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[+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]

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Greenie:
Hola!
Dresti-san!!
¬¬ no puedo creer que la cortes en la mejor parte!!
Wahhhhhhhhhh estoy demaciado intrigada!! :S jajaja
pero me encanta, es todo tan inesperado!!
quisiera leer, mas y mas, no me canso!
bueno espor con muchisimas ansias la conti
Un Beso

tarumi:
oh si, oh si te encontre!! crei perdido tu fic pero aqui esta y lo estoy volviendo a leer uju!! sasuke tan sope que no se da cuenta de la semajanza entre su chica y sakura buenos caps!

Sakuramin20:
Ayyy Dresti-san, muero por seguir leyendo tu historia
Dios es lo máximo y todavia falta mucho para la mejor parte
seguire pendiente ^^

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Dresti:
aki la contii^^

17.

Se quedó de piedra al ver lo que tenía en la mano.
Aquel era el mismo conjunto de ropa que le había visto a Kristen la noche anterior.
Al principio pensó que Sakura podría tener uno igual pero luego rectificó, Sakura nunca se vestiría así.
¿Pero entonces? ¿Qué hacía la ropa de Kristen en la mochila de Sakura?
Se quedó pensativo durante un rato hasta que una imagen de Kristen y otra de Sakura se superpusieron en su mente.
Y se sorprendió al ver que tenían cierto parecido.
Además la actitud de Sakura era muy sospechosa, nunca dejaba que le quitasen la gorra, lo sabía porque una vez Naruto lo había intentado y ella se puso nerviosa, siempre andaba con las gafas y con ropa extremadamente holgada.
Pero gracias a rescatarla esa misma tarde había descubierto que su cuerpo no estaba tan mal, pues la ropa se le había pegado completamente.
Kristen nunca hablaba de sí misma mientras que Sakura respondía a todas las preguntas familiares que le hacía Naruto.
Además, recordó que Kristen se había puesto muy nerviosa cuando se despertó y lo vio en su cuarto.
¿A caso pensaría que él habría podido ver algo que no debía ver?
Sakura nunca le había dado su dirección.
Y ambas tenían un punto en común, Ino.
También cabía la posibilidad de que Kristen y Sakura se conociesen y que la una le pidiese que le guardase la ropa a la otra.
Pero en su cabeza navegaba otra opción, que lo dejaba por completo aturdido.
¿Podían ser ambas la misma persona?
Pero eso era completamente imposible, su cabeza se negaba a aceptarlo.
Además, ¿por qué razón haría Sakura una cosa así?
Seguro que aquello tenía su lógica y como no sabía la dirección de la pelirosa y le apetecía salir decidió ir en busca de Kristen.
--------
-¡¿Cómo?!-exclamó Yoko-¿qué Sasuke qué?
Sakura la había llamado aterrorizada para contarle lo que acababa de suceder.
Desde la cama del cuarto, Yonehara la miraba con curiosidad.
-¿Qué pasa futago-chan? (gemela)
Yoko la ignoró.
Debía hacer algo ya, inmediatamente.
-Ahora mismo, voy a comprobarlo, esta noche nos vemos en la Daikiri, adiós.
Colgó el teléfono.
-Ya dime que pasa Yoko-dijo su hermana.
-Ay Yonehara vete a pintarte las unas y déjame en paz.
Su hermana iba a quejarse pero Yoko salió antes de que le dijese nada.
Iba en dirección al cuarto de Sasuke cuando se encontró con él por el camino, iba con la ropa en la mano.
-¿A dónde vas?-preguntó aterrada.
-¿Qué te importa?-preguntó.
-No puedes irte-dijo ella poniéndose delante de él.
El pelinegro se la quedó mirando.
-¿Por qué no?
-Pues porque...
''Piensa Yoko, piensa''
Se le ocurrió una idea, arriesgada pero era una idea.
-He visto a tu madre y he estado hablando con ella-dijo.
La cara de Sasuke se ensombreció.
-Yo no quiero saber nada de esa mujer-dijo intentando apartarla.
No estaba de humor como para que le hablasen de aquella ramera.
-Dijo que te echaba de menos-dijo en un último y arriesgado intento.
Sasuke se quedó quieto.
¿Cómo había podido tener si quiera la cara de decir aquello? ¿Qué lo echaba de menos? pues que no lo hubiese abandonado.
-Si eso fuese cierto no se hubiese largado y desaparecido por todos estos años-dijo con la voz más fría que ella le había escuchado.
Aquellas palabras habían tocado fondo en Sasuke y se sentía sin fuerzas para ir a ver ahora a Kristen, aunque le molestase reconocerlo el tema de su madre lo abatía y le hacía perder el interés por las mujeres.
Se dio la vuelta y regresó a su cuarto sin decirle nada a Yoko.
La pelinegra se quedó un rato en el pasillo.
Se sentía mal por haber jugado con ese tema para detener a Sasuke.
De verdad que la familia Uchiha era muy complicada, había conocido a Mikoto y era una buena mujer que en verdad extrañaba a sus hijos pero cada vez que le preguntaba por qué no iba  a verlos se sumía en un silencio sepulcral, algo debía haber pasado para que ella no fuese a verlos y tanto Itachi como Sasuke nunca se lo habían perdonado.
Él no lo había superado y ella le había hecho daño.
Solo había una forma de ayudar a Sasuke y se arriesgaría a ponerla en práctica.
--------
Sakura estaba apoyada en la barra de la discoteca abstraída en sus pensamientos.
No había recibido noticias de Yoko y eso la preocupaba, ¿habría descubierto Sasuke todo el engaño?
-Anímate Sakura, las bebidas no se sirven solas-le dijo la rubia-además seguro que Yoko ha llegado a tiempo.
Pero ¿qué pasaba si Sasuke descubría a Yoko quitando la ropa de la mochila o lo que era peor ya se había dado cuenta antes de que ella pudiese hacer nada? ojalá que Yoko apareciese pronto.
-Mira, allí viene.
En efecto, Yoko entró por la puerta y traía un papel en la mano, estaba al borde del colapso.
-¿Y bien?-la urgió la pelirosa.
-Lo frené a tiempo-dijo fatigada-no sé lo que sospecha porque no me dejó entrar a su cuarto en toda la tarde.
Sakura notó cierto tono de culpa en su amiga.
-¿Qué ha pasado?-preguntó.
Yoko agachó la cabeza.
-Utilicé el tema más delicado para él.
A Sakura no le costó adivinar a lo que se refería.
-¿De verdad existe un tema delicado para Sasuke Uchiha?-preguntó Ino.
-Su madre-contestó la pelirosa.
Yoko le había contado la historia sobre lo que había hecho la madre del pelinegro.
Sintió mucha pena por el pelinegro, aquello debía hacerle mucho daño todavía y ahora por fin lograba comprender un poco la actitud de desconfianza que tenía con las mujeres.
Yoko dejó el papel sobre la mesa y se lo entregó.
-Hice una copia porque tuve que devolver el original, creo que deberías leerlo, es de Sasuke.
Sakura cogió el papel y miró a la pelinegra, ¿qué era ese papel?
-Debo irme-dijo esta-mi novio me espera, suerte Sakura, adiós Ino.
Sakura quiso pedirle explicaciones pero Yoko parecía apurada.
Las chicas se despidieron de la pelinegra.
-Léelo-dijo Ino muerta de curiosidad.
Sakura desdobló el papel, era una nota con una escritura muy cuidada, leyó en voz alta.
''Para mis hijos:
No espero que comprendáis el porqué he tenido que irme, pero quiero que sepáis que os quiero con todo mi corazón y que siempre estaré con vosotros para cuando me necesitéis.
No os olvido, os quiero.
Mamá. ‘‘
La pelirosa se quedó sin palabras, pobre Sasuke, sí que debía sufrir.
Mikoto nunca había vuelto y ellos crecieron sin una madre y con un padre lleno de rencor que los crio en el machismo aprovechándose del odio que sentían sus hijos hacia su madre.
Se sintió la peor basura por estar engañándolo y no ayudarle, era una cobarde.
Ino le dio un codazo y se acercó a ella.
-Sakura, guarda el papel, Sasuke está aquí.
Sakura levantó la cabeza y se encontró con la mirada de él, más fría que nunca.
-Vengo a devolverte tu ropa, Sakura.
La pelirosa se quedó de piedra, todo había acabado pudo verlo en la mirada de Sasuke, que la taladraba.
''Reacciona, reacciona'' pensó.
-¿Qué dices? te dije que no quería verte más-dijo intentando sonar fría.
Debía solucionarlo de cualquier manera.
-Vine a traerte tu ropa, Sa-ku-ra.
-¿Me está llamado Sakura a mí?-preguntó la pelirosa mirando a Ino.
La pelirubia captó la mirada de ansiedad de la pelirosa y se encogió de hombros, siguiéndole la corriente.
-He descubierto tu juego-continuó él-como siempre las mujeres, siempre engañando, ¿te habrás divertido, eh?
-Creo que te confundes Sasuke-intervino Ino.
-No me confundo en nada, esta ropa estaba en la mochila de Sakura.
La pelirosa estaba quedándose sin salidas o pensaba algo rápido o estaría en problemas.
-Es porque ese conjunto es mío, se lo dejé a Kristen y ella luego me lo devolvió y yo sin querer lo guardé en la mochila de Sakura.
Sasuke sonrió de medio lado, estaba claro que no se creía ni una palabra.
Removió en sus bolsillos y sacó una foto.
-Estaba en tu cuarto Kristen-dijo.
La foto era de ella, de Sakura.
La pelirosa palideció.
-¿Has vuelto a colarte en mi casa?-intentó desviar el tema.
-Hmp.
¿Qué podía hacer? se sentía incapaz de decir la verdad, Sasuke la odiaría, y ella no podría soportarlo.
''Piensa, piensa''
Se le ocurrió una idea, sí, esa sería su única salvación.
-Esa foto es mía, se la hice a Sakura y como Kristen y yo vivimos juntas y andamos dejándonos cosas seguro que acabó en su cuarto-dijo la rubia.
-Déjalo Ino, voy a decirle la verdad.
Ino la miró estupefacta.
Sasuke también se la quedó mirando, con una sonrisa triunfal.
-Sakura es mi prima.
Ino escupió el trago que había acabado de beber.
-Lo siento-se disculpó ante la mirada de Sakura.
Sasuke estaba incrédulo, ¿primas? le costaba creerlo.
-Sakura es la hija de la hermana de mi madre-continuó tirando de imaginación-nunca te dije nada porque no me gusta hablar de mi familia.
Ino miraba con admiración la capacidad de actuación de su amiga, si ella no supiese la verdad de todo hubiese caído como una tonta n el engaño.
Sasuke permaneció callado por un buen rato, bien aquello explicaba las dudas que surgieron en su mente y por otra parte estaba seguro de que Kristen no mentía, ¿pro que habría pasado en su familia? aquello le recordaba a su situación.
Sakura suspiró, estaba ya cansada, no aguantaba más, quería irse de allí, necesitaba un poco de aire.
-Voy al baño-dijo-vuelvo ahora.
Salió de la barra y se retiró a la parte de atrás del local.
Salió por la puerta de servicio y se dejó caer en el suelo, sin importarle el frío de la noche.
Las lágrimas empezaron a caer pesadamente por su cara.
No podía más, no podía seguir así con esa ansiedad, y tampoco podía seguir engañando a Sasuke.
Sacó su móvil del bolsillo y le mandó un mensaje a Ino.
''Dile a Sasuke que me ha llamado mi padre desde Estados Unidos y que mañana tengo que regresar allí luego ven a la puerta de servicio, ya no puedo más Ino''
Le dio a enviar.
Lo mejor que podía hacer era acabar con la existencia de Kristen, aunque le diese pena, pues la verdad se dio cuenta de que Ino tenía razón Kristen era su otra mitad pero debía enterrarla.
Ino apareció a la de pocos minutos y la abrazó.
-Te apoyo Saku y lo sabes-le dijo.
-¿Y Sasuke?-preguntó.
-Le conté lo que me dijiste y estaba empecinado en verte, ahora estoy completamente segura de que le gustas, pero al final conseguí convencerlo de que se fuese-dijo su amiga.
-Gracias Ino.
-¿Entramos?
-Prefiero irme a casa, necesito descansar-dijo.
-Entonces nos vemos luego-dijo la pelirubia.
Volvió a abrazarla y luego regresó al interior.
Sakura se levantó del suelo y se marchó de camino a casa.
Anduvo todo el camino absorta en sus pensamientos hasta que llegó a su casa y para su sorpresa, o no tanta, se encontró a Sasuke esperándola en el portal.
-¿Qué haces aquí?-preguntó sin ánimo.
-Ino me ha dicho que te vas-dijo él.
La pelirosa pasó por su lado y abrió la puerta del portal, él entró detrás de ella y subieron hasta el apartamento en un silencio sepulcral.
Solo se dirigieron la palabra cuando estuvieron en el salón.
-No quiero que te vayas-susurró él.
Sakura lo miró, sorprendida.
Sasuke tenía el ceño fruncido pues aquello iba en contra de su orgullo y eso no hizo más que alegrarla y entristecerla al mismo tiempo.
No pudo soportarlo y rompió en un fuerte llanto.
Sasuke se la quedó mirando.
Le costaba comprender lo que esa mujer le hacía sentir pero era algo tan fuerte como para hacerlo rebajar de su maldito orgullo y ahora ella lloraba.
No supo en qué momento acabaron así pero cuando se dieron cuenta estaban besándose desesperadamente, recostados en el sofá, él encima de ella.
Con sus manos recorrieron el cuerpo caliente y suave de la pelirosa, aquellas curvas que lo volvían loco.
La extrañaría, no quería que se fuese para Estados Unidos, pero su orgullo volvía a estar presente y le impedía pronunciar una sola palabra.
Descendió de sus labios hasta el níveo cuello y se entretuvo dejando marcas y chupetones para demostrar que solo sería de él.
Sakura jadeaba de placer y al mismo tiempo lloraba, sabía que aquello no estaba bien pero sería la última vez porque Kristen no volvería jamás y ella nunca más podría tener a Sasuke, se dijo que esa noche se abandonaría al amor y al deseo.
Sasuke le había despojado de la ropa de arriba al igual que hizo con las suyas.
Se miraron durante un segundo contemplando cada uno los ojos nublados de placer del otro y luego volvieron a fundirse en un acalorado beso.
Las manos de Sasuke jugaban con los pezones de la chica y ella se retorcía de placer bajo el cuerpo de Sasuke quién ahogaba los fuertes gemidos de ella en el tan exigente beso.
Sus manos se fueron escurriendo por el vientre de la pelirosa hasta llegar al borde de los pantalones pirata que llevaba la chica que pronto acabaron en el suelo junto con sus braguitas.
La espalda de la pelirosa se arqueó de puro placer y un largo gemido escapó de su boca cuando la lengua del pelinegro comenzó a jugar con uno de sus pezones al mismo tiempo que con uno de sus dedos estimulaba su intimidad.
Aquello era más de lo que podía soportar su pobre cuerpo, las manos de Sasuke se sentían como puro fuego sobre su piel, ya no había espacio para las lamentaciones estas ya vendrían cuando la noche acabase si es que llegaba a acabar, ojalá que no.
Sasuke ahora se divertía trazando círculos con la lengua alrededor del ombligo de la pelirosa mientras seguía acariciando sus senos con las manos.
Los gemidos de Sakura llegaron a un nivel estrepitoso cuando la boca de Sasuke se entregó por completo a su intimidad, estimulándole el clítoris con la lengua.
La echaría de menos, con esa mujer había tenido el mejor y más placentero sexo de todo su vida y no solo eso, era la única mujer en la que confiaba aunque solo fuese un poquito, pero se negaba a creer que le gustase, aunque en el fondo sabía que era así sino no estaría repitiendo experiencia con ella.
El pantalón le hacía un daño insoportable y se deshizo de él quitando un preservativo del bolsillo, necesitaba sentirse en ella con una urgencia rayana al fanatismo.
Se puso el condón y la penetró de golpe, arrancando un gemido de ambos.
Ella era deliciosa, no podía pedir más.
Se sentía lo más cercana de llegar al cierro, agarró la espalda de Sasuke con fuerza y combinó sus movimientos con los de él.
Los gemidos alcanzaron un nivel escandaloso por ambas partes.
Estaba convencida de que si seguían así acabarían rompiendo el sofá pero no importaba, no mientras Sasuke no se detuviese.
Pero en unos minutos más todo acabó, llegando ambos al tan placentero orgasmo.
-Te echaré de menos-dijo la pelirosa mientras se vestían.
-Hmp, ¿vendrás de visita?-preguntó haciéndose el desinteresado.
Ella sonrió, aunque él no lo supiese ella le iría a visitar de lunes a jueves todas las tardes.
Acabaron de vestirse y ambos se dirigieron a la puerta de entrada.
Ella iba tras él, intentando contener las lágrimas, sabía que no debía hacer aquello que iba a hacer pero sentía la necesidad de decírselo.
-Sasuke-dijo antes de que él saliese por la puerta-necesito decirte una cosa antes de irme mañana.
El pelinegro la miró.
-Dime.
Sakura lo miró fijo a los ojos.
-Te quiero.
Él no supo que decir, estaba paralizado, tenía que detenerla no dejar que se fuese pero en cambio no hizo nada.
Al ver que él no decía nada, agachó la cabeza.
-Espero que seas feliz en tu matrimonio y que asientes la cabeza de una vez-dijo intentando no mostrar el dolor que sentía.
Él sonrió de medio lado y le acarició el pelo.
-Eso es muy poco probable.
Iba a salir pero antes de hacerlo se giró y le robó un dulce beso a la pelirosa.
-Cuídate-le dijo antes de cerrar la puerta.
Allí se quedó Sakura hasta que una hora después llegó Ino, sentada contra la puerta y en un mar de lágrimas.
Ahora lo amaba más que nunca y él la amaba, bueno amaba a Kristen, y ella tenía que conseguir que se enamorase de Sakura.
¿Pero se merecía Sasuke ese engaño? claro que no, ella había sido una cobarde y no se lo merecía pero tampoco soportaba la idea de apartarse de él.
¿Qué debía hacer? ¿Luchar por qué Sasuke se enamorase de Sakura? dudaba que eso fuese posible.

18.

-Le voy a partir la cara-dijo el pelinegro mientras caminaba hacia su casa, después de haber dado una vuelta con Naruto.
-¿Todavía sigues con eso?-preguntó Naruto-ya olvídate del tema, te comportas como si Gaara fuese el culpable de lo mal que te sientes cuando sabes que él no tiene nada que ver.
Sasuke lo sabía pero no podía evitar el hecho de necesitar descargar su furia en alguien y el pelirojo tenía todas las papeletas.
Además el hecho de no olvidar que él había intentado propasarse con Kristen no ayudaba en nada, y luego estaban los niveles de maldad que podía llegar a alcanzar.
Todavía no se explicaba cómo había sido capaz de tirar a Sakura a la piscina y encima dejarla a pesar de que ella gritaba.
-Ya basta Sasuke, de verdad yo no sé lo que te ha hecho esa mujer ¿eh? llevas todo el rato de morros, ¿no se supone que solo era un rollo?
-Hmp.
Eso creía él, que solo era un rollo, pero en toda la noche había sido incapaz de pegar ojo pensando en la pelirosa y en cómo le había dicho que le amaba, al igual que el día anterior.
Ya todo había acabado ¿no?, ella se había ido, ¿entonces por qué él no podía dejar de pensar en Kristen?
El móvil se había quedado sin batería de tantísimos mensajes que le había mandado el sábado y el domingo.
-Entonces ya deja el tema de una vez, no quieras meterte en más problemas, Kristen no está y tú debes dejar el tema de Gaara, aunque la verdad si se merece una buena golpiza por haber dejado a Sakura-chan en la piscina.
Sasuke lo miró con una gotita al estilo anime.
-¿Al final en qué quedamos? ¿No habías dicho que no le pegase?
El rubio sonrió confundido.
-Bueno si, el hecho es que debes pasar de él, lo único que quiere es tocar las narices, no le sigas el juego.
Sasuke suspiró, por ahora le haría caso, era cierto que no debía seguir montando bulla o si no lo mandarían a donde su padre había dicho, pero como ese imbécil hiciese la más leve mención de él o de alguien de su entorno lo dejaría para el arrastre.
-¿Y tú qué tal con tu asunto?-le preguntó al rubio.
-Mi padre no cede ni un ápice y el de Hinata mucho menos así que hasta la fecha todo sigue igual.
-Pero tú la quieres-dijo el pelinegro-sigue adelante con el compromiso.
-Pero ella no me quiere a mí y yo no quiero un compromiso así, con ella obligada.
Sasuke se encogió de hombros.
-¿Y tú cuando te casas?-preguntó el rubio.
Sasuke rodó los ojos, el inminente compromiso con Yonehara era como una jaqueca, esa chica era insoportable y pensar que tendría que soportarla todos los días de su vida le hacía pensar en una pistola en la sien.
-No lo sé, prefiero no saberlo.
Naruto lo miró sin comprender.
-Sino te quieres casar no lo hagas-dijo.
-Ya bueno, ¿no acabas de decir que tu padre no cede? compara a Minato con mi padre y juzga el resultado si yo me niego a casarme.
Naruto agachó la cabeza.
-Estás bien jodido.
-Igual nadie me quitará de salir, me caso, pero no pienso cambiar.
-Lo suponía.
Continuaron caminando en silencio.
Los pensamientos de Sasuke volvieron a viajar hacia la pelirosa e inconscientemente miró el móvil, nada.
No había contestado a ninguno de sus mensajes.
Se sentía imbécil haciendo esas cosas por una mujer, joder ni que fuese el centro de su mundo.
Pero eso le horrorizaba, que una mujer se estuviese convirtiendo en el centro de su mundo.
-Mira, ¿esa no es Sakura-chan?-preguntó Naruto señalando hacia adelante.
La chica caminaba con la cabeza gacha hacia ellos.
Sasuke sintió una especie de ternura al verla, la percepción que tenía de ella había cambiado desde el día que lo había defendido y casi se había ahogado a causa de ello.
Pero lo que le alegraba de verla era que podía preguntarle sobre su prima.
Sakura, sinceramente era la única mujer a la que no le encontraba maldad ninguna, demasiado inocente para pertenecer al sexo opuesto, pero aún así eso no quería decir nada, solo le debía un favor, nada más.
-Buenos días chicos-saludó ella.
¿Era su sensación o la ojijade evitaba mirarlo?
Sakura estaba de los nervios, ¿por qué tenía que encontrarse con Sasuke? aún no estaba preparada para aquello aunque sabía que tarde o temprano tendría que verlo.
Notaba la mirada de él clavada en el cogote y se obligó a corresponder, para evitar sospechas.
-Sasuke ya me contó que eres prima de Kris-chan, que callado lo tenías-dijo el rubio-¿cómo le fue el viaje?
Sasuke agradeció en ese momento la falta de tacto de Naruto ya que había sacado el tema de la pelirosa por él.
-Ah...si, bien, mandó recuerdos para ti Sasuke-kun-dijo.
Sasuke la había bombardeado a mensajes en esos dos días y esperaba que eso lo aplacase un poco.
-Hmp.
Todo quedó en un incómoda silencio por parte de ellos dos, ya que el pobre Naruto, incluso Sasuke en parte grande, era ajeno a aquel asunto.
-Em...bueno yo...debo irme, nos vemos mañana chicos, recuerda que debemos acabar el trabajo de clase Sasuke-kun-dijo antes de marcharse.
-Que rara está Sakura-chan ¿no?
Sasuke no contestó ya que mientras miraba a Sakura alejarse descubrió que otra persona, más bien otras personas, se acercaba hacia él.
-No puede ser-susurró cuando sus ojos chocaron con los de su madre.
Después de tantos años Mikoto seguía exactamente igual, el pelo negro y liso le caía por la espalda, la piel seguía igual de blanca y en sus ojos seguía habiendo ese matiz de alegría.
Y por supuesto iba acompañada de su novio veinteañero.
La ira inundó el cuerpo de Sasuke cuando ella lo miró con sorpresa.
-Sasuke...-empezó la pelinegra.
-Vámonos, dobe-dijo en un tono friísimo.
Naruto no dijo nada, sabía que aquel tema era muy delicado.
-Espera hijo-dijo ella agarrándolo del brazo.
El roce hizo que algo en Sasuke recordase cuando era pequeño y ella lo tocaba pero pronto se convirtió en ira.
Mikoto vestía como si fuese una veinteañera a pesar de ya tener 38 años, llevaba pantalones ajustados y una chaqueta de cuero negros.
-Yo no soy tu hijo-contestó-suéltame.
-Sasuke yo...-dijo ella con los ojos acuosos-por favor escúchame, yo te quiero hijo.
Aquello acabó de enfurecer a Sasuke, ¿es qué esa mujer no cambiaría nunca?
-Hace tiempo que has dejado de ser mi madre, déjame en paz, que te la pases bien con tu novio ramera.
Aquello fue como una puñalada para Mikoto que veía a su hijo menos alejándose sin siquiera escucharla.
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No se podía creer la suerte que tenía, había encontrado la manera adecuada de hacerle daño al Uchiha.
Neji y él habían salido a dar una vuelta cuando habían visto a Uzumaki y a Uchiha de lejos y decidieron seguirlos.
De primera vez se encontraron con la trol esa de Sakura, que para desgracia de los ojos humanos había sobrevivido, pero lo que le sorprendió fue el segundo encuentro con una mujer de pelo largo y negro que iba con un chico de pelo marrón corto.
Estuvieron escuchándolos y Gaara y Neji se quedaron de piedra al ver que no era otra que la madre del pelinegro.
Gaara conocía la historia porque Yoko se la había contado y no pensaba desaprovechar esa oportunidad.
Sasuke y Naruto se marcharon pero ellos no se movieron, simplemente se quedaron mirando a la mujer y al chico, que se abrazaron en un acto de consuelo por parte de él.
Una sonrisa se formó en sus labios.
-Neji déjame tu móvil.
El ojiperla sonrió de medio lado, conocía bien a Gaara para saber lo que iba a hacer así que le dejó el móvil.
El pelirojo sacó fotos a la pareja mientras se besaban y se abrazaban y luego se volvió hacia su amigo.
-Vamos a tu casa, tenemos que acabar antes de que Uchiha vuelva a la suya.
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Dos horas después Sasuke llegaba a su casa encontrándose con su hermano que salía del garaje.
-Volviste a casa-dijo con pereza-creí que me habías hecho el favor de esfumarte y no volver.
Itachi sonrió.
-En realidad estoy solo de pasada pero me alegra saber que me extrañas hermanito-contestó-por cierto, estuve hablando con la chica esta, ¿cómo se llama?...ah, sí, Sakura, la encontré por la calle y cambiamos unas cuantas palabras, me alegra saber que mi hermano es un alumno aplicado.
-Hmp.
-Es simpática, tal vez algún día le pida una cita.
Sasuke miró a su hermano con las cejas alzadas, de verdad que Itachi no tenía remedio, le gustaban las mujeres voluptuosas pero sentía una especie de obsesión por las feas, sin saber por qué el hecho de que demostrase interés por Sakura le molestó.
-Hmp, haz lo que quieras.
Ni siquiera se despidieron cuando Itachi agarró el coche y se fue.
Iba sumido en sus pensamientos cuando llegó al jardín y se encontró con ese espectáculo.
El césped estaba lleno de fotos de su madre liándose con su amante.
¿Qué significaba aquello?

19.

Sakura caminaba en completo silencio por la calle.
Hacía cuatro días que Kristen se ''había marchado'' y dos días que Sasuke no había aparecido por la Universidad.
Preocupada como estaba fue a preguntarle a Naruto por su amigo pero el rubio se limitó a decir que solo sabía que estaba enfermo.
Por otra parte, su móvil estaba lleno de mensajes enviados por él a Kristen en los que le preguntaba cómo le iba su estancia en Estados Unidos, mensajes que Ino calificó como excusa para poder mantener el contacto con su pseudónimo.
¿Tal vez Sasuke estaba mal por qué Kristen se había ido? lo dudaba, bien sabía, o creía saber, que el pelinegro amaba a Kristen pero Sasuke no era de esas personas que se encerraban en casa dando muestras de debilidad.
En esos dos días no había ido a la casa del pelinegro por propia petición de él a través de su rubio amigo y ella había hecho caso sin insistir.
La verdad es que todo aquello era sumamente extraño y le costaba entender cuál era el motivo de la ausencia del chico.
Apenas si había llegado a la Universidad cuando vio que en la entrada se agolpaban un montón de alumnos y se quedó de piedra al ver que, unos metros más allá, se encontraba Itachi, el hermano mayor de Sasuke, hablando con Tsunade, la directora.
¿Qué significaba aquello? ahora sí que temía que a Sasuke le hubiese pasado algo malo.
Se acercó y a lo lejos vio a Hinata, se acercó a ella.
-¿Qué sucede? ¿por qué está aquí el hermano de Sasuke?
Hinata se giró hacia Sakura y le tendió un papel tamaño cartel, al verlo Sakura se quedó muda.
En él aparecía una mujer pelinegra, de unos treinta y tantos años liándose con un chico de unos veintisiete años.
Sakura la reconoció de inmediato, era Mikoto, la madre de Sasuke.
Se llevó una mano a la boca, ¿qué era aquello?
-Las encontraron hoy a la mañana esparcidas por toda la Universidad y en algunas ponía: ''La zorra madre de Uchiha'', nadie sabe quién lo ha hecho y es por eso que Itachi está aquí-aclaró la peliazul.
Ahora todo empezaba a cobrar sentido, pero si las fotos habían sido encontradas esa mañana, ¿cómo es que Sasuke llevaba faltando dos días?
Ni si quiera Yoko le contestaba al teléfono para hablar.
No había más remedio, aprovechó que Itachi se alejaba de la directora y fue a hablar con él.
-Ah, hola Sakura-saludó él.
Itachi no parecía un Uchiha, era muy simpático y para nada frío, por lo que hablar con él resultaba muy fácil.
-¿Está bien, Sasuke?-preguntó la chica.
La cara del Uchiha se ensombreció un poco pero luego volvió a sonreír.
-Perdona por no haber llamado pero este escándalo nos tiene absorbidos y mi padre ha prohibido a Sasuke salir de casa-contestó él.
-¿Prohibir?
Itachi miró a ambos lados y luego se inclinó hacia ella, tan cerca que la hizo sonrojar.
-No es algo que pueda contar-le susurró al oído-pero me fío de ti, sé lo que has hecho por Sasuke y se ve que eres buena persona, pero ahora no es el momento, las cosas están muy recientes y todavía no sabemos quién ha sido el que ha divulgado estas fotos.
Sakura asintió.
-Bueno Sakura-dijo él irguiéndose-ahora debo irme, tal vez algún día quieras quedar para hablar, me pareces alguien interesante.
Las mejillas de la ojijade se pusieron al rojo vivo, ¿Itachi invitándola a salir? bueno en eso si que se parecía al resto de los Uchiha, le gustaban mucho las mujeres, pero...¿ella? bueno, quizás solo quería como amigos, no debía ser tan mal pensada.
-Sí, tal vez-susurró.
Itachi se marchó después de dedicarle una sonrisa.
Sakura se quedó quieta en el sitio, no le gustaba aquella situación y no pudo más que recriminarse el hecho de haber hecho desaparecer a Kristen, Sasuke la necesitaba y aquel exceso de mensajes solo quería decir que el pelinegro necesitaba su apoyo y ella como una imbécil lo había ignorado.
Se sintió la peor basura del mundo.
En ese momento alguien pasó por su lado y se chocó con ella.
La pelirosa alzó la vista y se quedó helada al ver allí al primo de Hinata, a Neji.
¿Qué hacía el pelimarrón allí?
La mirada fría del chico se clavó en ella con desprecio y Sakura no pudo más que temblar, agradecía que él no la reconociese.
Tras ese breve intercambio de miradas el ojiperla se marchó dejándola temblando.
Se obligó a reponerse, siendo Sakura ni él ni Gaara le harían nada malo.
Aún así sentía curiosidad por lo que estaba haciendo Neji.
Dirigió la vista hacia el lugar del cual se suponía que había salido el pelimarrón y se extrañó al ver que era de uno de los almacenes de la limpieza que había en el exterior de la Universidad.
¿Qué había estado haciendo allí?
Un mal presentimiento la invadió, la presencia de Neji no auguraba nada bueno.
Con algo de nerviosismo se fue acercando hacia dicho almacén, al parecer no había nadie ya que todo estaba a oscuras, así que entró, confiada.
Pero justo en el momento que entró en la estancia la puerta se cerró de golpe y la luz se encendió.
-Mira nomás quién está aquí.
Su sangre se heló al ver que justo delante de sus narices estaba Gaara, sonriendo.
Lentamente se fue acercando a la pelirosa y el instinto de ella la obligó a retroceder hacia la puerta pero esta se había cerrado con algún tipo de mecanismo.
-¿Qué haces aquí?-preguntó con la voz trémula de puro miedo.
Gaara intensificó su sonrisa mientras la acorralaba contra la pared.
-¿No te has fijado?-preguntó señalando al cuarto.
Los ojos de la pelirosa se enfocaron en una pila de papeles que había al fondo.
Gaara cogió uno de los papeles y se lo mostró.
Era la misma foto que le había enseñado Hinata.
-Fuiste tú.
Él sonrió macabramente.
Sakura nunca se había sentido así, ese sentimiento de tener delante a la persona que le estaba causando daño a la persona amada, la ira la invadió y se lanzó a por el pelirojo, pillándolo por sorpresa.
-¡Eres una basura de persona!-gritó arañándole la cara-¡¿por qué haces esto?!
-Fue muy divertido-dijo él-conocía a la madre de Sasuke de vista y fue una completa sorpresa encontrarme con eso, el punto débil de Uchiha.
Sakura se quedó quieta, ¿cómo sabía eso Gaara? nadie conocía el tema aparte de los más allegados de la familia, y ella.
¿Entonces cómo es que él tenía esa información?
Gaara aprovechó la distracción de la chica y volvió a tomar el control sobre ella, agarrándola fuerte por los brazos.
-La verdad no entiendo que le veis al Uchiha-dijo con odio-pero tú, él nunca se fijaría en ti, mira cómo eres, eres fea.
La pelirosa estaba paralizada de miedo, no sabía que le haría el pelirojo esta vez.
-¿Pero sabes? siéntete contenta zorra, porque me vas a servir de juguete.
Con un brazo Gaara la inmovilizó y con la mano libre manoseó los pechos de la pelirosa.
La chica reaccionó rápidamente intentando zafarse pero le fue imposible, Gaara le rompió la blusa del uniforme dejando al descubierto su sujetador rojo.
-No estás tan mal, después de todo-dijo llevando su lengua al escote de la chica.
Sakura pataleaba y forcejeaba pero el amarre de él seguía fuerte, las lágrimas empezaron a resbalar por su rostro.
-Ya verás que disfrutarás perra-dijo él.
Sakura movió la cabeza desesperada, en busca de algo para librarse de él y lo encontró.
A escasa distancia había una pequeña silla y si lograba estirar un brazo conseguiría agarrarla.
Lo intentó y agarró una pata y haciendo uso de toda su capacidad la alzó y golpeó a Gaara en la nuca, dejándolo inconsciente.
Se levantó como el rayo y se apartó de él.
Tenía que encontrar el interruptor que accionaba el pasador eléctrico para abrir la puerta.
Lo encontró al final y al salir ni se fijó en si Gaara seguía vivo, solo salió completamente asustada del cuarto.
-¿Sakura?
Itachi la miraba asombrado.
La chica tenía toda la ropa removida y la blusa rota, dejando al aire su escote, por el cual se perdió la mirada del pelinegro, pero luego volvió a fijarse en la cara sollozante de la chica, vio la sangre, tenía un labio partido.
-¿Qué pasó?
-Él...quiso...él...
Sakura era incapaz de articular palabra y acabó abrazándose al Uchiha quien le devolvió el abrazo preocupado.
-¿Quién te hizo esto?
-Quería violarme...-fue lo único que logró decir-quise defender a Sasuke...fue él...las fotos...fue él...
Tal era el estado de ella que la chica era incapaz de controlar lo que decía.
Itachi se quedó impactado.
-¿Quién fue Sakura? ¿Está allí dentro?-dijo moviéndose hacia el lugar indicado.
-¡No, no quiero ir!-exclamó la pelirosa.
Itachi se la quedó mirando y luego la condujo hacia donde estaba su coche.
-Hentaro-dijo refiriéndose al chófer-lleva a Sakura a mi casa, yo debo solucionar algunas cosas.
Dicho esto metió a la pelirosa en el coche y cerró la puerta.
-------
Estaba frustrado, abatido, enfadado, iracundo y demás emociones negativas.
En cuanto pillase al que había hecho eso lo mataría.
Y es que hacía apenas tres días alguien había dejado en su jardín un montón de fotos de su madre besándose con su nuevo novio.
Eso enfureció a su padre que lo primero que hizo fue llamar a Mikoto.
Esta se presentó en la mansión, al día siguiente, de inmediato, sin su amante.
La había escuchado, no la vio porque se negó a bajar cuando ella llegó, no quería verla, la odiaba.
Pero el hecho de escuchar la voz de su madre después de tantos años lo sumió en una tristeza que él mismo creía haber olvidado hacía años, ni si quiera podía compararse la tristeza de ese día con la que tenía su voz cuando la vio.
Escuchó por horas los gritos despectivos de su padre y las contestaciones cargadas de angustia de Mikoto, maldita ramera, nunca los dejaría en paz.
Luego escuchó la voz de Itachi poniendo orden y echando a su madre de casa, que se fue en medio de sollozos.
Sasuke pegó un puñetazo en su almohada.
De eso hacía ya dos días y era incapaz de sacar de su cabeza la sensación que sintió al escuchar la puerta de su casa cerrándose cuando Mikoto la abandonó.
Justo la misma sensación de pérdida que sintió cuando Kristen se fue la semana pasada.
Su vida era un asco, se había dejado dominar por los engaños de las mujeres.
Porque la pelirosa era igual que su madre, una vez se hubo ido se desentendió de él, solo había jugado con él, solo fue capaz de mandarle un saludo a través de Sakura y nada más.
Pero no tuvo tiempo de seguir lamentándose ya que en ese momento se montó un revuelo en la entrada.
Hentaro entró a grito pelado llamando por Mair.
¿Qué habría pasado?
La curiosidad lo venció y bajó a toda prisa.
La escena lo dejó boquiabierto.
-Señorito Sasuke, su hermano me mandó traerla aquí, al parecer alguien intentó violarla.
Los ojos de Sasuke se mantuvieron fijos en aquel delgado cuerpo temblante que estaba frente a él.
Sakura tenía toda la ropa removida y la blusa rota mostrando un sujetador rojo que tapaba unos bellos pechos.
Pero lo que realmente lo asustó fue su cara, tenía un labio partido y lloraba, sus ojos demostraban un profundo terror.
El corazón se le paralizó, quiso abrazarla y decirle que todo iba bien, que nada pasaba, que ahora estaba con él y nada le pasaría.
Se sacudió la cabeza, ¿por qué pensaba en eso? no, no, no podía pensar esas cosas, él no era así.
-Sasuke...-susurró la chica.
Fue una voz tan rota que lo impactó y apenas si se dio cuenta cuando ella se refugió en sus brazos.
-Gaara, fue Gaara el de las fotos...-continuó atropelladamente-y...el que quiso...violarme.
Los ojos de Sasuke se abrieron de par en par mientras inconscientemente la abrazaba, la ira se fue apoderando de él, ese imbécil había firmado su sentencia de muerte.

20.

Sakura lloraba fuertemente sobre su pecho mientras la ira cada vez se iba adueñando más de él.
-¿Dónde quedó ese imbécil?-preguntó en un susurro cavernítico.
Por toda respuesta solo recibió los sollozos y jadeos por parte de ella.
-Señorito Sasuke, yo creo que la señorita necesita tomar una infusión y recostarse un momento, está muy alterada-dijo Mair.
Sasuke miró a la sirvienta y luego bajó la mirada hacia la pelirosa, todo su cuerpo temblaba en violentos espasmos y tenía los ojos abiertos de par en par, clavados, en un punto fijo, inertes y vacíos.
Fue como recibir un golpe directo en el corazón, la chica estaba completamente destruida.
-Mair, tráele una tila a mi cuarto-acabó por decir-Hentaro, vuelva a donde mi hermano, ya lo conoce, es capaz de cualquier cosa.
El chófer salió como una centella y Mair se fue a la cocina.
Él agarró con fuerza el cuerpo de la pelirosa, que amenazaba con derrumbarse y la subió hasta su cuarto.
-Túmbate aquí-dijo tendiéndola en la cama-y ahora por favor relájate.
Sakura cerró los ojos tratando de hacer caso pero era imposible, la mirada demoníaca de aquel sujeto aparecía una y otra vez.
-Por Dios Sakura-murmuró él-¿qué pretendías yendo donde ese sujeto?
La chica lloró con más fuerza.
-Yo sabía que era él el de las fotos y quise detenerlo-dijo la pelirosa-pero no pude yo...
-¡Joder!-dijo él dando un puñetazo a la pared.
Ella continuó llorando y él se la quedó mirando.
No quería verla así, odiaba verla así, nunca nadie había hecho tanto por él.
Se sentó al borde de la cama y le agarró una mano.
-Ya no llores-murmuró.
Aquello era difícil para él ya que nunca se mostraba comprensivo con nadie.
La pelirosa se levantó y se abrazó a él, lo necesitaba, necesitaba el calor y el cariño de Sasuke.
Él la envolvió con sus brazos.
-Los siento-dijo ella mirándolo a los ojos-fui una torpe.
Sasuke sonrió de medio lado, era fascinante mirarla desde tan cerca a los ojos, vidriosos y brillantes y en ese momento, fuera de lo que él llegase a pensar, le pareció la chica más hermosa del mundo.
En ese momento la puerta del cuarto de Sasuke se abrió y por ella entró Yoko, con una mueca de horror y con lágrimas inundándole la cara.
Los dos se separaron de inmediato.
-¡Sakura! me lo contaron todo-dijo lanzándose hacia la chica-de verdad que lo siento, si yo hubiese sabido cómo era mi novio...nada de esto...nada de esto hubiese pasado.
La pelirosa abrió los ojos de par en par, ¿novio?
-Gaara era mi novio-aclaró la pelinegra-y digo era porque en este mismo instante voy a matarlo.
Justo cuando iba a salir por la puerta Sasuke la frenó.
-¿Qué quieres que te haga algo a ti también? hmp, mira que eres inocente.
-Suéltame Sasuke, ¿qué no entiendes que tengo que partirle la cara a ese infeliz?
-No vas a ir porque el que tiene que solucionar algo con ese gilipollas soy yo, quédate con Sakura.
Pero antes de que el pelinegro llegase a salir Sakura se lanzó hacia él y lo abrazó por la espalda.
-¡No!
Sasuke se quedó estático, aquel contacto repentino hizo que todas sus entrañas se removiesen en una sensación muy cálida.
Sakura se aferró a él con fuerza, no le dejaría ir con Gaara, no.
-Sakura, suéltame-dijo él.
Pero lejos de eso la pelirosa se aferró a él con más fuerza.
-Creo que mejor me voy-dijo la pelinegra.
Ese era un asunto que ellos tenían que discutir hace mucho tiempo, lo supo por la cara de la pelirosa y no pudo más que desearle toda la suerte del mundo.
Los dejó solos, cerrando la puerta de un portazo.
-No vayas-susurró la pelirosa-no vayas.
-¿Y por qué no debería hacerlo?-preguntó él, molesto-ese idiota se merece una buena golpiza, ¿qué ahora lo defiendes después de lo que te hizo? ¡Y ahora todo el mundo sabrá que soy hijo de esa puta!
-Quédate aquí, por favor-casi suplicó ella-quédate conmigo.
El tono de suplica de la chica lo obligó a voltearse poco a poco y quedársela mirando.
Esos ojos que se escondían tras aquellas gafas, era como si fuesen las piedras más hermosas del mundo, el corazón le latió a un ritmo desbocado obligándolo a tragar grueso.
Sacudió la cabeza y apartó la vista de ella, ¿qué coño le pasaba? ya estaba bien de estupideces,
-Dame una sola razón para que me quede, es más explícame por qué-dijo él-¿por qué defenderme cuando yo siempre me he reído de ti?
Ella lo sabía, pero no podía evitarlo, ya no quería ocultarlo por más tiempo.
-¡¿Qué por qué?! ¡Es obvio! ¡Realmente no pensé que serías tan tonto Sasuke!-estalló.
El pelinegro se quedó de piedra, ¿lo había llamado tonto, a él?
-¿Y según tú por qué soy tonto, eh?-preguntó él.
-Pues porque no te das cuenta de nada-contestó ella más calmada.
Ya no aguantaba más, ya no podía más con todo lo que estaba pasando, si seguía así se volvería loca.
-¡De que me tengo que dar cuenta! ¿Qué pasa con las mujeres de tu familia, eh?-preguntó-siempre igual de extrañas, en fin, solo queréis jugar conmigo.
Tenía razón, ella había estado jugando con él, pero eso acabaría.
-Nadie juega a nada-contestó.
-Eso díselo a tu prima, tanto que me quería y ahora que se fue ni una llamada, ¡empiezo a creer que era una cualquiera que se me arrimaba solo por sexo!
Aquello encendió por completo la ira de la pelirosa que dio un paso adelante y se plantó delante de él.
-¡Mira nene! date cuenta de una vez que las mujeres no tenemos culpa de lo que pasó con tu madre, y a saber que tuvo que aguantar ella, con un hijo como tú yo también me hubiera ido de casa y en cuanto a mi prima, tú no sabes nada, como siempre, no ves más allá de tus narices.
Se calló de inmediato, llevándose una mano a la boca, la cara de Sasuke se había vuelto inexpresiva, fría, como nunca lo había visto.
La taladraba con la mirada, como se atrevía esa estúpida a tratarlo así y decirle esas cosas, ¿qué sabía ella de lo que había pasado en su casa y lo que Kristen y él tenían?
Sakura sintió que debía marcharse de allí de inmediato, en ese momento odiaba a Sasuke, lo odiaba a él y se odiaba a sí misma, quería desaparecer de la faz de la tierra.
-No sé como las chicas se fijan en ti con lo machista que eres-dijo intentando sonar fría-yo me largó de aquí.
Pero antes de que lograse incluso moverse él le agarró el brazo con fuerza.
-¿Quieres saber por qué están locas por mí? ¿Tanto quieres saberlo?-bramó furioso-pues te lo voy a mostrar.
Sin menor preámbulo la empotró contra la pared y estampó sus labios contra los de ella.
La pelirosa abrió los ojos de par en par.
Quiso soltarse, pero él no la dejó, apretándola con más fuerza.
¿Qué se creía Sasuke que hacía? tenía que soltarse, debía soltarse.
Pero cada segundo el grito de su mente era menos intenso, sus sentimientos empezaban a ganarle por goleada.
El corazón empezó a latirle a tal ritmo que creyó que se le escaparía del pecho.
Sus labios se movieron sobre los de ella al principio con desenfreno, pero allí había algo que no estaba bien, aquello le resultaba tan familiar, poco a poco fue perdiendo la consciencia y dejando de lado la ira para sumergirse en el beso que le daba a la chica.
Los labios de Sakura eran suaves y a cada roce hacían que él se descentrase más, era como una droga.
Sus manos se movieron hacia la cintura de la chica con posesión, abandonándose a lo que su corazón le mandaba.
Sakura cerró los ojos y le pasó los brazos por el cuello.
Se sentía una basura, una basura sin voz ni voto, todo iba mal y ya no quería seguir así.
Lo amaba y estaba consiguiendo lo que quería, Sasuke se fijaba en ella, la besaba con dulzura, tal y como hacía con Kristen.
Ella no se lo merecía, no se merecía que él la quisiese porque lo había engañado.
Aquello no le daría la felicidad a nadie, ya no quería engañarlo más.
Se separó de Sasuke con los ojos llenos de lágrimas, aquello debía acabar, aunque él la odiase y esa se sumiese en el más negro de los agujeros.
El pelinegro la interrogó con la mirada.
Estaba seguro de que ella disfrutaba el beso tanto como él, sonrió de medio lado, menuda ironía, ¿qué tenían las Haruno?
Contempló a Sakura, días atrás le hubiese asqueado, ni la habría mirado, pero en ese momento lucía ante él como la mujer más linda del mundo.
Quería protegerla, como ella había hecho con él, y no se avergonzó de reconocerlo sino más bien se reprochó a sí mismo no haberse querido dar cuenta antes y haberla herido, ni siquiera Kristen había hecho actos como los que su prima había hecho.
-Hmp, ¿qué pasa?
Lo reconocía, pero nunca lo diría.
La sonrisa de medio lado le dijo a Sakura todo lo que tenía que saber.
Estúpida, estúpida, todo había acabado mal, había jugado con él.
-Ya no aguanto más Sasuke-soltó en pleno llanto-nunca debimos conocernos.
El pelinegro se quedó a cuadros, en verdad no entendía los cambios de esa chica.
-¡Soy una mentirosa!-gritó la chica.
-¿Por qué?-preguntó.
Sin previo aviso se separó de él y se quitó la gorra, dejando a Sasuke atónito.
Debajo de la gorra aparecieron dos moños de pelo de color rosa.
Sakura había desaparecido y delante de él estaba la mismísima Kristen.
No se movió, solo se limitó a mirarla, se negaba a creer lo que sus ojos le decían.
Se sintió vacío.
La pelirosa se desesperó al ver que él no reaccionaba, que no decía nada.
-Di algo, por favor, grítame si quieres, pero dime algo.
-No...-quiso decir, pero las palabras no lograban salir de su boca.
No sabía que decir, ni siquiera lograba comprender aún lo que le mostraban sus ojos.
La gorra y las gafas de Sakura quedaron tiradas en el suelo mientras ella lloraba.
-Yo soy Kristen-dijo.
Sasuke se llevó una mano a la cara, todavía incapaz de reaccionar.
Sakura y Kristen...eran la misma persona, tal y como él había creído.
No sabía ni como sentirse, ni siquiera sabía por dónde le daba el aire.
Se sintió fuera de lugar, otra vez, otra vez utilizado.
-¿Cómo?-fue lo único que salió de su boca.
La pelirosa agachó la cabeza.
-Nunca debió pasar-dijo-nunca, yo...Sasuke, yo...
En ese momento perdió la paciencia.
-¡Por qué lo has hecho joder!-exclamó-¡por qué!
Sakura aguantó aquel ataque como pudo, se lo merecía.
Esperó a que Sasuke se calmase y empezó a contarle paso a paso el por qué todo había acabado así.
-Fue por trabajo, no quise que nadie supiese de que era camarera e Ino me ofreció la posibilidad de tener doble personalidad, si yo hubiese sabido...pero ya es tarde, me enamoré de ti y todo se magnificó.
Sasuke no daba crédito a lo que oía, aquello parecía sacado de una telenovela, Sakura se había reído de él, lo había utilizado, tal y como había pasado con su madre.
-Pero yo te quiero Sasuke, es por eso que no podía soportar...
-¿Qué me quieres? ¡Una mierda!-exclamó él agarrándola por los hombros y zarandeándola-¡eres una zorra, una asquerosa zorra!
Ella no hizo nada, lo dejó desahogarse, ¿qué podía hacer? ¿Reclamar? ¿Qué le iba a reclamar ella si todo había sido su culpa? solo se limitó a llorar, por ella y por él.
El dolor que sintió Sasuke en ese momento fue el más intenso de su vida, fue como si le arrancasen el corazón, como si se lo hubiesen roto en pedazos.
Volvió a mirar a Sakura, llorando, incluso en ese momento le dolía verla llorar, pero se lo merecía.
-¡Te quería!-gritó arrebatado por la rabia-¡yo quería a Kristen! y tú... lo debiste pasar muy bien ¿no?
Sakura sintió como todo dentro de ella se resquebrajaba al ver la cara desesperada de él.
-Yo no quería...yo...
-¡Cállate! ¡Eres una zorra mentirosa!-gritó.
La soltó y el cuerpo de la pelirosa cayó pesadamente al suelo.
Estuvieron por un rato en silencio hasta que alguien llamó a la puerta.
Mair entró con la infusión.
-Señorito aquí está...-pero enmudeció al ver la escena.
Sakura tirada en el suelo llorando y él de pie, furioso y desesperado.
Sasuke no esperó más y se largó del cuarto haciendo que Sakura llorase aún más fuerte.
El ojinegro salió a la calle dando un portazo y echó a andar sin rumbo fijo, cegado por sus pensamientos.
La angustia le atoraba todo el pecho hasta dificultarle el respirar.
¿Cómo había podido hacerle aquello? y él como un imbécil había sido engañado.
Él nunca había sido así, era el quién rompía los corazones de las mujeres, el que las dejaba, pero ahora estaba en el papel contrario.
Era un imbécil no solo por dejarse engañar, sino por enamorarse de la verdad y la mentira.
Dio un grito de rabia.
-Imbécil-susurró.
Imbécil por haberse enamorado de un engaño, de aquella sonrisa, de aquellos ojos, de aquel cuerpo, de aquellos labios, de todo lo que eran ellas, las dos mitades.
Así pasó varios minutos hasta que se dio cuenta que sus piernas lo habían llevado hasta la Universidad.
-¡Sasuke!
Itachi estaba cerca de la entrada, parecía agitado.
-No lo hemos encontrado, huyó-dijo Itachi furioso-¿qué tal está Sakura? ¿Llegó bien a casa? cuando encuentre a ese mierda lo mataré.
Pero Sasuke no contestó, en ese momento tenía la vista clavada en lo único que quería encontrar en ese momento.
Gaara estaba a lo lejos, esperando el momento adecuado para escapar, se agarraba la cabeza.
Sin más echó a andar hacia él.
-Sasuke, ¿a dónde vas?-le preguntó su hermano.
No contestó, en ese momento no era dueño de sí mismo.
Gaara lo vio e intentó huir pero Sasuke ya lo había alcanzado y le propinó un golpe fuertísimo en una mejilla.
-¡Cabrón!-gritó mientras se lanzaba a por él.
Gaara no pudo defenderse de la golpiza que le dio Sasuke.
El ojinegro descargaba una y otra vez sus puños, pensando en Sakura, en su madre y en aquel mismo ser miserable.
El pelinegro gritó y se desahogó.
-¡Sasuke, basta!
Era la voz de Itachi pero lo ignoró y siguió golpeando.
Al ver que no hacía caso Itachi lo agarró fuertemente.
-¡Vas a matarlo! tranquilízate.
Solo entonces Sasuke fue consciente de lo que sucedía, Gaara estaba inconsciente en el suelo con la cara amoratada, parecía muerto.
-¡Joder!-gritó-¡joder! ¡Joder! ¡Joder!
-Sasuke, ¿qué te pasa?-preguntó Itachi, preocupado.
El pelinegro lo ignoró, quería estar solo.
Se marchó, sin hacer caso a las llamadas de su hermano.
Nada de aquello volvería a pasar.
Sakura Haruno y Kristen Drave, ambas la misma, se habían muerto para él.
Para siempre.

Greenie:
:O :O :O
NO LO PUEDO CREER...
ESTE CAPITULO FUE EXTREÑO, REALMENTE, OSEA, REALMENTE WAUUUUUUUUU!
ME ENCANTO, ME FASCINO JAJA QUIERO LEER MUCHO MAS :)
ESPERO CON ANSIAS LA CONTINUACION...
ME HAS DEJADO INTRIGADA
UN BESO...

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