Rincón del Artista > Expresión escrita

Reino Inexplorado (Accion,Aventura)

<< < (2/3) > >>

Yarina:
ALGO MAS QUE UNA ARAÑA

Samantha y sus amigas empezaron a apuntar con las linternas hacía todas partes, tal como empezaron aquellos pasos se detuvieron de golpe, el miedo las paralizaba, no sabían que hacer.

─ Vámonos…Tengo miedo…─  dijo una de sus compañeras con tono de miedo.

─ Seguro que no es nada, vamos a mirar algo mas, y te prometo que nos vamos…─  dijo Samantha intentando darle ánimos.

Diciendo esto se acerco a ella y la tomo de la mano ambas empezaron a avanzar por le pasillo viendo de vez en cuando alguna araña que se escondía de las luces, pero no había nada y aquellos pasos no volvieron a escucharse.

─ Vámonos, ya hemos visto bastante…─  dijo una de ellas mientras intentaba tirar de la mano de Samantha para que retrocediera.

─ Espera un momento que es aquello…─  dijo Samantha apuntando al fondo del pasillo, parecía que hubiese algo brillante.

Empezaron a acercarse lentamente, sin dejar de apuntar al fondo cando llegaron vieron una especie de bultos en el techo como capullos bastantes grandes que estuvieran conteniendo algo.

Por desgracia una de las linterna apunta a algo que sale de ellos, al parecer resulta ser una mano que parece casi disecada, en ese momento una de las compañeras suelta un grito de miedo.

─ ¿Se puede saber que has visto…?...─  pregunto Samantha apuntando al mismo sitio que señalaba su amiga con su haz de luz.

─ Dios!!!...Mejor salgamos de aquí…─  dijo una de sus amigas mientras se dieron la vuelta para salir.

En cuanto giraron y avanzaron unos pasos empezaron de nuevo a escuchar aquellos pequeños pasos y la misma risa pero esta vez provenía de encima de ellas. cuando apuntaron al techo pudieron ver una joven de no mas de su edad con el pelo negro y largo su rostro era redondeado pero sus ojos eran de un color rojo fuerte sin pupila alguna, teniendo otros cuatro dispuestos verticalmente a los suyos y mas pequeños, de su espalda salían unas patas muy largas como de las arañas y en su boca había una hilera de dientes puntiagudos, no llevaba ropa alguna salvo una ligera camisa.

─ ¿Qué hacemos…?...─  pregunto una de sus compañeras con miedo en su voz, en ese momento aquella criatura descendió de un salto al suelo colocándose delante de ellas.

Aquel ser empezó a moverse lentamente hacia ellas hasta que estuvo a su altura y empezó a olfatearlas dando vueltas a su alrededor.

─ Ni os mováis…─  dijo Samantha casi susurrando le pareció que era lo mismo que hacia Ashi aquella vez, pensó que lo mismo podría ser lo mismo que ella.

En cuanto hubo terminado se puso delante de ellas y soltó una especie de chillido que lleno el lugar, al mismo tiempo se escucharon como unos coches aparcando fuera de la escuela.

Aquel ser de pronto parecía que notase como si aquello fuera un peligro y empezó a sisearles como dando una advertencia para atacarles.

─ ¿Qué hacemos…?...─  pregunto una de ellas con miedo en su voz mientras veía que aquel ser estaba a punto de atacarles, haciendo un ademán como si inflara su boca de alguna forma, de pronto sintieron como si algo las empujara contra el suelo, al momento una hilera de dardos salieron de su boca clavándose en las paredes.

Cuando Samantha y sus amigas abrieron sus ojos pudieron ver a Ashi que no supo como había venido, lo mas seguro que la hubiera seguido, aunque sus amigas estaban aterrorizadas, ambas criaturas comenzaron a mirarse fijamente gruñendo y siseando.

Mientras tanto en aquel momento Regina que estaba dormida despertó de golpe, pero en cuanto abrió los ojos vio que tenia delante el rostro de aquel ser es como si estuviera viendo otra cosa.

─ Pero que demonios…─  dijo Regina asustada mientras caía de la cama estrepitosamente e intentaba ponerse de pie, podía notar el olor, podía escuchar con claridad todo lo que le rodeaba incluso sentir aun el sabor de la carne cruda en su boca.

─ ¿Mama…?...─  pregunto Samantha extrañada mientras le apunto con una luz a la cara.

─ ¿Samantha…?...─  pregunto Regina mientras giraba la cabeza, podía ver el colegio y donde estaban pero aquellos no eran sus ojos, todos los sentidos estaban como realzados de alguna manera.

En un instante aquel ser se lanzo sobre Ashi estas empezaron a rodar por el suelo estrepitosamente hasta topar con una de las paredes, mientras que sostenía sus manos impidiendo que unas uñas negras llegasen a dar con su rostro pudo ver como su boca volvía a hincharse nuevamente para lanzar otra andanada de dardos.

─ Cuidado con su boca…─  dijo una de las compañeras, en ese momento movió la cabeza mientras que una serie de dardos se clavaban en el suelo, con un empuje con sus piernas hizo que aquel ser rodara por el suelo unos metros logrando ponerse ella de pie.

De pronto sus sentidos notaron como varias personas subían al edificio podía oler incluso el aceite de sus armas y un olor algo extraño.

─ Rápido escondeos y no salgáis pase lo que pase…─  dijo Regina sabiendo que aquello no seria nada bueno, ya que era muy parecido a lo que había sucedido en el bar.

Nuevamente aquel ser salto sobre Ashi esta logro esquivarla, pero en vez de chocar contra la pared, subió por ella rápidamente para perderse entre las sombras del techo.

Ashi inmediatamente se oculto entre las sombras, podía escucharse con claridad los pasos como subían por las escaleras, las luces de los coches apuntaban hacia donde estaban.

Cuando al fin llegaron arriba se detuvieron y no se escucho nada, todo quedo en silencio en un momento volvieron a caminar pero esta vez en varias direcciones, como si estuvieran buscando algo.

─ ¿Qué hacemos…?...─ pregunto una de las compañeras en voz baja, mientras apagaba la linterna.

─ Silencio…─  dijo Samantha susurrándole mientras intentaba moverse donde estaban para que no las descubrieran.

En un momento se escucho  un grito que enseguida enmudeció y que algo caía al suelo inmediatamente los pasos se dirigieron hacia esa localización, las linternas de las armas apuntaron al techo viendo que uno de ellos se encontraba enrollado en una telaraña.

─ Vaya así que esta vez es una araña…─ dijo uno de los soldados mientras hacia un gesto para que siguieran revisando, dejando a uno de sus compañeros colgado en ese capullo.

Los soldados esta vez empezaron a apuntar al techo para no tener mas sorpresas, pero mientras revisaban, Regina estaba observando desde donde estaba no podía creer lo que estaba pasando, podía ver y sentir a trabes de Ashi todo lo que pasaba esto daba toda una vuelta a lo que sabia sobre ella era como si tuviera una conexión mental de alguna extraña forma.

Mientras aun intentaba acostumbrarse a aquello se escucho unos disparos, aquellos hombres corrieron hacia le lugar, Ashi muy lentamente empezó a moverse hacia el lugar para comprobar que es lo que pasaba, en su camino pudo ver a Samantha como se movia hacia la escalera para salir de alli.

─ Rapido salid de aquí…─  dijo Regina intentando evitar que sufrieran algun daño.

Cuando al fin llego a donde estaban, vio como un hombre salia volando desde una de las clases con el pecho lleno de dardos clavados en el chaleco antibalas que llevaba.

─ Ayúdala por favor…Ella no tiene culpa de nada…─  dijo Samantha antes de bajar por las escaleras, aquello le sonó como una especie de chantaje pero sabia perfectamente que si aquellos tipos la cogían y adivinaban esto, la utilizarían como un arma.

Ashi se movió rápidamente intentando que no la escucharan lo mas cerca que pudo de aquel sitio.

Aunque los instintos de Ashi se hacían cada vez mas fuertes; Regina empezaba a sentirse extraña como si aquel salvajismo empezara a invadirla y sus mentes estuvieran mezclándose demasiado, algo que no podía impedir, Ashi rugió salvajemente llenando el lugar.

─ Vaya así que has vuelto tu también…─  dijo aquel tipo mientras sacaba una especie de collar en su mano, en ese instante volvió a escucharse como el otro tipo salía despedido de aquella sala, con la cara esta vez llena de dardos, aquel ser salio de allí caminando por el techo con gran rapidez.

Casi al momento  y sin darse cuenta aquel tipo lanzo el collar Ashi intento esquivarlo pero fue demasiado tarde, aquella cosa se cerro sobre su cuello soltándole una descarga eléctrica que enseguida Regina noto como si se la estuvieran dando a ella.

Su cuerpo se tenso junto con el de Ashi al sentir aquella descarga de energía, como pudo poco a poco llevo sus manos hacia el collar y empezó a tirar de el para poder abrirlo, mientras podía ver como seguidamente aquel hombre volvió a lanzar otro hacia aquella criatura que inmediatamente cayo al suelo sin remedio, los soldados lanzaron unas redes sobre ella.

Ashi seguía luchando con todas sus fuerzas por quitarse aquello las fuerzas empezaron a flaquearle, la energía parecía ser cada vez mas fuerte pero enseguida una ráfaga de salvajismo recorrió su cuerpo sintió incluso como si algo dentro de ella intentara cambiar de golpe con una irrefrenable sensación de fuerza tiro de aquello rompiendo aquella cosa que la apresaba.

Como si fuera un corte de energía la conexión con Ashi se rompió de inmediato dejándola algo confundida y desorientada pero logrando recuperarse rápido; como pudo se arreglo para salir a la calle y ver si Samantha había logrado escapar de aquello.

Bajo al a calle sintiendo el aire fresco de la noches, apenas había trafico por ella y el parque estaba completamente vació solamente algunas parejas paseaban en dirección a sus casas, Regina miraba preocupada la calle esperando que no le hubiera pasado nada a Samantha y sus amigas, mientras que su cerebro aun daba vueltas y estaba algo confundida por todo aquello.

Cuando al fin pudo ver como Samantha corría al final de la calle, parecía que estaba a salvo, Regina corrió hacia ella para abrazarla.

─ No se te ocurra volver a hacer esto…¿Entiendes podría haberte pasado algo…?...Me tenias muy preocupada…─  dijo Regina mientras la abrazaba con tono severo mientras comprobaba que Samantha estuviera bien.

─ ¿Qué ha pasado con aquella chica…?...─  pregunto Samantha con cara triste, pa5recia que es como si supiera que no se había podido salvar.

Regina negó con la cabeza haciéndole saber que su temor era verdad, mientras se fundían en un abrazo y Samantha empezaba a llorar Regina pudo ver como Ashi se acercaba hacia ellas.

─ Parece que tu amiga ha vuelto…─  dijo Regina mientras miraba a Ashi acercarse, rápidamente.
Una vez que estuvo a su altura, entraron en casa para que no la vieran, inmediatamente fueron a la cocina Ashi empezó a olfatear el aire como si tuviera hambre.

─ Te prepare un te y para mi otro…será mejor que le de algo de comer si no terminara rompiendo la nevera…─  dijo Regina mientras miraba en la nevera para soltarle otro muletón, que enseguida se tumbo en el suelo para empezar a comerlos.

─ ¿Cómo se te ha ocurrido ir a instituto de noche sin avisarme…?...Que no se te vuelva a ocurrir entiendes, no sabes el susto que me he llevado…─  pregunto Regina mientras le temblaban aun las manos por lo que había pasado, intentaba pensar en aquello pero le parecía imposible.

─ Pobre ser…A saber lo que le estarán haciendo; pudiste detenerlos…─  dijo Samantha acusando a Regina de no haber hecho nada.

─ Me lanzaron una especie de collar eléctrico… lo mismo que aquel ser, la conexión se rompió de inmediato es como si Ashi supiera que algo no iba bien…por suerte ha podido escapar…─ dijo Regina explicándole todo lo que había pasado, en ese momento la mirada de Samantha acusatoria cambio.

 ─ Gracias por habernos ayudado…─ dijo Samantha mientras tomaba el te caliente y se calmaba algo.

─ Debes de darle las gracias a Ashi, no se como ha pasado pero de repente estaba en su mente…si no llega a ser por ella… no se lo que hubiera pasado...─  dijo Regina mientras la miraba comer, sus pensamientos empezaban a darle vueltas a lo que había pasado a esa conexión aquello era increíble y si todos esos seres tuvieran esa conexión o pudieran hacerla en algún sentido.

En cuanto Samantha termino de beber el te, se acerco a Ashi que había terminado de comer y estaba lamiéndose las garras, y empezó a acariciarla, aquello parecía que le gustaba, puesto que se apreciaba una sonrisa en su rostro y un ligero ronroneo.

─ Buenas noches…─ dijo Samantha mientras salía de allí en dirección a su habitación.

─ Estas castigada una semana sin salir y sin Internet… No creas que me he olvidado…─ dijo Regina castigándola por lo que había hecho, aunque esta vez Samantha ni siquiera protesto y siguió subiendo a su habitación, para dormir el resto de la noche.

Regina una vez que hubo terminado se acerco a Ashi y por unos instantes se quedaron mirándose ambas fijamente pero esta vez en vez de  salvajismo pudo notar confianza.

En cuanto Regina empezó a subir las escaleras Ashi comenzó a seguirla como si quisiera ir a dormir con ella en cuanto llego a la habitación y se metió en la cama Ashi salto poniéndose a su lado para dormir, al parecer aquella conexión había llegado mucho mas profundamente de lo que parecía y ambas podían confiar una en la otra.

El resto de la noche paso tranquilamente. ni siquiera se dieron cuenta, el despertador se hizo cargo de romper aquel sueño, haciendo que Ashi bajara de golpe al suelo, notando como la cama botaba un poco y haciendo que Regina se levantara.

El sol entraba en la habitación haciéndola despertar junto con el despertador, al mismo, Regina se coloco una bata de color rosa y se dirigió hacia la habitación de Samantha que aun permanecía dormida.

Nada mas abrir la habitación noto que había bajado las persianas por completo y había apagado el despertador puesto que ni siquiera sonó al mismo tiempo como siempre hacia.

─ Venga dormilona…despierta…que tienes que ir a clase y después directa hacia aquí…─  dijo Regina mientras levantaba la persiana para que el sol entrara en la habitación casi de inmediato Samantha se metió bajo las sabanas refunfuñando

─ Es demasiado pronto…cinco minutos mas…─  dijo Samantha protestando y metiéndose bajo las sabanas.

─ De eso nada que después te quedas dormida venga levántate…que yo tengo que hacer varias cosas también…─  dijo Regina mientras abría las ventanas por un momento se quedo mirando la calle sintiendo el fresco de la mañana y viendo como la ciudad despertaba y el trafico ocupaba las carreteras.

─ No tienes que hacer tantas cosas…─  dijo Samantha pensando que no tenía tantas cosas pendientes.

─ Tengo que pedir una excedencia…además me gustaría hacerle unas pruebas a Ashi y nevárselas a un amigo mío…Así que venga ve a ducharte que iré haciendo el desayuno…Además tengo que volver a comprar carne, el presupuesto se nos ira en eso…─  dijo Samantha pensando en que estaría bastante ocupada por la mañana.

─ No quiero que le hagas daño a Ashi…─  dijo Samantha pensando en las pruebas que había dicho.

─ Samantha antes de ser profesora era…ayudante de científico…y esto es un hallazgo único si queremos saber de que se trata tengo que hacerle unas pruebas…además quien sabe si pudiera tener algún virus desconocido y lo estuviéramos incubando…tengo que hacerlo entiéndelo…Además lo único que quiero de momento es un poco de su sangre y algo de  su saliva nada mas…─  dijo Regina intentando convencer a Samantha de que no seria mucho.

Samantha ni siquiera pronuncio palabra y salio de allí en dirección a la ducha, mientras que Regina se dirigió hacia la cocina para preparar el desayuno, una vez que llego nada mas entrar abrió la nevera y empezó a mirar la carne que le quedaba y de toda la que había comprado casi no quedaba nada, tenia que salir a comprar de nuevo.

─ Anda toma…─  dijo Samantha mientras soltaba dos chuletas de cordero que enseguida Ashi tomo y empezó a devorarlas.

Samantha empezó a preparar el desayuno haciendo algo de café y algunas tostadas, mientras que Samantha terminaba de ducharse, en cuanto termino tomo el teléfono para hacer unas llamadas y pedir una excedencia por motivos personales.

En cuanto Samantha termino en la ducha se vistió rápidamente y tomo algunos libros bajo para desayunar, en cuanto llego a la cocina pudo escuchar como Regina estaba discutiendo por lo de la excedencia y decidió no molestarla mientras desayunaba.

Podía ver como Ashi estaba devorando a grandes mordiscos las chuletas de cordero, parecía tener bastante hambre pero en cuanto termino Samantha de hablar pudo ver de reojo como sacaba un pequeño estuche y se acercaba a la mesa de la cocina, al abrirlo vio que se trataba de una especie de kit de jeringuillas.

─ Tendrás que ayudarme…solo espero que no nos ataque…─ dijo Samantha mientras sacabala jeringuilla, en ese momento Samantha dejo la tostada y se acerco a Ashi que había terminado de comer, al menos por ese lado sabría que estarían tranquilas.

─ Muy bien vamos aya…Tranquila no pasa nada ven Ashi…─  dijo Samantha con voz tranquila y relajante mientras que Ashi sencillamente torció un poco la cabeza como si no entendiera esta vez que es lo que pasaba pero poco a poco se fue acercando cuando estuvo a su altura Samantha empezó acariciarle la melena mientras que tomaba su brazo y lo estiraba.

En ese momento Regina se acerco con la jeringuilla y rápidamente encontró el sitio perfecto en cuando inserto la aguja Ashi se quedo mirando a Regina con cara de enfado y enseguida empezó a gruñir.

─ Tranquila no te preocupes…─  dijo Samantha que rápidamente le abrazo sintiendo la melena y su cuerpo completamente calido casi se podría decir que quemaba al parecer tenia una temperatura mucho mas alta, pero así se sentía segura.

 ─ Eso es, no tardare…─  dijo Samantha mientras intentaba darse prisa puesto que parecía que Ashi estaba mas nerviosa a cada momento que pasaba una vez que lo hubo hecho, se dio toda la prisa para colocar la jeringuilla en el pequeño estuche, al mismo tiempo Ashi empezó a lamerse el brazo.

─ Se esta muy a gusto así… ─ dijo Samantha mientras la continuaba abrazando parecía que estaba en la gloria.

─ Bueno ahora viene lo otro espero que me deje…─  dijo Samantha mientras sacaba un palillo con algodón del mismo sitio enseguida le abrió la boca cosa que esta vez al parecer no hubo problemas y paso un algodón por la parte de arriba de esta tomando saliva.

─ No ha sido tan difícil…─  dijo Samantha sonriendo, al mismo tiempo sonó el timbre de la casa haciéndola salir de  su estado pensó que serian sus amigas que venían por ella.

─ Venga que ya llegas tarde...y ya sabes sobre Ashi ni una palabra…─  dijo Samantha advirtiéndole de no decir nada.

─ Eso será un poco complicado puesto que ayer noche la vieron…No se si lo recuerdas…─  dijo Samantha recordando lo del instituto.

─ Pues si no te preguntan no digas nada, o invéntate cualquier cosa…ahora vete que llegas tarde…─  dijo Regina mientras guardaba aquel pequeño estuche como si fuera un tesoro.

─ Hasta después…─  dijo Samantha mientras salía de la casa, entre tanto Regina empezaba a ordenar y limpiar los platos, Ashi sin embargo estaba mirándola aun con cara de enfado por lo que había hecho.

─ No me mires así…tenia que hacerlo, además sabes perfectamente que eres parte de ese experimento, estoy segura de eso y tengo que averiguar algo sobre ti…no se por que te estoy hablando ni siquiera me entiendes…─  dijo Regina intentando explicarle lo que estaba haciendo, aunque Ashi solamente se quedo mirándola con los mismos ojos por un rato.

Será mejor que me duche y me vista tengo que salir a hacer alguna cosas y ya va siendo hora.

Samantha subió al piso de arriba y empezó a buscar entre su ropa y enseguida se metió en la ducha y dejo que el agua la relajara por completo intento olvidar todo aquello pero aquella noche no dejaba su mente no hacia mas que darle vueltas y lo que había pasado si aquellas criaturas podían hacer aquello, no quería ni pensar lo que podrían haber hecho con el otro ser que capturaron y mas aun quienes eran aquellos hombres y por que las querían.

Estuvo bajo la ducha como cerca de treinta minutos cuando al fin se dio cuenta salio rápidamente y se arreglo bajo para hacer unas llamadas a su amigo este sorprendido por el hallazgo quiso hablar con ella en persona citándola en un café cercano a su casa.

─ Bueno tendrás que quedarte sola de nuevo…no se te ocurra destrozar nada…enseguida vuelvo y traeré algo de carne…─  dijo Samantha mientras Ashi permanecía sentada y enseguida se tumbo para dormir.

Samantha salio de la casa a toda pisa con aquel estuche en su bolso, fue rápidamente hacia la carnicería la parecer no había mucha gente aun era temprano, aunque no tardaron mucho en empezar a llenarse, el carnicero nuevamente se quedo sorprendido por la cantidad que compraba pero prefirió no preguntar esta vez.

Rápidamente se dirijo hacia le bar, en cuanto llego se sentó en parte de afuera bajo un toldo podía verse que había bastante gente tomando el café de la mañana y de inmediato salir de allí a toda prisa, el sol empezaba a despertarse, por suerte un camarero coloco el toldo.

En cuanto empezó a tomar el café se acerco un hombre un poco mayor, su rostro era anguloso y estaba calvo aunque tenia algo de barba, sus ojos tenían un color marrón fuerte e iba vestido con una camisa de color blanco y unos pantalones clásicos de color negro junto con unos mocasines de color marrón apagado seguidamente se sentó a su lado y pidió un café.

─ ¿Michael…?...Cuanto tiempo…─ dijo Samantha pero antes de que pudiera continuar fue interrumpida, parecía que su compañero estaba muy nerviosos y alterado mirando hacia todas partes.

─ Si, mucho te tenia que decir una cosa; será mejor que desaparezcas por un tiempo y eso que me tenias que dar es mejor que lo escondas…─  dijo Michael mientras le daba sorbos al café nerviosamente parecía como si estuvieran persiguiéndole.

─ ¿Se puede saber que es lo que te pasa…?...─  pregunto Regina que enseguida volvió a guardar el pequeño estuche.

─ Nos están eliminando uno por uno a todos los que participamos en ese experimento…No se quien querría hacerlo pero…yo que tu desaparecería por un tiempo…además tenia que darte esto el jefe del proyecto dejo un sobre con tu nombre antes de desaparecer, me dijo que te lo diera si le ocurriera algo…─  dijo Michael explicándole todo lo que pasaba aunque aquello aun no se lo creía, aquello era imposible por que querrían eliminarlos no tenia sentido alguno puesto que el experimento salio mal, aunque hubiera salido bien no había ningún motivo para ello.

─ Pero…─  dijo Samantha pero no llego a tiempo a decir nada Michael en cuanto termino el café salio corriendo del lugar pero a los pocos metros se escucho un gran estruendo y la gente empezó a arremolinarse es escuchaba como algunas mujeres gritaban.

Samantha se acerco para comprobar que es lo que era en cuanto llego pudo ver un coche con una abolladura en el parachoques y Michael tirado en el suelo lleno de sangre en postura extraña, enseguida vino la policía para pedir una ambulancia viendo aquello, pensó que algo estaba pasando y tenían que desaparecer cuanto antes.

Viendo el panorama que se cernía sobre ella decidió salir de allí a toda prisa, rápidamente fue hacia casa, soltó las bolsas encima de la mesa de la cocina y se puso a mirar por la ventana del salón para ver si veía algo extraño pero todo parecía muy normal.

Ashi se quedo extrañada y empezó a acercarse para comprobar que es lo que pasaba, empezó a olisquear el ambiente, mientras que Samantha empezaba a abrir aquel sobre para ver que contenía.

Saco un par de fotos de una especie de granja que parecía estar al lado de un acantilado y una especie de diario lleno de formulas e indicaciones para volver a crear de nuevo el experimento pero los cálculos parecían completamente distintos, aunque no podía ser puesto que no coincidían ninguno con la energía que se necesitaba para abrir el portal.

De mientras Ashi estaba sentada al lado de Samantha mirándola extrañada, mientras que Samantha miraba con interés el diario al final de todo eso venían su ultima voluntad.

─ Regina si estas leyendo esto, sabrás que estoy muerto, me han obligado a sabotear el proyecto desde dentro, no se quien ha sido, pero amenazaron a mi familia, en las fotos que te envió hay una pequeña granja donde estarás segura, esas especies tienen un gran valor, nunca te separes de ellas…En ese sitio tienes todo lo necesario…─  ponía en el diario, Samantha empezó a darle vueltas a todo aquello, la única solución que encontró fue que tenían que salir de  allí a toda prisa, rápidamente subió al piso de arriba y empezó a hacer las maletas.

En cuanto hubo terminado se quedo por un momento inmóvil viendo todo lo que estaba haciendo y enseguida le vino a la mente Samantha, solo esperaba que no le ocurriera nada.

Los nervios empezaban a invadirla pensó que lo mejor seria ponerse ha hacer algo de la casa para distraerse, enseguida se acordó de Ashi y que seguramente ya se habría dado cuenta de la bolsa con carne.

De mientras en el instituto Samantha y sus amigas discutían sobre lo que había pasado la noche anterior.

─ Aquella cosa fue increíble, ¿no me digas que no tuviste miedo…?...─  pregunto uno de las compañeras con impaciencia.

─ No mucho la verdad, lo que mas me asusto fue lo que había en el techo…tenemos que subir ahora después para ver si sigue hay…─  dijo Samantha sonriendo como si fuera otra prueba mas.

─ De eso nada yo paso , ya me formaron la bronca mis padres por lo de anoche…─  respondió una de las compañeras.

Samantha se quedo mirando con ojitos tiernos a su otra compañera para que la acompañara.

─ Ni se te ocurra mirarme así…odio las arañas lo sabes de sobra y no pienso subir hay arriba de nuevo…─  dijo su otra compañera negando toda posibilidad.

─ Muy bien subiré yo sola, sois las dos unas cobardes…─  dijo Samantha quejándose del compañerismo que tenían.

Las clases pasaron casi sin darse cuenta, en medio del recreo Samantha decidió volver a subir, en cuanto llego empezó a mirar que no había ni una sola telaraña y en el sitio donde se encontraban aquellos capullos gigantes no había ninguno, es como si todo aquello lo hubieran limpiado por completo.

─ No puede ser es imposible…─  dijo Samantha con incredulidad mientras paseaba entre las clases comprobando que lo único que había era polvo, ni una sola telaraña por ningún lado.

Samantha bajo rápidamente para decírselo a sus amigas, aquello parecía casi irreal que hubieran hecho todo aquello en una noche.

La noticia la tomaron con incredulidad y subieron con ella a comprobarlo aquello era muy extraño alo estaba pasando y no sabían que es lo que era.

Entre tanto Regina no dejaba de mirar el reloj las horas pasaban lentamente, empezó a preparar algunos bocadillos, en cuanto llegara Samantha saldrían hacia la estación de trenes, de vez en cuando miraba por la ventana para comprobar que todo estuviera bien, y miraba a Ashi que parecía completamente tranquila aunque el problema seria como camuflarla para que nadie se diera cuenta.

Regina se quedo mirando a Ashi de arriba abajo intentando pensar como harían que nadie se diera cuenta de lo que era y como podrían llevarla al tren.

Inmediatamente tomo a Ashi por la garra y la llevo al piso de arriba y empezó a buscar entre su ropa para comprobar si algo le quedaba bien.

Mientras deshacía la maleta y empezaba a buscar que le quedaba mejor sonó la puerta inmediatamente Ashi bajo abajo y se quedo parada delante, por la actitud de esta supo que no había peligro alguno.

Regina abrió la puerta y entro Samantha extrañada y pensativa por lo que había visto aun estaba dándole vueltas en su cabeza.

─ Haz cuanto antes tus maletas…nos vamos de aquí…tengo que ver que le pongo a Ashi para que pase desapercibida…─  dijo Regina mientras volvía a tomar de la mano a Ashi para subir.

─ ¿Hacer las maletas para que…?...─  pregunto Samantha extrañada por aquello tan repentino.

─ Date prisa no tenemos tiempo…─ dijo Regina desde arriba, enseguida Samantha subió las escaleras y vio como Regina estaba intentando ponerle unos pantalones a Ashi aunque esta intentaba resistirse.

─ ¿Como que haga las maletas…?...¿Qué es lo que pasa…?...─  pregunto extrañada Samantha viendo lo que estaba intentando hacer con Ashi.

─ Después te lo cuento pero ahora ayúdame a ver si le puedo poner este chándal al menos…─  dijo Regina intentando poner le el chándal a Ashi estaba de vez en cuando gruñía.

Después de estar peleando bastante tiempo con la ropa al fin pudieron ponérselo, mientras que Ashi de vez en cuando se rascaba e intentaba moverse con dificultad.

─ Bueno al menos pasara desapercibida…─  dijo Regina mientras miraba lo que había hecho aunque no se lo creyera ni ella.

─ Si desapercibida para un ciego…pero no ves que no le queda bien…─  dijo Samantha viendo el desastre que había provocado.

─ Pues tiene que pasar desapercibida, al menos hasta donde tenemos que ir…─ dijo Regina viendo aquello.

─ No me pienso mover hasta que no me digas que es lo que pasa…y menos aun hacer las maletas…─  dijo Samantha viendo todo aquello, pensaba que su madre se había vuelto loca por completo; pero tendría que haber algún motivo…


FIN DEL CAPITULO 3

 
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero ue os guste muchyas gracias a todos   :1f608: .

Yarina:
HUIDA PRECIPITADA

─ Samantha no tengo tiempo para explicártelo ahora mismo…haz las maletas…te lo explicare por el  camino…pon solo lo imprescindible…─  dijo Regina con voz de mandato y miedo mientras intentaba ponerle una gorra a Ashi para disimilar el peinado y ocultar la cola que no dejaba de moverse.

Una vez que hubo terminado rápidamente Regina bajo al piso inferior y se puso a mirar por las ventanas nerviosamente, mientras esperaba a Samantha.

─ Ya estoy…Se puede saber que te pasa estas paranoica…─  dijo Samantha mientras bajaba con una maleta y un neceser en la otra mano.

Regina se quedó mirando casi sin prestar atención a Samantha en eso Ashi empezó a gruñir mientras olisqueaba el aire en la calle paraba un coche completamente negro.

─ Samantha vamos por la puerta de atrás, date prisa…─  dijo Regina mientras tomaba de la mano a Ashi y con la otra a Samantha aligerando el paso.

─ ¿Pero que es lo que pasa…?...─  pregunto Samantha sorprendida como se comportaba su madre.

En ese momento la puerta se abrió de golpe y entraron dos hombres vestidos de negro mientras sacaban armas de sus chaquetas y empezaban a disparar, por suerte antes de eso pudieron salir de la casa.

─ Corre no te detengas…─  dijo Regina mientras salían a la calle a toda prisa y corrían hacia la estación de tren, en la calle apenas había gente, la noche era completamente fresca y el trafico no era muy denso, por la parte de atrás de la casa tuvieron que saltar varias vallas, en cuanto  salieron a la calle principal siguieron corriendo por suerte encontraron un taxi que pasaba por allí.

De lejos escuchaban las balas que surcaban el aire, como una exhalación entraron en el automóvil rápidamente, el conductor al escuchar aquello acelero de golpe, Regina se quedo mirando hacia atrás viendo como aquellos hombres se paraban en medio de la calle.

─ A la estación deprisa…─  dijo Regina mientras el conductor miraba a Ashi por el retrovisor, con cara asustada aunque decidió no hacer preguntas.

─ ¿Pero que has hecho…?...¿En que estas metida…?...─  pregunto Samantha con cara de miedo mientras que Ashi olisqueaba para notar los nuevos olores.

─ Te lo diré en el tren…Lo primero es salir de aquí cuanto antes…─ dijo Regina mientras miraba nerviosa por los cristales del taxi nada mas llegar el taxista le dijo el precio y enseguida se lo pago.

Salieron del automóvil a toda prisa mientras entraban en la estación la poca gente e quedaba mirándolos, el edificio era bastante grande se podia escuchar el ruido de los trenes y el megáfono por le cual decían las salidas, por un instante Regina se quedo mirando hacia todos lados nada mas entrar para ver si alguien les estaba siguiendo.

─ Espérame aquí y no te muevas, voy por los billetes del tren, no tardo…─  dijo Regina mientras salía corriendo hacia la ventanilla por suerte no hay había nadie, por un momento miro la dirección del a libreta que le habían dado, y una foto el sitio parecia precioso.

Ashi parecia estar algo nerviosa mientras miraba hacia todas partes y olisqueaba el aire intentando acomodarse al nuevo sitio aunque parecia alo nerviosa, enseguida Samantha empezó a acariciarle el pelo para que se calmara, casi al instante como una ráfaga eléctrica Regina sintió la misma caricias en su pelo, por un instante miro hacia atrás y vio como Samantha estaba intentando calmar a Ashi.

Enseguida tomo lso billetes y en cuanto llego a donde estaban se dirigieron hacia el anden para esperar el tren.

─ ¿Me vas a decir al menos a donde vamos…?...─  dijo Samantha mientras mantenía la mano encima de Ashi acariciándole el pelo, aquello parecia que la calmaba.

─ Aquí…Me lo dijo un amigo mío que ha sufrido un accidente…te prometo que te contare todo en el trayecto…─  dijo Regina mientras le daba la foto que había en el pequeño cuaderno.

─ En medio de la nada…¿solo por que te lo ha dicho tu amigo…?...─  dijo Samantha mientras miraba a Regina con cara de incrédula.

─ Te he dicho que ya te lo contare en el trayecto…no es solo pro que me lo haya dicho…─  dijo Regina mientras caminaba de un sitio para otro mirando hacia todos lados, pero sentía una especie de calma interior muy agradable, pasaron como media hora antes que el tren llegara.

Al fin escucharon el tren llegar al anden y en cuanto se detuvo entraron rápidamente, y se sentaron por suerte no había mucha gente y no levantaron muchas sospechas.

En cuanto el tren arranco Regina fue como si respirar mas aliviada suspirando, enseguida miro a Samantha con cara extrañada.

─ ¿Qué es lo que quieres…?...─  pregunto Regina como si se le hubiera olvidado todo, con tono de extrañeza.

─ Nada en particular solo, que me digas por que en medio de la noche salimos corriendo de unos tipos que nos disparan en nuestra casa a toda prisa, en  medio de un sitio que ni siquiera conozco lejos de mis amigas…─  pregunto Samantha intentando hacer un pequeño resumen de todo lo que había pasado.

─ Es cierto te debo una explicación…toma échale un vistazo…─  dijo Regina mientras le daba el cuaderno a Samantha.

Esta enseguida se puso a mirar  todas aquellas ecuaciones y garabatos que estaban hechos en la pagina como los diseños que estaban dibujados con cara de extrañeza.

─ ¿Y esto se supone que debe significar algo para mi…?...─ pregunto Samantha mientras miraba aquellas ecuaciones y proyectos.

─ Antes de ser profesora, era ayudante de un científico e intentábamos hacer una camino hacia un mundo alternativo, era un proyecto muy ambicioso, al parecer algo salio mal y el experimento nos reventó en la cara, por suerte pudimos salir la mayoría con vida, ahora un amigo mío ha venido y me hadado esto, según sus datos. ese científico había logrado estabilizar el proyecto, esos cálculos son totalmente diferentes a los que teníamos…─  dijo Regina explicándole todo aquello, Samantha empezó a pensar que todo aquello había sido una trampa.

─ ¿Y esas personas que nos persiguen…?...─  volvió a preguntar Samantha mientras le devolvía la libreta.

─ No lo se, lo único que se es que mi amigo murió en cuanto me dio esta libreta atropellado por un automóvil…y que vienen a por estas criaturas aunque no se para que…─ respondió Regina mientras bajaba la cabeza y por unos momentos se quedaba mirando a Ashi que parecia seguir oliendo el sitio  por suerte no había muchas personas en el vagón.

─ O sea que por un entupido experimento tenemos que mudarnos de casa, fantástico esto es estupendo…─  dijo Samantha cambiando casi radicalmente el tono de su voz a enfado.

─ Cariño no podemos hacer otra cosa…por lo menos estaremos seguras y Ashi estará tranquila…─ dijo intentando calmar a Samantha aunque no le faltaba razón.

─ Es que parece estupido…sacado de una mala novela lo que nos esta pasando…─  dijo Samantha mientras se levantaba y se ponía a mirar por la ventana, el paisaje había cambiado totalmente sol ose podían ver campos y mas campos y al fondo las montañas.

En ese momento un olor extraño llego al olfato de Ashi, enseguida como si estuvieran compenetradas lo mismo llego al olfato de Regina.

─ Tenemos que ir al siguiente vagón…Rápido…─  dijo Regina mientras se levantaba y Ashi empezaba a gruñir hacia la entrada.

─ ¿Pero que pasa…?...─  pregunto Samantha mientras Regina tiraba de su brazo para ir rápidamente al siguiente vagón.

─ Ashi vamos…Al parecer nos han seguido…─  dijo Regina intentando hacer que Ashi los siguiera y como si de una forma extraña de entendimiento Ashi dejo de gruñir y siguió hacia delante.

─ Pero que…─  dijo Samantha mientras iba siendo arrastrada por Regina en ese momento las puertas se abrieron y entraron dos hombres vestidos como si fueran para cazar.
─ Date prisa…Nos bajamos en la siguiente estación…─  dijo Regina mientras entraba en el siguiente vagón enseguida y seguían caminando.

En ese momento Samantha vio como ambos hombres metían sus manos en el atuendo de cazador y sacaban unas pistolas  y se dirigían hacia donde ellas estaban.

─ Tenemos que darnos prisa…─  dijo Regina intentando acelerar aquello y dejar terreno de por medio pero sabia que el tren tenia vagones limitados y no podrían correr por mucho mas tiempo.

Atravesaron varios vagones pero cuando ya estaban casi en el primero no podían ir hacia ningún lugar, Regina miro de reojo por las ventanas y la velocidad era excesiva para que saltaran no sabían que hacer, casi al momento entraron esos hombres y se detuvieron al otro lado del vagón mientras uno de ellos le apuntaba el otro saco aquel collar.

Ashi empezó a gruñirles, aquél sentimiento de furia empezaba a unirse a Regina poco a poco sabia perfectamente que tendrían que luchar de alguna manera.

─ Agáchate…─  dijo Regina como si fuera una leona que protegiera a sus cachorros.

─ ¿Pero…?...─ pregunto Samantha sin llegar a terminar la pregunta vio los ojos de su madre era como si hubieran cambiado de golpe parecían los de un gato.

─ Ahora!!...─  exclamo Regina casi gritándole para que se escondiera, enseguida Samantha se escondió como pudo en uno de los asientos.

─ Solo queremos a ese ser y el cuaderno nada mas…y las dejaremos irse…─  dijo uno de ellos mientras se acercaba con el collar para ponérselo a Ashi. ambas se miraron por un instante y como si sus pensamientos estuvieran sincronizados de alguna forma, ambas se lanzaron a por ellos, impulsándose en un salto contra las paredes del tren y después contra el techo para tomar impulso, el tipo apunto con su arma y empezó a disparar, el ruido de los tiros fue amortiguado por un silenciador, el del collar no sabia que hacer estaba como paralizado, soltó aquello y tomo su arma pero era demasiado tarde.

Con un gruñido que lleno la habitación casi al unísono ambas se lanzaron hacia sus presas, Ashi con un garrazo hizo que el arma de uno de ellos volara literalmente de su mano y se colocara encima de este rugiéndole con todas sus fuerzas el hombre no pudo mas que levantar las manos sorprendido, mientras que Samantha sin saber como aterrizo delante de este y con un impulso dio una voltereta hacia atrás propinándole una patada en la barbilla y cayendo de pie dejándolo inconsciente.

Por unos instantes Samantha se quedo alucinada viendo lo que había hecho era como si hubieran sincronizado sus cuerpos y su mente en un instante.

Levantándose se dirigió hacia donde estaba el hombre y tomando el arma que estaba en el suelo le apunto en la frente.

─ Escúchame atentamente y díselo a tu jefe…no pienso dejar que os llevéis a estas criaturas…y la próxima que vengáis a por una de ellas os juro que os matare…─  dijo Regina casi sin reconocerse a si misma por aquello después de eso le propino un golpe con la culata del arma para dejarle inconsciente.

Toda aquella rabia empezó a desaparecer de golpe como si fuera diluyéndose y volviera su estado de animo normal, enseguida soltó el arma y se quedo mirando aquellos hombres que habían caído al suelo, enseguida empezó a ver como algunas personas de los otro vagones se acercaban para comprobar que había pasado, por suerte el tren empezaba a detenerse en la parada.

─ Samantha rápido tenemos que salir de aquí…─  dijo Regina mientras salía por la puerta y seguidas por Samantha y Ashi.

Por suerte el tren no se quedo mucho tiempo en esa pequeña estación y casi ninguna persona se bajo en ella, aquel sitio era un edificio de color blanco muy simple con una ventanilla que permanecia cerrada y un sitio para poder entrar y esperar a los trenes.

─ ¿Pero como has hecho eso…?...─  pregunto Samantha con cara de sorpresa mientras veía como Regina se sentaba aun con las manos temblando, el revisor por un momento se quedo mirando a Ashi pero no llego a prestarle mucha atención.

─ No lo se…es como si me hubiera recargado de energía de alguna forma…no podemos seguir en tren tenemos, que alquilar un coche para llegar…─ dijo Regina mientras se miraba las manos y como aun temblaban.

─ Tranquilízate…─  dijo Samantha mientras la abrazaba con fuerza para intentan que se relajara.

─ Gracias…─ dijo Regina mientras la tomaba de las manos, intentando hacer que su cuerpo se relajara.

Ambas se quedaron así por un momento en cuanto Regina vio al revisor se acerco a él para preguntarle.

─ ¿Disculpe a cuento esta el pueblo mas cercano…?...─  pregunto Regina mientras le pobre hombre empezaba a hacer algunos de sus quehaceres.

─ Si siguen este camino esta como a unos cinco kilómetros no tiene perdida…─  respondió el tipo con la voz algo cansada y somnolienta.

─ Gracias…Tenemos que andar no queda otra…─  dijo Regina mientras se acercaba para comentárselo.

─ ¿En plena noche…?,seria mejor que nos quedáramos hasta que amaneciese…─  dijo Samantha y no le faltaba razón en lo que decía el camino casi ni siquiera se veía y eran las tres y media de la madrugada, no podrían avanzar mucho.

─ Si será lo mejor…─  dijo Regina mientras se acomodaba en uno de los bancos para intentar dormir un poco, al momento vio como Samantha apoyaba la cabeza en su hombro y Ashi se tumbaba en el suelo a sus pies…


FIN DEL CAPITULO 4


P.D: Bueno aqui dejo el sigiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos  :1f608: .

Yarina:
UN LUGAR PINTORESCO

Poco a poco el sueño las fue invadiendo, Regina se quedo por unos instantes despierta mirando el sitio, que estaba completamente desierto esperando que no las hubieran seguido, pero fue vencida por el sueño.

Cuando se dieron cuenta el sol ya empezaban a deslumbrarlas, los pájaros se escuchaban y poco a poco iba amaneciendo, Regina fue despierta por Ashi que empezó a gruñir estirándose un poco.

─ Despierta ya es de día, tenemos que irnos…─  dijo Regina mientras se estiraba un poco escapando de aquella tortura de banco donde se habían sentado.

Nada mas abrir los ojos se quedo mirando al revisor que estaba sorprendido viendo a Ashi, cuando miro el reloj marcaba las nueve y cuarto.

─ Solo cinco minutos mas…─  dijo Samantha protestando por levantarse temprano.

─ Samantha levanta tenemos que llegar a la cabaña…venga además tenemos que desayunar seguro que Ashi también tiene hambre…─  dijo Regina mientras se levantaba e intentaba despertar a Samantha esta abrió los ojos restregándoselos, cuando se dio cuenta que no estaba en casa.

─ ¿Qué tienes pensado hacer…?...─  pregunto Samantha mientras se estiraba un poco y bostezaba.

─ De momento buscar algún sitio para desayunar, después ir en busca de la cabaña…y esperemos que no sepan donde estamos…─  dijo Regina mientras se ponía de pie y se arreglaba un poco la ropa.

─ Esperemos que no este lejos…─  dijo Samantha mientras se levantaba y se quedaba mirando a Ashi que seguidamente empezó a acariciarla, esta no hizo mas que ronronear muy suavemente a la vez que Regina se acercaba al revisor.

─ ¿Perdone el pueblo mas cercano…?...─  pregunto Regina al revisor mientras que este  casi no podía apartar la mirada de Ashi.

─ ¿Eh…?...Perdone, si esperan un poco cada cierto tiempo viene un autobús les puede llevar, pero si quieren andar esta a cinco kilómetros siguiendo el camino.

─ ¿Reconoce este sitio…?...─  dijo Regina sacando el cuaderno y enseñándole una foto, por unos instantes el revisor se quedo mirando la foto y enseguida le señalo salio un poco afuera del lugar y les señalo la montaña.

─ Esta en el bosque que esta al pie de la montaña…¿Van de excursión…?...─  pregunto el revisor intentando averiguar algo.

─ Mas o menos…─ respondió Regina mientras guardaba la foto, pensando en que tendrían una buena caminata sobre todo ya que no podrían subir en autobús con Ashi.

─ Vamos tenemos un trecho…─  dijo Regina intentando no desanimar a Samantha, puesto que en cuanto dijo aquello se la quedo mirando extrañada.

─ ¿Cómo que nos queda un buen trecho…?...─  pregunto Samantha extrañada por aquellas palabras.

─ El pueblo esta a cinco kilómetros, no pensaras que vamos a coger el autobús y menos con Ashi con hambre…tenemos que llegar al pueblo y comprar algunas cosas…después dirigirnos a aquella montaña y buscar la casa en el bosque…─  dijo Regina resumiendo lo que tenían que hacer, aquello de repente no le hizo gracia alguna a Samantha.

─ ¿Buscar la cabaña en un bosque…?...O sea que tampoco tienes idea de donde esta…perfecto…─  pregunto Samantha viendo el panorama que les esperaba en ese momento se levanto y de mala gana empezó a caminar.

─ Es cierto…¿Crees que debería preguntarle a quien atropellaron…?...¿O a quien casi nos mata en el tren…?...Para mi esto también es una locura…pero algo esta pasando y necesito saber que es…─  dijo Regina de forma irónica, haciéndole entender a su hija que no tenia ni idea de lo que estaba pasando.

─ Vale de acuerdo…será mejor que nos calmemos…iremos al pueblo…─  dijo Samantha de la manera mas lógica, puesto que era una tontería enfadarse con ella.

Una vez hubieron terminado empezaron a caminar por un camino lleno de polvo a cada lado de ellos había una arboleda, el sol empezaba a despertarse pero esta vez fue algo raro para ellas no escuchar el trafico o la gente yendo de un lugar a otro todo estaba en calma solo se escuchaban los pájaros cantar, cuando ya hubieron caminado un buen trecho empezaron a escuchar tractores y poco a poco el paisaje empezó a cambiar el camino de polvo desembocaba en una carretera y a ambos lados había campos de cultivo, podía verse a lo lejos los tractores y algunas casas.

─ Increíble…─  dijeron casi ambas al mismo tiempo mientras miraban el lugar aquello las sobrepasaba por momentos.

Después de eso siguieron caminando poco a poco comenzaron a ver el pueblo a lo lejos se distinguía el campanario, y podía escucharse a la gente.

─ Será mejor que te quedes aquí fuera con Ashi, yo iré a comprar carne y algunos bocadillos, no te muevas de aquí ni dejes que Ashi lo haga…─  dijo Regina mientras se adelantaba un poco para llegar al pueblo y comprar algo de provisiones.

Nada mas entrar en este la gente empezó a mirarla extrañamente, el pueblo estaba en buen estado la mayoría de las casas eran de color blanco y las calles estaban empedradas, lo que mas le extraño es que no le llegaba el típico olor a café de las calles, podía verse que ya había bastante movimiento en las calles.

─ ¿Perdona sabe donde hay una carnicería…?...─  pregunto Regina a una mujer que pasaba por allí, enseguida este le señalo una de las calles que desembocaba en una fuente.

Regina se apresuro para llegar allí en cuanto llego a esa calle puedo ver una gran fuente y varias personas mayores sentadas en ella, que se quedaron mirándola por unos instantes y luego siguieron hablando entre ellas.

Nada mas entrar en el establecimiento un olor a carne cruda le invadió al parecer era el sitio donde se hacia la matanza.

El sitio tenia azulejos hasta la mitad de la pared de un color blanco sucio delante de ella había un mostrador con varios trozos de carne, por suerte a esa hora no parecía haber mucha gente comprando.

─ Buenos días podría darme ese gran trozo…─  dijo Regina señalando un buen pedazo de carne.

Por un momento la dependienta se quedo mirándola extrañada, pocas personas compraban tanta carne.

─ Vaya parece que tiene un zoo en casa…─  dijo la dependienta con un tono campechano y casi riéndose mientras la colocaba repartido en unas bolsas.

─ Mas o menos….vamos a hacer una barbacoa…─  dijo Regina mientras tomaba las pesadas bolsas.

─ ¿Usted no es de por aquí…?...¿A donde se dirigen…?...─  pregunto la mujer mientras tomaba el dinero.

─ Nos dirigimos hacia la casa de la montaña…Nos ha invitado…─  dijo Samantha como si los hubiera invitado y no hubiera pasado nada, al parecer nadie en el pueblo sabia lo que había pasado en el laboratorio era un alivio.

─ Hace tiempo que no vemos al doctor…espero que este bien…─  dijo la carnicera al parecer su amigo era conocido en este pueblo.

─ Si, claro lo que pasa que ha tenido mucho trabajo últimamente y ahora se ha dado un descanso…Bueno tengo que irme si no llegaremos tarde nos queda un buen trecho…muchas gracias…─  dijo Regina intentando cortar la charla rápidamente, si siguieran hablando llegarían de noche.

─ Que disfruten de la carne y pasen un buen día…─ dijo la carnicera despidiéndose, al menos estarían seguras en ese lugar.

Regina salio como pudo rápidamente de allí cargando con las bolsas en dirección hacia la salida del pueblo, empezó a caminar por la carretera hasta que al fin pudo ver a Samantha y Regina esperando sentadas, en cuanto se acerco un poco Ashi comenzó a olfatear el aire se había dado cuenta de la carne.

En cuanto estuvo a su altura, Regina le soltó un buen pedazo de carne que esta atrapo entre sus garras y empezó a devorarlo con hambre, al menos tendrían menos peso para subir a la montaña.

─ Uf, estoy hecha polvo tengo que hacer mas ejercicio…tenemos que darnos prisa…si no nos pillara la noche llegando a la cabaña, espero que la encontremos rápidamente…─  dijo Regina mientras miraba como Ashi devoraba con fruición la carne a grandes bocados, al menos estarían tranquilas con ella.

─ Pues venga démonos prisa…─  dijo Samantha levantándose de mala gana y con tono de enfado.

─ ¿Se puede saber que es lo que te pasa…?...─  pregunto Regina mientras avanzaba por la carretera hasta encontrar un camino que se separaba de ella en dirección hacia la montaña.

─ Nada…Tu que crees…me dices de buenas a primeras que tenemos que salir corriendo unos tipos nos persiguen casi nos matan en el tren y encima tu haces cosas que son imposibles…como quieres que me sienta casi me acribillan a tiros…y ahora encima tenemos que perdernos en plena montaña en la casa de tu amigo…Yo creo que no nos pasa nada…─  dijo Samantha con mal tono mientras seguía caminando casi ni siquiera miraba hacia atrás, Regina no pudo mas que suspirar.

─ Lo siento…Pero es lo único que podemos hacer…además no podemos volver…ya ves lo que nos ha pasado…─ dijo Regina casi con tono de rendirse mientras se sentaba en el camino.

─ ¿En que estabas metida…?...Solo explícame eso…─  pregunto Samantha mientras se sentaba a su lado y Ashi empezaba a relamerse las garras.

─ Como te he dicho antes era ayudante de científico…Yo solo revisaba los cálculos que se hacían, él se encargaba de todo, la cosa es que este cuaderno me dice lo contrario en la ultima revisión de los datos que me dieron parecía estar bien pero al ponerlo en marcha todo al principio fue bien…pero pasado un rato aquello exploto y al parecer varias especies de sombras salieron del portal, pienso que estas criaturas son parte de eso…pero los datos que tengo aquí son totalmente diferentes me dice otra cosa…creo que lo obligaron a hacer que fallara el experimento…lo que no se es por que nos persiguen la mayoría de las personas de ese experimento murieron en la explosión…─   dijo mientras miraba el cuaderno y le pasaba una foto de ella junto a una pareja con una niña en brazos.

─ ¿De que trataba, el experimento…?...─  pregunto Samantha mientras miraba la fotografía con cierto aire familiar.

─ Era un portal, estaba investigando como acceder a otra dimensión…pero estos cálculos son completamente distintos, al parecer llevaba dos tipos de resultados o le obligaron a repetir el experimento o lo saboteo el mismo desde dentro para que no resultara y ya lo había conseguido antes…─  dijo Regina intentando sacar conclusiones ya que era lo mas probable que el profesor ya hubiera estado antes en esa dimensión y le obligaron a repetir el experimento.

─ Tenemos que darnos prisa para llegar a esa cabaña solo espero que podamos encontrarla…─  dijo Regina mientras se levantaba del sitio y tomaba las bolsas y le ofrecía la mano a Samantha para que se levantara.
─ Déjame unas bolsas al menos iremos mas rápidas…─  dijo Samantha mientras le devolvía la foto y tomaba algunas bolsas para ayudarla.

Una vez hubieron descansado un poco continuaron su camino el sol seguía su paseo por el cielo, el sol empezaba a apretar con fuerza, poco a poco el camino que era recto empezaba a elevarse mientras el paisaje poco a poco empezaba a cambiar haciéndoles entrar en un pequeño bosque al menos la sombra de aquellos árboles las refrescaba, se quedaron escuchando el cantar de los pájaros y la brisa que atravesaba el bosque, Ashi se detuvo por unos instantes intentando identificar los olores de su alrededor aquello era completamente nuevo para ella.

─ ¿Nos queda mucho…?...─  pregunto Samantha mientras seguían avanzando por aquel camino que parecía volverse mas elevado por momentos.

─ Esperemos que no…─ dijo Regina mientras jadeaba por aquel paseo al menos estaban a la sombra.

Siguieron caminando por un buen rato aquello parecían ir a marchas forzadas poco a poco el tiempo fue pasando y los estómagos empezaban a rugir con fuerza y las fuerzas flaqueaban, la cabaña estaba completamente escondida en el bosque.

─ ¿Pero donde esta la cabaña…?...─  pregunto Samantha completamente agotada mientras seguía caminando.

─ Espera un poco, voy a mirar la foto…─  dijo Regina mientras tomaba la foto y Samantha se sentaba en un tronco.

─ A ver que me oriente un poco…Por allí…─  dijo Regina con total seguridad mientras tomaba de nuevo las bolsas y comenzaba a introducirse en el bosque apartándose del camino.

─ Solo espero que estés segura…─ dijo Samantha volviéndose a levantar e iniciar el nuevo camino.

Continuaron el camino apartándose de la ruta principal el bosque por momentos empezaba a volverse mas espeso podía escucharse los pájaros y como el sol entraba a duras penas pero después de casi dos horas de trayecto encontraron como una especie de claro y en medio de este una casa de dos pisos y en la parte lateral una chimenea de ladrillo, y el resto de la casa estaba hecha de troncos,  en la parte de afuera había un columpio, a su lado un granero que estaba en buen estado, lo mismo que la casa.

─ ¿Es este sitio…?...─  pregunto Samantha viendo la casa y mirando el lugar.

─ Espera un momento…Si es este…─  dijo Regina mientras miraba la fotografía al menos habían llegado pero ya la tarde.

─ Espero que haya algo de comer…─  dijo Samantha mientras se acercaba a la casa.

─ ¿Hola…?...¿Hay alguien…?...─  pregunto Regina mientras se acercaba lentamente a la casa, enseguida Ashi corrió hacia el granero al parecer había captado un olor familiar de alguna forma.

─ Ashi…¿pero a donde vas…?, vuelve…─  dijo Samantha mientras salía corriendo detrás de Ashi  hacia el granero, mientras Regina avanzaba hacia la cabaña mirándola desde lejos, intentando averiguar si había alguien.

─ ¿Hola…Hay alguien…?...─  volvió a preguntar Regina mientras se acercaba pero parecía que no hubiese nadie, cuando ya estuvo cerca de la puerta miro por las ventanas para comprobar que si podía ver movimiento de alguna persona pero estaba completamente solitaria.

Se acerco a la puerta y giro el pomo y la puerta se abrió lentamente, Regina entro y empezó a mirar el interior.

A su derecha había una mesa redonda con varias sillas colocadas a su alrededor al lado de estas había una chimenea que estaba apagada a su lado unos cuantos hierros en un estante para azuzar las brasas y unos troncos apilados, en el centro de la sala un sillón algo tosco pero muy cómodo al lado de este había una pequeña cocina y al fondo una escalera, por las paredes había varias fotos del profesor y su mujer, por suerte no había con su hija.

Regina no pudo mas que dirigirse al a cocina y dejar las bolsas, inmediatamente fue hacia la nevera nada mas abrirla vio que había varias latas de conservas y algunas cosas al menos podrían comer.

Entretanto Samantha investigaba el granero, las puertas parecían cerradas pero con un simple empujón se abrieron, aquel sitio era enorme constaba de dos pisos unidos por una escalera simple de mano, había balas de paja apiladas en varias partes y estaban separadas por paredes bajas de madera.

Aquel sitio pareciera completamente desierto aunque para Ashi no estuviera así, puesto que estaba olfateando el lugar como si siguiera un olor de alguna forma.

─ Ashi, ves no hay nadie…─  dijo Samantha mientras avanzaba por el oscuro granero lentamente, aunque había varias ventanas que entraban luz por el.

De pronto Samantha se giró rápidamente parecía que hubiera visto una sombra correr detrás de ella.

─ ¿Ashi eres tu…?...─  pregunto Samantha mirando hacia todas partes mientras parecía que no encontraba a Ashi por ningún lado.

─ Ashi…¿Dónde te has metido…?...Ven aquí…─  dijo Samantha entrando mas aun en el granero aquel sitio parecía incluso algo tétrico, se escuchaba el crujir de la paja bajo los pies mientras avanzaba.

Samantha miraba hacia todos lados mientras que no encontraba a Ashi en eso pudo ver como su cola se movía de un sitio hacia otro parecía que había encontrado algo.
─ ¿Pero se puede saber que haces…?...─ pregunto Samantha mientras veía que Ashi estaba interesada por varias bajas de paja y heno que se encontraban apiladas en un rincón, al que no dejaba de gruñirles.

─ Ashi no seas tonta, no hay nadie…─  dijo Samantha mientras miraba los paquetes, aun así parecía como si alguien los estuviera observando desde algún sitio.

─ Será mejor que salgamos de aquí cuanto antes…─  dijo Samantha mientras miraba hacia todas partes aquel sitio empezaba a darle escalofríos.

Empezó a caminar hacia fuera mientras que Ashi la acompañaba a toda prisa, en cuanto estuvieron afuera, sus piro con fuerza mientras cerraba las puertas detrás de ella.

En cuanto se encamino hacia la casa vio un carro con un caballo que se acercaba por el camino hasta la casa en el había un hombre de avanzada edad que tenia una boina de color negro, sus rasgos eran ya de una avanzada edad, tenia los ojos de color marrón apagado, bestia una camisa blanca y unos pantalones oscuros, en el carro parecía que llevaba una especie de bidón.

─ Buenas tardes…¿Esta el doctor en casa…?...─  pregunto el hombre con una voz algo tosca, aunque no parecía ningún peligro ni siquiera Ashi le pareció una amenaza de ninguna forma, aunque el pobre hombre se quedo perplejo al verla.

Samantha se quedo sin saber que decir mientras se ponía delante de Ashi para ocultarla de alguna forma.

─ Mama… hay alguien que busca al doctor…─  dijo Samantha con voz alta intentando avisar a Regina.

─ ¿Qué…?...─  pregunto Regina mientras salía afuera para comprobar que es lo que pasaba.

─ Buenas señora…preguntaba si estaba el doctor en casa…venia como siempre a recoger la leche…─  dijo el hombre desde el carro mientras se quitaba la boina para secarse el sudor con un pañuelo.

─ No, no esta estamos a cargo de la casa por unos días…No me dijo nada de que venían a recoger algo…─  dijo Regina extrañada por aquello puesto que no se habían escuchado sonidos algunos en el granero de animales, aunque su mente empezó a darle vueltas no parecía nadie de los que les habían estado persiguiendo.

─ Que pena…la leche que me daba era buenísima…bueno díganle al doctor que espero que vuelva pronto…─  dijo el  hombre mientras se colocaba de nuevo la boina y daba vuelta con el carro aun así volvió la cabeza por un instante para ver si era verdad lo que había visto.

─ ¿Quién era…?...─  pregunto Regina mientras miraba como el carro se alejaba de ellas.

─ No tengo idea pero es extraño puesto que no hay ningún animal en el establo, eso si hay muchas balas de paja y heno, como si quisiera reservar comida para alguno…─ dijo Samantha viendo que aquello parecía muy extraño.

─ ¿Estas segura…?...─  pregunto Regina algo extrañada puesto que ese hombre le había hecho pensar que no era así.

─ Yo creo que si el piso de abajo estaba desierto, ahora no se si en la parte de arriba había alguien, lo que se refiere a vacas o cabras o algo así no había nada…─  dijo Regina recordando todo lo que había visto.

─ Tiene que haber algo volvamos a revisarlo…─  dijo Regina mientras avanzaban de vuelta al granero, en eso a su olfato llego un olor algo extraño, el aroma era de que hubiera algún animal aunque el olor era completamente extraño le resultaba familiar.

─ ¿Mama pasa algo…?...─  pregunto Samantha extrañada mientras veía como Regina olfateaba el aire lo mismo que Ashi.

─ No, hueles eso…es algo raro…─  dijo Regina mientras abría la puerta del granero en ese instante un olor algo fuerte le llego de golpe de la parte de arriba.

Enseguida Ashi subió por la escalera hacia arriba parecía que hubiera captado el olor lo mismo que Regina.

─ Si hay algo esta en la parte de arriba…quédate abajo por si sale…─  dijo Regina intentando que no escapara fuera lo que fuera.

─ ¿Que hago me pongo en medio…?...─  pregunto con ironía Samantha viendo lo estúpido del plan.

─ Solo avísame nada mas…─  dijo Regina con algo de lógica mientras subía por las escaleras.

La parte de arriba parecía completamente a oscuras, aunque el olfato y el oído estaban como realzados y todos los pequeños sonidos podía captarlos y una multitud de olores.

Se dio cuenta como Ashi se acercaba a una pila de balas de heno y empezó a gruñirle mientras le daba unas vueltas.

─ ¿Hay alguien hay…?...Puedes salir no te haremos daño…─  dijo Regina mientras miraba aquello montones apilados.

─ Samantha llama a Ashi…─  dijo Regina pensando que era por que estaba ella por allí.

─ Ashi ven aquí…rápido…─  dijo Samantha llamándola para que volviera enseguida, esta bajo al lado de ella.

─ Ya se ha ido puedes salir…no te hará daño…─  dijo Regina con voz suave intentando hacer que quien fuera saliera de allí.

Enseguida pudo ver como una mano de aspecto humano aparecía entre las balas de paja lentamente.

Regina pensó enseguida que se trataba de alguien que estaba investigando el lugar y se había encontrado con ellas y se había escondido.

Pero lo que vio fue totalmente distinto, poco a poco fue apareciendo una chica con rasgos redondeados no le echaría mas de dieciséis o diecisiete años sus ojos eran grandes y de color azul fuerte su pelo de color blanco daba un gran contraste con sus ojos pero lo que mas le extraño fue que de su cabeza nacían una especie de cuernos pequeños y las dos orejas caídas muy parecidas a la de las vacas.

En su cuello portaba una especie de cencerro vestía un top sin mangas de color blanco con manchas negras, sus pechos eran de un gran tamaño la parte y de cintura para abajo tenia una capa de pelo muy fina de color blanco con manchas negras del final de su espalda nacía una cola con un mechón de pelo al final pero lo que mas sorprendió fue que en vez de pies tenia pezuñas grandes de color negro, vestía un pantalón muy amplio marrón apagado y algo gastado cogido por tirantes.

─ ¿Pero que demonios…?...─  pregunto Regina mientras miraba como salía de entre las balas de heno y se quedaba mirándola extrañada, poco a poco aquel ser empezó a acercarse a ella y comenzó a olfatearla pero en cuanto sintió el olor de Ashi volvió a esconderse entre las balas de heno.

─ Mama…¿Se puede saber que pasa…?...¿Hay alguien …?...─  pregunto Samantha desde abajo alzando la voz.

─ Sube, creo que te sorprenderá bastante…Deja a Ashi abajo…─  respondió Regina invitándola a subir, pensando que no huiría.

Al momento Samantha intento hacer que Ashi se quedara abajo, después de eso subió por la escalera y vio como Regina se ponía en cuclillas mirando un montón de heno y paja.

─ ¿Qué pasa…?...¿Has encontrado una cabra…?...─  pregunto Samantha como en forma de ironía.

─ Creo que te va sorprender…Venga sal de hay…no te haremos daño te lo prometo…─  dijo Regina con voz muy suave intentando convencer a aquel ser.

Poco a poco aquel ser fue saliendo de su escondite, en cuanto vio a Samantha empezó a acercarse lentamente mirando a Regina como si no quisiera perderla de vista, mientras que Samantha no salía de su asombro.

Aquel ser empezó a olfatearla dando vueltas a su alrededor, por un tiempo se quedo mirándola con aquellos ojos grandes, pareciera incluso que llegara a sonreírle.

─ ¿Pero que es…?...─  pregunto Samantha mientras acercaba su mano para acariciarla, cuando llego a su cabello empezó a pasarle la mano, la criatura pareciera que le sonriera y se sentía a gusto.
─ Que extraño…a ti no parece tenerte miedo…incluso esta alegre…─  dijo Regina al acercarse a Samantha aquel ser giro la cabeza y la miro y enseguida se puso detrás de Samantha como si se escondiera.

─ Parece que te tiene miedo…─  dijo Samantha viendo lo que estaba haciendo, pero era extraño ya que ambas habían estado con Ashi y su olor se había quedado impregnado en ellas.

─ Moo!!...─ dijo aquel ser, mirando con miedo a Regina.

─ Tranquila, no te hará daño…ven…─  dijo Samantha mientras tomaba la mano de ella y la acercaba a Regina y la colocaba en su hombro, aun así aquel ser parecía recelosa y asustada.

─ Ahora entiendo por que ese hombre venia a por leche…─  dijo Regina mientras la miraba de arriba abajo.

─ No creerás que la ordeñaba…Eso es asqueroso…─  dijo Samantha mientras intentaba imaginar aquello.

─ No le veo otra forma…además es una vaca…a lo mejor en esa dimensión estas son las vacas, y el enemigo natural es Ashi, tiene que haber una cadena alimentaría de alguna forma…─ dijo Regina presuponiendo que debería de ser alguna forma.

─ Bueno ya que crees que es así,¿por que no la ordeñas…?... Si estas tan segura…─  pregunto Samantha como si la retara.

─ Ni siquiera lo pienses que voy a hacer eso…─  dijo Regina con tono de enfado aunque sabia perfectamente que tendría que hacer análisis de aquel ser.

─ Por mucho que digas eso sabes que lo tendrás que hacer lo mismo que le sacaste sangre a Ashi…─ dijo Samantha pensando en el espíritu de investigadora que tenia Regina.

Por un momento Samantha se quedo mirando a aquel ser y sabia que Samantha tenia toda la razón en aquello, pero no tenia ningún sitio donde poder analizar las muestras.

─ Le tendremos que poner un nombre…Ya lo tengo la llamare Rakku…─  dijo Samantha mientras le acariciaba el pelo, esta se quedo mirándola extrañada.

Regina de momento respiro aliviada al pensar que se le había ido de la cabeza aquello de ordeñarla pero, tarde o temprano tendría que hacerlo.

─ Será mejor que volvamos a la casa, ya mismo empezara a hacer frío…mañana veremos que hacer…─  dijo Regina mientras miraba por las ventanas como el sol empezaba a ponerse lentamente.

─ ¿Qué hacemos con Rakku…?...¿La vamos a dejar aquí…?...─  pregunto Samantha mientras seguía acariciándole el pelo, esta se encontraba completamente tranquila.

─ No creo que quiera bajar y menos estando Ashi abajo merodeando…y a mi de momento me tiene miedo…─  dijo Regina viendo todas las posibilidades, además donde esta se encuentra a gusto.

─ De acuerdo…no queda otra…─  dijo Samantha mientras se dirigía hacia la escalera y ambas bajaban.

─ Moo!!...─  dijo Rakku mirándolas extrañada, pareciera incluso que estuviera triste.

─ Nos vemos mañana Rakku…─  dijo Samantha despidiéndose mientras bajaba por la escalera.

En cuanto estuvieron abajo Regina quito la escalera asegurándose que Ashi no pudiera llegar hasta ella aunque con la altura que tenia, no le costaría mucho encaramarse al segundo piso con un salto.

─ Será mejor que la tengas vigilada, nunca se sabe…¿Pero donde esta metida…?...─  dijo Regina en cuanto retiro la escalera viendo que Ashi no estaba en la puerta, enseguida vino a su mente la carne que había traído y que lo mas seguro ya se hubiera hecho con ella.

─ Adiós carne…de eso estate segura…─  dijo Samantha con un sonrisa en la cara.

─ No tiene gracia…Por lo menos hay comida en la nevera…─  dijo Regina pensando que al menos podrían cenar.

Ambas se dirigieron hacia la cabaña, la puerta estaba semi encajada y nada mas entrar vieron a Ashi que estaba devorando el resto de la carne a grandes mordiscos y la bolsa estaba tirada en el suelo.

Regina no pudo mas que suspirar, al ver aquello y como disfrutaba Ashi de la cena, esta se acerco a la nevera y saco algunos huevos y vegetales y encendió los fuegos para preparar la cena.

Mientras que Samantha subía al piso de arriba para investigar la cabaña, nada mas llegar vio un pasillo con dos puertas una a  cada lado y otra al final que estaba abierta y era el cuarto de baño, en la parte del techo colgaba una cuerda que lo mas seguro diera al ático.

Enseguida abrió una de las puertas y vio una habitación muy simple tenia una cama que estaba cubierta con varias mantas un armario a la derecha y una ventana al fondo al lado de la cama había una pequeña mesilla de noche hecha de una forma muy rustica.

─ ¿Qué tal las habitaciones…?...─ pregunto Regina desde abajo mientras seguía cocinando.

─ No están mal…aunque son algo simples…─ dijo Samantha mientras cerraba la puerta y volvía a bajar, en cuanto llego abajo observo como había una ensalada y algunas cosas para comer.
─ Bueno de momento estaremos seguras aquí…espero que no vengan…─  dijo Regina suspirando, pensando en cuanto tiempo tendrían que estar allí….



FIN DEL CAPITULO 1

P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias  :1f608: .


 
 




Yarina:
UN NUEVO DESCUBRIMIENTO

En cuanto Samantha bajo el olor de lo que estaba preparando Regina llego a su olfato, también se dio cuenta que Ashi esta tumbada en el suelo descansando después de lo que había comido.

─ ¿Estas segura de que no nos encontraran…?...Fíjate en el hombre que vino antes…─  pregunto Samantha mientras rebuscaba entre los armarios de la cocina y buscaba los cubiertos para poner la mesa.

─ No creo, además ese hombre estaría aquí por que el doctor le daría leche de Rakku…─  dijo Regina acostumbrándose rápido al nombre.

─ Mejor no me lo recuerdes…─  dijo Samantha mientras ponía cara de asco al venirle la imagen de eso.

Mientras Regina seguía cocinando, Samantha por su parte ponía la mesa en ese momento empezó a sentir algo de frío.

─ Empieza a hacer frío…¿Cómo estará Rakku…?...─  pregunto Samantha mientras se dirigía hacia la ventana y miraba al establo.

─ No te preocupes, seguro que no tendrá frío con tanta bala de paja…lo que se es que esta acostumbrada a los seres humanos…el doctor la trajo desde esa dimensión…lo que hace pensar que el experimento ya le había salido bien…─ dijo Regina mientras le seguía dando vueltas a todo.

─ ¿Tengo hambre esta la cena…?...─  pregunto Samantha mientras se acercaba a donde estaba Regina cocinando.

─ He hecho lo que he podido…al menos es comestible y con la carne que ha dejado Ashi, aunque mañana tendré que ir a comprar mas, espero que ese pueblo tenga algún cajero…─  dijo Regina viendo que no le quedaba mucho dinero y debería de sacar algo de los ahorros que tenia.

─ Bueno no esta mal…Te ha quedado bien…─  dijo Samantha mientras saboreaba la cena improvisada.

La cena prosiguió sin ningún contratiempo pero completamente en silencio, de vez en cuando Samantha miraba hacia el establo preocupada por Rakku.

─ Tranquila estoy segura que estará bien…─  dijo Regina mientras seguía comiendo y mirando como Samantha parecía inquieta.

─ Después de cenar le llevare una manta…─  dijo Samantha mientras seguía comiendo, aquello al menos le decía que la había educado bien, se podía notar la preocupación que tenia.

─ No creo que le haga falta pero tu misma…─  dijo Regina mientras se levantaba de la mesa y comenzaba a recoger los platos, en eso Samantha subía al piso de arriba y cogía una de las mantas y bajaba rápidamente.

Salio en dirección hacia el establo, mientras que al parecer Ashi despertó de golpe y la seguía.

Una vez en la entrada del establo se quedo mirando parecía completamente desierto ni siquiera se escuchaba nada, solamente los animales del bosque y algún búho ululando.

─ Rakku, soy yo no te preocupes…puedes salir…─  dijo Samantha mientras entraba lentamente en el establo mirando hacia todos lados aquel sitio le ponía los pelos de punta, se sentía asustada, pero no obtuvo respuesta alguna.

Subió la escalera mientras que la noche se echaba encima y empezaba a dejar el establo casi en completa oscuridad.

La parte de arriba estaba llena de balas de paja por todas partes pero ni un rastro de Rakku, pensó que podría haberse escapado pero le resultaba imposible eso.

Samantha empezó a buscar por todos lados para ver si la encontraba pero Rakku al parecer era muy buena escondiéndose, de pronto sintió como si algo le golpeara suavemente en la espalda, aquello hizo que se sobrecogiera cuando giro la cabeza vio que era Rakku que le había golpeado haciéndole saber donde estaba mientras le sonreía felizmente.

─ Vaya que susto…parece que eres buena escondiéndote…─  dijo Samantha mientras se calmaba del pequeño susto y Rakku.

─ Te he traído una manta así no tendrás frío…─ dijo Samantha mientras le acariciaba el cabello enseguida Rakku se arrodillo en el suelo y Samantha le coloco la manta encima, Rakku solamente le sonrió felizmente.

Por unos instantes Samantha se quedo mirándola como poco a poco se quedaba dormida, se movió lentamente intentando no hacerlo muy deprisa para no despertarla y volver a la casa.

─ Samantha, vamos a la casa…─  dijo Regina desde abajo, al parecer se había hecho algo tarde y el frío se hacia mas intenso.

─ Shhh!!, cállate se ha quedado dormida…─  dijo Samantha mientras bajaba por la escalera.

─ Mejor entramos, esta noche será bastante fría…─  dijo Regina mientras echaba el aliento en sus manos.

─ Seria mejor que compremos algo de luz para el establo…─  dijo Samantha mientras caminaba hacia la casa y acariciaba el pelo de Ashi.

─ No creo que pueda pegar ojo esta noche…Y yo pensando que el bosque era tranquilo…─ dijo Samantha escuchando todos los sonidos del bosque.

─ Pues mejor que te vayas acostumbrando…estaremos por un largo tiempo…─  dijo Regina pensando que aquello iba para largo.

Una vez que entraron en la casa la noche se apresuro a llegar, el lugar era muy tranquilo con la excepción de el canto de grillos y otros animales, aunque la noche se avecinaba fría.

─ Es mejor que nos vayamos a dormir…─  dijo Regina mientras se estiraba un poco el día había sido largo y bastante complicado aunque sabia que tendría que tomar una muestra del nuevo espécimen.

─ Al menos mañana no tendré clase…─  dijo Samantha sonriendo maliciosamente, pensando que se habría librado de aquello al menos de manera temporal.

─ De eso nada señorita…al menos te daré una hora de clase cada día…no creas que te libraras tan fácilmente…─  dijo Regina pensando que seria la mejor forma de que no perdiera el ritmo.

─ Eso no es justo…Al menos dame algo de libertad ya que me has arrastrado a este lugar…─  dijo Samantha replicando por lo que había dicho Regina.

─ Mira se que te he arrastrado pero no creas que te libraras de estudiar algo…Ahora vamos a dormir…─ dijo Regina zanjando aquello de golpe, no estaba para discusiones.

Samantha subió al piso de arriba con el ceño fruncido y enfadada, por la decisión que había tomado Regina, en cuanto entro en la habitación se dio cuenta que era de lo mas simple pero la menos tenían donde quedarse, mientras se sentaba en la cama Ashi se tumbo al lado.

─ Ojala pudieras hablar y me contaras lo que eres…y si conocías al profesor…─  dijo Regina mientras miraba a Ashi como poco a poco le iba venciendo el sueño, al momento se tumbo y apago la luz para dejarse llevar por el sueño.

Casi sin esperarlo tan rápido como había venido la noche amaneció se podían escuchar los pájaros cantar y el sol entraba tímidamente por las ventanas de la casa iluminando el sitio.

─ Dios…¿Ya es de día…?...Parece que no he dormido…─ dijo Regina mientras se levantaba e intentaba estirarse un poco, mientras que Ashi hacia lo mismo.

En cuento hubo salido de la habitación se dirigió hacia el cuarto de baño para tomar una ducha al menos el agua la refrescaría un poco y la despejaría del sueño.

Se quedo un rato bajo el agua pensando en lo que debía de hacer, puesto que no podrían estar en ese sitio para siempre, mas tarde o mas temprano descubrirían donde se encontraban y tenían que salir de allí, pero de momento no tenia ni idea hacia donde ir.

Una vez que hubo terminado salio de la ducha con una toalla atada por encima del pecho y empezó a cepillarse el pelo, cuando se miro al espejo se quedo pensativa.

─ ¿En que te has convertido…?...─ dijo Regina mientras seguía mirándose al espejo y recordando su antiguo yo con aquellas mechas, y ahora estaba metida en un lío del que no sabia como salir.

Cuando termino de cepillarse el pelo fue hacia su habitación y se coloco la ropa, por un momento se quedo mirando al estuche de inyecciones pensando que tendría que tomar una muestra de Rakku.

─ Esperemos que sea mas fácil con este…─  dijo Regina mientras cogía el pequeño estuche y salía de allí en dirección hacia el establo.

La mañana se presentaba algo fría, se podía escuchar los pájaros que le daban la bienvenida la nuevo día, aun se veía el rocío sobre las plantas, pensó en despertar un poco mas tarde a Samantha puesto que no tenia clase.

Se acerco al establo para ver si encontraba a Rakku y poder tomarle una muestra de sangre pero nada mas entrar vio que parecía desierto.

─ Ashi…quédate aquí…Solo espero que me entiendas…─  dijo Regina pensando que ojala la obedeciera.

Ashi sin embargo parecía muy atenta a lo que pudiera ocurrir en el establo de vez en cuando se relamía los labios, aquella señal le hizo pensar que lo mismo Rakku estaría asustada de Ashi.

─ Muy bien espero que sea fácil…─  dijo Regina mientras subía a la parte de  arriba para encontrar a Rakku pero cuando llego el sitio este parecía desierto y sin rastro de Rakku.

─ Rakku ven aquí bonita…no voy a hacerte daño…─  dijo Regina con un tono bajo de voz casi susurrando.

Pasado un rato no se escucho nada pero pudo ver que entre las balas de heno apareció su cabeza mirando para ver quien era.

─ Moo!!...─  Mugió Rakku por un instante mirándola con cara sorprendida mientras masticaba algo de heno.

─ Ven aquí no tengas miedo…─  dijo Regina mientras se acercaba poco a poco hacia Rakku aunque esta parecía estar alerta y no perderla de vista.

En cuanto se hubo acercado unos pasos esta se puso de pie y empezó a retroceder unos cuantos mas, aquello no parecía que fuese a ser fácil.

─ No me vayas a hacer eso…ni se te ocurra…─ dijo Regina pensando en que terminaría persiguiéndola por toda la parte de arriba.

A cada paso que daba Regina, Rakku se movía un poco dejando la misma distancia, al parecer Rakku no estaba muy conforme con que Regina estuviera allí.

─ Mira se que te doy algo de miedo…pero no voy a hacerte daño no te preocupes…─  dijo Regina avanzando unos pasos muy lentamente por unos instantes se quedo a unos pocos metros de Rakku mientras esta la miraba sin perder ojo de sus movimientos.

─ Moo…─  volvió a mugir Rakku por unos instantes incluso se podría decir que llegaba a entenderla, pero no parecía tenerle confianza.

En un instante y de manera súbita se lanzo sobre Rakku para intentar atraparla pero esta se movió muy deprisa y Regina termino cayendo al suelo, mientras que Rakku se escondía entre unas balas de heno pero aun así mantenía la cabeza fuera vigilándola.

─ Parece ser que quieres hacer las cosas por las malas…─  dijo Regina mientras se levantaba del sitio poniéndose en pie y limpiándose la ropa.

En un momento volvió a correr detrás de Rakku para poder atraparla pero esta volvió a esquivarla haciendo que Regina volviera a caer al suelo.

─ Mooo!!...─ mugió Rakku pareciendo como si estuviera temerosa de ella.

─ Escucha necesito una muestra de tu sangre…solo eso no voy a hacerte daño…─  dijo Regina mientras se volvía a levantar, por lo visto algo le hacia estar nerviosa en su presencia, pero el olor de Ashi no podía ser puesto que Samantha también había estado con Ashi y tendría su olor, solo había algo que era distinto y que ella solo había hecho o tenia.

Por unos instantes se quedo pensativa intentando saber que es lo que era mientras que Rakku se quedaba tumbada pendiente de lo que pasaba sin moverse del sitio.

─ Claro…La conexión mental que tuve con Ashi aquella noche…es lo único diferente...─ dijo Regina pensando que por el olor no podría ser y era la única posibilidad pero aun no entendía como es posible que estos especimenes pudieran detectar eso.

─ Mama…¿Qué estas haciendo…?...─  pregunto Samantha desde abajo, por lo visto se había despertado.

─ Ven sube arriba…te necesito si no será imposible…─ dijo Regina pensando que a lo mejor ella podría hacer que se calmara un poco.

─ ¿Qué es lo que quieres…?...─  dijo Samantha con tono de enfado, aun seguía enfadada por lo de anoche.

─ Si pudieras hacer que se calmara…necesito sacarle algo de sangre…y por lo visto no deja que me acerque…─  dijo Regina mientras se arreglaba un poco la ropa.

─ Muy bien…Vamos bonita…tranquila no pienso hacerte daño…─  dijo Samantha mientras se acercaba a Rakku por unos momentos observo como la expresión parecía que se volviese feliz al verla de nuevo.

Rakku empezó a acercarse a Samantha, Regina se quedo pensando que ella tendría que tener algo que hiciera que esos especimenes se calmaran de alguna forma.

Samantha se acerco hasta Rakku y empezó a acariciarle el pelo, esta sonrió felizmente como si estuviera contenta de volver a verla, Regina aprovecho el momento para acercarse, pero Rakku enseguida se puso detrás de Samantha asustada.

Samantha tomo el brazo de Rakku y lo extendió esta se quedo extrañada cuando hizo esto pero enseguida Regina inserto la aguja en el brazo.

─ Mooo!!!...─ Mugió Rakku por un instante de dolor, mientras intentaba retirar el brazo pero las caricias de Samantha hicieron que se calmara un poco.

En cuanto Regina obtuvo la muestra de sangre, Samantha soltó el brazo de Rakku esta se quedo detrás de Samantha con cara triste incluso se podía decir que estaba como llorando.

─ Tranquila ya ha pasado…no te preocupes…─  dijo Samantha mientras le acariciaba el pelo suavemente para calmarla poco a poco la sonrisa que tenia volvió a su rostro.

─ Bueno menos mal…Iré a hacer el desayuno y a comprar algo de carne en el pueblo espero que tengan algún banco o algo para poder sacar dinero…Será mejor que te ocupes de Ashi si no Rakku terminara en sus fauces…─  dijo Regina sabiendo que Ashi debería de estar alimentada si quería que no atacase a Rakku.

─ ¿No creerás que Ashi pudiera atacar a Rakku…?...─  pregunto Samantha incrédula por lo que había dicho Regina.

─ Si tiene el estomago lleno…estará a salvo pero crees que un león con hambre desperdiciaría algo así…─  dijo Regina pensando que no sabia donde dejar a Ashi, donde la encerrara estaba segura que saldría y no podía llevarla al pueblo.

─ Vamos es mejor que desayunemos a ver si hay algo de carne…al menos Rakku tiene heno y paja…─ dijo Regina mientras bajaba la escalera, Samantha la siguió para ir a la casa,.Rakku pareció ponerse triste y algo temerosa al ver como se marchaban.

─ No te preocupes no te hará daño, volveré enseguida…─  dijo Samantha de manera cariñosa mientras bajaba la escalera.

─ Mooo!!!...─  mugió Rakku de manera casi temerosa al ver como se marchaba.

Una vez abajo fueron hacia la casa acompañadas por Ashi que no dejaba de vez en cuando mirar hacia atrás mirando el establo y relamiéndose los labios.

En cuanto llegaron a la casa Regina fue hacia la cocina para preparar el desayuno no sin antes mirar en la nevera por si quedaba algo de carne y al parecer quedaban un par de chuletas no muy grandes solo esperaba que fueran suficientes para calmar temporalmente a Ashi.

─ Ve a ducharte mientras yo preparare el desayuno…─  dijo Regina mientras lanzaba las chuletas al suelo que enseguida Ashi se lanzo para devorarlas.

Sin mediar palabra Samantha fue hacia las escaleras para ducharse, por su actitud el enfado seguía teniéndolo.

─ Cariño no puedes seguir así es una tontería…¿Por cuánto tiempo estarás enfadada…?...─  pregunto Regina mientras empezaba a mirar en las alacenas para comprobar que encontraba.

─ El que sea necesario…nos hemos ido de casa sin decir nada, mis amigas estarán preocupadas, y encima quien sabe donde por un estúpido experimento de un científico loco…─  dijo Samantha aquellas palabras golpearon el corazón de Regina sabiendo que estaba hablando de su padre.

─ Escucha ni se te ocurra decirle eso…entiendes, crees que a mi me gusta haber tenido que dejar el trabajo y todo lo que teníamos de golpe…pero no podemos hacer otra cosa…o terminaremos muertas…yo también he dejado mucho pero no podemos hacer otra cosa…─  dijo Regina intentando explicarle la situación por la que estaban pasando, para ella también era un gran cambio.

Sin decir nada mas Samantha subió y se dirigió hacia la ducha, Regina golpeo una puerta de la alacena con rabia mientras se quedaba con la cabeza baja.

Ashi se quedo mirándola extrañada por unos momentos, Regina miro a Ashi por unos instantes.

─ Será mejor que continué con el desayuno…─  dijo Regina mientras encontraba algunos huevos y pan en una de las alacenas.

En un momento empezó a cocinarlas mientras escuchaba la ducha desde abajo, pasaron como unos quince minutos hasta que Samantha bajo y se puso a desayunar sin embargo no pronunciaron ni una sola palabra.

Una vez hubieron terminado Samantha recogió los platos y empezó a fregarlos, mientras que Regina se colocaba el abrigo para ir al pueblo.

─ Estate pendiente de Ashi que no se acerque al establo de momento parece algo calmada pero no se hasta cuanto tiempo…veré si puedo sacar algo de dinero en el pueblo…si ves a alguien que no conozcas, escóndete en el establo…─ dijo Regina advirtiéndole que fuera posible que aquellos tipos estuvieran buscándolas.

─ No pensaras que esos tipos saben donde estamos…─ dijo Samantha con algo de miedo en su voz.

─ Recuerda que solo los dejamos inconscientes y estarán buscándonos cerca de donde fue…solo ten cuidado nada mas…Espero no tardar mucho…─  dijo Regina mientras se arreglaba un poco y comenzaba a bajar de aquel sitio e ir a la carretera principal que había encontrado.

Sin decir palabra Samantha se quedo mirando como se alejaba, decidió ir hacia el establo y ver como se encontraba Rakku.

Una vez en el dejo a Ashi abajo tumbada entre el heno como si estuviera vigilante, mientras que Samantha subía las escaleras, nada mas llegar arriba se quedo mirando hacia todas partes pareciera que no hubiera nadie.

─ Rakku…¿Dónde estas…?...Soy yo…he vuelto…─  dijo Samantha de manera alegre intentando hacer que Rakku saliera.

Al escuchar su voz esta asomo la cabeza entre el heno sonriendo felizmente y acercándose a Samantha.

─ Vaya parece que eres buena escondiéndote…─  dijo Samantha mientras le acariciaba el pelo y esta le daba un pequeño empujón con la cabeza.

Enseguida Samantha se sentó en una de las balas de heno con cara repreocupación mientras que Rakku se sentaba al lado de ella masticando algo de paja.

─ ¿Crees que debería de perdonarla…?...Estoy hecha un lío se que lo ha hecho por nuestro bien pero…nos hemos alejado de todo por su antiguo estúpido trabajo…y por un tipo que hizo un experimento…Estoy confusa…─ dijo Samantha con tono de confusión en su voz mientras se llevaba las manos a la cabeza y suspiraba profundamente.

─ Mooo!!...─  mugió Rakku como si estuviera respondiéndole a lo que había dicho, aquello hizo que Samantha se quedara mirándola extrañada pero con una sonrisa en el rostro.

Mientras tanto Regina seguía bajando por el bosque, el ambiente era bastante fresco podía verse aun el rocío en las hojas de los árboles, se escuchaba el sonido de los pájaros y el sol empezaba a despertarse poco a poco, cuando al fin llego a la carretera se alegro, la bajada había sido un infierno y hacer aquello todo los días seria un suplicio.

Siguió la carretera tranquilamente de vez en cuando pasaba un tractor, para llegar a los campos en eso, por su lado paso el mismo hombre de la otra vez que fue por la leche con una camioneta cargada de bidones.

─ Vaya nos volvemos a encontrar…Buenos días…¿Va hacia el pueblo…?...─  pregunto el buen hombre mientras se detenía a su lado.

─ Buenos días…Si nos volvemos a encontrar, si pudiera llevarme se lo agradecería…─ respondió Regina pensando que seria lo mejor al menos llegaría temprano.

─ Si, claro suba…─ dijo el buen hombre mientras le abría una puerta de la camioneta.

─ Muchas gracias por que si no hubiera llegado tardísimo al pueblo…─  dijo Regina mientras subía al automóvil.

─ ¿Son de la ciudad verdad…?...─ pregunto el hombre mientras conducía hacia el pueblo.

─ Si, el profesor nos dijo que viniéramos mientras estaba fuera para que cuidáramos de su casa…─  respondió Regina intentando mentir todo lo bien que podía.

─ El doctor es una buena persona, además hacíamos negocios entre nosotros…Tiene una vaca muy buena, mas de una vez he querido comprársela pero me siempre me dijo que no…─  dijo el hombre mientras seguía conduciendo.

─ Me supongo porque…─  dijo Regina imaginando que se sorprendería al ver de donde salía esa leche.

─ La ultima vez…estaba interesado en el campanario de la iglesia…subía allí muy a menudo…─  dijo el hombre con un tono algo mas serio.

─ Lo mas seguro es que le gustara las vistas…─  dijo Regina pensando que desde ese lugar se podría ver todo el pueblo y las montañas.

─ Según el párroco había muchos murciélagos…Decía que escuchaba aleteos y chillidos…Al párroco le da miedo los murciélagos además ninguno nos atrevíamos a subir y se lo pidió al profesor que subiera, se conocían desde hace mucho tiempo…─  dijo el hombre explicándole lo que pasaba en el pueblo.

─ A propósito, ¿hay algún banco donde se pueda sacar dinero…?...─  dijo Regina intentando cambiar de tema sin prestar mucha atención, a lo que le había dicho.

─ Si, claro hay un banco…─  respondió el hombre sonriéndole mientras ya llegaban a la entrada del pueblo y se detenía.

Entretanto Samantha, seguía pensando en todo aquello y Rakku estaba sentada a su lado, mientras de poco a poco miraba a Ashi para ver si continuaba en el mismo sitio, no estaría muy segura hasta que Regina volviera con la carne.

Pensó que seria mejor bajar y limpiar un poco la cabaña, que parecía que llevara mucho tiempo deshabitada.

En cuanto bajo las escaleras Rakku se puso a mirar hacia abajo con cara de miedo binado a Ashi que la miraba relamiéndose los labios.

En eso de camino a la cabaña noto que al pisar en el suelo sonaba como si fuera a hueco, era extraño hasta entonces no se había dado cuenta.

Se agacho apartando la paja y el heno que había por le suelo y descubrió un tirador al parecer había una habitación subterránea.

Esta tomo la aldaba y tiro de ella con fuerza había unas escaleras que daban a una habitación.

En cuanto puso un pie en las escaleras las luces del lugar iluminaron el sitio aquello parecía un pequeño laboratorio a su derecha había un montón de maquinas y un pequeño ordenador y a su derecha neveras y muestras aparte del material necesario.

─ Vaya, vaya…─ dijo Samantha sorprendida por aquello mientras paseaba por el sitio pudo ver, en la mesa una foto del profesor y su mujer sosteniendo una niña en sus brazos, por un instante se quedo mirándola como si le resultara familiar.

Mientras seguía ensimismada, ni siquiera se entero que Ashi había saltado a la parte de arriba en dirección hacia Rakku, el hambre empezaba a poder con ella y el pequeño desayuno no la había llenado por completo.

─ Mooo!!...Mooo!!...─  mugió Rakku con un tono como si fuera miedo, entre tanto Samantha salía de su ensimismamiento por aquellos mugidos miro rápidamente hacia fuera para comprobar donde estaba Ashi y se dio cuenta que no estaba en su lugar enseguida me vino a la mente que hubiera subido arriba.

─ Joder…─  dijo Samantha pensando en la pobre Rakku que terminaría muerta, se apresuro a subir las escaleras y encontró a Ashi acorralando a Rakku esta no podía mas que pegarse a la pared y mugir, en su rostro podía verse el miedo.

Enseguida Samantha se puso en medio de Ashi y Rakku protegiéndola mientras esta se ocultaba detrás de Samantha agachándose con los ojos cerrados.

─ Ashi ni se te ocurra…Mama ya mismo vendrá con la comida…venga baja…─  dijo Samantha con miedo en su voz mientras que Ashi daba vueltas de un lugar a otro mirándola fijamente y gruñendo de vez en cuando.

─ Ashi, por favor, ya mismo te traerán la comida…─  dijo Samantha con miedo en su voz mientras que Ashi se acercaba a ella lentamente hasta estar a su altura puso su cara a escasos centímetros de ella, Samantha no pudo mas que tragar saliva asustada mientras esta le soltó un leve gruñido, estaba convencida que si no viniera Regina a tiempo terminarían las dos siendo su cena.

Por un instante Ashi retrocedió un poco y bajo de un salto de nuevo saliendo del establo.

Samantha suspiro aliviada giro la cabeza y vio que Rakku estaba agachada y temblando de miedo con los ojos cerrados.

Enseguida esta le acaricio el pelo intentando calmarla por unos instantes abrió los ojos mirando hacia todas partes aunque aun tenia el miedo en su rostro.

─ Tranquila ya ha pasado todo…No dejare que te haga daño…─  dijo Samantha intentando calmarla poco a poco el temblor que tenia en el cuerpo fue calmándose, junto con el suyo, aquello le había helado la sangre

─ Espero que se de prisa…Mejor me quedo aquí hasta que venga…─  dijo SAmantha mientras seguía acariciando el pelo de Rakku esta le dio un pequeño empujón con la cabeza, como si se lo agradeciera.

─ ¿Sabe donde queda el banco…?...─  pregunto Regina antes que se fuera, al menos así no tendría que dar muchas vueltas por el pueblo.

─ Baje dos calles y gire a la izquierda cuando encuentre una fuente hay esta no tiene perdida…─  respondió el hombre indicándole la dirección.

─ Gracias, que tenga un buen día…─  dijo Regina agradeciéndole las indicaciones.

─ Una cosa, si quiere puedo ordeñar a la vaca, y así no tienen que preocuparse…─  dijo el hombre pensando en que pudiera conseguir la leche.

─ No hace falta, es que el doctor…no nos ha dicho nada…─  dijo Regina intentando poner una excusa, y pensando en lo que diría si la llegara a ver y de donde salía la leche.

─ Si es una vaca lechera, tendrá que ordeñarla cada par de  días, si necesita ayuda me avisa…─ dijo el hombre pensando en que podría servir de ayuda en algún momento.

─ Muchas gracias de todos modos…─  dijo Regina pensando en que de todas formas tendría que hacerlo de una forma u otra, aunque aquella idea no le emocionaba mucho precisamente.

Mientras tanto Regina bajo de la camioneta y se despidió de aquel hombre que enseguida giro hacia el campo mientras ella entraba en el pueblo por unos momentos se quedo mirando al campanario, pero tenia prisa por sacar dinero y comprar la carne.

Camino por aquéllas calles, mientras la gente ya estaba despierta yendo de un lugar a otro, se podía notar en el aire incluso el pan recién hecho, aquel olor delicioso llego hasta ella, cosa que en la ciudad no podía apreciar, se notaba un ambiente muy animado, aunque la gente la miraba de vez en cuando fijándose en ella.

Regina avanzo por las calles hasta llegar a la fuente en frente de esta estaba la iglesia y al otro lado el banco, en cuanto llego a la plaza las campanas empezaron a sonar con fuerza anunciando el comienzo del día.

Regina avanzo hacia el banco y entro en el edifico era como si diera la nota en todo el pueblo parecía el edificio mas nuevo, seguramente lo habrían abierto hace poco, entro y noto que no había nadie dentro se acerco al cajero y saco algo de dinero, después de eso se dirigió rápidamente hacia la misma carnicería.

En cuanto llego vio que había varias personas teniendo que esperar como unos diez minutos, en cuanto llego su turno volvió a pedir una buena ración de varias carnes, mientras que la carnicera se extrañaba por lo que había pedido.

─ Parece que la barbacoa se alarga…─  dijo la carnicera con tono de sospecha mientras le envolvía la carne para llevar.

─ Es que nos gusta mucho la carne y la de aquí parece muy buena…─ dijo Regina soltando una excusa pero sabia perfectamente que aquello no sonaba a verdad, puesto que era demasiada carne para una barbacoa…



FIN DEL CAPITULO 2


P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos

Yarina:
UNA DECISION DIFICIL

La carnicera se quedo mirando extrañada ante tal cantidad, pero en cuanto le ofreció la mercancía Regina salio de allí rápidamente le quedaba un buen camino hacia la casa; solo esperaba que Ashi no se hubiera lanzado sobre Rakku o peor aun sobre Samantha.

Mientras tanto Samantha estaba en la parte de arriba junto a Rakku, de vez en cuando miraba hacia abajo para asegurarse de que estaba Ashi en el mismo sitio, pero observo que no dejaba de dar vueltas de un lado hacia otro.

─ Venga mama date prisa…─  dijo Samantha mientras miraba a Ashi, sabia perfectamente que en cualquier momento que dejara sola a Rakku esta terminaría entre sus fauces.

─ Mooo!!!...─ mugió Rakku con algo de miedo en su voz mientras permanecía al lado de Samantha, incluso ella sabia perfectamente que acabaría muerta.

Regina salio del pueblo a toda prisa, intentando llegar todo lo rápido que le fuera posible de nuevo a la cabaña, entretanto mientras caminaba un ráfaga de dolor atenazo su cabeza sintió el hambre en su ser, la necesidad de cazar y comer, aquello la atenazo de tal manera que cayo por unos instantes al suelo y se quedo de rodillas.

─ Tengo que llegar cuanto antes…─  dijo Regina volviéndose a levantar con el rostro lleno de dolor, a cada rato le pasaban las sensaciones de Ashi sobre todo el hambre.

Samantha siguió en la parte de arriba pero en cuanto observo hacia abajo se dio cuenta que Ashi no estaba, aquello la asusto bastante pensando en que estaría en cualquier sitio y que ellas eran la presa, al parecer Ashi se había cansado de esperar.

─ Rakku ven conmigo…Tenemos que escondernos…─  dijo Samantha al ver el panorama que se les venia encima, empezó a buscar algún lugar por la parte de  arriba, aquel sitio estaba lleno de balas de heno.

Samantha tomo de la mano a Rakku y fueron hacia el fondo buscando un buen lugar para que Ashi no las encontrara.

Rakku la miro extrañada mientras seguía detrás de ella, Samantha se escondió lo mejor que pudo dejando un pequeño orificio para poder  ver por si Ashi subía a la parte de arriba que no tardo mucho en aparecer.

Se escucho un golpe, Samantha miro por el orificio y observo que Ashi estaba allí y se dispuso a olfatear el aire para saber donde se encontraban.

─ Mooo!!!...─  mugió levemente Rakku en ese momento Samantha le coloco la mano en la boca esperando que no las hubiera escuchado, pero era imposible el oído de Ashi era muy fino y de golpe se quedo mirando hacia el lugar del que provino el mugido.

Muy despacio Ashi empezó a acercarse, acechando a su presa, Samantha miro hacia todas partes pensó que esta vez le daría lo mimo si ella estaba en medio o no terminaría de la misma forma que Rakku, esta no dejaba de temblar con los ojos cerrados en cuclillas, sintiendo que su final estaba cerca.

Samantha encontró una horca y la empuño decidió salir esperando asustarla y que bajara de nuevo.

Regina por su parte corría todo lo que podía, notaba cada vez mas el hambre en su estomago sabiendo que aquel lazo mental se hacia mas fuerte, por un instante sus ojos pudieron ver el pajar y como se acercaba lentamente hacia un lugar concreto.

─ Espero…llegar a tiempo…─ dijo Regina sudando mientras ya podía ver el desvió que la llevaba hacia la cabaña.

Mientras Regina continuaba corriendo todo lo que podía, Samantha salio de su escondite con la horca en mano y apuntando a Ashi, esta al verla se dispuso en posición de ataque, mirándola fijamente.

─ Ashi, no quiero hacerte daño…se que tienes hambre…mama llegara pronto por favor baja…─  dijo Samantha con la horca entre sus manos, podía notarse el miedo en su cuerpo incluso la herramienta temblaba.

Ashi por unos momentos se quedo quieta mirándola fijamente, y lentamente empezó a avanzar hasta casi estar a la altura de Samantha que no cejaba en apuntarla con la horca.

─ Ashi por favor baja…no quiero hacerte daño…─  dijo Regina mientras daba pequeños movimientos con la horca para que se alejara, Ashi de vez en cuando daba pequeños zarpazos intentando apartar la herramienta.

Por un momento Ashi retrocedió unos pasos como si se alejara, Samantha se quedo mas tranquila pero de un salto topo con un travesaño e impulsándose cayo nuevamente al suelo colocándose a la espalda de Samantha y de un zarpazo esta cayo al suelo gritando de dolor.

─ Moooo!!!...─ mugió asustada Rakku que aun permanecía con los ojos cerrados sin moverse del sitio y temblando.

De un salto se puso encima de Samantha enseñándole los colmillos y rugiendo, esta no pudo mas que tragar saliva asustada por aquello, en cualquier momento terminaría siendo la presa de Ashi.

Su cuerpo apenas respondía, de improviso algo empujo a Ashi del sitio haciéndola caer al suelo cuando pudo darse cuenta se fijo que era Rakku que había salido de su escondite y le había dado un cabezazo, aunque esta seguía temblando por el miedo.

─ Vete Rakku…escóndete…─  dijo Samantha intentando al menos que se salvara ella, sabiendo que no tenia ninguna posibilidad.

Ashi rugió poniéndose de pie de un salto nuevamente, por unos instantes se quedo mirándola fijamente, viendo a su nuevo adversario.

Avanzo unos pasos y de un salto la tiro al suelo, poniéndose encima y enseñándole los dientes, levanto la zarpa dispuesta a darle el golpe de gracia.

Samantha no pudo mas que apartar la mirada no queriendo ver aquello, mientras se ponía la mano encima de la herida que le había hecho.

Cuando estaba a punto de darle el zarpazo fue como si se quedara petrificada en el sitio, Samantha no sabia que es lo que pasaba, estaba confundida, el silencio se hizo en el lugar, se levanto como pudo y se acerco a Ashi para comprobar si estaba bien.

En ese momento volvió a mirarla esta retrocedió unos pasos, pero Ashi bajo de nuevo abajo.

─ ¿Pero que demonios…?...─  pregunto Samantha mientras miraba, en cuanto le puso la mano encima Rakku dio un sobresalto aun tenia los ojos cerrados y estaba temblando.

─ Ya paso, no te preocupes…─  dijo Samantha mientras la abrazaba en ese momento Rakku abrió los ojos mirando asustada a todas partes.

Mientras Regina parecía que estuviera en una especie de trance, al menos su conexión mental había servido de algo pero no estaba segura hasta cuanto tiempo duraría, se apresuro todo lo que pudo, pero el camino era muy abrupto, cuando al fin llego a la casa, observo que Ashi se acerco a ella rápidamente olfateando lo que llevaba en la bolsa, en un momento saco un buen trozo de carne y lo lanzo al aire esta de un salto tomo el trozo y empezó a devorarlo con voracidad.

─ Samantha…¿Te encuentras bien…?...─  pregunto Regina temiéndose lo peor, había sentido todo aquello, y sabia que algo había pasado aunque no supiera el que.

─ Mas o menos…─  dijo Samantha mientras salía del establo con una mano en su brazo del que aun salía algo de sangre, pero por suerte estaba viva.

─ Ya te dije que tuvieras cuidado. menos mal que estas viva…vamos a la casa a que te ponga algo y te cure esa herida…─  dijo Regina mientras se apresuraban para llegar a casa, en cuanto estuvieron dentro Regina subió rápidamente hacia el cuarto baño para sacar algunas cosas de los armaritos y curarle la herida.

Una vez abajo retiro la ropa y empezó a ponerle desinfectante, mientras Samantha protestaba por el picor.

─ Por suerte ha sido superficial…nunca te pongas delante de ella cuando tenga hambre es peligrosa…─  dijo Samantha mientras le colocaba la venda alrededor del brazo.

─ No quiero que se coma a Rakku por mucha cadena alimentaría que digas…además ella me ha salvado…─  dijo Samantha protestando mientras soportaba el dolor que tenia en el brazo, en ese momento Ashi entro por la puerta y se acerco a las dos, ambas permanecieron inmóviles sin saber que hacer, Ashi se acerco y empezó a lamer la herida como queriendo pedir perdón.

─ Vaya, parece que ahora pides perdón…eso no se hace recuérdalo…─  dijo Samantha regañándole, Ashi se la quedo mirando extrañada.

─ Es mejor que ponga el resto de la carne en la nevera…y empiece a hacer la comida, por suerte aun queda algo…pero tendremos que irnos de aquí cuanto antes…─  dijo Regina mientras rebuscaba en las alacenas sacando todo lo que podía.

─ ¿Qué vamos a estar huyendo toda nuestra vida…?...Me niego además…¿Qué hacemos ahora con Rakku…?...No podemos dejarla aquí…─  dijo Samantha con tono de enfado mientras se levantaba del asiento.

─ Cariño, no podemos hacer otra cosa además no podemos cargar con Rakku, debemos de dejarla aquí…ya tenemos bastante con Ashi…─ dijo Regina pensando de la manera mas lógica puesto que llevar a Ashi ya era complicado, mas seria aun con Rakku.

─ No pienso irme…y menos sin ella, por mucho que nos persigan…─  dijo Samantha con tono de enfado subiendo a la habitación y dando un portazo.

─ Dios…─  dijo Regina mientras daba un golpe en la mesa por rabia Ashi levanto las orejas extrañada mientras la miraba.

Regina salio de la cabaña para respirar un poco, aquello la sobrepasaba por mucho, estaba segura que no podría quedarse por mucho tiempo en aquel sitio; estaba segura que tarde o temprano la descubrirían.

Se quedo mirando a Ashi mientras esta olfateaba el ambiente y estaba pendiente de los sonidos, por lo menos de momento estaban seguras.

Siguió caminando hasta llegar al establo y en cuanto entro vio la trampilla levantada y decidió bajar, al entrar vio que había todo aquel material de laboratorio y varias muestras de sangre, siguió mirando y observo que había una foto, por unos instantes se quedo mirándola con añoranza pero se quedo observándola un poco mas atenta cuando vio que al fondo estaba la misma maquina con unas palabras inscritas en ella "Reino Inexplorado" en la que habían estado trabajando.

─ ¿Pero que…?...Parece que ya la habías hecho funcionar…Entonces te estaban amenazando de alguna forma…─ dijo Regina mientras miraba la foto e intentaba descubrir de donde estaba hecha.

Empezó a mirar lo que había en el ordenador, apareció una gran lista de especimenes y sus características, enseguida empezó a revisar la libreta que le había dado y la lista parecía que se extendía había muchos mas de los que pensaba, por unos instantes se quedo absorta en toda aquella información junto con registros de tomas de sangre y demás.

─ Lo siento…─  dijo Samantha asustándola de improviso, a lo que Regina se sobresalto llevándose la mano al corazón.

─ Dios que susto me has dado…No te preocupes, pero tenemos que salir de aquí…cuanto antes…─  dijo Regina mientras seguía mirando lo que había en el ordenador.

─ ¿Esa es la foto del científico que me decías…?...─  pregunto Samantha mientras miraba lo que estaba haciendo Regina.

─ Si es el…con su familia, al parecer el invento lo había construido antes pero no se en donde esta hecha la foto…─ dijo Samantha mientras volvía a mirar la foto y a intentar recordar.

─ ¿La niña se salvo…?...─  pregunto Samantha, con curiosidad puesto que el resto de la familia había muerto.

─ Si, ella esta a salvo…─ respondió Regina mientras miraba a los ojos a Samantha.

─ Bueno será mejor que salga a hacer la comida, salgamos de aquí…─  dijo Regina apagando el ordenador.

Al salir cerraron la trampilla mientras que Samantha subió al piso de arriba para comprobar como se encontraba Rakku.

─ Avísame cuando este lista…iré a ver que tal se encuentra Rakku…─  dijo Samantha mientras subía las escaleras.

─ Samantha, dale las gracias de mi parte…─  dijo Regina con una sonrisa en su rostro sabiendo que sin ella a lo mejor no hubiera salido viva.

Samantha no pudo mas que sonreír y subir al piso de arriba, nada mas llegar miro hacia todas partes y nuevamente no encontró nada, pensó que lo mas seguro estaría escondida en algún lugar temblando aun por el miedo.

─ Rakku, soy yo no te preocupes ya ha pasado todo…─  dijo Samantha con voz muy calmada intentando hacer que saliera de donde se encontraba.

En ese momento apareció su cabeza entre las balas de heno mientras masticaba algo de este.

─ Vaya así que estas ahí…muchas gracias…─  dijo Samantha mientras se acercaba y le daba un abrazo cosa que Rakku se quedo extrañada pero sin moverse.

Enseguida le paso la mano por la cabeza para acariciar su pelo en esto Rakku le sonrió felizmente pero aun podía notarse que tenia el miedo en el cuerpo de vez en cuando le temblaban las manos.

─ No te preocupes, te vendrás con nosotras…Te prometo que no te dejare aquí ni que te hagan daño…─ dijo Samantha mientras la seguía acariciando el pelo, podía notar como poco a poco Rakku se calmaba.

Así paso un buen rato viendo como se calmaba y tranquila en la parte de arriba descansando, aunque aun el brazo le dolía por lo que había hecho Ashi aunque tampoco la podía regañar ya que era su instinto el que mandaba.

Cuando hubo pasado un poco mas de hora y media escucho la voz de Regina llamarla para ir a comer.

─ La comida esta lista…─  dijo Regina alzando la voz mientras terminaba de dar los últimos toques a la comida.

─ Ya voy!…Ahora vengo voy a comer…─  dijo Samantha mientras se levantaba y se arreglaba un poco la ropa, Rakku se quedo mirándola con cara extrañada y algo triste mientras volvía a esconderse rápidamente, el miedo aun lo tenia en el cuerpo.

Samantha bajo las escaleras y se dirigió hacia la casa, nada mas entrar le llego el aroma a carne asada cuando miro hacia la mesa de la cocina vio que había varios platos y una ensalada en medio de este.

─ Parece todo delicioso…─  dijo Samantha mientras se sentaba a la mesa. mientras que Ashi se tumbaba en el salón con los ojos semi cerrados.

─ Pues aprovéchate…por que esto ha salido caro…tendremos que conseguir dinero de alguna forma…─  dijo Regina pensando en que no podría estar así durante mucho tiempo toda aquella carne le había salido cara.

Ambas comieron en silencio y nada mas acabar Samantha dejo los platos en el fregadero y salio de la casa en dirección de nuevo hacia el granero.

Regina se quedo por un tiempo pensativa en la mesa sin probar bocado pensando en lo que debía de hacer y a donde irían, pero no tenia ni idea, mientras decidió volver a echarle un vistazo al cuaderno para ver si encontraba alguna solución a todo aquello pero lo único que aparecían eran formulas de matemáticas y la localización donde se encontraban nada mas.

─ Algo tendrías que tener planeado…Ya tenias la puerta dimensional hecha…─  dijo Regina mientras repasaba una y otra vez el cuaderno hasta llegar a unas paginas en blanco, por lo visto dejo de escribir.

─ Joder!!...─ exclamo Regina soltando el cuaderno y lanzándolo sobre la mesa, mientras se pasaba las manos por la cara y el cabello.

Después de intentar relajarse por unos momentos tomo los platos y empezó a limpiarlos en el fregadero, aquella situación la sobrepasaba por mucho.

Mientras la tarde se les echaba encima Samantha volvió nuevamente a subir por las escaleras y llamo de nuevo a Rakku esta apareció y se sentó a su lado mientras Samantha le acariciaba el pelo, aquella situación le parecía ridícula y era arrastrada por su madre.

En cuanto Regina acabo de limpiar los platos, salio de la casa en dirección al establo, para seguir comprobando que es lo que tenia en aquel mini laboratorio.

En cuanto llego Ashi entro en el establo y se quedo tumbada entre el heno, nada mas escuchar el sonido Samantha miro de quien había abierto la trampilla.

─ ¿Mama…?...─ pregunto Samantha algo asustada mientras se acercaba a las escaleras.

─ Si, soy yo, estaré abajo por unos momentos voy a revisar lo que hay aquí…─  dijo Regina mientras bajaba a la habitación y encendía las luces, entre tanto Samantha retrocedió nuevamente mas tranquila para sentarse al lado de Rakku.

Reina empezó a revisar los datos que había en el ordenador junto con las muestras al parecer existían cientos de especies, pero solo había muestras de sangre de algunas, entre todos los ficheros pudo descubrir algunos muy interesantes que parecían tener una clave de acceso.

─ Vaya así que tenias tus secretos…─  dijo Regina mientras empezaba a probar varias claves para ver si podía acceder, pero todos los esfuerzos parecían inútiles.

Se quedo mirando por unos instantes a la fotografía para ver si le venia a la mente algunas palabras cuando por algún motivo cuando se fijo en la puerta dimensional vio aquellas palabras que estaban inscritas sobre el proyecto "Reino Inexplorado", en cuanto lo puso inmediatamente los archivos se desbloquearon por lo visto eran archivos de video.

En ellos empezaba a hablar de las formulas que utilizaba y la cantidad de energía que necesitaba, eran horas y horas de especificaciones matemáticas y formulas.

En uno de ellos parecía como si estuviera asustado era como una advertencia; "Regina si estas viendo esto es que estoy muerto, no puedo confiar en nadie, le he dado un cuaderno con todas las especificaciones de este proyecto a una persona de confianza para que te lo entregue por ningún motivo se lo entregues a nadie, he podido traer un espécimen y esta en una casa cerca de un pueblo…", en ese momento el video se apago de golpe, Regina se quedo pensando por unos momentos dándose cuenta que cuando la contrataron no fue por casualidad si n oque ya estaba predeterminado de alguna forma.

En unos de esos videos pudo ver como inyectaba una especie de suero en su esposa embarazada, podía verse con claridad el experimento.

La cabeza de Regina empezaba a darle vueltas al parecer, el por que de Samantha se llevara bien con esas criaturas había sido planeado por el doctor y había utilizado a su esposa embarazada de conejillo de indias.

─ ¿Pero que hiciste…?...─ pregunto Regina llevándose la mano a la boca viendo aquel video.

En ese momento escucho unos pasos detrás de ella en seguida miro de golpe viendo que era Samantha, enseguida se sobresalto.

─ No vuelvas a darme ese susto…─ dijo Regina mientras apagaba el ordenador con rapidez.

─ ¿Que estabas haciendo…?...─  pregunta Samantha mientras entra en la habitación, y empieza a pasear por ella.

─ Revisando las formulas del profesor y mirando las muestras…poco mas, vamos a salir…─  dijo Samantha intentando hacer que salieran de allí a toda prisa, prefirió que no viera el video.

Nada mas salir se quedo por un instante mirando a la parte de arriba de las escaleras, mientras que Samantha la miraba extrañada.

─ ¿Pasa algo…?...─ pregunto Samantha extrañada mientras la observaba.

─ Vas a tener que ayudarme…─ dijo Regina mientras seguía mirando a la parte de arriba en eso, empezó a buscar un cubo y suspiro profundamente.

─ No serás capaz de hacer lo que estoy pensando…Por favor que asco…─ dijo Samantha sorprendida por la decisión que había tomado.

─ No queda otra…o si no esa persona seguirá viniendo y me ha dicho que si quería el la ordeñaría, y no podemos hacer nada, además si esa dimensión existe  seguro que las ordeñaran también…crees que no me siento rara…─ dijo Regina mientras subía a la parte de arriba, sacando fuerzas de donde no tenían.

─ Pero no se…¿Estas segura…?...─  pregunto Samantha mientras subía con ella hacia la parte superior, una vez arriba observo como Regina respiraba profundamente y ponía el cubo en el suelo.

─ No me queda otra…Llámala…─ dijo Regina mientras respiraba profundamente haciéndose a la idea de lo que iba a hacer.

─ Rakku…soy yo sal de donde estés…─ dijo Samantha llamándola muy suavemente al momento apareció la cabeza de Rakku entre las balas de heno mirándola sonriente.

─ Ven aquí…─ dijo Samantha invitándola a que se acercara hablando de manera muy suave pero en cuanto Rakku vio el cubo se apoyo contra la pared levantándose el top.

─ ¿Pero que demonios…?...─  dijo Regina quedándose sorprendida al ver aquello al parecer el profesor la había acostumbrado a hacer eso.

─ ¿Pero que…?...─ dijo Samantha alucinada al ver el comportamiento de Rakku y enseguida sus ojos se posaron en su pecho por un instante se quedaron como congeladas.

─ Será, mejor que empecemos…─  dijo Regina tomando el cubo y poniéndose a su lado en ese momento puso sus manos sobre los pechos de Rakku esta dio un mugido corto sintiendo el frió de las manos de ella.

─ Lo siento…lo siento…─  dijo Regina disculpándose repetidamente mientras que Rakku tenia los ojos cerrados.

─ ¿Crees que crecerán…?...─ pregunto Samantha mirando el pecho de Rakku y comparándolo con el suyo.

─ ¿Pero que pregunta me estas haciendo…?...─ dijo Regina con tono de enfado mientras se calentaba algo las manos para poder ordenar.

─ Es que…no se me he quedado mirándole el tamaño de los pechos…y los míos como que no crecen…─  dijo Samantha con voz tímida mientras miraba los suyos y comparándolos.

─ No me desconcentres ahora con eso…Dios…─ dijo Regina mientras acercaba las manos temblorosas a los pechos de Rakku, una vez que los tuvo cerca los apretó suavemente, un chorro de leche salto al cubo.

Regina siguió apretando uno y otro y la leche siguió saliendo de los pechos de Rakku esta tenia los ojos cerrados mientras lo estaba haciendo, en cuanto tenia lo suficiente los dejo y le bajo el top, aun podía notar el calor de la piel y la suavidad en sus manos parecía que se hubiera pegado a ellas.

En cuanto Rakku noto que había subido el top abrió los ojos y tomo algo de heno para comer.

─ De verdad no se como has podido…Yo no hubiera tenido ese valor…─  dijo Samantha mientras se acercaba a Rakku para acariciarla.

─ Si te digo la verdad nunca me hubiera visto haciendo esto…pero esta buenísima…─ dijo Regina mientras pasaba un dedo por la leche y la probaba, aquel tipo tenia razón en lo que decía.

─ ¿Pero como puedes hacer eso…?...─  dijo Samantha poniendo cara de asco mientras veía probarla.

─ Ante todo soy científica voy a mirar abajo una muestra el resto lo dejare en una cuba, para que se lo lleve mañana…─  dijo Regina mientras bajaba por la escalera saboreando un poco de la leche.

Mientras que Samantha se sentaba al lado de Rakku acariciándole el pelo y mirando sus pechos y haciendo comparaciones con el suyo, esta no hacia mas que mirarla sonriendo mientras masticaba algo de heno.

Regina bajo al pequeño laboratorio y empezó a mirar la muestra por el microscopio poniendo una imagen en el monitor del ordenador.

─ Es increíble…─  dijo Regina mientras miraba la muestra, sin llegar a terminar la frase Samantha la interrumpió.

─ ¿Qué es increíble…?...─  pregunto Samantha mientras entraba en la pequeña habitación.

─ Te he dicho que no vuelvas a asustarme así…La muestra de leche de Rakku esta llena de vitaminas, minerales mas incluso que las vacas normales, tiene un valor nutritivo mucho mas alto y esta libre de bacterias, incluso podrías beber directamente de sus pechos sin peligro…─  dijo Regina con una sonrisa en su rostro en ese momento se encontraba en su territorio.

─ Espero que no lo hagas…─  dijo Samantha con cara de asco mientras escuchaba a Regina contarle todas las propiedades de aquella muestra.

─ No te preocupes no llegare a tal extremo, es mejor que volvamos a casa ya empieza a anochecer. además empieza a hacer frío…─  dijo Regina mientras apagaba el ordenador y colocaba el resto de leche en la cuba para entregársela a aquel hombre por la mañana.

─ Te espero en la casa, iré preparando los platos para la cena…─ dijo Samantha saliendo de  allí mientras que Regina apagaba el resto del sitio y cerraba la trampilla.

Nada mas que paso cerca de Ashi Samantha le acaricio el pelo, mientras que esta ronroneo como si fuera un gatito y la siguió hacia la casa.

Por unos instantes Regina se quedo pensativa al ver aquello, no entendía como el profesor había sido capaz de experimentar con su esposa y menos aun estando embarazada, ahora estaba segura de que también venían por ella o mas específicamente por lo que tenia en su sangre.

Nada mas llegar a la casa se dispuso a hacer la cena la noche empezaba rápidamente a echárseles encima,  mientras que Regina preparaba la cena Ashi permanecía tumbada en el suelo descansando.

El resto de la cena fue en completo silencio a pesar de todo Samantha un estaba enfadada con Regina por lo que tenían que hacer.

─ ¿Aun estas enfadada…?...─  pregunto Regina mientras saboreaba algo de la ensalada.

─ ¿Tu que crees…?...No podemos estar moviéndonos cada dos por tres, ¿Qué vamos a estar así toda la vida…?...Por muy emocionante que sea empiezo a estar cansada…─ respondió Samantha alzando un poco la voz, a pesar de todo tenia razón.

─ Cariño lo se sobradamente…pero no podemos quedarnos… si le hicieron eso al otro ser del instituto, no quiero pensar lo que son capaces de hacerle a Rakku o Ashi…pero por desgracia no podemos llevarnos a Rakku, ya es demasiado peligroso ir con Ashi por ahí…─  dijo Regina exponiendo sus razones aunque estaba en lo cierto Samantha aun se resistía a dejarla.

─ No pienso dejarla aquí tirada para que la capturen de eso nada…O nos vamos con ella o no nos vamos…─  dijo Samantha amenazando a Regina con no marcharse.

─ Samantha escucha por un momento…─  dijo Regina mientras terminaba la frase no le dio lugar se escucharon unos golpes en la puerta.

─ ¿Quién podrá ser…?...Es el hombre de la otra vez…Voy a esconder a Ashi…─  pregunto Samantha mientras miraba por la ventana y enseguida llamaba a Ashi para que subiera al piso de arriba para encerrarla en una de las habitaciones, una vez que hubo bajado Regina abrió la puerta..

─ ¿Qué es lo que querrá…?...─ pregunto Regina mientras dejaba la mesa y se disponía a abrir.

─ Lo mismo ordeñar a Rakku como te dijo…─  respondió Samantha extrañada por su aparición.

Regina abrió el pomo y vio que era el mismo hombre que portaba una linterna y una escopeta en su hombro.

─ Buenas noches…ya tengo su leche…mañana tenia pensado dársela…─  dijo Regina mientras le dejaba pasar.

─ Buenas noches, pero no he venido por eso me manda el párroco, para que nos ayude, ya que conocía al profesor ha pensado que usted podría echarnos una mano, me ha pedido que la acompañe hasta le campanario…─  dijo el hombre mientras la miraba
fijamente podía verse que había miedo en sus ojos.

─ ¿Pero que es lo que pasa…?...─ pregunto Regina con algo de miedo en su voz viéndole con la escopeta al hombro.

─ El párroco ha escuchado como gritos proveniente del campanario…y ha pensado que podría ayudarnos…─  dijo el hombre mientras se soplaba en las manos para calentárselas.

─ ¿No seria mejor que llamara a la policía y que ellos se encargaran…?...─ pregunto Samantha siendo la respuesta mas lógica que pudiera hacer.

─ Lo hemos hecho pero no quieren subir, y como el profesor estaba investigando el campanario pensó que usted podría hacer algo…─  dijo el hombre mientras se preparaba nuevamente para volver al pueblo.

─ Bueno esta bien, Samantha tu quédate aquí hasta que vuelva…─  dijo Regina mientras le hacia indicaciones con la mirada.

─ De acuerdo…─  dijo Samantha entendiendo lo que le había dicho.

Regina salio de la cabaña y acompaño al hombre de vuelta por todo el bosque, la noche parecía amenazante y el viento comenzaba a levantarse, se podían escuchar sonidos provenientes desde todas partes y de vez en cuando algún búho.

El hombre parecía que no tuviera ningún miedo, pero Regina no dejaba de mirar hacia todos lados asustada por lo que pudiera pasar una vez abajo se sintió mas aliviada al ver la camioneta.

─ ¿Nadie ha subido al campanario…?...─  pregunto Regina mientras el hombre conducía por la carretera, por la noche aquellos campos parecían que estuvieran muertos solamente se veían las luces de las casas a lo lejos.

─ Si claro que han subido pero de día, pero esta noche se han empezado a escuchar esos gritos…─ dijo el hombre mientras conducía en dirección al pueblo, Regina esperaba que no se tratara de otra especie mas…



FIN DEL CAPITULO 3


P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos  :1f608: .

Navegación

[0] Índice de Mensajes

[#] Página Siguiente

[*] Página Anterior

Ir a la versión completa