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[+16]Reflejos de mi pensamiento[S&S]
Dresti:
Hola gente! pido mil y una disculpas por haber tardado tanto tiempo pero es que se me fue la inspiración por completo y me quedé sin ideas para el fic, por eso a lo mejor lo encontráis un poco flojo este capi pero ya me ha vuelto parte de mi inspiración así que espero poder seguir con las contis de mis fics más seguido, y ahora si que os dejo leer^^
Cuenta de twitter: DrestiChan
7.Sin palabras
1 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, Residencia de Reintegración a la Sociedad, 15:00 de la tarde.
Sakura estaba sentada en un sofá de una de los salones de la Residencia, Ino la había arrastrado allí para ‘’ayudarla’’ a ultimar algunos de los detalles de la fiesta, había mucha gente trabajando y el ruido era ensordecedor, así que ella había acabado sentándose un poco alejada para no molestar ni volverse loca con el lío de voces.
La verdad es que su cabeza no estaba puesta en el Baile, pensaba en Sasuke, como en todos los días que habían pasado después del beso. No había vuelto a visitarlo, no sabía ni siquiera por qué, pero cada vez que pensaba en ello el estómago le daba vueltas y el corazón se le aceleraba hasta ritmos insospechados y lo que era más extraño, cada vez que recordaba el beso se ponía nerviosa y se ruborizaba, cosa que había puesto alerta a Ino, que no sabía nada, y no hacía más que preguntarle qué demonios le pasaba, pero como explicárselo a su amiga si ni siquiera ella lo sabía.
-Dios, qué lío-susurró mientras se llevaba las manos a la cabeza.
Y lo más bochornoso de todo es que se moría por repetirlo en lo más profundo de su ser. Más parecía una colegiala incapaz de dejar de pensar en su amor platónico. Era ridículo.
-Si sigues suspirando así vas acabar por barrer todo el polvo de la sala-dijo Ino mientras se sentaba a su lado-que poco ilusionada te veo para el baile de esta noche.
-Ya te dije que no quería ir, voy porque tú has insistido, aunque ahora que sé que vas con Si puedo quedarme en la habitación sin temer que te pase nada malo-bufó.
-No tienes ganas de ir porque no tienes con quién, estás a tiempo de pedírselo a alguien.
-No quiero ir con nadie, iré sola.
-Ya claro-masculló la rubia-eso díselo a alguien que te crea, Sakura.
-¿Qué quieres decir con eso?-preguntó la peli rosa, amoscada.
-Que últimamente estás muy rara Sakura, pasas mucho tiempo callada y en las musarañas y no haces más que suspirar.
-Es solo que estoy cansada.
-O enamorada-añadió su amiga-y creo que ya sé de quién.
-No es cierto-dijo, pero su cara sonrojada decía todo lo contrario.
-Oh Dios mío-escuchó suspirar a su amiga-dime que no ha pasado Sakura, dime que no te has enamorada de él, de Sasuke no, dímelo.
La peli rosa iba a abrir la boca y decir que no, que eran imaginaciones suyas, que ella no quería al pelinegro, pero de su boca no salió ni el primer sonido, como si se hubiese quedado muda. Dios no podía, no podía porque era cierto.
-¿Cómo has llegado hasta esto? ¿No te das cuenta de que no te conviene enamorarte de él?
-Ya basta Ino-replicó.
-Es que no te conviene Sakura, ¡tiene esquizofrenia!
Sasuke no tenía esquizofrenia, de eso estaba completamente segura, era la culpa, la culpa y la falta de cariño que tenía desde el día en que había llegado a este mundo, y eso era lo que más la desconcertaba, el saber que ella estaba dispuesta a darle todo ese cariño del que siempre había carecido. Y de repente se echó a reír.
-Ya está, ya te has vuelto tan loca como él.
-Es que… todo tiene gracia-dijo-¿no te das cuenta? Todo este tiempo he ido a donde él pensando que así lo ayudaba, sin darme cuenta que él también me está ayudando a mí.
-¿Pero qué dices?
Sakura sonrió.
-Él es como yo, la única persona que pude entender por lo que paso a diario-de repente la invadió una gran sensación de angustia-es que…
No pudo seguir porque las palabras se le atoraron en la garganta y fueron sustituidas por sollozos.
-Es que pensé que nunca encontraría a alguien como yo, que estaba sola, me sentía tan sola Ino, tan incomprendida…
-Sakura…-murmuró su amiga preocupada mientras la abrazaba-no tenía ni idea de que te sintieras así, perdóname.
-No tengo nada que perdonarte Ino, tú no podías saber-dijo ya más calmada.
-Sí, si debo pedir perdón porque en vez de animarte te estoy reprendiendo, si tanto te gusta Sasuke lo único que puedo hacer es animarte, además no creo que sea tan malo si ha logrado enamorar a una persona tan buena como tú.
-Eres la mejor amiga que puede existir Ino.
-Sí, si, si, y como buena amiga que soy, tú y yo vamos a ir ahora mismo a donde Sasuke a pedirle que vaya al baile contigo.
-¿Qué? ¿Estás loca? Además no sé si él siente lo mismo.
-Por eso debes averiguarlo, y no hay mejor manera que yendo ahora mismo a pedírselo y no acepto un no por respuesta.
Ino no esperó a su respuesta y se levantó, arrastrándola con ella fuera de la sala.
Sakura no supo decir cuánto tiempo fue arrastrada por Ino a través de los pasillos de la Residencia, solo se dejó arrastrar mientras su corazón iba a mil a causa de los nervios, ¿por qué se dejaba llevar por Ino? Esto no podía acabar bien, no tratándose de ella y de Sasuke, pero en el fondo tenía algo de esperanza, un puntito de ilusión porque el pelinegro aceptase.
-Tienes que cambiar de actitud Sasuke Uchiha-escuchó la voz de Tsunade.
-Ino, párate-dijo a su amiga.
-¿Por qué? Aún quedan unos metros…
-Estoy escuchando Tsunade y está con Sasuke.
-Ah.
Ambas se pararon.
-¿Le está riñendo?-preguntó su amiga.
La verdad era que los gritos de Tsunade se oían bastante bien, pero daba igual cuanto gritase, siendo sorda Ino no podría escucharla.
-Creo que si-contestó prestando más atención.
-¡No quieres hacer terapia, no quieres tomar medicamentos, no sales de este cuarto! ¡Tienes que espabilar!
-Hmp-era lo único que se oía por parte de él.
-¡Tienes que relacionarte con más gente o sino nunca te curarás!
-Yo no pedí ser curado.
-¡¿Ah, no?! ¡Pues por lo que a mi experiencia respeta esta actitud desganada y falta de interés me parecen una manera de llamar la atención!
El silencio que vino a continuación fue cargado de tensión.
-Como no quieres hacer las cosas por ti mismo lo haremos a las malas, creo que sabes que esta noche hay un baile, pues vas a ir.
-No-contestó Sasuke, gélidamente.
-No te pregunté si querías ir, te lo he ordenado, y más te vale que te vea allí o me enfadarás, y no quieres verme enfadada.
-¿Pero qué pasa?-preguntó Ino en un susurro.
Sakura le hizo un resumen.
-Oh, no podía ser más perfecto-dijo mientras arrastraba a la peli rosa hacia el cuarto-Disculpe Tsunade-sama, Sakura y yo pasábamos por aquí y ella no pudo evitar escuchar lo que decía, no tiene con quien ir al baile y está dispuesta a acompañar a Sasuke.
-Ino…-gruñó la peli rosa.
Su amiga le dio un codazo para hacerla callar.
-Me parece estupendo-dijo la doctora-y ahora os dejo que tengo cosas que hacer, ah…Sasuke, más te vale ser amable.
-Hmp.
-Sí, yo también me voy que estoy ocupada con los preparativos.
-¡Ino!-se quejó la peli rosa, no se veía con ánimos de quedarse ahora a solas con Sasuke, pero su amiga y Tsunade ya se habían ido.
Un escalofrío le recorrió la columna, y no de frío precisamente, aunque no pudiese verlo sabía perfectamente que Sasuke la estaba mirando.
-Juro que esto ha sido cosa de Ino yo…-empezó a disculparse.
-Hmp, sea lo que sea no pienso ir a ese baile.
-Pero Tsunade… creía que ya estabas mejor.
-Lo que sea, no me importa, no pienso ir.
-pero Tsunade tiene razón, conocer más gente te hará bien.
-No necesito conocer a nadie-dijo cortante-no necesito a nadie y menos de un sitio del que me voy a ir.
Sakura negó, ahí volvía a estar esa actitud, pero no podía culparlo, había sufrido mucho. Dio dos pasos al frente y se paró donde creía que estaba él.
-Tú crees que no necesitas a nadie, la verdad es otra, Tsunade tienes razón-dijo en tono de reproche-sino necesitases compañía hace tiempo que me hubieras echado de tu cuarto cada vez que venía a visitarte, hasta sé que dejas entrar a Mai-chan de vez en cuando, ¡el otro día nos besamos y vive Dios que volvería a hacerlo otra vez!
Y de repente se quedó muda, consciente de lo que acababa de decir.
1 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, Residencia de Reintegración a la Sociedad, 15:15 de la tarde.
Sasuke no sabía quien se había quedado más sorprendido ante la confesión de la peli rosa, si él o ella misma, que había enmudecido y adquirido el tono de los tomates maduros. Fue el minuto más extraño de toda su vida, se hizo un silencio sepulcral en el que nadie dijo nada. Él, que siempre hallaba contestación o replica para todo, se había quedado con la garganta tan seca como un corcho, el corazón detenido y la mente en blanco. ¿Ella quería besarlo otra vez?
-Pues nada, ya lo he dicho-murmuró la peli rosa, tartamudeando.
Él no contestó, en realidad no sabía que decir, hasta su típico ‘’hmp’’ le parecía fuera de lugar, pero ¿qué se suponía que debía decir él después de aquello? Normalmente la habría echado con cajas destempladas pero ni eso era capaz de hacer, de hecho, con Sakura era incapaz de hacer varias cosas que habría hecho o dicho a cualquier persona, con ella era más difícil, más bien ella lo hacía todo difícil, como en aquel momento diciendo que quería besarle cuando nadie había le había prestado atención a él a no ser que fuese por razones puramente físicas, y, valga el cielo, estaba claro que Sakura no era una de esas, pero entonces ¿por qué? ¿Por qué iba ella a interesarse en él?
-Al menos podrías decirme algo, soy ciega pero puedo oír-dijo ella.
-Será mejor que te vayas-acabó por decir.
La chica suspiró con burla y asintió.
-Como no, era demasiado esperar algún tipo de respuesta-soltó-en fin nos vemos en el baile y sino vienes pues… bien.
Y tras decir aquello se marchó, dejándolo solo con sus pensamientos, y su corazón, que ahora latía a un ritmo desbocado.
1 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, Residencia de Reintegración a la Sociedad, 22:00 de la noche.
-¡Estás preciosa, Sakura!-exclamó Ino-ojalá pudieras ver lo hermosa que estás.
La verdad no le importaba mucho, todavía le duraba el enfado con Sasuke desde la tarde.
-Sigues enfadada-dijo Ino leyéndole el pensamiento-¿es que no vas a contarme que fue lo que pasó con él?
-No pasó nada-gruñó-tenías razón, es un maleducado, que esté sufriendo no justifica la manera en que se comporta.
-Debía de hacer algo muy feo para que ahora hables así de él cuando antes le prodigabas afecto y amor.
-Y sigo haciéndolo Ino, pero creo que me merezco una contestación más contundente que ‘’será mejor que te vayas’’-dijo imitando la voz del pelinegro-me da ganas de no ir a ese baile.
-Lo importante es que le has dicho como te sientes.
-Oh si, y a él pareció importarle mucho-dijo con sorna.
-Pues mándalo a la mierda Sakura, no sé porque te rompes tanto la cabeza.
-Eso es lo peor de todo-dijo en tono más triste-no puedo, mi cabeza vuelve una y otra vez a pensar en él.
-Entonces no sé cómo ayudarte Sakura, ahora tengo que irme, Sai me espera, nos vemos en el baile ¿ok?
La ojijade asintió y poco después su amiga la dejó sola en su apartamento.
Quería llorar, pero no lo haría, Ino se había esforzado mucho maquillándola y no se merecía tal desplante, y además, si Sasuke no sentía lo mismo ella no iba a desmoronarse, su vida ya era bastante dura como para tener que añadir más. Esperó media hora más pero estaba visto que el pelinegro no se iba a presentar, quizás estuviese en el baile, pero lo más probable era que no, no iba a volverse una ilusa.
-Basta de esperar-dijo levantándose.
Llamaron a la puerta.
1 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, Residencia de Reintegración a la Sociedad, 22:30 de la noche.
No sabía que estaba haciendo allí, vestido de traje y peinado, pero allí estaba, tocando con el puño en la puerta que poco después fue abierta.
-¿Quién es?-preguntó la peli rosa.
Sasuke no contestó, por un momento se había quedado sin aire al verla, decir que estaba guapísima era quedarse corto, muy corto. La chica se había puesto un vestido blanco palabra de honor ceñido hasta la cintura y que hacía un poco de vuelo hasta dos dedos por encima de la rodilla, las sandalias eran plateadas con algo de tacón y su cara semejaba ser la de un ángel. Llevaba un maquillaje suave con purpurina plateada en los ojos y los labios con brillo rosa. El pelo estaba recogido en un elegante moño.
-Ya sé que eres tú, Sasuke, pero esperaba que ahora te dignases a contestarme.
-Hmp.
-Bien-susurró ella-supongo que esto pasa cuando te declaras a un completo idiota.
-Deja de decir eso-gruñó él.
-¿Decir el qué? ¿Qué me gustas?-contestó ella-¿por qué te molesta tanto? ¡Lo que siento es problema mío no tuyo!
La peli rosa pasó del enfado al abatimiento.
-¿Crees que es fácil para mí? Había perdido la esperanza de que me gustase alguien porque a fin de cuentas, ¿quién iba a querer a una asesina ciega como yo? ¡Ya sé que no merezco el cariño de nadie pero es que también soy humana y tengo sentimientos así que si tú no sientes nada dímelo y ya está!
Sasuke se hubiera burlado de ella si esa confesión no fuese la que siempre se le pasaba a él por la cabeza, que no se merecía el cariño de nadie y de todas formas allí estaba ella, diciéndole que le gustaba y en fin, él no podía negar que ella también le hacía sentir ciertas cosas que no entendía, y esas ganas de besarla que sentía a veces… Además, cuando estaba con ella no aparecía su padre, era con la única persona que eso pasaba, porque estaba en paz y se sentía comprendido.
-Estoy aquí-contestó reticente, así que no te quejes.
-Sí, de esa ya me he percatado y me quejaré siempre que…
Sasuke rodó los ojos, él estaba intentando expresarse y ella lo hacía todo más difícil así que hizo lo único que se le ocurrió en ese momento, besarla.
1 de Junio, Ciudad de Konoha, Polígono industrial de la ciudad, 22:00 de la noche.
Orochimaru estaba sentado en su Ferrari negro, vestido con su gabardina y su sombrero, esperando, aunque la paciencia era algo que hacía rato que lo había abandonado. Por suerte su espero pronto terminó, pues a lo lejos divisó a un hombre vestido todo de negro cubierto con capucha.
El hombre se sentó en el asiento del copiloto.
-Llegas tarde, no me gusta que me hagan esperar-rezongó.
-Como si me importara lo que piensas, yo soy el que paga-contestó el otro-¿y bien?
-Todo marcha según como pediste, el chico está en la Residencia correcta y el plan ya se ha puesto en marcha, pronto acabaremos con todos tus problemas y me darás el dinero que me merezco.
-Eso espero, o si no serás tú el que lo pase mal.
sakuritha_haruno:
*O*
Dressti-Chan Eres Mi Idola
Te Pido Disculpas Por No Pasarme Antes Pero Es Que He Estado Trabajando En Mi Fic :D
Me Gusta El Rumbo Que Va Tomando La Historia Pero Se Que Aun Le Falta
¡Sorprendeme!
Bye...
Dresti:
1 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, Residencia de Reintegración a la Sociedad, 22:30 de la noche.
Muerta, tenía que estar muerta porque aquello que estaba pasando no podía ser posible ni en un millón de años, allí, plantado en la puerta de su apartamento Sasuke Uchiha le estaba dando el beso más alucinante que había recibido en todo su puñetera vida, por eso mismo debía estar muerta, porque aquello no podía ser cierto. Aún así, el sudor en sus manos, la fuerza con la que le latía el corazón, y la mierda de danza rusa que estaban haciendo sus nervios se empeñaban en decirle que aquello era muy real.
Cuando Sasuke se alejó de ella acabó de convencerse que había sido real, que no lo había imaginado, y en ese momento deseó realmente no ser ciega para poder ver la cara del chico, pero aquel contacto fue suficiente, suficiente con creces, tanto que casi se echa a llorar.
-¿Por qué haces esto?-preguntó, intentando sonar firme-primero me dices que me aleje y ahora vienes aquí y… me besas, ¿qué pretendes?
El silencio se prolongó durante bastante tiempo, sino fuese porque lo oía respirar habría llegado a pensar que la había dejado sola.
-No lo sé-contestó él con la voz más gélida que ella le había oído nunca.
Pero ahora que lo iba conociendo sabía que aquella faceta de él solo aparecía cuando intentaba ocultar lo que sentía, y ella, guiándose por el sonido de su respiración y su voz, supuso que él estaba confundido y asustado, aunque nunca en la vida llegase a reconocerlo.
-Pues deberías saberlo-replicó ella, de algún modo conseguiría que reaccionase-porque no puedes ofender a una persona y luego venir en este plan, las cosas no funcionan así, no soy un trapo.
Y eso él lo sabía muy bien, vaya si conocía aquella sensación, cuando alguien hacía cosas sin contar con su opinión pero ¿qué iba a contestar? La respuesta más cercana a la verdad que se le ocurría le aterraba tanto que su mente se negaba a reconocerla como cierta. Hacía mucho tiempo que Sasuke se había puesto el objetivo de desterrar cualquier tipo de emoción de su cuerpo y de su mente, la sensiblería sólo le había traído problemas y dolor, algo que la soledad no le daba. Pero el vacío… el vacío era tan grande que a veces ni el mismo conseguía controlarse. Él no podía querer a nadie, él no quería querer a nadie.
-No necesito querer a nadie.
Él tono con el que lo dijo hizo ver a Sakura que aquella confesión se trataba más de un argumento de auto convicción que de un reproche hacía ella.
-No hay nada malo en querer a alguien-contestó ella-el amor no es ninguna debilidad, tal vez haga sufrir pero sin duda da más alegría y te da fuerzas para vivir, sé que has sufrido, pero no tiene nada que ver con querer, todo el mundo quiere Sasuke, y gracias a Dios la mayoría de la gente es feliz, la culpa no es del amor sino de la gente que es incapaz de recibirlo y lo rechaza, esa gente, créeme, es la que está vacía y la que es débil, no te niegues a amar Sasuke, a mí o a quién sea, te mereces ser feliz.
Al no recibir respuesta la peli rosa agachó la cabeza, debía suponer que algo así iba a pasar, era una tonta si creía que Sasuke iba a reaccionar después de lo que había dicho, pero realmente había tenido la esperanza de que así fuese.
-No…
La respuesta fue en un tono tan bajo que casi no la había oído, esperó a que él continuase pero al parecer aquello era todo lo que iba a decir, percibía su frustración y rabia, pero no sabía a qué eran debidas.
-Yo no merezco ser feliz, deja de llenarme la cabeza de tonterías-dijo entre dientes.
-No son tonterías…
-¡Mientes!-la interrumpió.
La agarraba tan fuerte de los brazos que le hacía daño, pero no se movió, Sasuke temblaba tanto que parecía que se derrumbaría en cualquier momento.
-No miento Sasuke.
-¡Si! Si lo que dices fuese verdad, si yo mereciera que… mi familia…-los gritos fueron descendiendo hasta convertirse en un ruego y posteriormente en sollozos-mi madre no me odiaría tanto.
Sasuke ya no podía más, tanto tiempo guardándose todo en su interior sumado a lo que ella le había dicho y le hacía sentir habían hecho que explotase. Nadie nunca había sentido afecto por él y que ella le dijese esas cosas… hacía que su mundo se derrumbase y no le gustaba lo que había al otro lado, al contrario que los demás no temía al dolor, no le daba miedo la soledad, pero los sentimientos, el afecto, aquello tan desconocido para él lo aterraba hasta tal punto que lo habían hecho perder el control.
Sakura nunca se había sentido tan mal en su vida, ni siquiera por ella misma, no pudo evitar alargar los brazos y abrazarlo y él no se resistió, cosa que le hizo apretarlo aún más fuerte.
-Te quiero Sasuke, y me da igual si lo crees o no, pero te quiero y me gustaría poder demostrártelo.
Como esperaba, él no contestó, pero daba igual, el hecho de que siguiera ahí y no la apartase ya le decía todo lo que quería saber. A tientas, buscó su rostro con las manos y guió sus labios hasta los de ella iniciando un beso lento y suave, preparada para el rechazo pero no lo hubo, los brazos de Sasuke se cerraron en torno a su cintura mientras respondía al beso, incluso lo profundizó haciendo que el corazón de la ojijade estallara de felicidad. La aferraba con tal desesperación que hubo un momento en que casi la dejó sin aire y ella tuvo que aplastarse.
-No creo que sea buena idea bajar ahora al salón-dijo ella-no sé que aspecto tendremos, pero desde luego no uno de fiesta.
En la opinión de Sasuke no existía ninguna persona más perfecta en el mundo que ella y eso le aterraba pero por más que lo había intentado no podía alejarla, ella decía que lo quería y demonios, él estaba empezando a creerla, nunca a nadie le había contado tanto como a ella, al menos no antes de que se alejasen de él con asco, y ella simplemente lo aceptaba como era y le decía que le quería.
La peli rosa, que se había alejado un momento hacia el salón, volvió al recibidor del apartamento con un pequeño radiocasete azul en la mano y lo enchufó tras buscar a tientas el enchufe a la pared.
-No bajaremos al baile, pero si tendremos un baile, me lo debes-dijo con una sonrisa, que por algún motivo le hizo sonrojarse a él.
Le agarró de las manos y él se dejó hacer, hasta su actitud le sorprendía a él mismo, pero era incapaz de no seguir los movimientos de ella, la peli rosa le puso los brazos en torno a su cintura y ella le rodeó el cuello con los suyos, la música empezó a sonar.
(Esta canción fue la que me inspiró el fic, la única diferencia es que en mi historia la ciega es la chica y no el chico, la canción es: Aunque no te pueda ver – Alex Ubago).
Si ayer tuviste un día gris, tranquila,
Yo haré canciones para ver si así consigo
Hacerte sonreír.
Si lo que quieres es huir, camina,
Yo haré canciones para ver si así
Consigo fuerzas pa’ vivir.
No tengo más motivos para darte
Que este miedo que me da
El no volver a verte nunca más.
Sakura apoyó la cabeza en el hueco que había entre el hombro y el cuello de Sasuke y cerró los ojos al mismo tiempo que se mecía al son de la música. Era como un sueño que Sasuke en lugar de rechazarla estuviese allí con ella. Tenía ganas de llorar, de alegría, por haberse enamorado, y de pena, por lo que él sufría y porque ella no podía verlo, si, nunca había lamentado su ceguera, pero en ese momento hubiese dado lo que fuese por ver el rostro de Sasuke, aunque solo fuese por un momento.
Creo ver la lluvia caer,
En mi ventana te veo pero no está lloviendo,
No es más que un reflejo de mi pensamiento,
Hoy te echo de menos.
Yo sólo quiero hacerte saber,
Amiga estés donde estés,
Que si te falta el aliento yo te lo daré,
Y si te sientes sola háblame
Que te estaré escuchando, aunque
No te pueda ver, aunque no te pueda ver.
Se sintió congelado cuando ella empezó a llorar en su hombro, por primera vez quiso ser otra persona y saber que decir porque aunque no llegase a entender el amor o los sentimientos una cosa si tenía clara, no quería verla llorar.
De tantas cosas que perdía, diría
Que sólo guardo lo que fue
Mágico tiempo que nació en abril.
Miradas tristes sobre mí se anidan
Y se hacen parte de mi ser y ahora
Siempre llueve porque estoy sin ti.
No tengo más motivos para darte
Que esta fría soledad, que necesito
Darte tantas cosas más.
-No… no llores más, por favor-pidió él, aunque en un tono tan gélido que más semejaba una orden, aún así ella sonrió al ver el esfuerzo que él estaba haciendo.
-Para mí esto también es complicado, también tengo miedo a que te estés riendo de mí, al igual que tú me cuesta aceptar que alguien pueda apreciarme.
Creo ver la lluvia caer,
En mi ventana te veo pero no está lloviendo,
No es más que un reflejo de mi pensamiento,
Hoy te echo de menos.
Yo sólo quiero hacerte saber,
Amiga estés donde estés,
Que si te falta el aliento yo te lo daré,
Y si te siente sola, háblame,
Que te estaré escuchando, aunque
No te pueda ver, aunque no te pueda ver.
-Entonces no deberíamos hacer esto-dijo él intentando apartarse de ella.
-No-se lo impidió-puede que tenga miedo pero me da más miedo que tú… que tú no me quieras sabiendo lo que sabes de mí, que soy un monstruo.
¿Un monstruo? Ella no era un monstruo, si, lo que hizo en el pasado no estaba bien, pero ella no era un monstruo, para él era lo más cercano a un ángel que había conocido, los monstruos había sido los demás.
-Yo…
Diablos, no era un genio con las palabras, y ese impulso irracional que le llevaba a encerrar todo lo que pensaba y sentía no ayudaba a la hora de expresarse.
Carraspeó.
-Me… me gustaría que…-volvió a carraspear, nunca había pensado que hablar con alguien fuese tan difícil-quiero decir, te doy permiso para que vengas a visitarme-acabó diciendo en un tono que sonó más bien arrogante.
Si pudiera se abría dado un puñetazo mental, quería decirle que ella también le gustaba a él, pero Sakura pareció entender y sonrió.
-Desde luego.
-Bien… ejem, me voy a mi cuarto, hmp.
Estaba tan abochornado que lo único que quería era salir de allí deprisa pero ella lo agarró y le dio un corto beso en los labios que lo dejó descolocado.
-Buenas noches, Sasuke.
-Hmp.
1 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, entrada a la Residencia de Reintegración a la Sociedad, 00:00 de la madrugada.
Naruto regresaba de Konoha después de haber tenido una cita con su novia Hinata, hoy se celebraba un baile y había quedado en ir a recoger a su tía Tsunade para luego ir juntos a su casa. Aparcó el coche y salió a fuera dispuesto a dirigirse hacia el edificio pero una sombra captó su atención. En la esquina más alejada de la fila de setos que rodeaban la propiedad había alguien vestido todo de negro y con el rostro tapado que intentaba colarse en los terrenos de la Residencia.
Con cautela fue caminando hasta allí y no se paró hasta estar a unos cuatro pasos de distancia detrás de la persona en cuestión. Era un hombre y bastante alto pero la capucha le impidió identificarlo. Se acercó despacio, podía ser uno de los inquilinos de la Residencia, aquellos que estaban en el ala de problemas mentales, y lo que menos quería era asustarlo.
-Oye amigo, ¿qué estás haciendo?-preguntó en tono amigable.
El tipo se dio la vuelta y entonces Naruto le vio la cara.
-Pero ¿qué…?-exclamó el rubio, pero sin que él se enterase otra persona había aparecido por detrás de él y le dio un golpe en la cabeza, dejándolo inconsciente.
Entre los dos hombres lo metieron en una furgoneta que estaba escondida en las inmediaciones y se marcharon.
Dresti:
Lo siento, I'm sorry, sintoo, pardon, gomen nasai y en todos los idiomas en los que os pueda pedir disculpas por haber tardado tantos meses pero la lata de inspiración y de tiempo no han sido precisamente buenos aliados de esta humilde escritora pero ahora que por fin estoy de vacaciones ya he traído la conti.
Desde el principio tenía intención de que este fic no fuese muy largo y así va a ser, en dos o tres capítulos llegará el final y el esperado lemon.
Sólo tengo una pregunta para el lector, aunque creo que me imagino la respuesta, pero aún así pregunto igual jajaja
¿Queréis que Sakura recupere la vista?
Cuenta de twitter: DrestiChan
9.Secuestro
2 de Junio de 2011, Ciudad de Konoha, algún lugar a las afueras de la ciudad, 2:00 de la mañana.
La cabeza le dolía horrores y sentía una especie de pegote seco en la zona alta del cráneo, como si alguien le hubiese golpeado con algo. Desconcertado abrió los ojos, pero eso sólo sirvió para confundirlo aún más, no estaba en la Residencia, que era donde se suponía que debía estar, sino en una especie de cobertizo de madera podrida lleno de aperos de labranza y material de carpintería oxidado.
¿Pero cómo había llegado hasta allí? Lo último que recordaba era haber dejado a Sakura en su apartamento y él ir por el pasillo hacia el suyo y a partir de ahí no recordaba nada más. Pero si estaba confundido, el hecho de ver a una persona que no veía desde hacía años a unos pocos metros de él lo desconcertó aún más.
Naruto, su antiguo mejor amigo, estaba allí, tirado en el suelo con manos y pies atados, como él tal y como pudo comprobar un minuto después, y también lo miraba con estupefacción.
-¿Qué haces tú aquí?-se preguntaron los dos a la vez.
La verdad es que cuando Naruto había recuperado la consciencia dos tipos lo llevaban a rastras hacia un cobertizo donde ya estaba un Sasuke atado e inconsciente tirado en el suelo, quiso acercarse a él pero los tipos lo redujeron y ataron a él también y así habían estado hasta entonces.
-Te creí muerto-dijo el rubio-llevabas horas sin reaccionar.
-Hmp, ¿qué coño pasa aquí?-gruñó.
-Así que tú tampoco lo sabes-contestó Naruto-esperaba que tú supieras que significaba esto. Lo único que sé es que estaba en la Residencia de Konoha donde trabaja mi tía y pillé a unos ladrones.
-¿En la Residencia de Reintegración a la Sociedad?-preguntó Sasuke.
-Sí-contestó el otro extrañado-¿también estabas tú allí?
¿Qué hacía Sasuke en esa Residencia? Se preguntó el rubio confundido.
-¿Vives allí?-preguntó.
-Hmp.
Hacía años que no lo veía pero Naruto lo conocía suficiente como para saber que aquello era un “sí”. Algo gordo tendría que haberle pasado al pelinegro para acabar en ese sitio, se abstuvo de preguntar, era bastante obvio que Sasuke no le contestaría, desde el accidente que tuvo con su padre años atrás se había alejado de todo el mundo, aún así Naruto le había seguido la pista y visto con tristeza como su amigo entraba en un mundo de perdición y decadencia, no le extrañaría que las drogas lo hubiesen llevado hasta tal punto de ingresar en una residencia. Lo que no lograba entender era qué demonios hacían ellos dos en aquel sitio.
Cuando iba a abrir la boca para preguntar la puerta se abrió, interrumpiéndolo.
Por ella entraron dos tipos completamente vestidos de negro y con pasamontañas, uno de ellos traía medio a rastras a una chica vestida de fiesta, al igual que Sasuke. Llevaba un vestido corto blanco y el pelo rosa recogido en un moño medio desecho.
Sasuke se levantó de golpe con la cara contorsionada por la ira, pero uno de los tipos lo mandó de nuevo al suelo de una patada.
-Tranquilo imbécil, tu noviecita está bien, al menos por ahora.
Sakura aterrada, movía la cabeza de un lado a otro, intentando comprender lo que allí pasaba, sabía que además de ella y sus dos secuestradores había dos personas más, podía escuchar sus respiraciones, una de ellas muy agitada.
-Suéltala.
La voz de Sasuke la sorprendió, ¿qué hacía él allí? ¿A caso lo habían cogido a él también? Se asustó, durante el viaje ninguno de sus secuestradores le dijo nada. No entendía qué diantres estaba pasando allí.
El hombre que la sujetaba la lanzó al suelo y sintió que otros brazos la agarraban. “Sasuke” lo reconoció en seguida por su olor. Poco después se escuchó la puerta cerrándose, de nuevo estaban solos.
-¿Sasuke? ¿Qué está pasando? Estos hombres entraron en mi cuarto cuando estaba a punto de cambiarme para ir a dormir-dijo entre sollozos.
-Tú eres Sakura, la amiga de Hinata, la chica ciega que vive en la Residencia donde trabaja Tsunade ¿verdad?-escuchó que alguien le preguntaba.
-¿Naruto?-lo reconoció la peli rosa-¿qué haces tú aquí?
-Eso mismo me pregunto yo-contestó él.
Sasuke cada vez estaba más confuso, ¿esos dos se conocían?
-Eso cada vez me huele peor-dijo el rubio-es demasiado raro para ser una coincidencia.
Los tres se quedaron callados por un momento.
-Sasuke y yo fuimos muy amigos-prosiguió el rubio de repente-tú eres la mejor amiga de mi novia y al parecer tú y Sasuke sois novios también.
Ninguno de los dos pudo evitar sonrojarse ante lo dicho pero para suerte de Sasuke, Sakura no podía verlo y Naruto estaba demasiado ocupado con sus cavilaciones.
-Definitivamente no se trata de una coincidencia-concluyó el ojiazul.
La puerta volvió a abrirse pero esta vez entraron por ella tres hombres, en lugar de dos.
Los tres chicos se quedaron callados, esperando.
Entonces, para sorpresa de Naruto y Sasuke, aquellos tres se quitaron los pasamontañas. Allí, delante de ellos, estaban Sai, Itachi y Orochimaru.
-¿Qué pasa?-preguntó la peli rosa al notar el cambio de atmósfera de la estancia.
-No pasa nada querida Sakura-contestó Sai.
-¿Sai?-preguntó sorprendida-¿qué haces fuera de la residencia?
¿Residencia? ¿A caso Sai también estaba en aquel sitio? Se preguntó el pelinegro.
-¿Te sorprende verme Sasuke? No tuvimos la oportunidad de reunirnos en la Residencia pero aquí estamos, todos reunidos como en los viejos tiempos, ¿verdad, Naruto?
-¿Tú no habías perdido la memoria en un accidente?-le preguntó el rubio.
-Bueno, alguna excusa tendría que inventarme para que dejasen que me quedara en la Residencia ¿no?
-¿Qué hacemos aquí?-preguntó Sasuke gélidamente.
-Justicia-esta vez el que contestó fue su hermano Itachi-Naruto no tendría que estar aquí pero nos vio entrando a la Residencia así que lo trajimos con nosotros.
-Seguro que no entendéis nada-prosiguió Sai-pero enseguida os lo explicaremos, ¿por quién empezamos? ¿Por Sasuke o por Sakura?
Sakura tembló al lado de Sasuke, no entendía que podría tener que ver ella en todo aquel lío.
-Empiezo yo-dijo Itachi dando un paso al frente-en cómo esta perra me desgració la vida.
¿Ella? Sakura estaba segura de que no había escuchado la voz de aquel sujeto en su vida.
-Cómo un día cortaste los frenos de mi moto y asesinaste a mi novia-continuó.
La sangre de la peli rosa se heló en sus venas, ¿él? ¿Él era el motorista?
-Yumi no se merecía eso-dijo Itachi con la voz rota de dolor-era una buena persona y la quería y tú, tú la mataste para que tú y tu novio ganaseis la carrera, pero yo sobreviví y aquí estoy para hacerte pagar.
Sasuke apretaba las mandíbulas con fuerza, él no sabía nada de aquello, no sabía que había sido su hermano y desconocía por completo la historia de su novia, pero una cosa tenía bien clara, ahora que había encontrado a Sakura, una persona buena que se preocupaba por él y lo quería a pesar de sus defectos, no dejaría que nadie le pusiese un dedo encima y mucho menos que la amenazasen delante de él.
-Parece que el novio se enfada-dijo Sai divertido-no te preocupes que tú también vas a sufrir como ella, pagarás por todo lo que me has hecho pasar.
No sabía qué demonios le había hecho a ese idiota pero tenía claro que en cuanto se acercase a él lo partiría en dos.
-Tú, el perfecto Sasuke Uchiha, el niño rico que lo tenía todo, dinero, coches, lujos y a todas las mujeres.
¿Todo? ¿Qué él lo tenía todo? Ese desgraciado no tenía ni idea de lo que hablaba.
-Y los demás sólo podíamos mirar cómo te lo llevabas todo, hasta a esa perra-dijo señalando a Sakura-¿no te acuerdas verdad?-dijo al ver la cara del pelinegro-era de su fiesta de la que saliste cuando tuviste el accidente.
¿Qué? Sasuke miró a la peli rosa, ella también estaba sorprendida, y entonces recordó de donde le sonaba Sakura, aquella noche, aquella casa y aquel salón donde vio a una chica que parecía tener el pelo rosa y que le había cautivado y a la cual estuvo buscando por todo el edificio y luego recordó vagamente haberla visto junto a Sai y Naruto antes de marcharse. Dios bendito, era ella.
-Yo me había acercado a ti zorra-siguió Sai, esta vez dirigiéndose a ella-y tú me rechazaste y luego llegaron Naruto y Sasuke y tú sólo lo mirabas a él, te lo comías con los ojos.
Sakura lo recordaba, recordaba toda aquella noche con claridad, recordaba a aquel chico borracho que se acercó a ella e intentó meterle mano, ese era Sai, y luego un chico rubio que la ayudó, Naruto, pero sobre todo se acordaba de él, de la última cara que había visto antes de quedarse ciega para siempre, aquel chico tan guapo vestido con ropa de calle y que la ignoró por completo, así que ese era Sasuke. No pudo evitar que las lágrimas se escapasen por sus mejillas.
-No sabes el placer que sentí cuando te atropellé-concluyó Sai-y luego después cuando me choqué contra el coche de Sasuke, debo admitir que esto último no estaba pensado pero lo disfruté, la única pena que tuve es que los dos sobrevivisteis, el único que murió fue Fugaku.
-¡Eres un hijo de puta!-bramó Sasuke levantándose y lanzándose a por él, pero Itachi y Orochimaru lo agarraron y lo regresaron a su sitio a golpes.
Sai se limitaba a reírse.
-Estás loco-dijo Naruto-dijiste que te ibas a casa a dormir la borrachera.
-Siempre has sido un tonto iluso Naruto Uzumaki-contestó-haciendo todo lo que Sasuke quería y creyendo todas las mentiras que te conté.
-¿Intentaste… intentaste matarme solo porque… no quise acostarme contigo?-preguntó Sakura entre sollozos y suspiros de rabia.
-Al parecer, te lo merecías por muchas cosas-contestó-Itachi leyó sobre tu accidente y se puso a investigar para encontrarme y cuando lo hizo unimos fuerzas, él fue quien contactó con Orochimaru.
El tercer hombre, que se había mantenido en silencio dio un paso al frente con una sonrisa ladina.
-Nunca creí en Dios ni en ninguna fuerza superior pero cuando estos dos me contaron sus penas no pude más que reírme ¿y sabes por qué, Sasuke? Tú incumpliste el último encargo que te di y sabes lo que eso conlleva, la muerte, así que yo también te estaba buscando para saldar cuentas, ¿recuerdas ese encargo?
-Me pediste matar a una familia-escupió la respuesta con ira.
-Exacto, ¿recuerdas el nombre de la familia? ¿No, verdad?
No, no lo recordaba, solo recordaba que se negó a hacerlo.
-Era la familia Haruno, la familia de Sakura, que grande es el destino a veces.
-¿Qué?-exclamó la peli rosa.
-Pero tú te negaste porque no eras un asesino-prosiguió Orochimaru-pero nadie desobedece una orden mía y se va de rositas.
-Ha llegado vuestra hora-dijo Itachi mientras salía dl cobertizo para llegar poco después con tres palos de hierro.
Cada uno cogió un palo.
Itachi fue el primero en actuar dándole un golpe en la cabeza a Sakura, Sasuke quiso reaccionar pero él fue el siguiente en ser molido a palos, mientras intentaba liberarse escuchaba a Naruto gritar de dolor y veía como de la cabeza de la inconsciente Sakura salía sangre.
Poco después cayó inconsciente.
sakuritha_haruno:
Tu!
Quieres Matarme Verdad?
No Me Dejes Asi u.u
Por Que Lastimas A Mis Bebes? TwT
Trae Luego La Continuacion Si?
Besos Dresti-San c:
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