Rincón del Artista > Fanfics

[+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]

<< < (8/10) > >>

Dresti:
Hola, aki keda el capi, siento la demora, el proximo lo traere mas rapido, nos vemos^^

39.

Sakura tenía la mirada perdida en algún punto inespecífico de la pared que quedaba enfrente de su puesto en la barra de la discoteca, pensaba en Sasuke y en Mikoto y en qué motivos podía haber tenido el secuestrador, o secuestradores, para hacer lo que hicieron, él se negaba en redondo a hablar sobre el tema y ella ya no sabía que más hacer para obtener información.
-Juro que es imposible-Ino se acercaba a ella gritando y maldiciendo de tal manera que se la oía por encima de la alta música-no sé qué demonios tiene Sasuke en la cabeza, pero cerebro no desde luego.
Sakura resopló. Se hacía una idea de por qué su amiga estaba así de enojada, ella misma lo estaba también. El pelinegro se había negado rotundamente a quedarse en casa y había insistido en ir a trabajar, algo que la disgustaba tanto a ella como a su amiga y jefa.
-Voy a llamar al hospital, tengo licencia para exigir que examinen a mis empleados y si encuentran el más mínimo problema, que lo encontrarán, le obligaré a tomar una baja.
Sakura forzó una pequeña sonrisa ante la diatriba de su mejor amiga, sabía que nada de eso funcionaría con Sasuke, dios sabía en que otros líos podría meterse sino asistía al trabajo. Matar a Michael, por ejemplo. Él no aceptaba su decisión y sabía que parte de ese enfado que se gastaba en esos momentos era por su recién estrenado título de profesora de japonés. Habían gritado durante horas sobre hasta dónde llegaban sus limitaciones a la hora de decirle a ella lo que podía y no podía hacer. No habían llegado a ningún punto intermedio y así habían quedado las cosas. Enfados y llegando por separado al trabajo.
-Al menos dime que le fue bien en la comisaría y que están a punto de atrapar al culpable-dijo la rubia.
La peli rosa negó.
-Sasuke mantiene que no vio ni pudo identificar de ninguna forma a nadie y la policía sigue con las manos atadas y dando tumbos sin saber exactamente lo que tienen que hacer.
La rubia se llevó una mano a la cabeza.
-Esto es un caos-siseó-¿qué le pasa a tu novio? aunque no haya visto o identificado a nadie siempre hay algún detalle para ayudar, algo tiene que haber visto, no podemos creer que se ha mantenido en un limbo durante todo ese tiempo.
-Ya lo sé, incluso sospecho que esto está relacionado de algún modo con su madre.
-¿Con Mikoto?
La peli rosa asintió.
-No creo que sea simple coincidencia que el momento de sus desapariciones esté tan próximo y no es propio de un secuestrador abandonar a su retenido sin pedir rescate o exigir algo a cambio, es obvio que oculta algo, sin ir más cuando regresé de la universidad encontré a Itachi hablando con él en la entrada.
-Bueno, eso no es nada fuera de lo común-expresó su amiga con un movimiento de mano-digo, es normal que se preocupe por su hermano.
Sakura no estaba tan convencida.
-Cuando tienes visitas las llevas al salón, no te quedas charlando en la entrada, y por mucho que intentasen ocultarlo yo sé que estuvieron hablando de algo importante, conozco a Sasuke más de lo que él cree.
-La verdad es que si está muy extraño, más extraño de lo que él suele ser.
Ino se llevó de repente un dedo a una de las orejas, señal que le hablaban por el pinganillo, primero rodó los ojos, luego se puso pálida y luego su cara se puso roja de ira.
-Voy en seguida y por dios mantenedlo reducido-ladró.
-¿Qué pasa?-preguntó Sakura preocupada.
-Pasa que Michael ha venido y a Sasuke le ha faltado tiempo para lanzarse sobre él, suerte que más personal de seguridad estaba cerca sino vete a saber lo que hubiera llegado a pasar, ahora tengo que ir hacia allí.
-Voy contigo, no pasará nada si dejo la barra desatendida durante un minuto y necesito hablar seriamente con Sasuke.
Las dos fueron hacia la puerta donde Sai, el novio de Ino, y otro segurata agarraban a Sasuke manteniéndolo alejado de Michael, que tenía el labio partido.
-¡¿Qué demonios es esto?!-rugió Ino.
-He venido en cuanto me han avisado-dijo Sai, visiblemente enfurecido al ver que uno de sus empleados montaba semejante escándalo.
Ino se plantó delante de Sasuke y lo fulminó con la mirada.
-No sé qué mierda te está pasando pero desde luego que no vas a utilizar la portería de mi discoteca como ring de boxeo para solucionar tus problemas, ¿entendido?
El pelinegro apenas le hizo caso, su mirada seguía clavada en aquel miserable, y su furia se encendió aún más cuando vio que Sakura iba a socorrerlo. Intento zafarse del agarre pero Sai y su compañero lo mantuvieron firmemente sujeto.
-Te vas a tomar una semana de descanso y no me importa lo que tengas que decir al respeto-dijo cortando la réplica que amenazaba con salir de su boca-no pienso dejar que pierdas el control así que vas a relajarte y marcharte a casa.
-Lo llevaremos a dentro y mandaré a alguien para que lo sustituya-dijo Sai.
Cuando se hubieron llevado a Sasuke, Ino se giró hacia la multitud y los tranquilizó, diciéndoles que deberían esperar hasta que otro portero les cediese la entrada. Luego acompañó a Sakura y a Michael y los llevó hacia un pequeño cuarto donde guardaban las cosas de limpieza y el botiquín.
-Lo siento tanto-se disculpó la peli rosa en inglés-Sasuke no está bien y...
-No pasa nada-contestó Michael.
La cara de Sakura mostró todo el enfado que sentía.
-Sí, sí que pasa, yo le dije lo de las clases y él no se lo ha tomado bien... ¡Dios! tiene que entender que él no es el dueño de mi vida y que no puede ir haciendo esto cada vez que tenga celos.
Michael se cuido mucho de mantener su cara impasible, aunque las ganas de echarse a reír eran realmente fuertes.
-Al menos ahora se irá a casa y tendrá tiempo para tranquilizarse-intervino Ino, luego cambió al inglés y se dirigió a Michael-pero supongo que habrás venido por algo en especial.
-En realidad, solo venía a divertirme un poco con vosotros pero veo que fue una mala idea, tal vez no deba volver...
-De eso nada-cortó la ojijade-tú no tienes que dejar de hacer nada solo porque Sasuke no quiera, ya me encargaré de hablar con él y dejarle las cosas claras, esto no puede continuar así.
-------------------------------------------------------------
Mikoto continuaba tirada en el suelo, con todo el cuerpo dolorido a causa de la tremenda paliza que acababa de darle su hermana gemela. Haruka se mantenía apoyada en la pared, con los ojos inyectados en sangre y jadeando.
-Esto no es bueno para ti, Mikoto-dijo-si no colaboras puedes acabar muerta, solo tienes que decirnos la clave para acceder al dinero.
La pelinegra se mantuvo callada.
-Yo no tengo esa clave, tú lo sabes Haruka.
-¡No me tomes por estúpida!-explotó-sé perfectamente que a parte de esa cuantiosa cantidad de dinero que te dejaron papá y mamá también recibiste una clave que se corresponde a una cuenta bancaria en el banco suizo de Zúrich, también sé que por orden expresa de papá no recibirías esa clave hasta que estuvieses casada y ¿sabes que más sé?
Mikoto continuó en silencio.
-Sé que poco antes de abandonar a Fugaku fragmentaste la cuenta en dos partes con sus respectivas contraseñas y que esas dos partes están destinadas a cada uno de tus hijos respectivamente.
Se acercó a ella y la agarró por el pelo, obligándola a mirarla a la cara.
-Pero ninguno de ellos recibirán su parte hasta que tú mueras, tú todavía tienes la clave principal que no se fragmentará en otras dos claves hasta que tú dejes de existir, por eso te digo que es mejor que hagas esto por las buenas Mikoto, no dudaré en matarte y entonces esa fortuna que te legó papá pasará a manos de tus hijos, y tú no quieres que yo vaya a buscarlos a ellos, ya has visto que soy perfectamente capaz.
Las lágrimas resbalaban por la cara de Mikoto. Ya no negaría nada porque era obvio que Haruka lo sabía todo, y eso solo dejaba una opción. Ella solo le había contado ese secreto a Fugaku, entonces ellos debían haberse mantenido en contacto durante todo este tiempo.
-Fugaku no dejará que les hagas daño.
-Fugaku, Fugaku, Fugaku... parece mentira que aún no lo conozcas, ¿en serio piensas que él no sabía del secuestro de Sasuke? ¿Realmente eres tan ingenua? Fugaku solo se caso contigo porque sabía que esa era la única manera de que consiguieras toda la herencia y de que él se apropiase de todo el dinero, pero él nunca obtuvo nada de ti y no dudará en obtener lo que quiere de tus hijos.
Mikoto acabó de derrumbarse por completo, indefensa y resignada.
-Está bien, haré todo lo que me pidáis pero por favor no le hagáis daño a mis hijos.
-----------------------------------------------------
Eran altas horas de la madrugada pero de todos modos Itachi continuaba levantado, sentado en uno de los sofás de la sala, con la luz y la televisión apagadas y una copa de vodka con hielo en la mano.
No podía dormir, desde que había salido del apartamento de Sasuke tenía una extraña sensación rondándole en la cabeza, como si quisiese recordar algo que lo aclarase todo y su mente fuese incapaz de hacerlo. Con un resoplido se llevó una mano a la cabeza y se terminó la bebida, dejando el vaso vacío encima de la mesita.
Había algo, algo que se le escapaba y estaba frustrado. Se levantó del sofá y se puso a merodear por la casa. Era una mansión bastante grande y desde que había empezado a trabajar al único lugar al que iba era a la sala y a su cuarto por eso se sorprendió al darse cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que había recorrido por última vez todos aquellos pasillos.
Sonriendo llegó a la parte trasera de la casa, donde había una pequeña puerta que daba al jardín. La abrió e inmediatamente se sintió desolado. Mair había intentado años atrás reparar el jardín pero su padre había prohibido tajantemente que se tocase aquel lado de la casa en un claro sentimiento de odio hacia algo que en su día Mikoto había amado. Por eso se sintió tan triste. La última vez que había estado allí aún era un niño y su madre había estado arreglando las flores y regando los bonsáis. Sasuke todavía era muy pequeño para andar de correteos solo por la casa y estaba en su cuarto, pero a él le gustaba salir con su madre al jardín porque casi siempre conseguía que jugase con él al escondite.
Atravesó el pequeño lugar poblado de malas hierbas y se dirigió al pequeño casetito donde se guardaban los utensilios, ese había sido su escondite favorito, claro, de pequeño él no se había dado cuenta de lo obvio que resultaba y los rodeos que daba ella haciendo como que no sabía dónde estaba.
Entró al lugar oscuro y no se sorprendió de encontrarlo vacío, de cualquier forma ya nadie cuidaba el jardín y sería una tontería guardar los utensilios. Recordando a aquel niño que fue se sentó en el pequeño banco de pared y dejó la cabeza caer. Como había cambiado todo. La vida de aquella familia era como aquel jardín, rodeado por una mansión estupenda, pero podrido por dentro. Necesitando apoyo dejó caer una de sus manos contra el banco pero su mano palpó una pequeña caja de metal. Con la oscuridad no lo había visto.
La cogió y la abrió, dentro había únicamente un papel, viejo por lo que pudo notar al tocarlo. Con curiosidad salió al exterior y bajó la luz de la luna empezó a leer.
-Dios santo...-exclamó en un susurro.

sakuritha_haruno:
ooooo wuau cada vez me impresionas mas sube la kontinuacion rapido x favor me he hecho adicta de tu fic hehe :ohnoes:
               saludos! kuidate

Dalia:
Que bueno que allas puesto conti me encanta cada vez se pone mas buena siguela   :lol: :lol:

Dresti:
Ambos llegaron a casa en medio del silencio más sepulcral, enfadados los dos, aunque claramente por distintas razones. Sasuke se lamentaba por lo haberle desfigurada la cara a ese mal nacido mientras que Sakura hacía acopio de todo tipo de autocontrol para no matar a su novio allí mismo. El chico fue a sentarse a uno de los sofás de la sala y prendió la televisión, aunque era bastante obvio que no le estaba haciendo ni una pizca de caso, y ella entró en la cocina. Agarró fuertemente uno de los bordes de la mesa y apretó hasta que los nudillos se le pusieron blancos, al final no aguantó más y desde el marco de la puerta habló.
-¿Por qué sigues con esto?-intentó sonar calmada y razonable, pero le daba la sensación de que no era así.
-¿Ahora quieres hablarme?-contestó él-¿ya no estás ocupada atendiendo a tu ‘’amiguito’’?
Esto era el colmo, Sakura se llevó una mano a la cara y tomó aire.
-Si tuve que ir a atender a mi amigo fue por tu culpa, porque le diste un puñetazo.
-Y tendría que haberle dado más hasta romperle la cara.
-¡Basta!-exclamó la peli rosa entrando en el salón-¿cuándo vas a terminar con esta tontería Sasuke? ¡Él es mi amigo!
-¡Y yo tu novio!-contestó en el mismo tono, levantándose del sofá y encarándola.
-¿Es que no lo entiendes?-dijo ella más bajito.
-No Sakura, yo lo entiendo perfectamente, aquí la única que no se entera de lo que está pasando eres tú, no sabes lo que me he tenido que controlar para no matarlo, si solo supieses…
La chica lanzó una risa cansada y movió la cabeza en señal de incredulidad, no se esperaba algo así de Sasuke.
-¿Según tú, qué debó saber?-preguntó.
-Cuando llegó a la discoteca yo iba a dejarlo pasar pero él…-la cara de Sasuke se convirtió en una fuerte máscara de ira-me dijo en japonés esto: ‘’he venido a pasar un buen rato con tu chica’’
-Michael no sabe hablar japonés.
-Se habrá aprendido la frase.
-Basta ya Sasuke, por favor, yo… yo no creí que fueses capaz de algo así, él solo es mi amigo, mi amigo ¿entiendes?, tú también tienes amigas y yo no monto ningún escándalo.
La furia de Sasuke iba en aumento cada vez más.
-¿Me estás diciendo que prefieres creerle a él y no a mí?
En ese punto Sakura explotó.
-¡¿Y cómo quieres que te crea si ni siquiera confías en mí para decirme que demonios ha pasado durante tu desaparición?! ¡Y no me digas que me lo has contado todo porque no es cierto! ¡Itachi vino a hablar del tema, lo sé!-por sus ojos empezaron a resbalar lágrimas-¡¿cómo voy a creerte si tú no crees en mí?!
-Eso no es cierto-murmuró él apartando la mirada.
Él confiaba en ella, claro que lo hacía, pero no podía decirle nada, quería mantenerla alejada, protegerla de todo aquel desmadre.
-Sino es cierto-continuó ella-dime qué fue lo que pasó.
-Tú no lo entiendes.
-Sí, sí que lo entiendo Sasuke-contestó-es algo que he entendido desde que tú y yo nos conocimos.
Él no dijo nada.
-Siempre pasa lo mismo entre tú y yo, nos queremos mucho, pero no es suficiente-se tragó un sollozo-amar no es suficiente sino confías en la otra persona, ese es el problema que hemos tenido siempre, cualquiera de los dos, tú no te fías de mi amor por ti porque estás convencido de que hay algo entre Michael y yo…
-Eso no es verdad-contestó tajante.
-Déjame terminar, ni siquiera te fías de mí para contarme que es lo que te está pasando, ¿no lo entiendes? Lo nuestro está castigado a no funcionar nunca.
El silencio se adueñó de la habitación, solo roto por los sonidos de risas, tan desafortunadas en ese momento, que procedían de la televisión y los pequeños sollozos que escapaban de los labios de la peli rosa.
Quería consolarla, pero la conocía bien como para saber que ella no se lo permitiría hasta que él le diese una respuesta, y eso era lo único que él no podía darle.
-Me voy a ir-dijo ella, rompiendo aquel incómodo silencio-es lo mejor, siempre ha sido lo mejor, iré a mi antiguo apartamento, las cosas siguen en la maleta así que me llevaré todo esta noche.
Salió del salón y poco después la escuchó sacando la maleta del armario, no fue capaz de moverse, ni en ese momento ni cuando ella apareció con la maleta en la puerta.
-Adiós.
Dos segundos después la puerta de la calle se cerró en un fuerte portazo.
Itachi había subido hasta su cuarto con aquel trozo de papel en la mano. Su cabeza estaba hecha un lío y su corazón en un puño. Su vista recayó en el papel, leyendo aquella pulcra letra por enésima vez.
‘’Querido hijo mío, estoy aliviada porque sé que solo tú llegarás a encontrar esta carta algún día, por lo tanto puedo escribir con tranquilidad.
No sé cuánto tiempo pasará hasta que puedas leerla, tal vez ni siquiera lo hagas, tal vez hayas preferido olvidar todos los momentos que has pasado con tu madre, hasta cuando jugábamos en el jardín, y yo no puedo culparte, no cuando toda la culpa es mía.
Voy a marcharme de casa, no puedo más, y tendré que dejaros a vosotros, ojalá algún día Sasuke y tú podáis entenderme.
Sabed que no hay nada en este mundo que yo quiera más que a vosotros dos y se me parten el alma y el corazón al saber que tendré que irme sin poder llevaros conmigo, y más sabiendo, y estando segura, de que vuestro padre se encargará de que en un futuro me odiéis con todas vuestras fuerzas.
Sasuke aún es muy pequeño, pero espero que por lo menos tú algún día puedas recordar todos los momentos que pasé con vosotros y todo el amor que me fue posible daros.
Las razones de mi partida no son porque ahora quiera a otro hombre, al menos no la razón de más peso, él me quiere de verdad y sabe darme ese cariño y respeto que con tu padre nunca encontré, pero esa no es la razón principal, tengo miedo, miedo de lo que pueda pasar en un futuro sino escapo de esta casa, no puedo decirte nada, sé que intentarías ayudarme y eso solo te pondría en peligro a ti y a tu hermano pero por favor, ruego que me creas cuando digo que para mí sois lo más importante que tengo en esta vida, y que el dolor de esta marcha será el triple de pesado para mí no solo por la culpa y el dolor de no veros, sino también porque sé cuanto sufriréis al pensar que yo no os he querido. Eso no es verdad, créeme por favor.
Te quiero con toda mi alma.
Mikoto’’
Las silenciosas lágrimas que recorrían su cara solo eran una pequeña demostración de la confusión, la pena, el dolor y la impotencia que sentía en esos momentos. Sabía que lo que ahí decía era verdad, no entendía cómo, pero lo sabía, siempre había mantenido una esperanza de que hubiese algún motivo de fuerza mayor para que su madre se viese obligada a abandonar la casa de aquella manera.
Pero no decía el por qué, por más que leyera y releyera cada una de las líneas no encontraba ni una sola pista del motivo que la había empujado a hacer tal cosa. Ella decía que era algo muy peligroso y él estaba empezando a preocuparse seriamente. No lograba comprender porque su tía desaparecida había regresado de repente y secuestrado a su hermano y a su madre.
Sabía que tendría que hacer las averiguaciones él solo, Sasuke no creería nada de lo que ahí ponía, además había intentado comunicarse con él pero su móvil estaba apagado y ni él ni Sakura contestaban al teléfono de casa.
Se limpió las lágrimas y guardó la hoja a buen recaudo, estaba cansado pero no quería irse a dormir, quería hacer algo ya, pero antes de que se diese cuenta cayó en un profundo sueño, tal vez el último reparador durante un buen período de tiempo.

sakuritha_haruno:
ahora si ke kiero la continuacion porfavor y me encabtaria ke si tienes los capitulos listos subas dos altiro heheh espere mucho x este capitulo asi ke kiero mas
                                               saludos!

Navegación

[0] Índice de Mensajes

[#] Página Siguiente

[*] Página Anterior

Ir a la versión completa