro!-gritó-¡qué alguien me ayudé, no sé nadar!
Pero nadie acudió en su ayuda.
Hizo un esfuerzo por alcanzar el borde de la piscina pero le fue totalmente imposible, el miedo le atenazaba los músculos.
Lloró de impotencia, iba a morirse.
El agua volvía a tirar de ella hacia bajo, volvió a luchar pero cada vez tenía menos fuerza y sentía como se hundía.
¿Y ya estaba? ¿Su vida se acabaría así?
Pero ella no podía hacer nada, no sabía nadar.
-------
Hoy regresaba solo a casa.
Naruto había quedado n ir a comer a casa de Hinata por lo que no podía acompañarlo.
Tenía ganas de andar por lo que tomó el camino largo.
Seguía sin comprender nada de lo que había pasado eso mañana
Y le era imposible sacarse de la cabeza la imagen de Sakura con las manos apoyadas en su pecho y llorando, rogándole que parase.
Se sacudió la cabeza, ya bastaba de estar así, él nunca se comportaba de esa forma, había sido un hecho sin mayor importancia.
Pero aún así la imagen de la chica aparecía una y otra vez en su mente.
Dio un patada en el suelo, pero eso tampoco lo ayudó.
-¡Socorro! ¡Qué alguien me ayude, no sé nadar!
Se paró en seco.
¿A caso se lo había imaginado o aquella erala voz de Sakura pidiendo ayuda?
Una especie de alarma sonó en su interior y echó a correr hacia delante.
La voz provenía de las piscinas pero al asomarse no vio a nadie.
Se maldijo así mismo, se estaba volviendo loco.
Pero justo cuando se iba a marchar vio algo que lo dejó completamente helado.
La mochila de Sakura estaba tirada en el borde de la piscina.
Un mal presentimiento se adueñó de él.
-¡Joder!-exclamó.
Como una centella tiró la suya en el suelo y acto seguido se tiró de cabeza a la piscina.
Lo que vio no le gustó nada.
En el fondo se encontraba el cuerpo inconsciente de la chica.
Su interior se paralizó de miedo, ¿estaría muerta?
Descendió rápidamente y recogió el cuerpo para después llevarlo a la superficie.
Pesaba poco así que no tardó mucho en sacarla de la piscina y tumbarla en el suelo.
-¡Sakura!-la llamó-¡Sakura, despierta!
Le comprobó el pulso, era débil pero había llegado a tiempo.
Seguro que abría tragado mucha agua.
En otras circunstancias se lo pensaría dos veces pero en ese momento la razón actuó por él.
Colocó las manos sobre el pecho de la chica y presionó las veces necesarias luego arrimó sus labios a los de ella y le insufló aire.
En el momento que lo hizo una extraña calidez lo invadió, aunque estaban fríos los labios de la pelirosa eran suaves, eso le recordaba a alguien.
Abandonó esos pensamientos y continuó haciéndole el boca a boca hasta que la chica reaccionó y volvió en si escupiendo todo el agua que había tragado.
-¿Sasuke?-preguntó con voz débil.
¿Ya había muerto? porque encontrar a Sasuke tan cerca de ella solo podía ser señal de que estaba en el cielo, pero se dio cuenta de que estaba empapada tumbada en el suelo del exterior de las piscinas.
Él también estaba empapado, ¿la había rescatado?
Entonces seguía viva, toda la tensión salió a flor de piel y las lágrimas se le escaparon.
Tanta era la conmoción que no supo en qué momento se abrazó al pelinegro.
Sasuke se quedó completamente quieto, sin hacer nada.
-¿Quién ha sido?-le preguntó.
-Gaara-contestó ella.
-¡Mierda!-exclamó él, dando un golpe en el suelo.
Ese tío era un completo imbécil, vio como ella se estaba ahogando y le importó una mierda.
La chica temblaba de arriba a abajo y él lo único que pudo hacer fue recoger su mochila y darle la chaqueta que tenía guardada.
Sakura la recogió en silencio, le quedaba grande pero con ella no sentía frío.
-Gracias, sino llega a ser por ti me hubiese muerto-dijo.
Sasuke recogió las dos mochilas y se las cargó al hombro y luego la ayudó a levantarse, ya que del miedo ella era incapaz.
Sakura lo miró mientras caminaban en silencio, el pelinegro estaba más serio de lo normal.
¿Estaría molesto con ella? seguro que sí, no sabía darle más que problemas.
-Lo siento-se disculpó.
-Hmp.
-Yo no...
-Tiene gracia que pidas perdón cuando no es culpa tuya-soltó él bruscamente-te ibas a ahogar e hice lo que todo el mundo hubiese hecho, ayudarte.
Pero no estaba tan seguro, se había sentido desesperado, ¿qué coño le pasaba?
-¿Ya estás bien?-preguntó desviando el tema.
Ella asintió.
-Pero mira como me he puesto por tu culpa-dijo él en un tono más que molesto.
Ella le echó una ojeada, la verdad es que se veía fatal.
No pudo aguantar y una carcajada se escapó de su boca, luego no pudo parar de reír.
-Lo siento, pero es que estás muy gracioso-dijo al ver la cara seria del chico.
-Pues tú no estás mejor-dijo él también riéndose.
La risa de Sakura era contagiosa y no pudo evitar echarse a reír él también.
Ella se quedó maravillada, ¿se estaba riendo? ¿Con ella? no pudo evitar sentir una sensación de lo más gratificante, pero con cuidado de no hacerse ilusiones.
-Tienes toda la ropa descolocada-le dijo él.
Entonces la pelirosa paró de reír, ¿la ropa descolocada? Oh Dios mío.
Se palpó la cabeza en busca de la gorra pero para su suerte estaba bien colocada y las gafas seguían en su sitio.
Solo rezó porque Sasuke no hubiese notado algo que la identificase como Kristen.
-Yo me voy por aquí-dijo el pelinegro recobrando su frialdad.
No podía actuar así, él era un Uchiha y ella su fea compañera de clase, solo la había salvado porque debía y nada más.
Sakura se quitó la chaqueta.
-Quédatela-dijo él-ya me la devolverás.
Acto seguido se marchó.
La pelirosa se quedó embobada mirando como él se alejaba, hasta que se dio cuenta de algo.
-Se ha llevado mi mochila-dijo aterrada-y en ella tengo guardada la ropa que se puso ayer Kristen.
Corrió en dirección a donde se había marchado el pelinegro pero ya no había ni rastro de él.
Se levó las manos a la gorra empapada, ¡estaba perdida! ¿Qué haría ahora? debía llamar a Yoko de inmediato.
¡Mierda! el número de Yoko solo lo tenía en su móvil y el móvil también iba en la mochila.
Ay mi madre, ¿qué haría ahora? ¡Sasuke descubriría la verdad de su doble vida!
------
Sasuke llegó a casa y entró en su cuarto y fue en ese momento que se dio cuenta de que se había llevado la mochila de la chica.
En un principio la dejó sin interés en un rincón de su cuarto.
Hoy no tendría clases particulares porque era viernes así que no se la podría devolver hasta el lunes que viene, a no ser que ella fuese a buscarla claro.
Suerte que había llegado a tiempo o sino Sakura no lo contaría, ¿en qué había pensado ese imbécil de Gaara? casi la había matado.
Se sacudió la cabeza, ya bastaba de pensar en eso ¿no? a él no le incumbía, bueno en parte sí, pero ya había pasado así que debía dejar de pensar en ello.
Volvió a clavar su vista en la mochila y sintió curiosidad.
¿Cómo sería la mochila de una persona tan estudiosa como Sakura? ¿Qué llevaría dentro? ¿Solo libros?
Extendió la mano furtivamente hacia el objeto y lo abrió para echarle un vistazo.
Pero lo que se encontró no lo esperaba para nada.
-¿Pero qué...?
Navegación
[#] Página Siguiente
[*] Página Anterior
Ir a la versión completa