Rincón del Artista > Expresión escrita

Su boca sabrá a ajenjo (Capítulo Seis)

<< < (8/11) > >>

Saga:
Oooh, un demonio eh? El capitulo estuvo genial, y nos dejaste intrigados!
Veo que ya cambiaron a los benditos vampiros, me agrada la idea.
Ahora ya aparecio un nuevo personaje, y se ve que es un antagonista de primera, quien es Richard? que significa ser superior? quien es "el amo"? y Zoe que es una chica medio rara con extrañas reacciones; y por que la mama de Zoe esta sorda?
En verdad lo cortaste en una parte buena, para dejarnos con una gran inognita.
Tienes que continuarlo!! Y pronto si es posible jajaja
Cuidate mucho vale? Nos leemos!

Fluoradolescent.:
Muchísimas gracias TinaK y Saga por sus comentarios, me alegran la vida ^^
la conti la pondré hoy por la tarde... Nos leemos, au revoir...

Lauriis:
Asdsfsd Antes que todo quiero aclarar... que yo lei antes que todos este capítulo :T! solo que no comente por flojera que era muy tarde como paa hacer un comentario decente xd

Entonces aqui va mi coment:
Pobe Zoe, vivir esa situacion debe ser realmente dificil. Y cuando la mamá e dice que Steve está haciendo todo lo posible por convivir con ella, pues de verdad no parece. Yo tambien detesto que me cambien el canal cuando veo television!
Ademas va de un drama a otro, pelea con a familia y se le aparecen 2 demonios en su habitacion D:
Y sepues el demonio que ama no la abraza y parece que la quiere matar y que la marco con un beso en la frente ._. y ahora es su jugetito. JAMAS dejare que un extraño me bese en la frente lol. Amo tu historia, lo he dicho? xd Contiiiiiiiiiiiiiiii

Yemibella:
Es que....¡me encanta todo!...
Kami!!!, es que no se que decir, los sucesos son muy cautivanets y con ganas
de exigirte continuacion...
Buena esa con Noah....hmp....me encanta y seguiré

Fluoradolescent.:
Muchísimas gracias a Lauriis y Renesme por sus coments, de verdad! ^^

Este es el último cap que tengo escrito (y completo) así que a partir de aquí tardaré más en actualizar...

Pero ya sin más los dejo con el...

Capítulo Seis
-Oh, por Dios -murmuré, y una vez más, me parecía que todo a mi alrededor daba vueltas.

Noah hizo una mueca y apartó la mirada.

-No nombres al viejo en mi presencia -dijo casi con asco.

Me dirigí a mi cama, y me dejé caer en ella. Estaba consciente de que todo eso era demasiado, y de que no sabía qué pensar. No quería pensar. ¡Dios! ¡Él era un jodido demonio! ¡Había un demonio perverso, malvado, asesino y extremadamente sexy en mi habitación!

Sin embargo, caí en la cuenta de que no estaba asustada. Él había sido un demonio todo el tiempo y no me había hecho nada malo, al menos no aún… ¡cielos! Todo esto era un embrollo.

No quería pensar, y me impresionaba el hecho de que no tenía ganas de gritar ni de echarlo de mi habitación. Porque quizá, en lo más recóndito de mi alma, yo ya lo sabía. Quizá lo supe desde el primer momento en que lo vi.

Lo miré. Se veía cansado y molesto. Estaba vestido con jeans, zapatillas deportivas, una camiseta blanca y chaqueta de cuero negra. Su piel blanca parecía emitir un resplandor hermoso, su boca se hallaba torcida en un rictus de maldad, y su entrecejo fruncido. Pero sus ojos… definitivamente no había manera de que él fuera un humano. Esos dos trocitos de espacio sideral, negros como los abismos del mismo infierno, y brillantes, como si estuviesen salpicados de diminutas estrellas, escondían un mundo entero que yo quería descubrir.

-Noah… -murmuré. De nuevo, esos rápidos relámpagos azules iluminaron su mirada por medio latido- Necesito que me expliques todo esto, por favor -pedí, incorporándome lentamente. Richard había mencionado algo de una marca, de consecuencias… qué se yo. Y no me gustaba cómo sonaba eso.

Él emitió una especie de suspiro-gruñido y entonces estuvo sentado a mi lado.

-Te diría que lo siento, pequeña humana. Pero sería mentira, porque no lo hago… -oh, no. Nada bueno comenzaba con una disculpa, o con un intento de disculpa, en este caso- pero me pediste un beso, ¿recuerdas? -las luces de la habitación se apagaron de pronto, y el resplandor de la luna que entraba por la ventana iluminó su cara, reprimí un grito. Noah se acercó peligrosamente a mí- y te di un beso -se inclinó hacia delante, y luego sentí su dedo sobre mi frente, enviando cientos de señales eléctricas por todo mi ser- justo aquí…

-Yo… yo n-no estaba en mis cabales cuando hice eso -lo interrumpí- Tú utilizaste tu poder contra mí -farfullé, avergonzada y preocupada.

Él me dio una sonrisa torcida.

-Ni siquiera sabes cómo funciona mi poder, o qué soy capaz de hacer -dijo, y sentí mis mejillas encenderse, era bueno que las luces estuvieran apagadas, para que no lo notara.

-Dime cómo funciona.

-¿Sabes, Zoe? -dijo, deslizando sus manos por mi cintura, mis ojos se abrieron como platos- Te convendría dejar de utilizar ese tonito mandón conmigo… -rozó mi nariz con la suya- porque podrías pasarlo muy mal -susurró junto a mi oído.

Empujé su pecho con mis manos, no iba a dejar que me manipulase de esa forma tan baja. No se movió un solo milímetro.

-Suéltame, Noah -dije, en parte asustada, en parte enojada, y… tenía que admitirlo, en parte a regañadientes.

-Podrías soltarte tú sola, si quisieras… -susurró con un tono demasiado sensual. Yo estaba sonrojada hasta la raíz de los cabellos, y no sabía qué rayos estaba pasándome- Yo sólo estoy ciñéndome a tu voluntad, pequeña Zoe.

-¿D-de qué estás hablando? -pregunté, aturdida.

Se separó de mí a su habitual velocidad de rayo, y mi piel lloró la falta de su cercanía.

-Vas a escucharme, pequeña humana. Y vas a guardar silencio, porque no voy a repetirlo -su tono de voz se endureció, y cruzó sus brazos sobre el pecho.

Asentí suavemente, dispuesta a escucharlo. Quería saberlo todo, y después quizá me abrazara otra vez de esa manera.

-Me pondré en desventaja al revelarte todo esto, pero reconozco que es necesario -comenzó, dándome la espalda. Las luces volvieron a la habitación como por arte de magia- Soy mucho más fuerte, rápido y ágil que un humano. En una relación como de 1 a 100. Mis sentidos están más desarrollados, y tengo percepciones y habilidades que ni siquiera podrías comprender. Soy inmortal, también. O al menos casi -caminó unos cuantos pasos, hacia la ventana, y se quedó parado allí, aún dándome la espalda- También tengo otros poderes, por si fuera poco. Como por ejemplo paralizarte, o eso que diste a entender. Que te obligué a decir que querías un beso. Pero en realidad, solo estaba valiéndome de tu voluntad.

Dejó de hablar por un instante, en el que creí que se callaría y estuve a punto de decirle que ya me imaginaba todo aquello, que quería más explicaciones, pero entonces, volteó hacia mí, y, con sus ojos negros fijos en los míos, prosiguió:

-Los humanos tienen libre albedrío. No podemos obligarlos mentalmente a hacer algo que no quieren. Pero sí podemos identificar lo que desean, y usar esos deseos a nuestro favor. Tú querías un beso, en ese momento. Aún lo quieres ahora, y no puedes cambiarlo por mucho que te esfuerces en negarlo. Querías ser mía, también. Pues te tengo unas noticias: ya lo eres.

-¿Qué? -dije, con la voz quebrada

-En ese beso, te coloqué una marca, pequeña humana. Significa que he reclamado tu alma para mí.

-Aguarda un segundo -lo interrumpí- ¿Qué rayos…?

-No me interrumpas -me cortó él a su vez, su voz me congeló- No he terminado.

Me lanzó una mirada de advertencia, y continuó.

-Las marcas sirven para indicar que tu alma pertenece a un demonio, pero cuanto más tiempo pase sin ser reclamada, es decir, cuanto más tiempo pase y tú todavía sigas viva, te harás más y más apetecible para otros demonios -hizo una pequeña pausa, yo no podía siquiera asimilar lo que sucedía- además, el hecho de que esa marca sea mía… bueno, te hace aún más apetecible, pues, tú sabes, que alguien se adelante en reclamar el alma de la humana de Nejharal, lo haría realmente famoso -rió ligeramente- aunque desde luego, no viviría mucho después de eso.

-Tengo dos preguntas, Noah -dije sin importarme estar interrumpiéndolo- ¿Por qué rayos me pusiste una marca? ¿Puedes sacarla? ¿Significa eso que voy a ir al infierno?

-Eso son tres preguntas, Zoe, Zoe, Zoe -dijo moviendo su cabeza a un lado y al otro al decir mi nombre, como usualmente lo hacía.

-¡Y una mierda, Noah! ¡Respóndeme! -exclamé, empezaba a asimilar la situación, y a salirme de mis casillas.

Noah rió, y luego murmuró:

-No grites, que tus padres podrían escucharte.
En efecto, un par de golpes en mi puerta me dijeron que probablemente Steve y mamá estaban preguntándose qué me sucedía. Fui a abrir.

-¿Con quién estabas hablando, Zoe? -preguntó mi madre, mirando alrededor de la habitación. Noah había desaparecido, ya sea con su velocidad sobrehumana o con algún tipo de atribución demoníaca de invisibilidad que no me había mencionado.

“Dile que no estabas hablando”

Tal como hacía un rato, el pensamiento resonó en mi cabeza, aunque no había sido producto de mi mente.

-No estaba hablando -obedecí, tratando de componer una expresión indignada.

-Pero… yo te escuché. ¡Steve te escuchó también! ¿Te estás volviendo loca, hija?

“Para mí que son ustedes los que están volviéndose locos. O tal vez fue la chica del apartamento de al lado. ¿Con quién podría estar hablando?”

Repetí las palabras que Noah -porque estaba segura que había sido él- tratando de soltarlas de forma natural.

Mamá asintió, sin verse demasiado convencida. Y luego simplemente volteó y se alejó. Cerré la puerta tras ella, y luego dejé escapar un suspiro. Noah estaba acostado sobre mi cama, con los brazos cruzados tras la nuca.

-Responde mis preguntas, Noah -dije sin más preámbulos.

-Me diviertes, pequeña humana -rió bajito, con una mirada de siniestra diversión- tratando de ordenarme. ¿Sabías que tu vida está en mis manos justo en este momento?

Esas palabras fueron como agua fría cayendo sobre mí. Lo sabía, en el fondo, pero no había querido reparar en eso. Comencé a retroceder, sin saber por qué lo hacía, todo era tan malditamente confuso para mí.

-Pero te contaré, porque tienes tanto miedo que me pones de buen humor -dijo entonces, mientras yo ponía un esfuerzo sobrehumano en mantener su mirada- Te puse mi marca porque se me antojó, y porque tú lo deseabas, como ya te expliqué. Una marca es imposible de borrar o sacar, y significa que me perteneces.

-¿Cómo sé que no estás mintiendo? -me atreví a preguntar

La silueta de Noah se volvió un borrón negro durante una milésima de segundo, y luego sentí su respiración fría sobre mi oído, donde, como acostumbraba, susurró:

-Me aburre este interrogatorio.

Y luego ya no lo sentí cerca de mí. Paseé mi vista por toda la habitación, pero él no se encontraba allí. O al menos no que yo pudiese ver.

Puse mi mano sobre mi frente. Me sentía enojada, despojada de mi libertad, y aterrorizada en mi interior. ¿Qué rayos le pasaba a ese estúpido demonio? ¿Ponerme una marca simplemente porque se le antojaba? Gruñí involuntariamente, en lo que me acercaba a mi cama, quería matarlo en ese mismo instante.

Me acosté, y el aroma de Noah me dio la bienvenida. Suspiré. ¿Cómo podía una vida normal pasar a ser una vida caótica llena de demonios y marcas y quién sabe qué otras cosas en tan poco tiempo?

Bien, eso ha sido todo, comenten mucho, y nos leemos! Au revoir...

Navegación

[0] Índice de Mensajes

[#] Página Siguiente

[*] Página Anterior

Ir a la versión completa