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Cicatrices del pasado. (drama, romance) Capitulo VIII
Jaspe:
hola disculpen la tardanza aqui el capitulo 8 :shifty: espero les guste :shifty:
Capitulo VIII[/b]
Camine sin rumbo pero algo me atraía hasta el segundo piso del castillo que se encontraba desolado sin perder tiempo me introduje en la quinta habitación y me sorprendió el hecho de encontrar a una joven de larga y lacia melena plateada inconsciente, se abrieron las puertas y se introdujo en la habitación mi amigo y compañero Heis mas que preocupado.
-Yurem que haces aquí – me dijo sorprendido de verme en la habitación junto a la joven que dormía como si en un hechizo del pasado se encontrara – por favor no digas nada, yo te lo explicare luego… no es lo que parece – menciono a lo que yo simplemente asentí con una sonrisa y le exigí con la mirada retirarse de la habitación, a regañadientes se retiro y me dejo solo observando a la joven dama.
Me retire por un momento de la habitación y me coloque mi pijama que consistía en un pantalón azul oscuro y dejando mi pecho al descubierto ya que esta noche era mas calurosa que las demás. Las horas pasaron con la lentitud de un caracol y la paciencia de un ermitaño aquella chica aun se encontraba inconsciente e iniciando un pequeño deje de curiosidad, sabia que solo llevaba puesto aquella ropa intima que según el protocolo no podía ser vista por otro que no fuera su esposo.
Sin darse cuenta la joven se levanto de la cama, al igual que aquella ropas intimas que le cubrían su desnudes lo incitaban hacer muchas cosas, pero esa carita angelical le impedía realizar la mayor parte de ellas – Señorita por fav… - pero ni le presto la mas mínima atención y siguió caminando, pero cuando la observo que no soporto mas y casi cae al suelo la tome entre mis brazos, era algo nuevo sentir tan cerca a una mujer que haya tenido el valor de quebrantar la leyes de la sociedad, poder descubrir sus secretos mas íntimos saber que esconde esa mirada de inmensa soledad , como deseaba hacerla solo mía, dominarla y enseñarle que puede confiar en los hombres.
-Gracias – menciono con una voz llena de ternura e inocencia, mientras levantaba aquella firme y oscura mirada que me tentaba y sin perder tiempo la tome entre mis brazos y bese eso prohibidos labios con una necesidad única, pero algo dentro de mi me repetía que la incomodaba así que intente retirar pero ella me rodeo el cuello con sus suaves brazos.
(Fin de la narración)
Se intento retirar con cautela para así no seguir invadiendo aquel espacio privado que le robaba, pero la joven desconocida no se lo permitió rodeo su cuello con sus blanquecinas manos, sus ojos negros lo observaban con tanta suplica interna que incluso parecía la suplica de un hada apunto de morir por que el mundo sigue girando y nunca cambia sus tradiciones.
Ella no sabia por que lo hacia simplemente quería dejar de sentir aquel dolor punzante, su orgullo lo único que le había dejado con vida por esos años de tortura y soledad, ahora aquella noche al verlo lo perdió, sus ojos lo añoraban tanto que no se defendió al ver como el intento acabar con la vida de aquella joven que no sabia nada de la vida y no conocía lo doloroso, cruel y vil que podría ser el protocolo que los regia, sin pensarlo dos veces ella lo acerco a sus labios y lo beso con una necesidad sobrenatural mas haya de la necesidad del aire; por primera vez permitiría que un hombre traspasará su barrera protectora y descubriera a la mujer débil y sola que sufría cada noche al recordar el daño que había causado a las personas que mas amaba y como ellas no le permitieron el perdón que tanto su alma necesitaba.
El joven desconocido se intento separar de sus labios y lo logro, sin dudarlo ni un momento salió de sus rosáceos labios un suplica hecha pregunta -¿Por qué huyes?- lo menciono débil mente a lo que le mostro una sonrisa que la lleno por dentro, por primera vez sentía que aquel trozo de piedra que llamaba corazón se ablandaba. Aquella sonrisa la deseaba como añoraba que le perteneciera solo a ella.
-No huyo joven dama – le menciono mientras la cargaba a la cama de una forma galante digna de un caballero – solo busco comodidad – menciono volviendo a besar sus labios y posando con delicadeza su frágil cuerpo en la cama; observándola de una forma extraña incluso admirando su valentía, rozo nuevamente sus labios con los de ella para así bajar lentamente muy despacio por su cuello que lograban crearle unas muy deliciosa y extraña sensación no pudo evitar reírse, con sutileza sus manos acariciaron desde sus firmes senos hasta sus delicadas y pequeñas caderas logrando unir sus cuerpos de una forma sensual y atrevida, haciendo que las hormonas que ambos poseían los incitaran a seducirse mutuamente; el apretó un poco mas su caderas a su cuerpo cortándole así la respiración.
Lentamente las manos de la chica acariciaron aquella amplia espalda masculina, no se arrepentía de dejarle acariciar su cuerpo, el era un hombre y no podía evitar desear a cada momento aquellas caricias llenas de placer, como la mordía sin siquiera hacerle sentir el dolor todo era un éxtasis una delicia; lentamente el tomo su cabellera plateada con su mano derecha y formando una coleta controlando aquella indomable melena la sostuvo con la suficiente fuerza como para no lastimarla, dándole a entender quien era el que mandaba, sin pensarlo dos veces el mordió su labio inferior.
-Dígame le gustan las caricias – menciono el apresando entre sus manos a cada lado de la cama las muñecas de la joven y mordiendo por enzima de la ropa sus redondeados senos, sin pensarlo se acomodo en medio de sus dos largas y atractivas piernas – Aunque no me responda con su boca su cuerpo… - le susurro sensualmente sobre su oído mordiéndolo con sutileza – me da toda la autorización de hacerla mía solo mía – ella lo observo con sorpresa nunca antes un hombre le había mencionado su deseo posesivo de tenerla y no solo de eso sino de poseerla por completo.
Suspiro delicadamente no podía hacer nada ella lo había incitado a eso, dio otro suspiro cansino mientras cerraba los ojos, quería pensar, deseaba pensar, añoraba encontrarse con su calma interior para detenerle, para decirle que no siguiera descubriendo su desnudez ya que se toparía con aquellas imperfecciones en su espalda, aquello que le recordaba todos los día que respiraba que nada es para siempre, debía detenerlo; pero como siempre su traicionero corazón le jugo una mala pasada, nunca pensó que de sus labios saliera esa suplica añorándote, suplicante, denigrante – Si…ahh soy… toda…ahhh suya – menciono entre gemidos de placer, denigrándose mentalmente por aquellas palabras indecentes y maldiciéndolo por mostrarle en esos momentos de fascinación aquella endemoniada y seductora sonrisa que la hizo caer más bajo.
Se encontraba en un trance, era como estar en un hechizo, tocarla de esa manera le parecía único e importante su orgullo le gritaba que era el único que había hecho esta total odisea, se detuvo y la observo fijamente cuando lentamente le descubría la espalda, con los ojos cerrados rogando que no fuera otro atentado de su subconsciente no lo soportaría, se repetía una y otra vez que no había mujer perfecta, no ella debía tener un defecto, si no lo poseía era un sueño – “Oh Dios te lo suplico”...
Continuara...
espero que les haga gustado :shifty: :=D:
PennyDraco:
Whou, si que me dejas sin palabras.
Perdon por comentar a estas horas pero bueno... últimamente me estoy cargando con mucho trabajo y me me agobia jejee.
En serio, la secuencia de la historia me gusta, que digo, me encanta, seeee, esto deberias pasarlo en un fanfic, creo que te quedaría mucho mejor, bueno, siempre opto por lo original.
En fin, espero la continuación y me disculpo por la tardanza.
Te cuidas
Bye
Jaspe:
sorry es que por ahorra no puedo postear la conti... asi que ´por favor les pido pasiencia U_U es que surgierom pequeños inconvenientes que no me dejan tiempo...
Jaspe:
Comen me tomas tiempo del previsto resolver mi problema
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