Rincón del Artista > Fanfics
Hetalia (Regresando a casa) Cap. 9
EmptyHeart:
Si, bueno. Ya estoy aquí también. Dejaré este intento de fanfic basado en el anime de Hetalia, por lo tanto, los personajes no me pertenecen.
Es un UA. Los personajes que saldrán aquí son: USA, INGLATERRA, FRANCIA... Y Tony.
Serán cortos los capítulos y la historia también.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Capítulo 1
Amplios jardines rodeaban lo que era el hogar de Alfred F. Jones, quien en ese momento disfrutaba de un agradable atardecer, sentado en una de las muchas bancas que se encontraban por todo el jardín. Las puestas de sol eran lo más…
Interrumpió su reflexión al mirar de reojo la figura inconfundible de Tony, su amigo extranjero que se deslizó con cautela por un costado de la casa llevando algo extraño en sus manos.
Alfred frunció el ceño. Hacía días que venía mirando ese raro actuar en su amigo extranjero. Si bien es cierto que de por sí Tony actúa raro, en los últimos días estaba actuando todavía más raro.
Y él, siendo muy curioso, se levantó de la banca e igual de cauteloso, comenzó a seguir a Tony, quien ajeno al seguimiento por parte del ojiazul, entró a la casa y deambulando por pasillos y más pasillos… y después de varios minutos de caminar por los pasillos, llegó a una zona que Tony mismo había diseñado para su uso personal.
El americano se detuvo a prudente distancia y miró desaparecer a Tony por una puerta que se abrió después de pulsar unos botoncitos de un panel incrustado en la pared.
— ¡Rayos!—murmuró el americano— ¿Qué está haciendo? ¿Estará planeando una invasión extraterrestre? ¿Por qué está actuando raro?
Comenzó a convencerse de que su amigo extranjero planeaba una invasión. ¡Traición! Debía hacer algo. Entrar por esa puerta y descubrir los planes que Tony tenía. Seguro detrás de esa puerta había planos, armas… ¿Y qué era esa cosa extraña que Tony llevaba? ¡Un arma extraterrestre de seguro!
Debía…
Ah, pero no ahora. Ahora tenía antojo de una hamburguesa, así que volvería más tarde, cuando Tony saliera esa noche. Desde que comenzó su ir y venir por la casa de esa manera tan misteriosa, el amigo extranjero había tomado la costumbre de salir un par de horas cada noche.
Así, Alfred se retiró del lugar y fue por su hamburguesa. Casi de inmediato, Tony se reunió con él en el comedor porque también gustaba mucho de las hamburguesas, así que cenaron en una dispareja conversación.
— ¿Saldrás esta noche, Tony?
—shdjhsigjks
— ¿Cómo que esta noche no saldrás?—gritó el americano.
—shd jhsi giks
Tony repitió lo anterior dicho porque al parecer, Alfred no le había comprendido bien.
—Oh, ya veo. Todavía se me dificulta entender lo que me dices. Muy bien. Que te diviertas y no te preocupes si te tardas más de lo normal. Ahora, me voy a dormir.
Alfred se levantó de la silla y estirándose sofocó un bostezo… bastante fingido, claro.
—ghjiyuth—dijo Tony.
—Sí, Tony, buenas noches. Nos vemos mañana.
Así, Alfred tomó al pasillo que lo conduciría a sus aposentos y Tony el pasillo que lo sacaría fuera de la casa. El americano esperó impaciente unos minutos en su habitación antes de darse a la tarea de recorrer los ya recorridos pasillos que lo habían llevado antes al área de trabajo de su amigo extranjero.
Al llegar frente a la puerta que era tan llamativa para él, miró el tablero.
— ¿Y ahora qué?—se preguntó en un susurro. Pulsó al tanteo unos botones, pero no sucedió nada— ¿Cuál era la tonadita?
La tonadita de los botones que Tony había pulsado acudió a su mente porque era el tono de un villancico que todos los años se tocaba en navidad, así que no necesitaba ser muuuuy inteligente para recordarlo.
Al pulsar los botones correctos, la puerta se abrió y el ojiazul entró con mucho cuidado. Buscó algún interruptor tocando la pared para encender alguna lámpara y así iluminar el interior que estaba muy oscuro y no veía nada. Así anduvo un rato hasta que sus manos tocaron una palanca. La tanteó con ambas manos dándose cuenta que había un enorme panel incrustado en la pared y que aparte de la palanca, había muchos botones, cientos de ellos.
— ¿Cuál de todos es el de la luz?—gritó casi histérico. Fue recorriendo con los dedos los botones hasta llegar a una parte del panel que era digital, es decir, bastó con pasar sus dedos por encima para que de pronto, muchas lucecitas se vieran brillar en medio de la enorme estancia.
Alfred se volvió dándole la espalda al panel para quedar frente a una estructura brillante. Miles de pequeños foquitos formaban una especie de nave, de tamaño mediano. La luz de los foquitos era roja y tenía el tenue suficiente para no lastimar la vista y a la vez, iluminar todo alrededor.
Muy sorprendido, Alfred miró en torno. Muchos paneles como el que había tocado rodeaban la estancia.
— ¡Invasión!—gritó el americano— ¡Estoy en una nave espacial! ¡Han venido a secuestrarme!
Su mirada detrás de las gafas estaba muy abierta y centrándola en la nave de lucecitas, caminó hacia ella. Era algo que él nunca había visto. Caminó un poco a su alrededor mientras que pasaba la palma de su mano izquierda sobre los foquitos. Éstos cambiaron el color rojo por varias tonalidades. Azul, verde, amarillo, blanco y violeta, a causa de su tacto.
—Es hermoso.
Se entretuvo pasando ahora ambas manos por la nave, quedando cada vez más fascinado. En una de esas, un sonido parecido al que hacen los cristales cuando pegan uno contra otro, se escuchó y Alfred dio un par de pasos atrás para mirar como cerca de él se abría una puerta.
Con una sonrisa de niño travieso, volvió a acercarse y sus manos pasaron de nuevo por donde habían pasado antes. Al pasar sobre ciertos foquitos, la puerta se cerró produciendo el mismo sonido que cuando se abrió.
La abrió y cerró una y otra y otra…. ¡Varias veces! Hasta que finalmente la dejó abierta para ingresar al interior de la nave.
— ¡Qué maravilla!—gritó el cuatro ojos— ¡Esto debe ser mío!
El interior de la nave era todavía más hermoso que el exterior. Aquí, las luces de colores eran intermitentes y el entorno brillaba de una manera que el ojiazul pareció ser uno con ellas.
—Veamos, qué más puedes hacer.
Palmeó con suavidad varios puntos de la nave, pasándose de un lado a otro en cuestión de segundos, sin fijarse siquiera qué efecto tenía el hacer eso, mientras que afuera, en varios paneles se encendieron focos de advertencia y unas finas notas musicales comenzaron a escucharse, como si fuera una alarma, pero adentro, la melodía que formaron esas notas fue para Alfred algo muy bello, así que continuó su pulsación en las paredes de la nave hasta que sus manos dieron con el área prohibida.
Una vez que pulsó allí, no hubo forma de detener aquello. Las paredes de la nave comenzaron a transformarse y los miles de foquitos desaparecieron para dejar solamente un círculo de luz en donde se mezclaron los colores. Estas luces fueron compactándose, encerrando a Alfred en una línea de luz.
Los intentos del americano por escapar fueron nulos. La línea de luz fue haciéndose cada más delgada hasta llegar al punto de desaparecer y no quedó rastro ni de la nave, ni de la luz… mucho menos de Alfred.
En cuanto la nave… o lo que fue la nave y Alfred desaparecieron en medio de una bella melodía, los paneles dejaron su actividad, la melodía dejó de escucharse y todo volvió a la oscuridad…
'''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''
Sin duda, continuará x.x
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Nostalgie:
Oooh, que primer capítulo tan interesante, aunque siendo sincera, no he visto todas las temporadas de esa serie, sólamente dos xD pues admito que me da pereza por la cortísima duración de los capítulos xD
Pero esta está en UA, más fácil para mi comprensión, creo.
La conti promete mucho, así que la espero.
Saludos xD
EDT: Nah, me queda mejor el azul xD
Como antes.
¿Ya mero conti?
Enigma:
Jajajaj, ¡qué bien! un fanfic de Hetalia! Oh, ya me había asustado. Creí que aquí era puro Naruto. Muy lindo el primer capítulo e interesante, además de que está algo misterioso. ¿Qué era esa nave hecha a base de foquitos que se llevó a Alfred? ¿Y a donde se fue? ¿Por qué? En qué cosa está trabajando Tony? ¿Es de veras una invasión por su parte?
¡Qué aterrador! Waaa, ¿será de veras que Tony se propone una invasión a la tierra... estilo la película? Ahahaha, quiero saber ya que más sucede.
¿Nos pondrás conti rápido?
¡Soy fan de Hetalia! Hnn, veo que aquí se le quiere poco xDDDD
EmptyHeart:
Actualizo.
Capítulo 2
Sintió que algo correteaba por encima de su brazo y ese algo llegó a su hombro, en donde saltó a su pecho. Pudo sentir que ese algo olfateaba su ropa, pero él no podía abrir los ojos porque un dolor agudo de cabeza le hacía palpitar las sienes y hasta sintió rodar sus ojos dentro de sus órbitas, lo cual por supuesto, era solo su imaginación.
El algo intentó introducirse dentro de su ropa, así que eso fue suficiente para que en un esfuerzo, abriera por fin los ojos al mismo tiempo que utilizaba su mano izquierda para tomar el insistente algo que quería colarse adentro, hasta su piel.
Levantó al algo y los brillantes ojos rojos de una rata lo miraron con maldad.
— ¡Aaaaah!—gritó Alfred F. Jones— ¡Una rataaaa!
Y haciendo uso de su auto-desconocida fuerza, lanzó a la rata contra una de las paredes que lo rodeaban y el estrellarse del pobre animal se escuchó crujiente.
Ahora fue que sintió el frío y duro suelo contra su espalda y aún sin levantarse, miró hacia arriba. La estructura del techo le pareció familiar. Fue rodando la mirada a su alrededor y con dicha acción descubrió que también las paredes de la estructura le eran familiares.
— ¿Por qué estoy en el subterráneo de una de mis bases secretas?—se preguntó bastante confundido.
Se sentó y volvió a mirar a su alrededor. Efectivamente, estaba en lo que parecía ser una de sus bases secretas. ¿Cómo había llegado allí? Se llevó las manos a la cabeza y masajeó sus palpitantes sienes tratando de recordar…
—Luces—balbuceó frunciendo el ceño por el esfuerzo de recordar—muchos foquitos… ¡La nave!
Sus azules ojos se abrieron ante los recuerdos y dando un salto, se levantó con rapidez y agilidad.
— ¡La nave! ¡La invasión! ¡Tony!—Siguió balbuceando mientras comienza a caminar por el ancho corredor de la base buscando la salida.
Se detuvo después de unos minutos de vagar por otros corredores similares.
—Creo que me perdí.
Tratando de recordar los planos de la base, retomó la marcha, pero siguió perdido. Francamente no recordaba el plano. Lo había estudiado, pero ya se le había olvidado, aunque sabía que por algún lado existía una salida.
Llegó a una zona que mantenía una estricta vigilancia a base de cámaras, pero él ni siquiera lo notó, así que se adentró a ella y casi de inmediato, una sirena a modo de alarma se escuchó por toda la base y una fastidiosa voz femenina repitió:
“Intruso” “Intruso” “Intruso”
La actividad humana no se hizo esperar y pasos corriendo desde varios lados de la base se escucharon. USA casi se sintió feliz de la capacidad de sus hombres para responder a la alarma, sin darse cuenta que él era el intruso.
No se dio cuanta sino hasta que se vio rodeado por varios hombres armados y uno de ellos le gritó:
— ¡No se mueva! ¡Levante los brazos!
— ¡¿Qué!?—gritó USA entre sorprendido e irritado— ¿Qué les pasa? ¿Por qué me dan órdenes?
E intentó salir del círculo. Muchas armas le apuntaban y estaban a punto de ponerlo nervioso… Okey, lo pusieron nervioso cuando éstas se acercaron más a él dispuestas a dispararle.
—¡¡Dejen de hacer esto!!—Ordenó enfadado— ¿No me reconocen? ¡¡Soy USA!! ¡Su dueño, amo y señor!
Los rostros de todos sus hombres se acercaron a él para inspeccionarlo.
—Como que sí se parece—dijo uno.
—No, en nada. Éste está muy feo—dijo otro.
—Además—dijo otro—Nuestro USA está ahora en el comedor cenando.
— ¡Es un impostor!—opinó otro— ¡Hay que matarlo!
— ¡Un momento!—gritó Alfred sudando frío— ¿Cómo voy a estar en el comedor si estoy aquí? ¡Soy yo!
—Saldremos de dudas—habló por fin el que parecía el líder del escuadrón. Levantó la mano y enseguida, una laptop fue puesta delante de él sostenida por uno de sus hombres. El líder la encendió e inmediatamente en la pantalla apareció su dueño, amo y señor… así era como se autoproclamaba USA.
—Disculpe que interrumpa su cena, señor…
—Sí, ¿qué pasa?— y aunque Alfred no podía verse en la pantalla, pudo reconocer su propia voz.
—Hemos capturado a un individuo que se hace pasar por usted.
— ¿Oh, de veras? ¡Esa es una blasfemia! ¡Nadie existe como yo! ¡Llévenlo al calabozo para su ejecución! ¡Es un delito que alguien quiera hacerse pasar por mí!
—Bien, ya escucharon—dijo el líder del escuadrón mirando a Alfred— Será ejecutado por órdenes superiores—ustedes—señaló a dos de sus hombres—llévenlo al calabozo.
— ¡No pueden hacerme esto!—se defendió Alfred, pero de nada le sirvió. Los dos hombres lo tomaron por los brazos, uno de cada lado y casi lo arrastraron sacándolo de la estancia mientras los demás se retiraban— ¡Cometen un error! ¡El otro es el impostor!
Y mientras lo conducían al calabozo, no dejó de repetir lo mismo, pero los hombres ignoraron sus argumentos, entonces, esa fuerza descomunal de la que parecía no ser consciente vino en su rescate y ejerciendo fuerza en sus brazos, empujó a los dos hombres y ellos, tomados por sorpresa, fueron a dar contra las paredes del pasillo que recorrían.
El ojiazul aprovechó y salió corriendo de allí, alejándose por el largo pasillo mientras los hombres hacían funcionar sus armas. Alfred sintió, más que ver, como las balas pasaban a su lado, así que no se detuvo y corrió por los pasillos.
La alarma fue activada de nuevo y la molesta voz de: “Intruso”, volvió a escucharse, pero ya Alfred había encontrado una salida mediante una escalera de fierro, la que trepó para llegar a la tapadera de una alcantarilla que conducía directamente a una de las calles de la ciudad.
Bajo sus pies, las balas se estrellaron contra el metal de la escalera. Alfred empujó la pesada tapadera, la que no fue dificultad para él y salió a la calle colocando de nuevo la tapadera en su lugar, sin ser consciente que un auto venía contra él y el frenado repentino de las llantas hizo un escalofriante sonido contra el asfalto.
Alfred saltó hacia atrás para evitar que el frente del auto lo arrollara y una de las llantas del auto quedó sobre la tapadera de la alcantarilla cuando finalmente se detuvo, evitando de esta manera que los dos hombres, y otros más que se habían unido a su captura, pudieran salir a la calle por ese conducto.
— ¡Idiota!—gritó el conductor del auto intentando salir del auto, pero fue detenido cuando atrás de él se estampó otro auto que no alcanzó a frenarse a tiempo.
Alfred no se detuvo a ver lo que había ocasionado. Abandonó el lugar sin pérdida de tiempo, corriendo por las calles, bastante turbado por lo sucedido.
— ¿Qué pasa?—se preguntó una y otra vez— ¡Esta es una pesadilla! ¡Estoy en mi cama! ¡Tengo que despertar! ¡Es el principio de la invasión! ¡Seguro y sí!
Después de mucho correr, tuvo que detenerse sofocado. Algo desorientado, miró en donde estaba. La calle estaba semioscura y abandonada, lo que decía que ya era bastante noche. Se sintió sediento y cansado por la carrera. Jamás había corrido tanto.
Su mirada azul se posó en un gran depósito de basura y hacia él se dirigió. No entró a éste, pero sí se acurrucó a un lado, tratando de ocultarse y no llamar la atención. Necesitaba descansar y pensar en los locos acontecimientos que le estaban sucediendo.
No entendía nada. Después de aquellas luces que se lo habían tragado, todo su mundo había cambiado.
—Necesito ayuda—se dijo por último y el cansancio lo rindió al sueño.
Unas manos lo despertaron…
— ¿Está muerto?—escuchó una voz infantil y al abrir los ojos, se encontró con dos pares de ojos que lo miraban mientras las manos de una joven tocaban el pulso de su muñeca.
Al verlo despertar, la joven y un niño que estaban casi sobre él se retiraron rápidamente y se echaron a correr dejándolo allí.
— ¡Hey!—gritó USA levantándose todo entumecido por haber permanecido en una misma posición toda la noche— ¡No se vayan! ¡Necesito ayuda!
Pero ya los chicos se perdían en la distancia. Alfred también salió de esa calle. Mientras caminaba sin rumbo, su estómago le gruñó de hambre. Necesitaba comer algo. Necesitaba un baño. Necesitaba… muchas cosas.
Pasó cerca de un lujoso auto cuya puerta estaba siendo abierta en ese momento para que alguien, al parecer muy importante, bajara. De reojo miró descender unos pies calzados con un elegante calzado.
Alfred se detuvo y ya con plena mirada enfocada en el auto y su importante dueño, descubrió que se trataba de alguien muy conocido por él. El gusto que le dio verlo fue reconfortante y se sintió a salvo.
—¡Iggy!—gritó al reconocer a Inglaterra—¡Iggy, gracias a Dios que te encuentro!
Pero el rubio cejón ni siquiera volteó a verlo. Como si no lo hubiera escuchado, se alejó de Alfred sin prestarle atención.
¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨
De nuevo, continuará x.x
222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222
OMG, me da gusto que a dos personas les guste esto ,D Gracias a los a las dos por leer.
Saludos.
Enigma:
Heeeey!! ¡Es genial la conti! Me quedé aún más intrigada. ¿A dónde llevó esa nave al americano? ¿Despertó en una de sus bases, pero resulta que es un desconocido? ¿Y hay otro Alfred?
Kiaaa, esto está poniéndose muy interesante. Ese final...
¿Por qué Iggy pareció no escuchar a su antigua colonia? Conti, conti, conti.
xDDDD por favor, no tardes. ¿No hay manera de que me envíes toda la historia por mp? xDDDDD
¡Eso me encantaría!
Navegación
[#] Página Siguiente
Ir a la versión completa